miércoles, 15 de septiembre de 2010

LA REVISTA . CABALLEROS DE LA ORDEN DEL SOL. FELICITA AL PUEBLO DE MEXICO EN SU BICENTENARIO DIA DE INDEPENDENCIA




LA REVISTA . CABALLEROS DE LA ORDEN DEL SOL. FELICITA AL PUEBLO DE MEXICO EN SU BICENTENARIO DIA DE INDEPENDENCIA
16 DE SEPTIEMBRE 1810.

DIRECTOR:. VICTOR SALAZA SOTO.

CABALLEROS DE LA ORDEN DEL SOL


En México el 16 de Septiembre constituye la festividad máxima de la Patria. Este día no trabaja nadie ni siquiera la Bolsa de Valores. En la mayoría de las ciudades se hacen celebraciones cívicas realizando honores a la bandera. Por las principales calles de las ciudades se organiza un desfile en el que marchan los niños de las diferentes escuelas, y otros representan los hechos ocurridos el 16 de Septiembre de 1810.

Por la tarde continúa la fiesta, ya que se realizan “verbenas populares” en las plazas principales, en esta se venden platillos mexicanos como pozole, enchiladas, tamales, buñuelos, atole, etc. Y todo esto se ameniza con bailes folklóricos, música de mariachi o banda.

El 16 de Septiembre de 1810 México comenzó la lucha por la independencia, esta lucha al principio fue encabezada por el Cura Miguel Hidalgo y el General Ignacio Allende, y duró aproximadamente once años durante los cuales mucha gente estuvo al frente del ejército insurgente, hasta que en 1821 México se proclama un país independiente.

El Día de la Independencia de México es una de las fechas más representativas de la historia de todos los mexicanos. Es una de las jornadas más emocionantes ya que está cargada de historia y sentimiento.


BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO

Héroes de la Independencia Mexicana.





(Miguel Hidalgo y Costilla; San Diego Corralejo, Guanajuato, 1753 - Chihuahua, 1811) Patriota mexicano conocido también con el sobrenombre de El cura Hidalgo. Considerado como el padre de la patria mexicana, fue el iniciador de la lucha por la independencia.


Miguel Hidalgo

Hijo segundo de don Cristóbal Hidalgo y Costilla, administrador de la hacienda de San Diego Corralejo, y de doña Ana María Gallaga Mandarte, tuvo tres hermanos. A los 12 años marchó a la ciudad mexicana de Valladolid (actual Morelia), donde realizó sus estudios en el Colegio de San Nicolás. Ya bachiller en 1770, marchó a al ciudad de México para cursar estudios superiores.

En 1773 se graduó como bachiller en filosofía y teología, y obtuvo por oposición una cátedra en el mismo Colegio de San Nicolás. Durante los años siguientes realizó una brillante carrera académica que culminó en 1790, cuando fue nombrado rector del Colegio de San Nicolás. En 1778 fue ordenado sacerdote; al recibir las órdenes sagradas ocupó varias parroquias, hasta que a la muerte de su hermano Joaquín, en 1803, lo sustituyó como cura de Dolores, en Guanajuato.

Hombre muy culto y profundo conocedor de las ideas de la Ilustración, las puso en práctica entre sus feligreses, en su mayoría indígenas, en el intento de mejorar sus condiciones económicas y de vida. Para ello les enseñó a cultivar viñedos, criar abejas y dirigir pequeñas industrias, lo que le valió el apoyo incondicional de sus feligreses.

En 1808, la invasión a España por las tropas napoleónicas y la consiguiente deposición de su monarca Carlos IV, y de su hijo Fernando VII, generaron gran oposición tanto en España como en América. Surgieron entonces numerosos grupos de intelectuales que discutían en torno a los problemas de la soberanía y la forma de gobernarse. En 1809 Hidalgo se unió a una de esas sociedades secretas, formada en Valladolid, cuyo fin era reunir un congreso para gobernar el Virreinato de Nueva España en nombre del rey Fernando VII, que en ese momento se encontraba preso de Napoleón, y en último caso lograr la independencia.

Los conjurados planeaban levantarse en armas contra el virrey de Nueva España el primero de octubre de 1810, pero fueron descubiertos a mediados de septiembre. Hidalgo y algunos otros conspiradores lograron ponerse a salvo gracias al aviso de Josefa Ortiz de Domínguez y se trasladaron a Querétaro, donde Hidalgo se reunió con Ignacio Allende.

El 16 de septiembre de 1810, Hidalgo enarboló un estandarte con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México, en el que se podía leer: "Viva la religión. Viva nuestra madre Santísima de Guadalupe. Viva Fernando VII. Viva la América y muera el mal gobierno". Hidalgo lanzaba así el llamado Grito de Dolores, que supuso el inicio de la revuelta; junto con Allende, consiguió reunir un ejército formado por más de 40.000 miembros.

Miguel Hidalgo en una pintura mural de Juan O'Gorman

El 21 de septiembre, el ejército de Hidalgo y Allende capturó Celaya, por lo que Hidalgo fue nombrado capitán general del Ejército Libertador e Ignacio Allende fue ascendido a teniente general. El obispo electo de Michoacán publicó un edicto el 24 de septiembre en el que eran excomulgados Hidalgo, Allende, Aldama y Abasolo. Seguidamente tomó las ciudades de Salamanca, Irapuato y Silao, hasta llegar a Guanajuato.

El 17 de noviembre Hidalgo se encaminó hacia Valladolid con siete mil hombres de caballería y doscientos cuarenta infantes, todos mal armados, entrando el 26 en Guadalajara, pero no logró llegar a la ciudad de México. En Guadalajara, Hidalgo expidió una declaración de independencia y formó un gobierno provisional; además decretó la abolición de la esclavitud, la supresión de los tributos pagados por los indígenas a la Corona y la restitución de las tierras usurpadas por las haciendas. A finales de año había perdido ya Guanajuato y Valladolid.

El 11 de enero de 1811 fue derrotado cerca de Guadalajara por un contingente de soldados realistas. Hidalgo huyó hacia Aguascalientes y Zacatecas, con la intención de llegar a Estados Unidos para buscar apoyos a su causa, pero fue traicionado por Ignacio Elizondo y capturado en las Norias de Acatita de Baján el 21 de mayo de 1811. Conducido a Chihuahua, Hidalgo fue juzgado en consejo de guerra y condenado a muerte. Lo degradaron como sacerdote y lo fusilaron en la mañana del 30 de julio de 1811. Su cabeza, junto con la de Allende y otros insurgentes, se exhibió como castigo en la alhóndiga de Granaditas de Guanajuato.

El gobierno virreinal estaba convencido de que con la muerte de los caudillos, fusilados en Chihuahua, acabaría el movimiento insurgente, pero no fue así; con la ayuda del pueblo, Ignacio López Rayón, lugarteniente de Hidalgo, retomó la lucha desde su refugio en Saltillo, al tiempo que en el sur del virreinato se había producido la sublevación de José María Morelos, seguidor de las ideas de Hidalgo. En 1821, el levantamiento obtuvo sus frutos y México logró su independencia de España.

Tras el establecimiento de la República Mexicana, en 1824, Hidalgo fue reconocido como primer insurgente y padre de la patria. El estado de Hidalgo lleva su nombre y la ciudad de Dolores pasó a llamarse Dolores Hidalgo en su honor. El 16 de septiembre, día en que proclamó su rebelión, se celebra en México el Día de la Independencia. Sus restos reposan en la Columna de la Independencia, en la ciudad de México.




¿QUIÉN FUE JOSÉ MARÍA MORELOS?

José María Morelos y Pavón fue un sacerdote mestizo de origen humilde que se convirtió en el principal líder de la Independencia de México desde 1811 hasta 1815.

En 1810 se incorporó a las filas de Miguel Hidalgo, quien lo nombró jefe de los insurgentes del sur de México, y le encargó tomar importantes ciudades del oeste del país, especialmente Acapulco. Después de la muerte de Hidalgo (1811), Morelos conquistó la mayor parte del sur y centro del país. En 1812, logró tomar la estratégica ciudad de Oaxaca.

También organizó el Congreso de Anáhuac, el mismo que en 1814 aprobó la primera Constitución de México (La Constitución de Apatzingán), que tuvo carácter liberal republicano. Sin embargo, los criollos le negaron ayuda, y apoyaron la restauración absolutista del rey Fernando VII y la sanguinaria represión del virrey Félix María Calleja.

Tras varios reveses militares, José María Morelos fue capturado en noviembre de 1815. Fue condenado por herejía y traición, Murió fusilado el 22 de diciembre de 1815.

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