jueves, 14 de abril de 2011

La evolución de los prejuicios


Desde hace tiempo, los psicólogos saben que muchas personas adoptan prejuicios hacia los demás basados en sus afiliaciones de grupo, ya sean raciales, étnicas, religiosas, incluso políticas. Aunque todavía no se sabe bien por qué los individuos tienden hacia los prejuicios. Esta nueva investigación, que se ha tratado con monos, sugiere que las raíces se encuentran profundamente arraigadas en nuestro pasado evolutivo.
La estudiante graduada de Yale, Neha Mahajan, junto con un equipo de psicólogos, viajaron hasta Cayo Santiago, una isla deshabitada del sureste de Puerto Rico, también conocida como "Monkey Island", con el fin de estudiar el comportamiento de los macacos rhesus. Como los humanos, los monos rhesus viven en grupos y forman fuertes lazos sociales, y también tienden a desconfiar de aquellos que perciben como potencialmente peligrosos. Se trataba de averiguar si los monos distinguen entre los de dentro (es decir, aquellos que pertenecen a su grupo) y los de afuera (aquellos que no pertenecen); así que los investigadores midieron la cantidad de tiempo que los monos se quedaban mirando el rostro fotografiado de uno de dentro frente a un mono de fuera. A través de varios experimentos, descubrieron que los monos miraban más tiempo las caras de los forasteros. Esto nos da una idea de que los monos eran más cautelosos con los de fuera.

Sin embargo, también puede ser que los forasteros simplemente evoquen más curiosidad. Para arreglar esto, los investigadores aprovecharon el hecho de que rhesus machos abandonan los grupos de su infancia una vez que alcanzan la edad reproductiva. Esto permitió emparejar las
familiares caras de forasteros (los monos que habían abandonado recientemente el grupo) con las menos familiares caras de dentro (los monos que se han sumado recientemente al grupo). Cuando se presentaban en estas parejas, los monos siguían mirando más tiempo las caras de fuera, a pesar de que estaban más familiarizados con ellos. Los monos estaban haciendo muy claras distinciones en función de la pertenencia al grupo.

Mahajan y su equipo, idearon a su vez, un método para averiguar si los monos tenían sentimientos negativos hacia los forasteros. Crearon una versión adaptada del
Implicit Association Test (IAT). En los humanos, el IAT es una tarea informática que las mide los prejucios inconscientes mediante la determinación rápida de asociaciones con diversas palabras (p. ej., "bueno" y "malo") con grupos específicos (p. ej., los rostros de cualquier afro-americano o europeo-americano). Si una persona es más rápida asociando "malo" con caras afro-americanas, en comparación con las caras europeo-americanas, esto sugiere que él o ella alberga un prejucio implícito contra los afroamericanos.

Con los monos rhesus, los investigadores emparejaron las fotos de los monos de dentro y foráneos tanto con cosas buenas, como las frutas, como con cosas malas, como las arañas. Cuando una cara de dentro era emparejada con la fruta o cuando un rostro foráneo era emparejado con una araña, los monos
perdían rápidamente el interés. Y cuando la cara de dentro era emparejada con una araña, los monos entonces, de detenían más tiempo mirando las fotografías. Presumiblemente, los monos entraban en confusión cuando algo bueno se emparejaba con algo malo. Esto sugiere que no sólo distinguen entre propios y extraños, sino que en principio son asociados con cosas buenas o malas repectivamente.

En general, los resultados apoyan una base evolutiva para los prejuicios. Algunos piensan que los prejuicios son exclusivos de los humanos, ya que parecen depender de los procesos de un pensamiento complejo. Por ejemplo, en estudios anteriores hallaron que, la gente solía mostrar perjuicios después de recordar su mortalidad o recibir un golpe a su autoestima, ya que sólo los humanos somos capaces de contemplar nuestra muerte o tener una imagen de sí mismo. Pero el comportamiento de los monos rhesus implica que, nuestra tendencia básica a ver el mundo en términos de "nosotros" y "ellos" (los de dentro y los de fuera) tiene orígenes muy antiguos.

La psicóloga Catherine Cottrell, de la Universidad de Florida, y su colega Steven Neuberg, de la de Arizona, sostienen que los prejuicios humanos han evolucionado en función de la vida del grupo. El unirse en grupos permitió a los humanos tener acceso a los recursos necesarios para la supervivencia, como alimentos, agua y refugio. A sus vez, los grupos ofrecen numerosas ventajas, como una mayor facilidad para encontrar pareja, el cuidado de los niños y recibir la protección de los demás. No obstante, también tiene su lado negativo, nos convierte en recelosos con los extraños, ante el peligro de que pudieran dañar al grupo mediante la difusión de una enfermedad, por el daño o la muerte a miembros del grupo, o por el robo de valiosos recursos. Para protegernos a nosotros mismos, hemos desarrollado formas que identifican quién pertenece a nuestro grupo y quién no. Con el tiempo, este proceso de rápida evaluación de los demás  ha llegado a ser tan sutil que se ha vuelto inconsciente.

Los psicólogos saben desde hace tiempo que, muchos de nuestros prejuicios funcionan automáticamente, sin que seamos conscientes de ellos. La mayoría de la gente, incluso aquellos que se preocupan profundamente por la igualdad, muestran un cierto nivel de prejuicio hacia otros grupos en las pruebas con el IAT . A pesar de esta abrumadora evidencia de que nuestros cerebros están diseñados para este sesgo del razonamiento, los prejuicios, nuestra sociedad sigue pensando que los prejuicios son un comportamiento premeditado. Nuestras leyes actuales contra la discriminación, así como la mayoría de los programas de formación para la diversidad, asumen que los prejuicios son manifiestos e intencionales. Rara vez nos enseñan acerca de qué manera los prejuicios automáticos pueden contaminar nuestro comportamiento hacia los demás.

El hecho de que los prejuicios
se produzcan a menudo automáticamente, no significa que no haya manera de superar sus efectos negativos. Por ejemplo, hay pruebas de que cuando las personas se hacen conscientes de sus prejuicios automáticos, pueden corregirse a sí mismos. Y cuando se nos anima a adoptar la perspectiva de un extraño, se reducen nuestros prejuicios automáticos hacia el grupo de pertenencia de esa persona.

Dado que la muchos de los
difíciles conflictos a los que nos enfrentamos en el mundo de hoy provienen del enfrentamiento entre grupos sociales, tiene sentido dedicar tiempo a entender la manera de poder reducir nuestros prejuicios. Pero nuestro pasado evolutivo sugiere que, para ser eficaz, es necesario adoptar un nuevo enfoque. A menudo nos centramos más en los factores políticos, históricos y culturales, que en los patrones subyacentes de pensamiento que alimentan todos los conflictos. Si tenemos en cuenta hasta qué punto los prejuicios están profundamente arraigados en nuestros cerebros, tendremos una mejor oportunidad de encontrar soluciones con las que trabajar a largo plazo, en lugar de dedarnos llevar por esas tendencias naturales.

  • Referencia: ScientificAmerican.com, por Daisy Grewal 5 de abril 2011
  • Daisy Grewal es doctora en psicología social por la Universidad de Yale e investigadora en la Escuela de Medicina de Stanford, donde investiga cómo los estereotipos y prejuicios afectan a las carreras de las mujeres y a  las minoríaslos científicas.



BHAGAVAN ACERCA DE COMO RESOLVER EL DOLOR


Fuente: http://www.worldonenesscommunity.com/profiles/blogs/bhagavan-on-how-to-resolve

PREGUNTA: Todo lo que ha finalizado recientemente ha disparado el juicio, la decepción, incluso la amargura por las maneras de éste mundo. Estoy consciente de que este juicio viene de mi propio dolor no resuelto y que éste dolor me abstiene de la vida y la libertad y está endureciendo mi corazón.

He permanecido con el dolor y he experimentado su cambio a la alegría. He tenido hermosas experiencias espirituales, pero el dolor de viejos condicionamientos sigue volviendo.

Bhagavan, ¿que sugieres que haga para llegar a tener mas confianza y ser mas abierto a la vida tal como es, y a lo desconocido?

SRI BHAGAVAN: Mira, tienes que seguir practicando integridad interior hasta que llegues a lo profundo de tu ser y veas que es lo que realmente hay allí. Si vas a lo profundo de tu interior, hallarás que no hay mas que miedo, esencialmente miedo. Hay engaño, hay astucia, hay celos y toda esa porquería. Allí está todo. Tienes que confrontarlo. Confrontar no significa desafiarlo, pero obsérvalo, y luego no intentes cambiarlo ya que no se puede cambiar porque esos son contenidos de la mente, y la mente es muy, muy antigua. Es tan antigua como el hombre mismo, y esa es la estructura de la mente, eso no se puede cambiar. Es la naturaleza de la mente. Por ejemplo, podemos hablar del azúcar, ésta es cristalina. Su sabor es dulce. Tiene un calor específico de tanto. Su variedad específica es de tanto. No puedes hacer nada al respecto. Si hablamos de la sal, ésta tiene sus propias cualidades.

Así que la mente humana ha evolucionado durante millones de años hasta llegar a lo que es hoy. Aunque la propia estructura básica no ha cambiado mucho. El miedo está allí, estuvo allí para el hombre antiguo, está allí hoy. La envidia estuvo allí, y está allí. La ira estuvo allí, y está allí. El deseo estuvo allí, y está allí. Pero el objeto ha cambiado. Probablemente el hombre primitivo tenía miedo del tigre, o del león, o de alguna bestia salvaje, o el miedo a la hambruna. El hombre de hoy tiene miedo del mercado bursátil y de lo que ocurra en la economía. Alguien seguramente sentiría envidia de la lanza de otro. Hoy, podrías sentir envidia del automóvil de otra persona. Entonces, esencialmente no ha cambiado la estructura y también ha sido geneticamente diseñada de esa manera. Así que luchar por cambiar sería temerario.

Entonces, si hay algún problema contigo, como por ejemplo si vivieras en una calle donde hay una mafioso, o algo parecido. Y no hay manera de salirte de esa calle y el mafioso tampoco se va a ir. ¿Cual sería la mejor forma de manejar la situación? ¿Podrías decir cual sería la mejor forma de manejar esta situación? el mafioso no se va a ir y tu no puedes marcharte del lugar. Entonces, ¿que haces tu? la mejor manera sería ir donde el mafioso, plantar cara al mafioso. Llévale al tipo un paquete de dulces, algunos regalillos, quizá abrazarlo y alabarlo. Entonces el mafioso diría, "OK, haz lo que tu quieras. No te molestaré." Ahora eres amigo del mafioso.

Algo similar debe ocurrir aquí, ya que no puedes cambiar todas estas cosas. Observa, no eres tu, está allí dentro de ti pero tu no eres eso. Va seguir siendo así, estés iluminado o no, va a continuar de esa manera. La única diferencia es que el iluminado no cae en ese juego, él no intenta cambiarlo, no se siente mal por eso. Esto simplemente permanece. Así que, una vez que veas que está allí, está allí en todas las personas ya que esa es la mente única.

Digamos que alguien tiene un problema de H1N1. No es tu H1N1 o el H1N1 de alguien. Es H1N1, nada mas. Es gripe porcina. No es tu gripe porcina o la gripe porcina de aquel. No puedes ejercer propiedad sobre esto. De igual manera, no puedes ser el propietario de tu mente y sus cualidades. Es la mente humana. Por supuesto, si el cerebro sufriera algún cambio, quizá las cosas cambiarían. Quizá el hombre del futuro sea muy diferente. Pero, por ahora, así está operando, geneticamente programada, así es como va a funcionar.

Así pues, habrá un lado negativo para ti, que todo el tiempo estás ocultando porque no lo puedes exhibir en público. Existen cosas terribles ocurriendo por dentro porque la gente no sabe que va a pasar. Así que existe este lado negativo, tienes que aceptarlo y no decir que es malo o bueno, eso tampoco está bien ¡Está allí simplemente! No puedes hacer nada al respecto. Porque entonces te das cuenta que es imposible cambiar. Ahora bien, cuando es imposible cambiar ¿que haces tu? Simplemente te quedas tranquilo y quedarse tranquilo, es la solución.

Así pues, para que esto ocurra, primero debes explorar, a través de la exploración ¿como sabes que es lo que hay allí adentro? Pues, valientemente, continúa. La bendición te ayudará a ir dentro de ti, ver muchas cosas que nunca imaginaste antes. Esto es lo que todos los grandes han hecho. Bien sea Buda o Cristo. Ellos han hecho esto. Ellos han ido adentro. Ellos han visto lo que hay allí y han dicho, deja que así sea. Cuando tu digas, deja que así sea, tu te haces libre de eso. Está allí, pero eres libre de eso.

Esto lo debes practicar. Verás que te ocurrirán cambios tremendos, casi todos los conflictos cesarán lentamente. A medida que cesa el conflicto, lentamente ocurre algo. Comenzarás a sentirte conectado y entonces cuando comiences a sentirte conectado encontrarás que el pensamiento se calma, y aquello que el pensamiento no puede tocar comenzará a expresarse. Porque aquello que va a llegar no puede ser tocado por el pensamiento ya que no es un concepto, no es una creencia, no es un punto de vista. Ni siquiera es una experiencia que la mente siempre experimenta, no. Es algo muy vivo. Lo que tu llamas el presente. Es muy, muy vivo. Eso entrará repentinamente. Llegará por cuenta propia y esa es la bendición de la que estamos hablando.

Para llegar allá tienes que moverte paso a paso: entra, descubre, acepta, ama. Es una secuencia automática. No requiere de mucho tiempo, energía y esfuerzo. Solo la primera fase toma tiempo, energía y esfuerzo, y si utilizas la bendición llega bastante rápido. De ahí en adelante, no se requiere de tiempo, ni de energía, ni de esfuerzo. Pero supón que hay una serpiente en la sala donde te encuentras y entonces todos Uds brincan llenos de miedo. Luego, repentinamente alguien trae una lampara y descubren que no era una serpiente, era una soga. El miedo desaparece instantaneamente. No ha tomado tiempo, ni energía, ni esfuerzo. Has visto y eres libre. Ver es ser libre.

No hace falta pasar por estas cosas. Pero todo el problema estaba en tener una lampara, y poner la lampara, y ver lo que hay allí. Ese es el esfuerzo que se requiere de tu parte. Una vez que se hace eso, lentamente encontrarás que algo extraordinario sucede. Primero sientes que hay una paz. Luego descubres que el conflicto está ausente. Nada ha cambiado. Tu esposa aun te regaña, tu esposo aun te molesta, tu hijo te sigue desobedeciendo, tienes problemas con tus amigos. Aun esas cosas no han cambiado, pero ya no te afectan. Simplemente te las llevas en tu progreso, e incluso eso te produce alegría.

Poco a poco encuentras que incluso el otro está cambiando lentamente y cuando eso ocurre el pensamiento.... el pensamiento es quien hace las travesuras porque el pensamiento es medición. Está midiendo todo el tiempo y debido a que está midiendo cosas, la belleza se pierde . La realidad se pierde. Así que, el pensamiento se calma y nos enfocamos en la realidad. Junto a la realidad llega algo acerca de lo cual quisiera hablar ahora.

Uds van a descubrirlo por si mismos. Yo simplemente lo llamaré 'la bendición'. Está allí. Es como una secuencia, ocurre naturalmente, y yo espero que todos Uds puedan llegar allá, a mas tardar para el 2012, cuando Uds podrán tener un gran impacto sobre el planeta, ayudando a mucha gente.

Traducido por Carlos Rojas , abril 2011.



Enseñanzas del Dalai Lama


Meditación sobre la compasión

Al generar compasión, se empieza por reconocer que no se desea el sufrimiento y que se tiene el derecho a alcanzar la felicidad. Eso es algo que puede verificarse con facilidad. Se reconoce luego que las demás personas, como uno mismo, no desean sufrir y tienen derecho a alcanzar la felicidad. Eso se convierte en la base para empezar a generar compasión.

Así pues, meditemos hoy sobre la compasión.

Empecemos por visualizar a una persona que está sufriendo, a alguien que se encuentra en una situación dolorosa, muy infortunada. Durante los tres primeros minutos de la meditación, reflexionemos sobre el sufrimiento de ese individuo de forma analítica, pensemos en su intenso sufrimiento y lo infeliz de su existencia.

Después tratemos de relacionarlo con nosotros mismos, pensando: 'Este ser tiene la misma capacidad que yo para experimentar dolor, alegría, felicidad y sufrimiento'.

A continuación, tratemos de que surja en nosotros un sentimiento natural de compasión hacia esa persona. Intentemos llegar a una conclusión, pensemos en lo fuerte que es nuestro deseo de que esa persona se vea libre de su sufrimiento.

Tomemos la decisión de ayudarla a sentirse aliviada.

Finalmente, concentrémonos en esa resolución y, durante los últimos minutos de la meditación, tratemos de generar un estado de compasión y de amor en nuestra mente.

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