ORBS
RICARDO GONZALEZ
Un ORB "acompañando" una meditación con Cuarzos.
Algo más que una esfera.
El fenómeno de los ORBs se ha convertido en años recientes en uno de los más intrigantes dentro de los eventos de la actividad paranormal. Estas misteriosas bolas de luz han sido fotografiadas, aparecen en vídeos, e inclusive, han sido observadas a simple vista. Diferentes testigos de esta manifestación, se han referido a ello como si fueran presuntas apariciones de personas que fallecieron, entidades extraterrestres en “proyección”, o incluso ángeles. ¿Ante qué nos encontramos?
¿Qué es un Orb?
Para algunos fotógrafos, estas supuestas apariciones no son más que partículas de aire cercanas a los lentes de las cámaras, o simplemente polvo, humedad o alguno que otro insecto. Otras explicaciones de aquellos que se mantienen escépticos suelen ser: problemas en los lentes, fallos internos de los equipos (como las filmadoras portátiles o las cámaras fotográficas, particularmente las cámaras digitales), manchas químicas en los films de 35 mm., o sin ir más allá, reflexiones de la luz.
Sin embargo, al margen de estas hipótesis, ¿es posible que existan casos genuinos de ORBS? ¿Qué es un ORB exactamente?
Según el Diccionario Webster de la lengua inglesa, la palabra “orb” se define como “una esfera o un globo”, “un cuerpo organizado como un todo” o “cualquier cosa de forma circular”.
Ante esta definición, la palabra ORB ha sido asignada o usada desde hace algún tiempo en el “argot” de los parapsicólogos, ya que a ellos se les revelaron en sus fotografías, en lugares donde diversos testigos afirmaban se producían fenómenos extraños. Entonces los investigadores acudieron allí, para llevar a cabo sus experimentos, algunos de ellos bien documentados y con la participación de importantes investigadores (hasta Discovery Channel hizo un especial de todo ello).
Fruto de estas investigaciones, se aventuró la tesis de que estas “formas circulares” o “esferas de luz” tienen vida o pertenecen a un ente vivo.
De acuerdo a ciertos estudios, los ORBs pueden presentarse completamente transparentes -aunque para muchos los globos translúcidos no representan a un ser- o manifestarse por medio de una forma circular brillante y sólida, sin duda lo más desconcertante pero al mismo tiempo aceptable como fenómeno a investigar. Aunque la mayoría de las veces estas formas redondas de luz son blancas, también se han visto repetidamente, rojas y cremas, y hasta con patrones definidos o algún tipo de textura.
Ante que nos encontramos.
Cuando una criatura muere, su “fuerza de vida”, que se mantenía contenida dentro de su cuerpo biológico, se libera, abandonando el envase físico que en breve comenzará un proceso natural de descomposición. Todos conocemos de alguna u otra forma lo que ocurre con nuestro cuerpo, pero aun se mantiene el misterio que rodea al “alma” o “espíritu”. Al dejar el cuerpo físico, aquella fuerza vital vuelve a su estado natural de energía pura.
Quizás algunos de estos ORBs capturados en fotos o vídeos, representan precisamente el estado real del ser, esa “fuerza de vida” que no es más que la energía que anima a cualquier criatura y que no puede ser destruida. Simplemente se transforma. En otras palabras, un ORB podría ser el modelo básico de energía del mundo espiritual que, en determinadas circunstancias, se revelaría ante nuestros ojos o, cámaras.
Como fuere, muchos de ellos se han detectado también en lugares donde existen antecedentes paranormales intensos. La explicación a ello es que en determinadas ocasiones los espíritus o esencias humanas, después de abandonar el cuerpo físico, deciden quedarse cerca de sus seres queridos o de los sitios que les pertenecieron, en lugar de continuar su camino hacia una dimensión superior. Por tanto, los ORBs también podrían ser manifestaciones de esencias humanas. Muchas veces estas esferas de luz han sido “sentidas” sin mediar razón por diversas personas, como si se tratase de una presencia “invisible”. Incluso, algunos psíquicos dicen haberlos visto a simple vista e inclusive haber conversado con ellos. Sí, con los ORBs.
Pero debemos decir aquí que no toda esfera luminosa en el revelado fotográfico es necesariamente un ORB.
A través de complejos análisis de imágenes, muchas fotografías de ORBs han sido desmentidas. Como adelantábamos en las primeras líneas de este artículo, la mayoría de ellos son el resultado de condiciones atmosféricas, como humedad y lluvia. Es cierto que cualquier pizca de humedad en el aire o polvo puede alterar el resultado de las fotos y más si se usa el flash. Por este motivo, hoy en día los investigadores y estudiosos del caso, recomiendan siempre estar atentos a las condiciones ambientales cuando se toman las fotos o se graban los vídeos.
No obstante, también hay sólidos indicios de ORBs reales en las fotografías. Lejos de ser mugre o humedad en los lentes, se han presentado pruebas en donde la foto anterior o posterior de la secuencia en donde se revelan las esferas, fueron totalmente claras, ausentes de cualquier fallo. Por otra parte, diversas compañías que fabrican cámaras digitales han negado que la aparición de las esferas blancas sea un “defecto” en el mecanismo interno del aparato. Si estuviesen en verdad defectuosos, no mostrarían el defecto en forma circular, sino cuadrada, ya que estas cámaras forman la imagen basada en pixel o una gran multitud de cuadros.
Una de las teorías más aceptadas es que los ORBs podrían ser la energía transferida de una fuente u origen, como cables eléctricos de alto poder, calor, o baterías. La energía, como el agua en gravedad cero, es succionada “junta” en forma de esfera. De acuerdo a las leyes físicas, energía transferida de esta forma, asume su estado natural de un globo. Siendo esto así, ¿podríamos decir que dichas bolas de energía se alimentan para mantener su estado o acaso se forman de estas fuentes?
Para contestar éstas y otras interrogantes, en agosto del 2001, un grupo de físicos e ingenieros noruegos e italianos, integrado por Massimo Teodorani, Erling Strand y Bjorn Gitle Hauge, llevaron a cabo una exitosa misión de reconocimiento de este fenómeno y otros, en el Valle de Hessdalen, Noruega. Estas fueron sus conclusiones:
1.- El fenómeno luminoso es termo-plasmático.
2.- Las bolas de luz no son un solo objeto, pero están constituidas por muy pequeños componentes que se encuentran vibrando espontáneamente alrededor de un centro.
3.- Las bolas de luz son capaces de lanzar bolas de luces aun más chicas.
4.- Las bolas de luz pueden cambiar de tamaño y forma.
5.- La luminosidad de las bolas aumenta debido a la radiación que pueda haber en el área.
Un grupo normal de investigadores para casos paranormales es conformado generalmente por unas 10 personas, que usan 10 tipos diferentes de cámaras (35mm y digital), diferentes velocidades y marcas de rollos. A esto hay que sumarle que los rollos son revelados en distintos lugares para ver si se muestra lo mismo, en su más mínima expresión, dentro del campo de las probabilidades, y así guardar la objetividad ante los hechos.
Ante estas conclusiones, podríamos decir que sea lo que sea un ORB -y aquí nos referimos a los fenómenos genuinos que han resistido un análisis fotográfico-, todos están de acuerdo en que se trata de bolas de luz, sean algún tipo de energía o estado vibratorio, y no meramente residuos de polvo o humedad en el medio.
Elementos comunes.
Dentro del tema, luego de años de análisis, se ha podido llegar a determinadas conclusiones o verdades básicas respecto al tema de los ORBs. Estas son:
1.- Que son vehículos interdimensionales reales.
Muchos consideran a los ORBs como los “botes solares” de los egipcios o el Merkabah que se menciona en la Biblia. Esta afirmación no sería una exageración ya que se piensa que un ORB es la forma como Dios nos creó. Es como somos antes y luego de nuestra vida terrestre.
2.- Los ORBs pueden ser sentidos y escuchados.
Personas que han podido percibir un mensaje de estas esferas, dicen que ellas se comunican “hablándonos” dentro de nuestra cabeza -telepáticamente-, más allá de la percepción normal.
3.- Los ORBs pueden cambiar de forma y existe más de una clase.
La primera clase de ORBs son aquellos que se presentan a la altura del ojo humano, o por encima, a la altura del techo interno de las casas. Cuando se tratan de múltiples esferas, hay una principal que las dirige o coordina, apareciendo en los revelados “más clara” y “sólida” que las demás. Eventualmente, al hacer ampliaciones en computadora, estas esferas muestran un rostro (¿?).
4.- Existen ORBs relacionados con el fenómeno OVNI.
Ellos sirven para ayudar a asistir a seres extraterrestres que operan el vehículo espacial, como si fuesen una suerte de “escudo psíquico”. Supuestamente, serían ubicados principalmente en el cielo abierto.
5.- Los ORBs que pertenecen a entidades extraterrestres.
Se cree que este tipo de esferas son las que tienen una apariencia más detallada y compleja en sus texturas y figuras. Muchos hasta hablan de haberles visto rostro. Son raramente fotografiados. No es de extrañar esto, ya que los seres extraterrestres, como nosotros, en esencia, seríamos lo mismo: una esfera de luz. Un ORB podría ser entonces un ser tanto de procedencia estelar como interdimensional en “estado de proyección”, mostrándose bajo la forma ideal de concentración de energía para moverse y desplazarse.
6.- Los ORBs se desplazan de lugar.
Esto es lo más resaltante. Varias fotografías -a través de su secuencia o en una misma-han demostrado movimiento en los ORBs.
El misterio que encierra aquellas esferas de luz, como vemos, es inquietante. Se sabe poco de ello. Hay mucho por investigar.
Pero más allá del fenómeno que envuelve la presencia de estas esferas, nos hallamos de cara a un mensaje de marcada importancia: ver la propia manifestación de una esfera inteligente de luz, que no es otra cosa más que un “espejo” de nuestra mismísima esencia.
La presencia de los ORBs, por tanto, podría ser también una forma de prepararnos para comprender otros niveles de conciencia, incluyendo la vida después de la muerte.
Y la vida nos ha enseñado que en realidad no somos seres humanos viviendo una experiencia espiritual en la Tierra; sino que somos espíritus viviendo una experiencia humana. He allí el mensaje.
Estemos más atentos a nuestras fotografías. Uno nunca sabe…
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