sábado, 3 de enero de 2015

LOS CRISTALES DE CUARZO Y OTROS MINERALES
Bertha Martinez
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Los minerales y los cristales no poseen un valor único. No sólo son una fuente de ingreso, un regalo para el ser amado o un adorno, sino también una idea de la naturaleza, una herramienta para la salud, un símbolo de perfección o un maestro en el camino de la conciencia. El reino mineral beneficia a cada ser humano, satisfaciendo su necesidad de la forma que más coincida con su personalidad.

Su uso no es una moda de ahora, sino que va mucho más allá de donde nos podemos imaginar.

Las ciencias y leyendas más antiguas que hacen mención de los cristales, en múltiples usos, nos trasladan al desaparecido continente de la Atlántida.


Algunas teorías apuntan que los seres que aquí vivían utilizaban cristales para canalizar y aplicar la fuerza cósmica. El poder del cristal debió de servir en aplicaciones físicas y prácticas. Algunos piensan que la destrucción de este continente tiene parte de su origen en el uso equivocado y egoísta de este poder. También se ha dicho que ante la inminente caída de su civilización, los grandes sabios de la Atlántida trataron de preservar aquella ciencia heredada de sus antepasados. Temiendo que los cambios y cataclismos venideros pudieran acabar con todos los archivos, optaron por no transcribir este conocimiento.

Sabiamente, programaron determinados cristales, almacenando en ellos aquella información, y rematerializándolos en el interior de la tierra. Sabían que en el día señalado, ascenderían hacia la superficie del globo terráqueo, atrayendo a los seres humanos con capacidad para canalizar y propagar el saber que almacenaron.

Los supervivientes de la Atlántida reanudaron una vida nueva, perpetuando el conocimiento de los cristales en Egipto, América del Sur y en el Tíbet.

En su declive, las civilizaciones antiguas han tratado siempre de proteger la ciencia de la energía cristalina contra las ambiciones corruptas de algunos individuos. El conocimiento supremo se ha perdido, pero sí ha sobrevivido parte de la información, brotando y desarrollándose nuevamente en diversas culturas y civilizaciones a lo largo de la historia

En el Exodo, la Biblia hace mención de un peto de doce piedras preciosas, combinadas en cuatro filas, llevado por Aarón, dotándole de poderes divinos. Aunque no sepamos que piedras conformaban el peto, la Biblia atribuye su concepción a Dios, recalcando sus extraordinarios poderes espirituales.

Los reyes de la India debían quedarse con las mejores gemas para protegerse del sufrimiento. Ya en el siglo V a. C., los astrólogos recomendaban a las personas aquejadas de algún mal que llevaran puestas ciertas piedras para contrarrestar el efecto negativo de los planetas.

Las prácticas médicas de muchas culturas antiguas incluían el lucir talismanes y amuletos alrededor del cuello. Las piedras eran seleccionadas cuidadosamente para que aportasen la anhelada curación. Los romanos creían en la influencia directa y positiva sobre el ser humano de objetos externos al cuerpo; por ejemplo y por supuesto, las piedras. Los primeros escritos griegos y romanos indican que las piedras participaban en la configuración de talismanes, garantizando salud y protección, además de atraer las virtudes.

Las gemas y piedras se han asociado siempre con la sangre real, luciendo elegantes en joyas y coronas. Cuando un miembro de la familia real enfermaba, debía reposar al amparo de una colección de piedras y gemas. Cuando se descubrió la tumba del rey egipcio Tutankamon, el mundo entero quedó maravillado ante tan extraordinaria colección de piedras y riquezas.

Los Mayas e Indios de América se valían de los cristales para diagnosticar y tratar las enfermedades. Los mayores de los poblados indios de América utilizaban grandes cristales de Cuarzo Transparente para " ver en el cristal" imágenes y acontecimientos futuros. Algunas tribus indias de México pensaban que si uno llevaba una buena vida, tras la muerte, el alma moraría en un cristal. Si alguien tenía la suerte de dar con un cristal de este tipo, éste se ponía en comunicación directa con su corazón, curando, guiando y convirtiendo sus sueños en realidad.

Hoy en día los cristales sirven para emitir e incrementar la potencia de determinadas energías según diversos métodos. El rubí, es utilizado en cirugía microscópica por láser. Los cristales de Cuarzo se emplean, por ejemplo, en aparatos de ultrasonidos, en relojes y memorias de ordenadores. Sirven también de osciladores para controlar las radio-frecuencias de equipos electrónicos; de condensadores para modificar la capacidad energética en circuitos y almacenar energía; de transconductores para transmitir energía de un sistema a otro.

Dentro de un plano más esotérico, las piedras y cristales pueden utilizarse en meditaciones para desarrollar la intuición e instruirse valiéndonos de los sentidos más profundos del ser. Nos ayuda también a ponernos en contacto con seres de otras dimensiones, como por ejemplo, nuestros guías espirituales o Angel de la Guarda. Claro está que para que se produzca esto tenemos que haber tenido ya una serie de contacto con los cristales o nuestro cristal personal y haber podido llegar a un estado de conciencia por el cual nos podamos situar en una misma vibración que ellos para comunicarnos, por ejemplo, a través de la meditación, la respiración u otras técnicas.

Un cristal personal es el que nos acompaña durante todo el día, incluso podemos dormir con él, colocándolo debajo de la almohada. Él nos protege, nos ayuda en lo que necesitemos, ( por supuesto no a conseguir un coche, por ejemplo, así por las buenas ). De cualquier manera, aunque pueden ayudarnos en el terreno material, están mucho más predispuestos a hacerlo en el campo o desarrollo espiritual. También se utilizan en gemoterapia (curación por los cristales) para eliminar emociones equivocadas, luchar contra el desasosiego y tratar otros desequilibrios del cuerpo. Pueden acompañarnos en nuestra labor cotidiana o durante el parto, infundiendo siempre más fuerza de la habitual; también en ceremonias rituales o en el entorno de plantas, animales y niños necesitados de equilibrio y salud.

Sin embargo, el poder de los cristales no debe sobrevalorarse. Son partícipes esenciales de la Nueva Era; pero pueden y deben utilizarse de acuerdo con una metodología específica y persiguiendo determinados objetivos.

Las enseñanzas del uso de los cristales van dirigidas a todos; todos sabremos aplicarlas, siempre y cuando nuestra intuición nos encamine hacia este tipo de información. Conviene que seamos prudentes a la hora de utilizar el poder de cristales y piedras. Se trata de una ciencia que la humanidad recobra tras miles de años en que nada supo de ella. Si las intenciones no son humanitariamente puras, los efectos mágicos pueden actuar con severidad contra quienes tuvieran intenciones falsas e interesadas.

Los cristales y las piedras son parte de una transformación planetaria en la que todos participamos. Si prevalecen la ética y la conciencia, todos podremos elegir libremente entre los diversos métodos de aplicación de su poder.



Cuando una banda de visionarios se une para empujar los límites del universo conocido, abren de par en par las puertas atascadas de la evolución para todos....

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