martes, 30 de agosto de 2011

Le Preguntaron a Mahatma Gandhi cuáles son los factores que destruyen al ser humano.

 Él respondió así:

1.- La Política sin principios.
2.- El Placer sin compromiso.
3.- La Riqueza sin trabajo.
4.- La Sabiduría sin carácter.
5.- Los Negocios sin moral.
6.- La Ciencia sin humanidad, y
7.- La Oración sin caridad.
La vida nos va enseñando que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente es enojona, si yo soy enojón; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido. La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará ante mí.
Pero, si yo ansío triunfar en la vida sin arrepentirme despues debo:
1) Practicar la Política con Principios.
2) Conocer el Placer, bajo compromisos.
3) Lograr Riquezas. . .con el sudor del Trabajo.
4) Aplicar Sabiduría, con carácter y energías de equidad.
5) Realizar Negocios, con Moral.
6) Aplicar la Ciencia, con Humanidad.
7) Practicar la Oración, con Caridad y ejemplo.
"El que quiera ser amado, que ame".



Si en el mundo espiritual existen en realidad infinitas oportunidades de rectificar
blavatsky"
Si en el mundo espiritual existen en realidad infinitas oportunidades de rectificar, ¿de dónde viene la creencia en las penas o castigos eternos para los malos que, por ejemplo, tiene la doctrina cristiana?

La creencia en castigos eternos no tiene origen divino. Carece de fundamento, no se corresponde con la realidad espiritual y no es más que otra falacia que las castas sacerdotales introdujeron con la intención de controlar a la gente a través del miedo irracional. Es lamentable que los que se erigen en guías espirituales, que supuestamente deben ayudar a los demás a encontrar su camino espiritual, lejos de hacerlo, lo entorpezcan todavía más confundiendo y manipulando las mentes, aprovechando sus debilidades para ensalzarse ellos mismos, contribuyendo a entorpecer un camino ya de por sí suficientemente cargado de circunstancias difíciles.

¿Y por qué ocurre que mucha gente tiene la impresión de que los sucesos penosos de su vida son una circunstancia que se les ha impuesto sin habérsele consultado?

Porque es una elección que se toma antes de encarnar y el olvido del pasado espiritual que se produce al encarnar le hace creer que no ha tomado parte en tal decisión. Existen muchos espíritus que han decidido dar el paso de avanzar y, por tanto, de enfrentarse a circunstancias enormemente difíciles e incomprensibles para aquellos que desconocen las leyes espirituales. Mucha gente no puede entender que una buena persona tenga que hacer frente a tantas penosas y desgraciadas situaciones que no ha buscado, sino que le vienen como por una especie de fatalidad del destino. Y es entonces cuando concluyen que no puede existir justicia verdadera si las buenas personas han de sufrir tan atrozmente. Pero si pudieran echar un vistazo al pasado espiritual de esa persona encontrarían el porqué. Y es porque el espíritu está comenzando a reparar el daño que hizo antes de sentirse afín con las leyes espirituales. Por lo tanto, alegraos de encontrar personas así, primero porque se trata de espíritus que ya han hecho un cambio profundo y positivo hacia su regeneración, y segundo porque el hecho de enfrentarse a pruebas de ese calibre significa que han conseguido llegar a un nivel de evolución bastante avanzado, que les permite afrontar con posibilidades de éxito una intensa reparación de su deuda.

¿Entonces debo entender que todas las circunstancias negativas a las que se enfrenta el espíritu son consecuencias de los actos del pasado?

No. Muchas son la consecuencia directa de los actos de la vida actual, y hay otras que son inherentes al nivel evolutivo del planeta en que se encarna.

¿Quieres decir que un espíritu que no tiene deudas puede pasar por circunstancias negativas que no le corresponden por expiación?

Sí, ocurre muy a menudo. Pero es una elección libre del espíritu el hacerlo.

¿Y esto qué sentido tiene? ¡Parece masoquismo!

No creáis que el espíritu decide tomar este camino porque disfruta sufriendo. Y si ese sufrimiento fuera completamente estéril y no se derivara de él ningún progreso espiritual, tampoco tendría sentido. Pero si de ello resulta un avance espiritual en el aprendizaje del amor y, por tanto, en un acercamiento a la felicidad verdadera, una vez las circunstancias penosas son superadas con éxito y quedan atrás, concluiremos que ha merecido la pena, al igual que al corredor de fondo le merece la pena el esfuerzo de la carrera si consigue llegar a la meta habiendo batido su marca personal. Esta elección es propia de espíritus avanzados que, por un acto de amor hacia sus hermanos de menor evolución, encarnan para ayudarles, para enseñarles el camino del amor y, al mismo tiempo, les sirve a ellos para progresar más rápidamente, porque se ponen a prueba en su capacidad de amar incondicionalmente, debido a que tendrán que soportar multitud de ingratitudes e injusticias de espíritus menos avanzados.


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