HISTORIA SECRETA DE LA ATLANTIDA
LA ATLANTIDA
La búsqueda de la Atlántida ha constituido, y continúa siendo, un enorme desafío. Los supervivientes de este mítico continente han dejado huellas por todo el planeta. ¿Pero, qué sabemos con certeza sobre su historia y sociedad?. ¿Y sobre su arquitectura y ciencia?. ¿Es posible precisar dónde se encontraba, por qué desapareció y qué tipo de civilización poseía?
Cuando Platón describió la existencia de la Atlántida en sus diálogos Timeo y Critias, algunos autores clásicos, coetáneos de filósofo, comenzaron a interesarse por el mítico continente. Plutarco, Estrabón, Plinio el Viejo y Diodoro de Sicilia, entre otros, tratan este asunto en algunos de sus escritos.
Desde entonces, se han planteado infinidad de hipótesis para demostrar la existencia de un continente, que con el paso del tiempo, ha llegado a convertirse en arquetipo de una civilización ideal. La Atlántida siempre resuena en nuestros oídos como un viaje épico hacia el descubrimiento de nuestros orígenes. Su nombre continúa estimulando nuestra imaginación.
La Atlántida está a nuestro alrededor, como ha sugerido el escritor inglés John Michell. No se trata de un mero recurso retórico. La presencia de numerosos restos arqueológicos y megalíticos ciclópeos en muchas zonas de la Tierra, levantados con orientaciones astronómicas muy precisas, supuestamente anteriores a la Edad de Piedra, sugieren que una civilización de grandes astrónomos e ingenieros precedió a la prehistoria humana.
¿Fueron erigidos por quienes sobrevivieron a un gran cataclismo o por sus descendientes?
CIVILIZACION MARITIMA
A diferencia de otras civilizaciones extinguidas bien documentadas, como la Maya, la Micénica o la Babilónica, sobre las que se ha podido reconstruir un lenguaje común, precisar lugares geográficos y trazar contactos específicos con culturas contemporáneas, en el caso de la Atlántida esto no ha sido posible. Así y todo, hay innumerables hebras deshilachadas que parecen proceder de una misma madeja, por muy enmarañada que esté.
¿Qué pensar, por ejemplo, de los mitos universales que preservaron el remoto conocimiento de la precesión de los equinoccios, un fenómeno astronómico supuestamente descubierto por Hiparco en el 127 a.C.?.
El hecho de que este ciclo se complete cada 26.000 años sugiere que los humanos habrían estado observando el cielo sistemáticamente durante milenios, según expusieron con todo detalle Giorgio de Santillana y Hertha Von Dechend.
Los mapas preservados por marinos como Piri Reis (ver nuestra Sección "Los mapas de Piri Reis"), con la Antártica cartografiada sin hielo hace males de años, confirman también que un conocimiento semejante sólo podía haber sido acumulado por una civilización marítima anterior a los cambios de nivel sufridos por el mar a finales de la última edad glaciar, hace unos 11.500 años.
Muchos consideran que la Atlántida fue una fantasía elaborada por Platón, en sus diálogos Critias y Timeo, pero eso no ha impedido su búsqueda por parte de numerosos historiadores, eruditos, geólogos, submarinistas, paleontólogos y arqueólogos, sin olvidar a los visionarios ocultistas y dotados psíquicos.
La historia que estos últimos nos han contado es sin duda más fascinante que la ofrecida por arqueólogos y exploradores. Con fragmentos reunidos por unos y otros, la investigadora norteamericana Shirley Andrews, intentó esa reconstrucción en su obra "Atlantis, Insights from a Lost Civilization" (Llewellyn, 1997).
En esta visión, la Atlántida se despliega ante nuestros ojos como un mundo muy parecido al nuestro en algunos aspectos.
HALLAZGOS INEXPLICABLES
Pese a sus errores, los psíquicos informan con frecuencia sobre sucesos a los que no tienen acceso los historiadores, ya que se apoyan en vías de información que no están limitadas por el tiempo ni por el espacio.
Por otra parte, el material Canalizado, encaja con algunas de las fuentes tradicionales relativas a la civilización Atlante. Aunque ellos lo nieguen.
¿Basaron sus relatos en las fuentes escritas conocidas? ¿Acaso se influyeron unos a otros a través de la percepción extrasensorial, como ha sugerido el investigador psíquico Alan Vaughan?
Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891) sobre el mundo Atlante, supuestamente obtenidos a partir del estudio de las tradiciones ocultistas orientales y mediante comunicaciones con otros planos, influyeron poderosamente a toda la corte de videntes posteriores. Algunas de sus propuestas resultaban absurdas y descabelladas en su época, pero un siglo después han recobrado vigor. Por ejemplo, la de que seres inteligentes anteriores al hombre coexistieron con los dinosaurios parece cada vez más plausible a la vista de los inexplicables hallazgos de huellas y fósiles humanoides, correspondientes a aquella época, en diversas zonas del planeta.
Por ejemplo, el doctor C. N. Dougherty descubrió en 1971 en el Valle de los Gigantes (Texas) numerosas huellas de Saurios de diversas especies, junto a otras de pies humanos de gran tamaño, en el mismo estrato geológico. Éste y otros descubrimientos semejantes parecerían dar la razón a Blavatsky, a los Vedas y a otras muchas antiguas tradiciones.
El mapa de la antigüedad de la Tierra y el esquema de la evolución humana mediante diversas Razas Raíz, divididas en Subrazas, trazados por esta ocultista, resultan más que discutibles. Pero, a medida que van aflorando fósiles humanos, cada vez de mayor antigüedad, parecen ir confirmándose algunos de sus datos.
Es preciso señalar, no obstante, que las Razas Raíces de Blavatsky, no se corresponden con nuestro concepto habitual de raza, ni siquiera con el de humanidad, ya que la primera sólo habría existido en el plano astral.
La segunda o hiperbórea, se acercaba más a los hombres actuales, pero estaba muy vinculada con el plano etéreo; y habitaba el norte de Asia y parte del Ártico. En tercer lugar estaban los habitantes de Lemuria, desaparecida en el Pacífico. La humanidad actual sería la quinta raza, mientras que la cuarta correspondería a los Atlantes: eran bastante altos, estaban divididos en dos sexos y su avanzada civilización habría dado origen a las conocidas por nosotros. Sin embargo, al igual que Lemuria, su sociedad fue destruida por diversos cataclismos.
Según los teósofos, las razas sexta y séptima que nos seguirán serán de nuevo más etéreas.
MANUSCRITOS TIBETAMOS.
¿Cómo obtuvo Blavatsky esta información? Según ella, lo hacía accediendo a los registros Akásicos, mientras entraba en trance y consultaba antiguos manuscritos tibetanos, o bien recibía los dictados de sus guías espirituales, los Mahatmas. En su obra fundamental, "La Doctrina Secreta", recogía extractos de uno de esos manuscritos, Las Estancias de Dzyan (Ed. Sirio), que Blavatsky afirmaba haber visto en un monasterio de los Himalayas. Un discípulo suyo, W. Scott Elliot, también recopiló mucha información por esa vía.
En su libro, "Historia de la Atlántida" (1896), ofrecía fechas concretas de los diversos cataclismos que la destruyeron y aseguraba que había ocupado la mayor parte del actual océano Atlántico. Su cronología geológica resultaba ser absolutamente inviable, pero algunas de sus propuestas merecen consideración.
Según él, la Atlántida se extendía desde la actual Groenlandia hasta la mitad de la actual Sudamérica y durante su larga existencia estuvo habitada por Subrazas (Así llamadas para distinguirlas de las siete razas raíces, a su vez divididas en siete). Los Lemurianos habrían medido más de 3,5 metros de estatura y algunos de sus descendientes pervivirían en algunas zonas del planeta, como Africa y Australia.
Según esta fuente, los Atlantes evolucionaron a partir de los Lemurianos. Entre sus Subrazas se contaban los primeros Sernitas y mongoles, pero la principal Subraza regente de la Atlántida habría sido la Tolteca, que conquistó el continente. Antes de la destrucción final, un grupo de iniciados Toltecas emigró a América y Egipto.
John A. West demostró que la erosión sufrida por la Esfinge de Giza, no se debía al viento del desierto, sino a la acción de la lluvia. Tal hallazgo suponía datar la Esfinge en al menos 9.500 de antigüedad, en vez de 4.500 como se creía. Una obra de tal magnitud sólo pudo haberse construido con unos conocimientos arquitectónicos, astronómicos y matemáticos de una cultura muy anterior a la Egipcia. Algo semejante podría decirse de la arquitectura de Tiahuanaco, construida supuestamente por los toltecas que emigraron a América. Pero la cuestión de las razas Atlantes, propuestas por los Teósofos no termina aquí.
El ariosofista Jörg Lanz Von Liebenfels (1874-1954), uno de los que mayor influencia parece haber ejercido en la primitiva ideología del Nacional Socialismo Alemán, compartía las creencias de los Teósofos sobre Lemuria y la Atlántida, pero fue más allá que ellos en relación con las razas y Subrazas Atlantes.
Von Liebenfels comenzó comparando favorablemente la antropogénesis ocultista de Blavatsky, con los hallazgos de la paleontología contemporánea. No tardó en afirmar que había descubierto la fuente de todo el mal en el mundo y el significado auténtico de las Escrituras, incluidas las ocultistas, como Las Estancias de Dzyan. El resto vino por añadidura. Según él, la octava estancia se refería a cómo los primeros Lemurianos ANDRÓGINOS, se dividieron en dos sexos y atrajeron el castigo Divino al engendrar monstruos con otras especies, atractivas pero inferiores: Tomaron animales hembras muy bellos, pero descendientes de otros que no tenían ni alma ni inteligencia.
Engendraron monstruos, demonios malvados. Según Von Liebenfels, la cuarta raza raíz Atlante, se había dividido en diversas subespecies puras y bestiales, correspondiéndose éstas con los primeros antropoides y los monos antropomórficos: El error fatal de los descendientes de los antropoides (Hombres Dioses), la quinta raza raíz de los Arios Homosapiens, habría sido mezclarse repetidamente con los descendientes de los monos (Hombres Animales).
En relación con esto último, el investigador Nicholas Goodrick Clarke, señala en "Las raíces ocultas del Nazismo" que la consecuencia fue la creación de varias razas mixtas, que según el protonazi Liebenfels, amenazaban la autoridad sagrada de los Arios, en todo el mundo. Las raíces de la eugenesia Nazi, se encuentran aquí, e ideas similares han persistido entre aquellos visionarios de la Atlántida, que se han atrevido a hablar de sexo.
La canalizadora Ingrid Bennett, lo ha hecho. Gracias a la ayuda de sus guías y ayudantes espirituales, entre ellos Nube Blanca y Águila Blanca, esta Sanadora y Médium Holandesa, afincada en Nueva Zelanda, desde niña ha canalizado muchísima información sobre su pasada vida en la Atlántida como Guardiana del Cristal. En sus informes ofrece datos sobre la vida íntima de los Atlantes: Las relaciones sexuales eran muy activas y los mantenían sanos. El sexo era tan importante, como el comer y el dormir. Algunos tenían relaciones con animales o con seres mitad humanos mitad animales, como los centauros.
La perversión de las costumbres en la última etapa Atlante, no se limitó sólo a la práctica del bestialismo, sino también a la de la magia. Ésta terminó por minar su sociedad, según asegura, entre otros muchos, Daphine Vigers en "Atlantis Rising" (1952): hace unos 10.000 años, los egoístas dirigentes de la Atlántida perdieron interés en el progreso científico y su respeto por el antiguo conocimiento desapareció. A medida que éstos dedicaban sus energías a peligrosas prácticas ocultas, la magia negra reemplazó gradualmente a la Religión.
Diversos autores han afirmado que la causa del desastre final, se debió precisamente a la práctica de la magia, pero otros lo han atribuido a su avanzada tecnología, la cual les habría permitido manejar poderosas energías cosmotelúricas, que acabaron escapando a su control y provocaron un gran desequilibrio en la Naturaleza.
Según Scott Elliot, la tercera raza Atlante, los Toltecas, eran gigantes. Medían 2,5 metros y vivían en la fabulosa Ciudad de las Puertas Doradas, una gran urbe circular con canales, la misma que el sacerdote Egipcio Solón, describió a Platón. Era muy similar a la Khorsabad amurallada del Rey Sargón II, en Sumeria, que estaba enterrada bajo las arenas en tiempos del filósofo griego. También se parecía a la capital de los Aztecas en México y a la de los Incas en Perú, que Platón desconocía.
Era, según la descripción de este último, una ciudad circular con palacios, puertos y dársenas.
Los recintos de tierra estaban amurallados y recubiertos de metales: el primero de bronce a modo de barniz, el segundo de estaño y la acrópolis de Oricalco, un metal hoy desconocido que relumbraba como el fuego.
Esta ciudad tenía también numerosos templos dedicados a diversas deidades, muchos jardines, piscinas al aire libre, gimnasios, cuarteles y un hipódromo gigantesco cuyo circuito, de un estadio de largo, discurría en círculos concéntricos. La parte de la Atlántida que daba al mar se describe como llena de acantilados, pero en la ciudad central había una campiña rodeada de montañas.
Este edificio ha sido descrito con bastante detalle por el visionario F. S. Oliver, en su obra "Caminante entre dos mundos" (1952): tenía forma piramidal y en su interior había grandes cristales colgando del techo que creaban un efecto de luz especial. Una plataforma elevada de granito rojo ocupaba el centro del templo y poseía un gran bloque de cuarzo cuyos destellos no dañaban la vista, pero producían un fuego útil para las cremaciones y sacrificios.
Excepto por la citada ciudad, los Atlantes no solían construir grandes urbes debido a su impacto medioambiental. Según expone Murry Hope en su obra "Practical Atlantean Magic" (1991), sus comunidades eran pequeñas y las casas construidas hace unos 12.000 años eran circulares. El psíquico Dale Walker, por su parte, indica que construyeron grandes torres como faros cerca del mar... Templos de gran belleza llenaban la Tierra. En ellos, la combinación de luz, color, sonido, magnetismo y energías de pensamiento se canalizaban mediante cristales para hacer maravillas en el campo de la Sanación. Este no es el único dato que aporta Walker sobre la forma en que los Atlantes ejercían la medicina.
Sus informes van mucho más allá: cuando era preciso, los sacerdotes Sanadores conectaban con las mentes de los pacientes para conseguir que las células del cuerpo se separaran, dejando al descubierto el órgano enfermo. Las células a su alrededor se soltaban y forzaban al órgano hacia la superficie del cuerpo, donde el Sanador lo tomaba y lo introducía en una cámara de rejuvenecimiento. Las células rejuvenecían solas... No había dolor ni sangre ni traumas. Esta información no es la única capaz de despertar escepticismo respecto a lo que nos cuentan sobre la civilización Atlante.
Sin embargo, existen otras aportaciones mucho más interesantes, como la de Cayce, el vidente que nos ha dejado el mayor legado psíquico sobre la Atlántida.
RAYOS SUPER COSMICOS
Edgar Cayce no sólo propuso una interesante cronología en relación con los cataclismos Atlantes, mucho más cercana a la posible realidad que la de Scott Elbot, sino que informó ampliamente sobre el avance técnico de nuestros ancestros. Nos habló, por ejemplo, del poder de los cristales y de rayos super cósmicos. ¿Tecnología avanzada como la nuestra?
Si las catástrofes geológicas a las que se refería Cayce, ya suponían un gran desafío para las nociones científicas de su época, mucho más lo era describir las fuentes energéticas que activaban los barcos, submarinos y aviones de la civilización Atlante. Sin embargo, no pareció equivocarse demasiado. Los hombres con características anatómicas modernas ya estaban dispersos por el planeta hace unos 50.000 años, fecha próxima a la que indicó Cayce para la primera destrucción de la Atlántida.
Las demás, en las que Cayce sitúa los cataclismos posteriores, concuerdan con las de los geólogos sobre las inversiones de los polos magnéticos, cambios climáticos, terremotos, períodos de actividad volcánica y extinciones, de forma que sus visiones que anticiparon muchos de éstos y de otros descubrimientos científicos, no parecen puramente imaginarias.
Sus relatos sobre la utilización de alta tecnología, especialmente referida a cristales, resultaban hace tiempo más difíciles de aceptar, sobre todo cuando se refiere a ellos como acumuladores de información y energía para su uso posterior, pero hoy ya no resultan tan absurdos.
En la misma línea de Cayce, el psíquico Dale Walker, ha indicado que los cristales se utilizaban para convertir la energía solar en electricidad... Su increíble poder y esplendor fue posible gracias a la ciencia de los cristales. El descubrimiento del uso de los cristales para controlar la increíble reacción energética entre materia y antimateria, dio lugar a los vuelos espaciales.
Más detallado aún es el relato ofrecido por el psíquico Michael Gary Smith, según el cual éstos disponían de pantallas mágicas, en las que podían ver cuanto sucedía en cualquier punto de la Tierra. Asimismo poseían bolas de luz que se encendían y apagaban con un simple movimiento de la mano. Otro de los maravillosos inventos de esta civilización era un carro sin caballos que lanzaba un rayo de fuego, blanco por delante y rojo por detrás. Esta civilización creció hasta tal punto que disponían de barcos para llegar a casi cualquier punto de la tierra. Tampoco hay que olvidar los mágicos pájaros de plata donde la gente viajaba a través del cielo, a velocidades altísimas. Y más aún, existen indicios de que en la Atlántida había naves espaciales capaces de abandonar la atmósfera terrestre y llegar a la Luna y a otros planetas. Otro campo de la ciencia de la antigua Atlántida, era la posibilidad de crear seres humanos iguales a nosotros y el uso de máquinas mentales subatómicas.
Una tecnología tan puntera tenía que ir inevitablemente acompañada de una medicina muy avanzada. Según él, tenían un pequeño instrumento que cabía en la palma de la mano del paciente y consistía en un cristal con una capucha de cobre en cada extremo: El médico podía leer el color del aura o del campo biomagnético del paciente mediante este cristal y diagnosticar la dolencia, explica Smith.
DESTINOS PARALELOS.
En este sentido, los informes de J. Z. Knight, convertida en canal del espíritu Atlante Ramtha, son muy elocuentes:
Los Atlantes sabían como transformar la luz en energía pura mediante láser. Incluso tenían naves espaciales que funcionaban con luz, una ciencia que obtuvieron gracias a la intercomunicación con entidades de otros sistemas estelares... En sus experimentos con la luz, perforaron la capa de nubes que entonces rodeaba a vuestro planeta, como la que hoy circunda a Venus. Al perforarla, se produjeron grandes diluvios, quedando Lemuria y el norte de la Atlántida bajo un gran océano de hielo.
Nuestros científicos trabajan hoy con energía nuclear, con partículas subatómicas y rayos láser. Hemos desarrollado máquinas a imagen de nuestro cerebro, desvelado los secretos de la genética y viajado a otros planetas... pero estamos destruyendo nuestro hábitat natural. Quizá la intención, inconsciente o no, de quienes nos hablan sobre la Atlántida y las causas que provocaron su destrucción, sea la de avisarnos del peligro de que a nuestra civilización le suceda lo mismo, por efecto del uso de la Ciencia sin el sentimiento del AMOR.
Publicado por victorsalazar144 en 21:54 0 comentarios
ACTIVACION DE LOS CHAKRAS
FRACMENTO EXTRAIDO DE UN CD. DE MEDITACION.
SIXTO PAZ WELLS.
Vamos a sentarnos todos cómodamente.
Vamos a dejar que los párpados se cierren por sí solos.
Vamos a tomar de inmediato tres respiraciones lentas y profundas por la nariz.
Inhalamos todos retenemos y al exhalar visualizamos en nuestra mente el Nº tres tres veces, y vamos a ir sintiendo oleadas de energía que van a ir subiendo desde los pies hacia la cabeza, van masajeando nuestros pies, nuestras piernas, huesos, músculos, tendones y ligamentos, venas y arterias quedarán completamente relajados, de la cintura hacia abajo ya no sentimos el cuerpo, solo sentimos esta agradable sensación de paz y de armonía, que nos acompañará en todo momento.
Tomamos una segunda inhalación, inhalamos retenemos y al exhalar visualizamos en nuestra mente el Nº dos tres veces, y vamos sintiendo que la energía asciende masajeando nuestros órganos internos, envolviéndonos en luz, por dentro y por fuera, visualizamos nuestros órganos sexuales, los intestinos, estómago, hígado, páncreas, bazo, los riñones, el esófago el corazón y los pulmones, oleadas de energía, que van relajando, que van devolviéndonos la salud, la paz, la armonía interior, esa energía también envuelve nuestra columna vertebral, masajeando músculos de pecho y espalda, vértebra por vértebra vamos masajeado toda la columna, los hombros, los brazos, los codos y las manos, de los hombros hacia abajo ya no sentimos nuestro cuerpo, solos sentimos sensación de energía de calor de paz.
Tomamos una tercera inhalación, inhalamos, retenemos y al exhalar visualizamos en nuestra mente el Nº uno tres veces, sentimos como la energía asciende masajeando el cuello, la nuca, el rostro, la parte posterior del cráneo y finalmente el cerebro, nuestra mente.
De un momento a otro estamos completamente relajados y esta relajación durará todo el tiempo que nosotros así lo permitamos.
Aprovechando que estamos completamente relajados, vamos a visualizar a la altura del entrecejo, en nuestra frente, un túnel mental.
Vamos a tomar todos una inhalación lenta y profunda.
Inhalamos retenemos y al exhalar visualizamos, imaginamos, como la energía del color rojo brillante procedente de todas las estrellas de color rojo del Universo desciende sobre nuestro sistema Solar, sobre la Tierra, sobre nuestro país, sobre nuestra ciudad, sobre el lugar donde nos encontramos, sobre nuestra coronilla, y esa energía va descendiendo en forma de espiral, va ingresando por nuestra columna vertebral, va envolviendo nuestro cuerpo por fuera y por dentro.
El Universo es color, hay estrellas rojas, azules, amarillas, violetas, y es ahora la energía del color rojo brillante, la energía del amor, de las emociones, de los sentimientos, la que ingresa por nuestra coronilla, nos envuelve por dentro y por fuera, y esa energía va a terminar concentrándose a la altura del cóccix, toda esa energía va a ir adquiriendo la forma de un cuadrado rojo.
La energía nos envuelve por fuera y por dentro, pero se concentra en el cóccix en forma de un cuadrado rojo, el cuadrado el símbolo del conocimiento, de la sabiduría, es que hasta para amar hay que aprender.
Vamos a activar el color rojo en nuestra aura, vamos a activar el centro del cóccix, vocalizando todos por tres veces la vocal O, la letra O, en un tono bajo, grave.
Inhalamos y lo vocalizamos tres veces.
Tomamos todos una nueva inhalación, inhalamos y al exhalar visualizamos como la energía de color naranja del Universo desciende sobre nuestro Sistema Solar, desciende con fuerza y con intensidad sobre el planeta Tierra, sobre nuestro país, sobre nuestra ciudad, sobre nuestras casas, sobre nuestros hogares, sobre el lugar donde nos encontramos y esa energía del color naranja brillante va descendiendo en forma de espiral, ingresando por la coronilla, por la columna vertebral, envolviéndonos por fuera y por dentro, con esta energía, que es la energía de la Voluntad, del carácter, del temperamento.
Vamos a fortalecer nuestra voluntad, nuestro carácter, nuestro temperamento, vamos a convertirlo en un carácter positivo, un temperamento constructivo en nuestra vida, todos sentimos como la energía del color naranja brillante, nos envuelve y termina concentrándose a la altura de nuestros órganos sexuales, toda la energía nos envuelve pero a la vez se concentra en los órganos sexuales y va adquiriendo la forma simbólica de un triángulo naranja.
El triangulo símbolo de la espiritualidad, y es que tenemos que tener una voluntad espiritual de trascendencia, vamos a activar el color naranja en nuestra aura, el centro de energía de los órganos sexuales, vocalizando por tres veces la vocal O, pero en tono más agudo, más alto.
Vamos a tomar ahora una nueva inhalación lenta y profunda inhalamos y al exhalar visualizamos como la energía de nuestro Sol y de todas las estrellas amarillas del Universo desciende sobre nuestro planeta, sobre nuestra ciudad, sobre nuestro país, sobre nosotros.
Esa energía de luz dorada va descendiendo en forma de espiral sobre nuestra coronilla, va envolviéndonos por fuera y por dentro y al descender por la columna vertebral nos va haciendo vibrar, la energía de la luz dorada, la energía de la conciencia despierta, de la sabiduría, del equilibrio, todos sentimos como esa energía del equilibrio de la conciencia despierta nos cubre y se concentra a la altura del Plexo Solar, ligeramente por encima del ombligo, esta energía va adquiriendo la forma de un círculo dorado.
Todos visualizamos un círculo dorado ubicado a la altura del plexo Solar, y es que ese círculo representa la unidad al lograr nuestro equilibrio debemos procurar la unidad con nosotros mismos, debemos descubrir que somos soles que debemos irradiar la luz, el conocimiento, la sabiduría, lo mejor de nosotros mismos, nuestra verdadera imagen.
Todos vamos a activar la energía de la luz dorada, tanto en nuestra aura, nuestra barrera inmunológica, nuestra cúpula de protección natural e igualmente vamos a activar el centro de energía de nuestro plexo Solar, para ello vamos a vocalizar por tres veces la letra A, pero lo vamos a hacer en un tono bajo, grave. Vocalizamos así por tres veces la letra A
Tomamos todos una nueva inhalación, inhalamos retenemos y al exhalar visualizamos una energía de color verde brillante, es la energía de Nuestra Madre Tierra, es la energía de todos los planetas de nuestra Galaxia.
Toda esa energía maravillosa de vida desciende por nuestra coronilla, por nuestra columna vertebral, nos va envolviendo por fuera y por dentro. Luz vrede de sanación, luz de amor a la vida, de esperanza, esa energía se concentra a la altura del corazón y va a adquirir la forma de una cruz de cuatro lados iguales verde brillante, símbolo de la suma de la adicción, de la armonía y del positivismo.
Todos vamos a visualizar a la altura del corazón una cruz de cuatro lados iguales verde brillante, y vamos a activar esta energía de sanación, de esperanza, de amor a la vida, tanto en nuestra aura como activar el centro de energía del corazón vocalizando por tres veces la vocal A pero en un tono más alto, más agudo.
Vamos a toma r ahora todos una nueva inhalación, inhalamos retenemos y al exhalar visualizamos una energía de color cueste agua marina proveniente del cosmos del Universo, toda esa energía poderosa que es la energía del poder del verbo, la magia creadora del sonido, va descendiendo sobre nuestro Sistema Solar, sobre la Tierra, esa energía desciende sobre nuestro país, sobre donde nos encontramos, desciende por nuestra coronilla en forma de espiral, esa energía del poder creador de la palabra, la magia del verbo, va descendiendo envolviéndonos por fuera y por dentro y especialmente esa energía se concentra a la altura de la garganta y va a adquirir la forma simbólica de una media luna de color celeste agua marina, esta energía es la energía de la mejor buena relación y comunicación para con los demás.
De ahora en adelante nuestra palabra será positiva constructiva, esa medialuna celeste aguamarina simboliza que debemos meditar antes de hablar, como dice el adagio: habla solo cuando tus palabras sean más dulces que el silencio.
Vamos a activar la energía de color celeste aguamarina en nuestra aura, igualmente en el centro de nuestra garganta el poder creador, la magia del verbo, vocalizando por tres veces la letra E.
Tomamos ahora una nueva respiración, inhalamos retenemos y al exhalar nos imaginamos una energía de color azul marino procedente de todas las estrellas azules del Universo, energía que desciende sobre nuestro planeta, sobre nuestro país, sobre el lugar donde nos encontramos. Esa energía de color azul marino es la energía de la espiritualidad, esa energía desciende por nuestra coronilla, nos envuelve por dentro y por fuera, estableciendo en nosotros la espiritualidad, fortaleciendo nuestro crecimiento espiritual, todos sentimos esa energía que especialmente se concentra a la altura del entrecejo, con la forma de una estrella de seis puntas de azul marino, que es el símbolo del equilibrio entre lo espiritual y lo material.
Tememos que tener una vida espiritual práctica y una vida material espiritualizada, equilibrar las energías, las fuerzas de nuestro interior.
Y para ello vamos a activar el color azul marino, tanto en nuestra aura, o sea en la barrera de energía que nos envuelve, como en el centro del entrecejo, para ello vamos a vocalizar por tres veces la letra I.
Inhalamos una ves más y al exhalar visualizamos todos, la energía del Sol Central de la Galaxia, la energía de luz violeta, y la energía de todas las estrellas violetas de nuestra galaxia y del cosmos, que desciende con gran fuerza sobre nuestro Sistema Solar, sobre la Tierra, es la energía de la transmutación, de la mística, de la fe, de la magia, esa energía de luz violeta va descendiendo sobre el lugar donde nos encontramos, por nuestra coronilla en forma de espiral. Esa energía de transmutación de transformación, va envolviéndonos por fuera y por dentro, va ayudando a transformar todo lo malo y negativo de nuestra vida.
Esa energía desciende y va a ir activando el centro de nuestra coronilla, esa energía va ir adquiriendo la forma de una flor de loto, una flor violáceo lila de muchos pétalos, todos sentimos la energía en nuestra coronilla y vamos a activar el color violeta en nuestra aura, el color del cambio, de la transmutación, de la magia de nuestra vida y el centro de la coronilla vocalizando todos por tres veces el OM.
Nos encontramos rodeados de un Arco Iris armónico de colores, hemos activado las energías de nuestro interior y estas energías nos van a acompañar, nos van a permitir un mayor avance.
Vamos realizando respiraciones lentas y profundas a ir volviendo de nuestro trabajo comenzamos a sentir nuestro cuerpo y tomar conciencia del lugar donde nos encontramos y a la cuenta de tres abriremos los ojos y nos encontraremos en paz.
Publicado por victorsalazar144
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