miércoles, 27 de agosto de 2014

APRENDIENDO A AMAR..

Mirna Larios

Tienes que aprender a observarte con una sinceridad profunda y entender que si sufres por amor, todo es una ilusión de tu mente, el verdadero amor, es comprensión, compasión, entendimiento y sabiduría, no hay sufrimiento porque no puedes perder el amor, el amor eres tú...

Es el ego el que sufre y desea, es la mente que no está entrenada es indisciplinada y desea, si estas continuamente enganchándote con la mente ego de tu pareja y peleándote, haz un alto y obsérvate, escúchate como reacciones, respira profundo y entiende nadie te enseño a entender bien tu naturaleza no tuviste buenos guías, generalmente cometemos los errores de los ancestros y repetimos patrones tóxicos.

OBSERVATE, ESCUCHA Y ENTIENDETE, CONÓCETE, CONOCE TU MENTE COMO TE JUEGA ILUSIONES, AMASTE A “ALGUIEN” QUE TU IDEALIZASTE POR TU NECESIDAD DE AMAR Y QUE TE AMARAN..

“PERO” ESE AMOR, NO ES VERDADERO ES NECESIDAD DE SER AMADA..

SI VIERAS TODO EL AMOR QUE HAY EN TI, SOLTARÍAS Y DEJARÍAS IR A ESE AMOR QUE YA NO DESEA ESTAR CONTIGO, LE DARÍAS SU ESPACIO Y ESPERARÍAS A QUE EL MADURE Y REACCIONE, Y SI NO ES ASÍ...

AMIGA QUE ESPERAS TIENES TODO PARA EMPEZAR NUEVAMENTE, JAMAS ES TARDE PARA VOLVER A AMAR!

RECUERDA CADA RELACIÓN TE DA UNA ENSEÑANZA Y TE AYUDA A CRECER, DEJA QUE EL VERDADERO HOMBRE LLEGUE A TU VIDA Y MIENTRAS TANTO APRENDE TU A SER UNA VERDADERA MUJER PARA QUE POR LEY DE CAUSA Y EFECTO ATRAIGAS A TU VIDA LO QUE ESTAS CREANDO EN TU INTERIOR.

MIENTRAS VIVE TU VIDA, NO ESPERES NADA DE QUIEN NO SABE AMARSE A SI MISMO.. NO LO JUZGUES, NO HABLES MAL DE EL, NO TE QUEJES DE LO QUE TU ATRAJISTE A TU VIDA, LAS PAREJAS SOLO NOS REFLEJAN LO QUE TRAEMOS EN EL INTERIOR, SON NUESTROS ESPEJOS.NO BUSQUES MONSTRUOS NI CULPABLES, ENTIENDE QUE EL DÍA QUE VENZAS A TUS ENEMIGOS INTERNOS, DEJARAN DE MOLESTARTE LOS ENEMIGOS EXTERNOS, QUE TAN SOLO REFLEJAN LO QUE TRAES EN TU INTERIOR Y NO HAS SANADO...

“No hagas con el amor lo que un niño hace con su globo: cuando lo tiene juega y cuando lo suelta llora”.

Amores altamente peligrosos" habla de los estilos afectivos de persona de los que no conviene enamorarse.

Por ejemplo una relación con un trastorno límite de personalidad es un amor caótico.

Estas personas no saben quiénes son, ni lo que quieren, "tienen una sensación de vacío infinito y se pueden presentar de múltiples formas".

Las parejas conflictivas son personas caóticas, que lo mismo te quieren, como al minuto siguiente te odian.

Las parejas de las personas toxicas, se describen a sí mismas como viviendo en el filo de la navaja, porque cualquier intento de mejorar la relación parece empeorarla.

Las palabras claves de este estilo son: indefinición e inestabilidad.

Hoy te querrán con locura, y mañana no voltearán a mirarte; hoy compartirá contigo sus proyectos de vida, y mañana ni uno; hoy tendrá pánico al abandono, y mañana te pedirá que te vayas.

En el lapso de 24 horas, cualquier cosa puede pasar

“Te amo” - dijo el principito… -“Yo también te quiero” - dijo la rosa. -“No es lo mismo” - respondió él…

"Querer es tomar posesión de algo, de alguien.

Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía…

Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes.

Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades.

Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento.

El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes.

Cada ser humano es un universo.

Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas. Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío.

Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón. Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento.

Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí.

Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta.

La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.” -“Ya entendí” - dijo la rosa. -” No lo entiendas, vívelo” -dijo el principito.

OSHO.....
Un día un viejo campesino fue a ver a Dios y le dijo:

“Mira, tú puedes ser muy Dios y puedes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el principio de la agricultura. Tienes algo que aprender”.

Dios dijo: ¿Cuál es tu consejo?

El granjero le respondió: “Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más”.

Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente éste pidió lo mejor y sólo lo mejor… ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano. Todo confortable y cómodo… y él era muy feliz.

El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol… había sol; cuando quería lluvia… había tanta lluvia como hiciera falta. Ese año todo fue perfecto, ¡matemáticamente perfecto! El trigo crecía tan alto que el granjero fue a ver a Dios y le dijo: “¡Mira!, esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en 10 años, aun así tendremos comida suficiente”. Pero hubo un problema…Cuando se recogieron los granos todos estaban vacíos.

El granjero se sorprendió y le preguntó a Dios: “¿Qué pasó?, ¿qué error hubo?

Ante tal inquietud Dios le respondió:

“Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo”.

La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A esto se le llama lucha y esfuerzo.

Entendiendo este secreto descubrirás cuán grande es la belleza de la vida, cuánta riqueza llueve sobre ti en todo momento, dejando de sentirte miserable porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos.

Paulo Coelho
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó?. Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en rebobinar el cassette una vez y otra para tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas, estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida, y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente...

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú... Suelta el resentimiento. Al encender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigues es dañarte lentamente, envenenarte y amargarte.

La vida está hacia adelante, nunca hacia atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas" por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿A qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron?. Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo; si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprenderte de lo que ya no está en tu vida.
Recuerda que nada ni nadie es indispensable; ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y, cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir hacia adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!..

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