lunes, 31 de enero de 2011

ASI HABLO BUDA

ASI HABLO BUDA
1. Acepta el mandamiento de no matar.
2. Acepta el mandamiento de no robar.
3. Acepta el mandamiento de no adulterar.
4. Acepta el mandamiento de no mentir.
5. Acepta el mandamiento de no tomar alcohol.

¿Acaso nunca ha surgido en tu mente el pensamiento de que tú también estás expuesto al envejecimiento, y que no podrás evitarlo?

¿Acaso nunca ha venido a ti el pensamiento de que tú también estás expuesto a las enfermedades, y que no podrás evitarlas?

¿Acaso nunca ha venido a ti el pensamiento de que tú también estás expuesto a la muerte, y que no podrás evitarla?

¡Yo practico la benevolencia hacia todos, no para Mi propio bienestar! ¡Sino (…) es Mi deseo: contribuir a la felicidad de los seres vivientes!

¡No hagas al otro lo que podría ser causa de tu sufrimiento también!

¡La benevolencia hacia todos los seres es la verdadera religiosidad!

¡Abriguen en sus corazones la benevolencia ilimitada hacia todo lo que existe!

Ustedes no deben inquietarse; la palabra mala no debe escaparse de su boca; ustedes deben permanecer benévolos, con un corazón puro y lleno de amor, sin tener algún rencor oculto.

¡E incluso a los malévolos deben rodear con pensamientos amorosos, magnánimos, profundos e ilimitados, purificados de todo enojo y odio!

Los índices distintivos de la verdadera religión son: la benevolencia, el amor, la veracidad, la pureza, la generosidad y la bondad.

La Inmortalidad puede ser lograda sólo a través de actos incesantes de bondad; la Perfección se logra con compasión y misericordia.

¡Lo más necesario es un corazón amoroso!

«¡Me odian, no me entienden, me engañan!» ¡El que mantiene en su mente tales pensamientos nunca podrá ser libre de las causas que provocan la autodestrucción!*

La mente mal dirigida puede causar a la persona más daño que el que un enemigo puede hacer al otro.

El mal (…) nace de la mismidad*; en la mismidad está su causa.

El mal «pule» al universo, como a un diamante…

Yo les enseño a evitar diez vicios:
1. ¡No maten, sino tengan respeto hacia la vida!
2. ¡No roben, sino ayuden a cada uno a ser dueño de los frutos de su labor!
3. ¡Absténganse de la impureza, lleven una vida casta!
4. ¡No mientan, sino sean veraces! ¡Digan la verdad juiciosamente, intrépidamente y con un corazón amoroso!

5. ¡No inventen rumores falsos, ni los repitan! ¡No critiquen, sino presten atención a los lados buenos de sus prójimos, para que puedan con sinceridad defenderlos de sus enemigos!

6. ¡No riñan, sino hablen con modestia y dignidad!

7. ¡No gasten tiempo para la charlatanería! ¡Hablen sin desviarse del tema o guarden el silencio!

8. ¡No soliciten lo ajeno y no envidien, sino regocíjense por la suerte de los demás!

9. ¡Purifíquense de la maldad y no tengan odio incluso hacia sus enemigos! ¡Traten con bondad a todos los seres vivientes!

10. ¡Libren (…) sus mentes de la ignorancia y traten de llegar a conocer la verdad, especialmente sobre las cosas que hay que saber, para que no sean víctimas ni del escepticismo ni de los errores!

¡Que nadie engañe al otro, que nadie desprecie al otro, que nadie, por enojo u ofensa, desee el mal al otro!

1. ¡No matarás!
2. ¡No hurtarás!
3. ¡No cometerás adulterio!
4. ¡No mentirás!
5. ¡No maldecirás!
6. ¡No hablarás groseramente!
7. ¡No te ocuparás con las conversaciones vanas!
8. ¡No pretenderás la propiedad ajena!
9. ¡No manifestarás odio!
10. ¡Pensarás con rectitud!



Así hablaba Quetzalcoatl"


Eran muchos los que en el silencio
de los volcanes nevados
y de los pequeños valles ocultos,
se buscaban a sí mismos.

Pero Quetzacoatl les decía:

Aquellos que buscan el Silencio en la calma
nunca lo encontrarán desnudo.

Para desnudarlo hay que buscarlo
entre el bullicio.

Díganme:

¿De qué sirve a un corazón tener calma
en medio de la soledad?,

¿A poco no es como la calma que tiene
un lago estancado en un valle?

Mas, ¡Qué grande es un corazón
cuando en medio de las dificultades
y los problemas conserva la calma
y se viste con el Silencio!

Es como el torrente que resbala sereno
por la ladera de la montaña.

Algunos van a lugares donde
lo más que les molesta
es el canto de un pajarillo,
o el sonido que arranca
el viento a las hojas de los árboles.

Y piensan:

Estoy tranquilo y sereno en este lugar,
he alcanzado la calma
y el Silencio es amigo en mi corazón.

Pero cuando vienen al bullicio,
sus pulsos se agitan y sus corazones se alteran,
y sus pensamientos chocan
con violencia en sus frentes,

Yo les preguntaría:

¿Dónde guardaron la calma?,

¿Qué morada le prepararon en sus pechos
que tan pronto se les fue?

Sepan que aquel que busca el Silencio interior
debe encontrarlo en medio de los ruidos
y de las voces y de los gritos,
y tomándolo debe sentirlo en su corazón,
y al escucharlo ya no oirá
hacia afuera sino hacia dentro.

Y en verdad les digo, que ni cien tormentas,
ni la explosión de mil volcanes
podrían ya nunca separarlo de él.

Para buscar pues, la calma Interior,
no vayan adonde todo es calma
sino adonde no hay paz,
y sean ustedes la paz.

De esta forma la encontrarán al darla,
y la tendrán en la medida en que vean
que otros necesitan de ustedes para calmarse".

Libro "Así hablaba Quetzalcoatl"

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