sábado, 6 de febrero de 2010

LA REENCARNACION


Adrián Pérez de Vera F.R.C.

La reencarnación

La reencarnación debe estudiarse dejando de lado las creencias pues si una cosa es un hecho existe independientemente de lo que creamos, y si no existe no existirá aunque lo creamos. Por lo tanto, la reencarnación no es un asunto de creencia sino de estudio.

En la Edad Media, la humanidad creía que la tierra era el centro del universo y se repudiaba al que creyera lo contrario, pero el hecho es que no era a pesar de que casi toda la Europa de entonces creyera lo contrario.

El que acepta la reencarnación como algo existente debe hacerlo porque ha barajado una serie de argumentos que les haya parecido aceptables a su mente o bien porque ha tenido experiencias al respecto. Pero si alguien cree en la reencarnación sin haber pasado por los distintos planteamientos no tiene mayor luz que aquel que rechaza la posibilidad sin haberla estudiado.

La reencarnación está relacionada con la ley del karma y parece que fuera el mecanismo por el cual el karma se realiza.
¿Vivimos de nuevo? El que dice no comprendo deja de lado la aceptación, pero no produce rechazo a priori de dicha posibilidad. ¿Por qué es difícil aceptar la idea de la reencarnación en occidente? La respuesta viene dada por cuestionamientos religiosos pues en el II Concilio de Constantinopla se vio que si se aceptaba la reencarnación se producía una pérdida de la influencia del clero sobre la grey, y si se aceptaba había que considerar la doble naturaleza de Cristo: hombre y Dios, es decir, una encarnación de Aquel. Esto creo muchos debates y la decisión que se tomó fue encarpetar el tema y no volver a hablar de ello, de manera que la Iglesia no eliminó la posibilidad de la reencarnación, simplemente la ocultó.

Alrededor del 70% de la población mundial acepta la idea de reencarnación sin problemas, aunque una parte de esos creyentes han mezclado ideas supersticiosas a la propia doctrina, de modo que de nuevo los intereses de unos pocos se instauró en la mente de muchos. El, no se si no haces lo que otro te dice te reencarnarás en un perro o serpiente es lo mismo que cuando alguien te dice que si no haces lo que dice te irás al infierno. Creer en la transmigració n de un ser humano a un animal es anular la existencia de la ley de evolución, a menos que consideremos más evolucionado a una serpiente o un perro que un ser humano. De todas formas, no es inusual que tengamos creencias que se contradicen a si mismas, por tanto, se plantea lo siguiente ¿Cree en la existencia de una ley de evolución? Si responde si no puede a la vez creer en algo que la anule. Si responde que no existe tal ley será difícil explicar los hechos que podemos observar en la naturaleza.
En la Biblia, nuestro libro doctrinario por excelencia, existen indicios de la existencia de la reencarnación, pero como hemos anotado, al no incluirse en el canon doctrinal cristiano, judío y posteriormente musulmán, no se toman en relevante consideración. Al mencionar el canon judío habría que separar la doctrina ortodoxa de la mística, pues la cábala si recoge la idea de reencarnación. Por otro lado, hemos aceptado la idea de que cualquier manifestación de vida no muere, solo cambia.

Indicios bíblicos.-
Antiguo Testamento.-
En el libro de Job, capítulo XIV, vemos una serie de comentarios y proverbios sobre la vida del hombre, su nacimiento, su vida y su muerte. En el verso número 12 se hace una afirmación definitiva con respecto al cuerpo físico del hombre. No referimos a esa que a la llamada muerte el cuerpo va a la tumba y permanece allí hasta "que los cielos no sean más". Y que nunca despierta de su sueño. En el versículo 14 se hace otra aseveración respecto al hombre verdadero como la parte del hombre que vive. Allí se establece que el verdadero hombre espera que su cambio venga a su debido tiempo después de la transición. El capítulo entero de Job necesita leerse y ser estudiado a fin de percibir los mensajes divinos que encierra. Nada dice allí sobre resucitación de cuerpos en los mismos cuerpos.

En el capítulo XXXIII, versículo 28 dice que Dios liberará el alma del hombre del foso de la tumba y que su vida, el alma, verá la luz de nuevo. En el versículo 29 dice que Dios trabaja en el hombre esas cosas a menudo. Ahora unamos las ideas de los dos versículos: El alma del hombre deja la fosa y vuelve a la luz de la vida de nuevo, y eso pasa a menudo.

Nuevo Testamento.-

"…Jesús miró a sus discípulos y les preguntó: ¿Y quién dice la gente que soy?". Parece como si Jesús preguntara sobre si ellos se daban cuenta de que él era Cristo, espíritu encarnado. "Unos dicen que eres Elías, otros que eres Moisés…" – Los discípulos querían construir tiendas- Este pasaje así como los escritos sobre Juan el Bautista no serían comprensibles sin la doctrina de la reencarnación (Ver capítulo XVII de Mateo). Y Jesús respondió: "No, Elías ya vino y no lo reconocieron… .entonces comprendieron que les hablaba de Juan el Bautista". Si el evangelista de esta narración indica que los discípulos entendieron que les hablaba de Juan el Bautista en referencia a Elías, está dando a entender que aquél es una reencarnación de éste. ¿Es Jesús una reencarnación de Moisés?

Otras fuentes.-

Referente a la reencarnación decía San Jerónimo que eso era una doctrina de la iglesia primitiva enseñada solo a unos pocos creyentes selectos.

Por su lado Orígenes opinaba que sin la reencarnación, los incidentes entre Esaú y Jacob antes del nacimiento (Gn. XXV, 22) y la referencia a Jeremías en la matriz de su madre no podrían ser explicados (Jr. I, 5).

Como decíamos, en la mística judía si se habla de reencarnación. En varios pasajes del Zohar encontramos referencias a esta doctrina: "Y cualquier cosa que el hombre aprende y despliega en la vida terrestre, las conocía antes de su encarnación".

En el libro II, página 191 de la versión castellana de Leon Dujovne, editorial Sigal, dice: "Y Abraham tomó otra mujer y el nombre de ella era Ketura. Hay aquí una alusión al alma que después de la muerte viene a la tierra para ser construida como antes".

Por otro lado, dice Christian Ginsbrug que "la transmigració n de almas era una creencia de los fariseos en tiempos de Josephus". Este dogma fue mantenido por muchos judíos hasta el siglo IX. Los judíos caraítas lo han aceptado desde el S. VII.
La cábala enseña que los egos que han salido de la fuente del Espíritu sufren emanaciones hasta alcanzar la experiencia y perfección, y se unen finalmente de nuevo a la fuente divina (Zohar I, 145 – 168).

Algunas pruebas.-

Después de una minuciosa investigación sobre un suceso ocurrido en Francia en el que un bebé de pronto habla en una lengua distinta a la del hogar y sus familiares, no se pudo determinar una explicación razonable para, dicho suceso, excepto que ya el niño trajera a la vida actual un conocimiento adquirido antes de nacer.

Un idioma, sea el que sea, es un aspecto terrenal. En el cósmico no existe un lenguaje humano, por tanto, cualquier cosa terrena se aprende en la tierra. Podríamos aducir al aspecto de la herencia, pero sus progenitores, abuelos y más atrás en la línea familiar eran de origen francés.

Hoy en día tenemos el caso de Brian Weiss, un psicólogo transpersonal que realiza regresiones terapéuticas. Una persona bajo regresión recuerda hechos de otras vidas, identifica su nombre y el medio en que vivía así como a las personas de su entorno de entonces.

Hablando de regresiones en relación a la reencarnación, es necesario tener en cuenta el asunto de la conciencia, pues algunos creen que radica en el cerebro cuando en verdad la conciencia es una función del alma. Si una persona que ahora se llama Marta, es capaz de tener vivencias de cuando se llamaba Raquel y de cuando se llamaba Rebeca, podemos asumir que si la conciencia estuviera en el cerebro no atinaríamos a concebir que cerebros muertos traspasen su conciencia a otros cerebros, mientras que si pensamos que la conciencia es un atributo del alma, como ésta se mantiene la misma al paso de las encarnaciones, entonces es fácil aceptar que sea la misma en cerebros distintos.

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