miércoles, 13 de enero de 2010
PAZ EN EL MUNDO
Paz en el mundo.
Estoy pensando profundamente, en cómo se puede conseguir una paz duradera, en nuestro planeta que lamentablemente está ensangrentado e invadido por el odio, la inseguridad, el miedo, la irracionalidad... De a poco vienen a mí luces de esperanza, que van alegrando mi espíritu inquieto...y es que sufro, como sufre muchísima gente por el llanto desesperado de los niños, por la impotencia de las madres ¡ante tanto horror! y es más por los jóvenes obligados a ir a la lucha armada ¡Oh! Dios, por mis hombros puedo sentir la pesadez del sufrimiento humano que ¡no se detiene! Que está perdiendo a la humanidad ¡por su brutalidad incoherente y sin límites!
Mi amado país, Chile, fue partícipe ¡de un gran acuerdo de paz, entre los queridos hermanos argentinos y nosotros los chilenos!
Con la buena voluntad de los gobiernos de aquella época, la noble acción mediática del Santo Padre, Juan Pablo Segundo; por los periodistas, que influyeron de manera positiva y también por qué no decirlo, por cada uno de nosotros que supimos amar, tener fe, rogando a Dios por la paz, si porque la oración es el más grande poder sobre la tierra, Dios escucha nuestros ruegos...
Yo era una niña, estudiante campesina, que cuando iba a la escuela, por el campo de mis padres, pasaban los aviones de guerra (¡que ya se asomaban!) daba mucho miedo y aunque éramos niños podíamos imaginar ¡el horror de una guerra!
Yo me digo ahora, que soy inmensamente afortunada, porque hasta amigos argentinos tengo; me siento francamente e inmensamente orgullosa de mi gente, de mis hermanos argentinos, que supieron tanto como nosotros ¡dialogar, amar, servir, practicar la tolerancia...!
Se necesita nada de talento para destruir una flor hermosa, como lo es la paz, mas se necesita ser un sabio para lograr mantener la paz y evitar la guerra, pero que se entienda bien ¡no la paz armamentista a punta de bombas radiactivas!
Me gustaría que la humanidad, esté consciente ¡de lo inmensa y significativa que es la palabra PAZ, en el mundo de hoy; si porque vivimos en una tierra, que si la supiéramos valorar, se podrían hacer grandes acuerdos, utilizando ¡todas las herramientas disponibles que existen hoy día para ello (somos humanos muy inteligentes, bueno, pues, utilicemos la tecnología para evitar las guerras, dejemos ya de ser “unos monos irracionales”)
Una humanidad comunicándose eficientemente, llenos de una espiritualidad sensible al dolor ajeno nos cautivaría hacer realidad un mundo plácido, equitativo, en fin, verdadero ¡de grandes disfrutes! ¡sí! ¡Se puede hacer de la tierra un cielo! ¡se puede! Un mundo donde los niños, mujeres, ancianos, hombres ¡todos junto a la majestuosa naturaleza, junto a los animales, vivamos en armonía, una verdadera e infinita paz y bienestar ¡que da la felicidad!
Y hay de aquel, que insinúe lo contrario (que absurdamente quiera hacer la guerra) con toda la fuerza de nuestro espíritu, apliquémosle la ley del hielo ¡ya no más guerras y luchas sangrientas! Ya no más...
Invito a los jóvenes a hacer el amor, no la guerra, a ser líderes constructivos que defiendan la vida, el bienestar común, que luchemos por los grandes ideales, que los verdaderos maestros de vida, nos han propuesto. Basta una decisión tuya, te unes a los demás ¡y está hecho! No te pierdas en la inmundicia de una guerra, que la verdad ni siquiera es tuya... ¡Es del loco que no supo comunicarse y que absurdamente la programó!
La tierra es hermosa, tiene una naturaleza que además de formidable, invita a la comunicación, trascendental con el Creador, al trabajo honesto, al goce fraternal..., hemos aprendido tanto a través de nuestras vidas, que encuentro grandioso como la inteligencia humana, hoy permite la comodidad que tenemos, por eso reflexiono y digo, si todas las voluntades, se unieran en un ideal común, como es la paz en el mundo y llenos de amor actuáramos en beneficio de ello y lográramos la empatía por el que sufre el miedo , el horror, las consecuencias de las desastrosas guerras, las degradación por las substancias prohibidas, la inseguridad de los niños del mañana, que no sabemos si puedan vivir ¡por las amenazas de bombas en todo el mundo...! Por un instante pensemos en el joven mutilado, o en el otro sin un ojo que regresa con el alma perdida, después de la lucha, o familias completas sin viviendas, agua, luz, pasando hambrunas y sus hijos traumado que nunca volverán a ser los mismos niños sonrientes ¡hasta cuando Por Dios!¡hasta cuando! De verdad, no concibo tanta maldad en el corazón humano y tanta irracionalidad en un líder que se dice ser inteligente. Le digo a usted señor gobernante, si está hambriento de guerra y poder! ¡Hágala!, pero solo y con un tablero de ajedrez en su gabinete; en la auténtica lucha se ven los gallos...
¡La tierra será un cielo! Por ello les digo, seamos partícipes de una humanidad sabia e inteligente, donde nuestra unidad sea como la Nación Arcoiris, que ya se asoma para vivir su esplendor ¡llena de colores sanadores y mágicos!
Que nuestro pensar y sentir colectivo nos guíe esta vez a la gloria de la paz ¡estamos invitados a grandes encuentros estelares! Estemos preparados para ello, no bajemos la guardia y hagamos esto real, sembrando semillas de paz, en nosotros mismos y en el mundo que nos circunda.
Ada Irizada.
26122009152000
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