miércoles, 12 de enero de 2011

Muchos cuentos de hadas fueron compuestos bajo ciertas bases hermeticas.
 
Ahi tenemos a Caperucita Roja, de Perrault ( Francia; 1628-1703), que luego fuera reformulado cambiandole el final por los Hermanos Grimm; Alemania; Jacob Grimm (1785-1863) y su hermano Wilhelm (1786-1859.
 
 Perrault, era un iniciado, de seguro rosacriciano, hombre muy culto bibliotecario, con acceso a muchos manuscritos. 
 
En sus cuentos, La Bella Durmiente, Cenicienta, deja entreveer ciertos aspectos arcanos escondidos en ellos.
 
La metafisica del despertar del alma y la union con el espiritu.
Como asi tambien mucho simbolismo alquimico en sintonis con Las Bodas Quimicas de Cristian Rosencreutz, atribuido por algunos a Valentin Andrade, con cierta resonancia con el Tarot de Marsella,
 
 Caperucita Roja, que en su forma externa ofrece una enseñanza moral sobre los peligros que pueden acechar a una joven de aquella epoca; esconde dentro de si, algunas indicaciones sobre sobre la diferenciacion de las vias alquimicas.
 
El Lobo, el Rojo, y los caminos corto y largo son indicadores.
E intercala, posteriormente señales sobre un estado de cambio de conciencia.
 
Esta es la version original de Perrault, donde Caperucita, termina devorada por el lobo feroz.
 
Caperucita Roja(Cuento Completo)
Había una vez una niñita en un pueblo, la más bonita que jamás se hubiera visto; su madre estaba enloquecida con ella y su abuela mucho más todavía. Esta buena mujer le había mandado hacer una caperucita roja y le sentaba tanto que todos la llamaban Caperucita Roja.
Un día su madre, habiendo cocinado unas tortas, le dijo.

-Anda a ver cómo está tu abuela, pues me dicen que ha estado enferma; llévale una torta y este tarrito de mantequilla.

Caperucita Roja partió en seguida a ver a su abuela que vivía en otro pueblo. Al pasar por un bosque, se encontró con el compadre lobo, que tuvo muchas ganas de comérsela, pero no se atrevió porque unos leñadores andaban por ahí cerca. Él le preguntó a dónde iba. La pobre niña, que no sabía que era peligroso detenerse a hablar con un lobo, le dijo:

-Voy a ver a mi abuela, y le llevo una torta y un tarrito de mantequilla que mi madre le envía.

-¿Vive muy lejos? -le dijo el lobo.

-¡Oh, sí! -dijo Caperucita Roja-, más allá del molino que se ve allá lejos, en la primera casita del pueblo.

-Pues bien -dijo el lobo-, yo también quiero ir a verla; yo iré por este camino, y tú por aquél, y veremos quién llega primero.

El lobo partió corriendo a toda velocidad por el camino que era más corto y la niña se fue por el más largo entreteniéndose en coger avellanas, en correr tras las mariposas y en hacer ramos con las florecillas que encontraba. Poco tardó el lobo en llegar a casa de la abuela; golpea: Toc, toc.

-¿Quién es?

-Es su nieta, Caperucita Roja -dijo el lobo, disfrazando la voz-, le traigo una torta y un tarrito de mantequilla que mi madre le envía.

La cándida abuela, que estaba en cama porque no se sentía bien, le gritó:

-Tira la aldaba y el cerrojo caerá.

El lobo tiró la aldaba, y la puerta se abrió. Se abalanzó sobre la buena mujer y la devoró en un santiamén, pues hacía más de tres días que no comía. En seguida cerró la puerta y fue a acostarse en el lecho de la abuela, esperando a Caperucita Roja quien, un rato después, llegó a golpear la puerta: Toc, toc.

-¿Quién es?

Caperucita Roja, al oír la ronca voz del lobo, primero se asustó, pero creyendo que su abuela estaba resfriada, contestó:

-Es su nieta, Caperucita Roja, le traigo una torta y un tarrito de mantequilla que mi madre le envía.

El lobo le gritó, suavizando un poco la voz:

-Tira la aldaba y el cerrojo caerá.

Caperucita Roja tiró la aldaba y la puerta se abrió. Viéndola entrar, el lobo le dijo, mientras se escondía en la cama bajo la frazada:

-Deja la torta y el tarrito de mantequilla en la repisa y ven a acostarte conmigo.

Caperucita Roja se desviste y se mete a la cama y quedó muy asombrada al ver la forma de su abuela en camisa de dormir. Ella le dijo:

-Abuela, ¡qué brazos tan grandes tienes!

-Es para abrazarte mejor, hija mía.

-Abuela, ¡qué piernas tan grandes tiene!

-Es para correr mejor, hija mía.

Abuela, ¡qué orejas tan grandes tiene!

-Es para oírte mejor, hija mía.

-Abuela, ¡qué ojos tan grandes tiene!

-Es para verte mejor, hija mía.

-Abuela, ¡qué dientes tan grandes tiene!

-¡Para comerte mejor!

Y diciendo estas palabras, este lobo malo se abalanzó sobre
Caperucita Roja y se la comió
 

Asi como Blancanieves esta en sintonia con Las Bodas Quimicas.
Caperucita lo esta con la obra de Basilio Valentin cuya obra se habia editado por aquel entonces.
Aqui algunas imagenes del Lobo en la iconografia alquimica de Basilio Valentin:
 
«Así, pues, si vas trabajar con nuestros cuerpos, toma el lobo gris muy ávido que, por examen de su nombre está sujeto al belicoso Marte, pero que por su nacimiento es hijo del viejo Saturno y que, en los valles y montañas del mundo, es presa del hambre mas violenta. Échale el cuerpo del Rey, para que de él reciba su sustento y, luego que haya devorado al Rey, haz un fuego fuerte y échale el lobo para consumirlo enteramente, entonces el Rey será liberado. Cuando esto se haga por tres veces, el León triunfará sobre el lobo y no encontrará nada más que comer en él. Y así nuestro cuerpo estará listo para el comienzo de nuestra Obra.»
 
 
Imagen de Las 12 Claves.
 
 
Un saludo para todos.
Alex

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