Lemuria, Kayona y el Plan Cósmico
PARA AQUELLOS QUE NO PUDIERON HACERSE CON UN EJEMPLAR DE MI LIBRO: "KAYONA Y LOS DIOSES DE MU" (2013), LES RESUMO AQUÍ ALGUNOS DATOS QUE PUBLIQUÉ EN ÉL SOBRE LA ANTÁRTIDA, LEMURIA Y EL PLAN CÓSMICO.
De acuerdo a toda la información que hemos venido acumulando, todos los caminos apuntan a Lemuria: la tierra madre en donde empezó todo...
Debo decir que fue un tema que los extraterrestres pusieron sobre la mesa. Les interesaba que tomáramos consciencia de esa antigua cultura que se remonta a decenas de miles de años, anterior a la propia Atlántida.
Su nombre no es desconocido para el mundo esotérico. Sin embargo, varios autores la confundieron con Mu, el otro reino perdido que se hundió en el Pacífico. Como expliqué páginas atrás, Lemuria era África y otras tierras sumergidas en el océano Índico que hacían “puente” con Madagascar. Mu, por su parte, era un grupo de grandes islas en el Pacífico que fueron condenadas por una violenta actividad volcánica debido a la “activación” del llamado cinturón de fuego ⎯tal vez, a consecuencia del impacto de los dos presuntos fragmentos de Maldek, o por las radiaciones del centro galáctico que sugirió Laviolette⎯. Como sea, es allí donde se deben buscar nuestras raíces.
Una historia olvidada
Según los Guías del cosmos, fue en Lemuria donde apareció, por primera vez, el ser humano. Lo inquietante es que surgimos como especie inteligente y dominante en el planeta gracias a la intervención genética de seres extraterrestres… Ellos habrían actuado como parte de un Plan Cósmico de evolución.
El hombre es más antiguo de lo que la ciencia oficial supone. No obstante, los libros académicos insisten en que nuestro antecesor, el “homo hábilis” ⎯bípedo, capaz de fabricar herramientas⎯ apenas nos remonta unos 1.5 millones de años atrás. El “homo sapiens”, de acuerdo a estas cifras “oficiales”, apareció después, hace unos 200.000 años.
La teoría del origen africano del hombre es la más aceptada. Se llama también teoría de “Salida de África” o teoría de “Sustitución”. Nuestro origen en África (Lemuria) es el que cuenta con más evidencias científicas.
Pero el problema sigue siendo los tiempos. Y el “salto” evolutivo que dimos.
Como adelanté páginas atrás, todo este enredo de fechas y teorías cobra sentido con el eslabón extraterrestre: seres del cosmos habrían intervenido en especies de proto-homínidos, transformándolos en hombres modernos: machos y hembras de raza negra.
Arriba: mapa que ubica la posición real de Lemuria, muchas veces confundida con Mu. El nombre Lemuria fue acuñado en el Siglo XIX por el naturalista inglés Philip Sclater. Allí nace. No hay referencias anteriores. No se trata de un nombre indígena o esotérico. El científico se inspiró en los primates lemures para explicar su morada tanto en el sector sur oriental de África como en Madagascar. Creía que en tiempos remotos un fragmento de tierra les permitía "cruzar". Y llamó a ese "fragmento", hoy hundido, "Lemuria". Blavatsky tomó prestado el nombre y lo popularizó en el mundo esotérico.
De acuerdo a los extraterrestres, hubo experimentos previos en donde llegó a “crearse” seres andróginos. Pero finalmente prevaleció el hombre tal y como lo conocemos.
Los científicos extraterrestres tenían como objetivo “acelerar” nuestra evolución para observar cómo nos adaptábamos a un mundo “laboratorio” que posee una gran diversidad de vida. Se marcharon pero nos siguieron monitoreando.
Allí constataron, perplejos, que el ser humano había logrado una profunda conexión con la naturaleza y los animales, incluso con otros seres que habitaban la Tierra… Esos seres, “hermanos menores” del hombre, son criaturas bondadosas que viven en el mundo subterráneo. Son nictálopes (ven mejor de noche que de día) al haber sido “creados” en las galerías intraterrenas del planeta. Pero esa condición los transformó en los guardianes naturales de los túneles y sus secretos…
En el año 2002, durante mi expedición a la Cueva de los Tayos, descubrí que los indios shuar conocían a esas criaturas, que llamaban “sunkies”. También hallé referencias en otros lugares que exploré, como Mount Shasta, Palenque, o Roraima.
Los sunkies formaron una alianza espiritual con el hombre antiguo de Lemuria. Y fruto de esta combinación surgió la creación de un gran disco de poder: una herramienta capaz de conectarse con el Real Tiempo del Universo.
El hombre de Lemuria había comprendido que nos hallábamos “desfasados” de la matriz temporal del Cosmos. Ello debido a que la Tierra había sido devastada por un impacto de lluvia meteórica hace unos 1.200 millones de años. Sin embargo, seres extraterrestres llegaron a nuestro planeta con la misión de cambiar ese episodio. La clave fue arribar a la Tierra “antes” de que ocurriera el incidente, viajando al pasado y creando así un “tiempo alternativo”: una suerte de burbuja ajena al tejido temporal que imperaba en el Universo.
Para nosotros, en la Tierra, era como si nunca hubiese ocurrido el impacto de esos cuerpos celestes. Pero en el “Real Tiempo del Universo”, nosotros, no “existíamos”…
Los seres extraterrestres intervinieron en nuestro mundo siguiendo un propósito superior. Un designio más allá de este plano material. Pudieron intervenir porque la Tierra era un mundo muerto debido a ese impacto. Es decir, no alteraron el “futuro” de un planeta vivo con criaturas o civilizaciones, sino que crearon una “ruta alternativa” de experimentación para que el hombre pudiese surgir y crecer.
Pero los primeros lugares de experimentación no serían en Lemuria, donde aparecería el homo sapiens. Empezaron en la actual Antártida…
Luego de la experiencia en Kayona, en diciembre de 2004, puede comprender y organizar esta información. Lo explicaré por partes.
De acuerdo a los primeros mensajes de los Guías, en nuestro planeta se desarrollaron cinco humanidades:
1. Humanidad Antártica: No era el hombre propiamente dicho, sino bases extraterrestres que se establecieron en la Antártida con el objeto de sembrar “patrones de vida”. Inicialmente, colaboraron en cambiar la química del planeta para que el proyecto sea viable: transformaron los mares ácidos en alcalinos. Luego depositaron moléculas auto-replicantes con “información genética” de las antiguas especies extraterrestres de Orión. Lo hicieron así para que en los genes del ser humano se mezclara ese patrón que nos pondría a prueba. Un segmento de los sistemas planetarios de Orión representaba la tecnología, la exploración espacial y la conflagración bélica. Curiosamente las tendencias que tiene el ser humano actual. El plan estriba en modificar esas tendencias por “influencia genética remota” a través de un camino de vida diferente al que transitaron los extraterrestres. A esta “agenda” se la conoce como el Plan Cósmico.
2. Humanidad Hiperbórica: Posteriormente a todo ello, un grupo de seres extraterrestres, de la categoría de Guardianes y Vigilantes, se establecieron en la parte norte de Europa y Groenlandia como base de observación y protección de la Tierra. Estuvieron en nuestro mundo hasta el impacto que puso en jaque a los dinosaurios, hace unos 65 millones de años.
3. Humanidad de Lemuria: La aparición del hombre. Creemos que en fechas mucho más antiguas de lo que la ciencia estima. Su más amplio desarrollo, según los extraterrestres, llegó entre el año 100.000 y 80.000 a. C.
4. Humanidad de Atlántida: De acuerdo a los Guías, hubo un episodio de hibridación entre mujeres lemurianas y seres extraterrestres antropomorfos que visitaron la Tierra. De esta unión, descrita por muchos libros religiosos de antiguo ⎯entre ellos la propia Biblia⎯ surgieron hijos mestizos gigantes. Aquellos hijos fueron emplazados en un grupo de diez islas del Atlántico. Empero, su herencia “extraterrestre” les volvió muy poderosos, guerreros y colonizadores. Finalmente, todo ello les cegó y no vieron su inminente destrucción. Ya expliqué porqué esa civilización fue “borrada” de la faz del planeta en un solo día, como afirmaba Platón. Esto ocurrió hace unos 12.500 años. Eran, también, los tiempos de Mu en el océano Pacífico.
Los sobrevivientes de Atlántida y Mu que habían mantenido su compromiso con la luz, huyeron con los “anales históricos” de su cultura y la protegieron en el mundo subterráneo.
5. Humanidad actual (los hijos de Mu): Tiempos después de la caída de Atlántida, el planeta se empezó a recuperar de la catástrofe. Fue aquí que llegó una fuerza extraplanetaria de luz para fundar en el desierto de Gobi Shambhala, la capital de la ciudad intraterrena de Agartha. Aquellos mentores transmitirán su conocimiento a los supervivientes del “diluvio”.
Arriba: Mu eran otras tierras ajenas a Lemuria. Se trataba de un reino emplazado en el océano Pacífico. Isla de Pascua sería remanente de esa historia.
Muchos de esos supervivientes, como dije, eran gigantes, debido a la hibridación de mujeres lemurianas con seres extraterrestres.
La Tierra no estaba tan poblada en aquellos tiempos, pero se estima que perecieron millones de esos híbridos durante la catástrofe-diluvio. El apócrifo de Baruch describe la muerte de más de 4 millones de gigantes. Estamos hablando de lo que ocurrió en Atlántida. En el resto del mundo, perecieron otras razas y civilizaciones.
Tanto seres del cosmos como descendientes de los “salvados del cataclismo”, fueron los legendarios “dioses” o “héroes evangelizadores” que surgieron en los primeros tiempos de Sumeria, Egipto, India, México o Perú.
A la quinta humanidad también se la conoce como los “hijos de Mu” porque se espera que las nuevas bases de la civilización que viene surgirá de los descendientes históricos de esa olvidada cultura del Pacífico: desde Mount Shasta hasta la Península Antártica. Por esa razón, los discos solares se encuentran concentrados en la activa región del Cinturón de Fuego.
Arriba: El cinturón de fuego marca el resurgir de las energías desde las Américas.
Su sector oriental se está activando e involucra la región como la nueva “Kundalini planetaria”.
El tema clave es que los habitantes del Pacífico fueron los discípulos de la sabiduría original de los primeros hombres. Es decir: el conocimiento de Mu proviene de Lemuria.
Y fue en Lemuria, como ya dije páginas atrás, que empezó la historia de los discos solares.
Aquellos hombres habían comprendido que vivíamos en un multiverso: una realidad de “múltiples dimensiones” como hoy lo defiende la mecánica cuántica. Con la valiosa ayuda de los sunkies ⎯conocedores de las piedras de poder del reino subterráneo⎯ construyeron un gran espejo dorado para estudiar el Universo.
Pero ese primer disco solar fue “fragmentado” por los extraterrestres que observaban nuestros avances. Creían que era peligroso activar semejante portento en una etapa tan temprana en el caminar terrestre. Así, lo dividieron en doce partes, que escondieron en el mundo.
Luego de la destrucción de la Atlántida, para ayudar a la pronta recuperación energética del planeta, los mentores de la luz ⎯que llegaron del cosmos al Gobi para fundar Shambhala⎯ “reactivaron” las doce partes del disco lemuriano a través de la construcción de un nuevo disco: el objeto número trece. Esta herramienta permitiría enlazar a los doce fragmentos. De esta forma surgieron los trece discos solares.
Y fueron emplazados, por razones energéticas, próximos a un sector álgido de energía telúrica en el planeta: la gran espina oriental del cinturón de fuego. También conocida como la “kundalini de la Tierra”, desde allí surgiría la nueva cultura humana que, como en tiempos de la lejana Lemuria, recuperará la conexión con el espíritu femenino del planeta.
Tal y como lo aprendieron los hombres de Mu, discípulos de Lemuria ⎯la patria de los símbolos, el poder del verbo y la unión consciente con la naturaleza⎯, el hombre actual deberá despertar el recuerdo y enrumbar su relación con “la madre”. No en vano, alguno esoteristas andinos que conocen la historia de Lemuria, la llaman en quechua (la antigua lengua inca), “Hatun Pachamama”: La Madre y Origen.
La conexión de Lemuria con Kayona es que fue allí donde se llevaron los archivos de la olvidada civilización. Y, allí también, fue donde los últimos lemurianos y científicos extraterrestres idearon el plan de activación de los discos solares.
Por ello el “despertar” de la Antártida es tan importante. Es parte del resurgimiento de Lemuria.
Kayona: la ciudad congelada en la Antártida
Y es que, según los Guías extraterrestres, hace más de 3.000 millones de años se “depositaron” en nuestro planeta las primeras formas de vida primitivas, gracias a la asistencia de un grupo de científicos estelares provenientes de la Constelación del Cisne (grupo de estrellas que se encuentran a unos 6.000 años luz de la Tierra).
De acuerdo a lo que nos dijeron, la intervención de aquellos científicos habría ocurrido en la Antártida, donde tuvieron bases submarinas en una época en que el continente blanco se hallaba en el ecuador terrestre; es decir, que la posición que ocupa actualmente la Antártida no es la original.
En relación a las moléculas orgánicas primigenias y su origen extraterrestre, la Antártida ha ofrecido escandalosos indicios que la señalan como el inicio de la vida en nuestro planeta. Sin duda, el redescubrimiento del llamado “Lago Vostok” bajo los hielos del polo sur, en 1996, sacudió a la comunidad científica, ya que se determinó, sobre la base de diversos estudios, que en él se hallarían las primeras formas de vida microscópicas de la Tierra…
¿Fue allí donde los extraterrestre sembraron los patrones de vida?
Ya en septiembre de 1999, unos 80 científicos, representantes de más de una docena de países, se dieron cita en el Lucy Cavendish College de Cambridge (UK) para establecer los protocolos de una investigación que hasta el día de hoy continúa. Y no es para menos: “sellado” bajo la capa de hielo, el lago Vostok es una de las últimas fronteras inexploradas del planeta.
Los científicos sospechan que sus profundidades podrían revelar nuevas formas de vida y ofrecer un atisbo de cómo era el planeta antes de la era glacial. O quizá en tiempos aún más antiguos…
Si se encontrara vida en su gélida oscuridad, ello podría dar la mejor respuesta, hasta la fecha, a si puede existir vida en las condiciones extremas de Marte, o en Europa, una de las lunas de Júpiter.
“Lo llamamos vida extraterrestre”, afirmó el astrobiólogo ruso Sergei Bulat (a la cadena de televisión estatal Vesti 24). “Será útil para la búsqueda de vida en otros planetas helados, como la luna de Júpiter”.
Ahora bien, al margen de esos estudios sobre las moléculas orgánicas, no sabemos cuál ha sido el resultado de las extrañas “anomalías magnéticas” que se han hallado en varias regiones de la Antártida, entre ellas, la zona del Lago Vostok ⎯llamado así por el nombre del satélite Ruso que lo redescubrió⎯.
En diferentes experiencias de contacto y mensajes, los Guías han venido haciendo alusión a la Antártida y concretamente a una ciudad congelada llamada “Kayona”. Esta ciudad habría sido construida por una antigua civilización que entronca directamente con Lemuria, el mundo perdido del océano Índico. La pregunta que se repite es cómo quedó entre los hielos.
Como expliqué anteriormente, todo apunta a que un violento cambio de eje, o un desplazamiento de la corteza, haya sumido zonas otrora tropicales o templadas a un imprevisto y violento invierno polar.
Como dije, el desplazamiento de la corteza ⎯que consiste en el movimiento “en bloque” de la Litósfera, de unos 40 km. de espesor, sobre la masa blanda interior del planeta⎯ es una posibilidad. La teoría ha sido descrita por importantes investigadores como Charles Hapgood y el mismísimo Albert Einstein. Esos estudios sugieren que debió haber ocurrido en un fecha que va entre el 15.000 a.C. al 12.000 a.C. ¿Las causas? Siento que la respuesta se encuentra en la caída de los fragmentos de Maldek.
Ello podría explicar porqué la corteza planetaria ⎯debido al impacto-diluvio⎯ se desplazó cientos o tal vez miles de kilómetros hacia al sur, tal como sugieren los revolucionarios estudios geológicos que defienden esta teoría.
Sea un desplazamiento insólito de la Listósfera, o una violenta inclinación de la Tierra debido al impacto de los dos fragmentos de Maldek ⎯personalmente, me inclino más a esta segunda posibilidad⎯, se produjo un “congelamiento súbito” en amplias regiones otrora templadas al ubicarse más próximas a zonas polares.
Si un violento cambio en la inclinación del eje terrestre generó el congelamiento de la Antártida, un hecho similar debió ocurrir en el hemisferio norte. Y así ocurrió: este verdadero “Apocalipsis” supuso el fin de la Era de los Mamuts debido a la violenta y rápida congelación de Siberia y las zonas occidentales de Alaska. Se los ha hallado incluso con el pasto en la boca…
Y en el hemisferio sur, el avance arrollador del hielo atraparía a una ciudad entera...
El enigma de Kayona compromete no sólo a la ciudad en sí: lo más importante es la civilización que la desarrolló. Una civilización que tuvo algún tipo de conexión con los extraterrestres.
Eran científicos y sacerdotes de Lemuria.
Y de acuerdo a los extraterrestres, cuando se empiecen a encontrar vestigios arqueológicos en la Antártida, empezaremos a recordar, y reescribiremos la historia…
Arriba: el grupo internacional que formamos para afrontar la experiencia de contacto con Kayona. La experiencia se dio entre el 12 y 13 de diciembre de 2004 en Bahía Lapataia. Esta foto se tomó en el lugar donde montaríamos más tarde el campamento. Tuvimos un clima extraordinario y el apoyo manifiesto de los Guías con avistamientos programados en la hora exacta.
sábado, 27 de diciembre de 2014
DEL OTRO LADO DEL TIEMPO
Por Cristian Sánchez Barros (Hell Aham)
“Que el día de la reconexión sea para vosotros un día de alegría y de paz, porque habrán llegado a la meta de hacer realidad el pasaje de la Tierra al otro tiempo.”
Maestro Joaquín (Isla del Sol, 13 dic 2012)
El 21 de diciembre elegí estar en el desierto de Talampaya, sitio en el que supe que se asentaba el disco solar de la Argentina, lugar donde en el año 2002 tuviera mi primer contacto personal con un guía y en el que dos años después ascendiera a una nave de la Confederación permaneciendo con los guías por algo mas de tres horas.
El día 20 a la noche, cuando junto a Patries y una pareja amiga que el destino hizo coincidir, llegábamos al pueblo de Pagancillo (aledaño al Parque Nacional Talampaya), pudimos observar por largo tiempo el desplazamiento de dos naves surcando los cielos. Mas tarde, ya en el pueblo, fuimos testigos de un alboroto general al aparecer la imagen luminosa de una mujer vestida de blanco en el campanario de la pequeña iglesia (para la gente se trataba de de la virgen pero para quien escribe estas líneas podría tratarse en cambio de la dama de luz anunciado la última campanada antes del nuevo tiempo), pero al margen de este detalle, lo cierto es que comenzó a llegar cada vez más gente, incluso desde otros pueblos. Todos querían ver y fotografiar a la virgen. Finalmente una pequeña multitud para un pueblo de 1.000 habitantes se concentró frente a la iglesia en silencio. La gente se encontraba asombrada por el fenómeno, pero se respiraba un ambiente de felicidad y de paz. También un grupo de mujeres rezó el santo rosario hasta bien entrada la madrugada.
Llegó la noche del 21 de diciembre y estando en el desierto de Talampaya pude ver durante largos segundos cómo se producían unas extrañas distorsiones en el cielo estrellado. Observé como la bóveda celeste de pronto se arrugaba y se desarrugaba en grandes extensiones. Fue un hecho inédito que coincide con algunos fenómenos que los hermanos del Uruguay también percibieron en una salida que realizaron en una playa frente al mar. Quizás ambas hayan sido manifestaciones del momento en el cual se produjo el salto de la Tierra al otro tiempo.
El pasaje al nuevo tiempo
Finalmente llegamos a la fecha señalada por los mayas, así como por los guías y maestros, y por la acción de muchas personas en el mundo que poniendo el corazón se mantuvieron en una actitud positiva, se produjo la reconexión de los tiempos por lo cual ya estamos viviendo esa otra realidad. Lejos de lo que algunos catastrofistas anunciaban, la Tierra no se destruyó, ni hubo nada trágico ni espectacular, porque el cambio en realidad ha sido de paradigmas. Siento que desde el 21 de diciembre y con la reconexión de los tiempos alternativo y real, se ha producido una importante variación en las leyes de acción y reacción.
Me explico, antes de esta fecha el planeta se regía por, podríamos llamar, un conjunto de ideas y sentimientos que inducían rápidamente a su concreción, a lo que se deseaba, hablo de sentimientos facilitadores que regían el plano material de las cosas. Allí actuaba muy bien el egoísmo, el afán desmedido de la riqueza, el poder, la fama. El odio se expandía como amo y señor, al igual que el resentimiento, el miedo, la tristeza y la envidia. Todos estos “elementos” construyeron y mantuvieron hasta ahora el sistema económico y político del mundo.
Pero desde el 21 de diciembre, siento que esto ha cambiado. Hoy los “materiales” para construir los nuevos sistemas son otros. Ahora lo que rápidamente se expandirá con fuerza es el amor, la paz, la alegría, el perdón, la solidaridad, la belleza. Invariablemente todo sistema se regirá de ahora en más por estos valores. Entonces el tema hoy es crear conciencia en uno y los demás de que este cambio de paradigmas ya está en vigencia. Esa es la tarea, a mi entender, en la que más debemos poner nuestra atención ahora. Esto es ser activadores del cambio que ya es.
Los guías y las emociones
Otro tema es el de los guías, nuestros hermanos mayores. Pues bien, ellos desde hace tiempo nos han venido diciendo en comunicaciones que estaban siendo expuestos a tremendos cambios y que les estaba afectando fuertemente nuestros sentimientos y emociones:
“Amados hermanos, nos encontramos muy cerca vuestro con los guías Sampiac, Anitac y Titinac. Estamos siguiendo paso a paso su esfuerzo y logros. Hace dos días la hermana Anitac soltó lágrimas de emoción que a todos nos sorprendieron y conmovieron en la nave, al ver ella el esfuerzo, riesgo y entrega del grupo; y al saber que no podemos intervenir porque lo que están viviendo es vuestra parte de la misión en su entrega desinteresada por amor.” (Paititi, Oxalc, 13 ago 2010)
“Ahora, como una síntesis, son ustedes quienes nos deberán guiar por ese paso a otra realidad a la cual nos acercamos tanto ustedes como humanidad como nosotros como guías.
Sí, es el tiempo en que serán los guías para conducir a vuestros hermanos mayores.
Es que es tanto lo que ya nos han hecho sentir que ello nos ha cambiado la perspectiva de todo, incluso hasta de nuestra propia existencia.
Por eso, así como han sabido atravesar puertas desconocidas, ahora tendrán que guiarse y guiar. Por ello no descuiden vuestra preparación como también el desarrollo de todas vuestras percepciones.
Sepan que comenzamos a ver ahora a través de ustedes y lo que vemos es una gran fuerza que anida en vuestro interior, la fuerza del amor.” (Bs. As. Mardorx, 22 ene 2012)
“Nosotros, vuestros hermanos guías, también estamos siendo alcanzados por el mismo proceso pero a la inversa de ustedes, pues a nosotros nos comienza a afectar un cúmulo de emociones y sentimientos inabarcables, por lo cual estamos aprendiendo de ustedes y junto a ustedes”.( Bs.As. Mardorx, 18 nov 2012)
Por eso ahora debemos ser nosotros los que debemos tener paciencia, comprensión y compasión con ellos, tanta como nos tuvieron a nosotros durante todos estos años. Irradiémosles diariamente paz, equilibrio, templanza, perdón y principalmente amor a nuestros amados guías.
El hoy y el mañana
El futuro del planeta está más que nunca en nuestras manos, tenemos la oportunidad de crear nuevas realidades, más justas, basadas en la solidaridad, la equidad, el respeto y utilizando como motor de todo el amor. Pero sólo de nosotros, la humanidad terrestre, depende lo que hagamos con esta oportunidad porque la responsabilidad es nuestra como nuestro es el camino que elijamos recorrer.
Por años, la búsqueda se ha centrado en llegar a lugares lejanos e inhóspitos para acceder al conocimiento, esa era la tarea encomendada y se ha hecho. Sin embargo hoy es importante tener presente que lo que seguimos buscando afanosamente afuera es probable que lo hallemos dentro de nosotros mismos y descubrir todas nuestras potencialidades interiores nos permitirá ser arquitectos de un nuevo mundo en donde brille la luz. Seamos hacedores de ese mañana que ya es, concretemos con nuestro verbo lo que siempre hemos anhelado, porque hoy es el tiempo.
¡Hagámoslo realidad en nuestras vidas!
Buenos Aires, 24 de diciembre de 2012
Cristian Sánchez Barros
Por Cristian Sánchez Barros (Hell Aham)
“Que el día de la reconexión sea para vosotros un día de alegría y de paz, porque habrán llegado a la meta de hacer realidad el pasaje de la Tierra al otro tiempo.”
Maestro Joaquín (Isla del Sol, 13 dic 2012)
El 21 de diciembre elegí estar en el desierto de Talampaya, sitio en el que supe que se asentaba el disco solar de la Argentina, lugar donde en el año 2002 tuviera mi primer contacto personal con un guía y en el que dos años después ascendiera a una nave de la Confederación permaneciendo con los guías por algo mas de tres horas.
El día 20 a la noche, cuando junto a Patries y una pareja amiga que el destino hizo coincidir, llegábamos al pueblo de Pagancillo (aledaño al Parque Nacional Talampaya), pudimos observar por largo tiempo el desplazamiento de dos naves surcando los cielos. Mas tarde, ya en el pueblo, fuimos testigos de un alboroto general al aparecer la imagen luminosa de una mujer vestida de blanco en el campanario de la pequeña iglesia (para la gente se trataba de de la virgen pero para quien escribe estas líneas podría tratarse en cambio de la dama de luz anunciado la última campanada antes del nuevo tiempo), pero al margen de este detalle, lo cierto es que comenzó a llegar cada vez más gente, incluso desde otros pueblos. Todos querían ver y fotografiar a la virgen. Finalmente una pequeña multitud para un pueblo de 1.000 habitantes se concentró frente a la iglesia en silencio. La gente se encontraba asombrada por el fenómeno, pero se respiraba un ambiente de felicidad y de paz. También un grupo de mujeres rezó el santo rosario hasta bien entrada la madrugada.
Llegó la noche del 21 de diciembre y estando en el desierto de Talampaya pude ver durante largos segundos cómo se producían unas extrañas distorsiones en el cielo estrellado. Observé como la bóveda celeste de pronto se arrugaba y se desarrugaba en grandes extensiones. Fue un hecho inédito que coincide con algunos fenómenos que los hermanos del Uruguay también percibieron en una salida que realizaron en una playa frente al mar. Quizás ambas hayan sido manifestaciones del momento en el cual se produjo el salto de la Tierra al otro tiempo.
El pasaje al nuevo tiempo
Finalmente llegamos a la fecha señalada por los mayas, así como por los guías y maestros, y por la acción de muchas personas en el mundo que poniendo el corazón se mantuvieron en una actitud positiva, se produjo la reconexión de los tiempos por lo cual ya estamos viviendo esa otra realidad. Lejos de lo que algunos catastrofistas anunciaban, la Tierra no se destruyó, ni hubo nada trágico ni espectacular, porque el cambio en realidad ha sido de paradigmas. Siento que desde el 21 de diciembre y con la reconexión de los tiempos alternativo y real, se ha producido una importante variación en las leyes de acción y reacción.
Me explico, antes de esta fecha el planeta se regía por, podríamos llamar, un conjunto de ideas y sentimientos que inducían rápidamente a su concreción, a lo que se deseaba, hablo de sentimientos facilitadores que regían el plano material de las cosas. Allí actuaba muy bien el egoísmo, el afán desmedido de la riqueza, el poder, la fama. El odio se expandía como amo y señor, al igual que el resentimiento, el miedo, la tristeza y la envidia. Todos estos “elementos” construyeron y mantuvieron hasta ahora el sistema económico y político del mundo.
Pero desde el 21 de diciembre, siento que esto ha cambiado. Hoy los “materiales” para construir los nuevos sistemas son otros. Ahora lo que rápidamente se expandirá con fuerza es el amor, la paz, la alegría, el perdón, la solidaridad, la belleza. Invariablemente todo sistema se regirá de ahora en más por estos valores. Entonces el tema hoy es crear conciencia en uno y los demás de que este cambio de paradigmas ya está en vigencia. Esa es la tarea, a mi entender, en la que más debemos poner nuestra atención ahora. Esto es ser activadores del cambio que ya es.
Los guías y las emociones
Otro tema es el de los guías, nuestros hermanos mayores. Pues bien, ellos desde hace tiempo nos han venido diciendo en comunicaciones que estaban siendo expuestos a tremendos cambios y que les estaba afectando fuertemente nuestros sentimientos y emociones:
“Amados hermanos, nos encontramos muy cerca vuestro con los guías Sampiac, Anitac y Titinac. Estamos siguiendo paso a paso su esfuerzo y logros. Hace dos días la hermana Anitac soltó lágrimas de emoción que a todos nos sorprendieron y conmovieron en la nave, al ver ella el esfuerzo, riesgo y entrega del grupo; y al saber que no podemos intervenir porque lo que están viviendo es vuestra parte de la misión en su entrega desinteresada por amor.” (Paititi, Oxalc, 13 ago 2010)
“Ahora, como una síntesis, son ustedes quienes nos deberán guiar por ese paso a otra realidad a la cual nos acercamos tanto ustedes como humanidad como nosotros como guías.
Sí, es el tiempo en que serán los guías para conducir a vuestros hermanos mayores.
Es que es tanto lo que ya nos han hecho sentir que ello nos ha cambiado la perspectiva de todo, incluso hasta de nuestra propia existencia.
Por eso, así como han sabido atravesar puertas desconocidas, ahora tendrán que guiarse y guiar. Por ello no descuiden vuestra preparación como también el desarrollo de todas vuestras percepciones.
Sepan que comenzamos a ver ahora a través de ustedes y lo que vemos es una gran fuerza que anida en vuestro interior, la fuerza del amor.” (Bs. As. Mardorx, 22 ene 2012)
“Nosotros, vuestros hermanos guías, también estamos siendo alcanzados por el mismo proceso pero a la inversa de ustedes, pues a nosotros nos comienza a afectar un cúmulo de emociones y sentimientos inabarcables, por lo cual estamos aprendiendo de ustedes y junto a ustedes”.( Bs.As. Mardorx, 18 nov 2012)
Por eso ahora debemos ser nosotros los que debemos tener paciencia, comprensión y compasión con ellos, tanta como nos tuvieron a nosotros durante todos estos años. Irradiémosles diariamente paz, equilibrio, templanza, perdón y principalmente amor a nuestros amados guías.
El hoy y el mañana
El futuro del planeta está más que nunca en nuestras manos, tenemos la oportunidad de crear nuevas realidades, más justas, basadas en la solidaridad, la equidad, el respeto y utilizando como motor de todo el amor. Pero sólo de nosotros, la humanidad terrestre, depende lo que hagamos con esta oportunidad porque la responsabilidad es nuestra como nuestro es el camino que elijamos recorrer.
Por años, la búsqueda se ha centrado en llegar a lugares lejanos e inhóspitos para acceder al conocimiento, esa era la tarea encomendada y se ha hecho. Sin embargo hoy es importante tener presente que lo que seguimos buscando afanosamente afuera es probable que lo hallemos dentro de nosotros mismos y descubrir todas nuestras potencialidades interiores nos permitirá ser arquitectos de un nuevo mundo en donde brille la luz. Seamos hacedores de ese mañana que ya es, concretemos con nuestro verbo lo que siempre hemos anhelado, porque hoy es el tiempo.
¡Hagámoslo realidad en nuestras vidas!
Buenos Aires, 24 de diciembre de 2012
Cristian Sánchez Barros
viernes, 26 de diciembre de 2014
La Hermandad Blanca y nacimineto de Jesus el Cristo.
Por: Victor Salazar soto
Caballeros de la Orden del Sol.
El altísimo se había compadecido. El cosmos se predispuso, una gran luz, para un nuevo amanecer en los tres planos de existencia espiritual, mental y física para que una gran luz alumbre un camino de un nuevo amanecer. Un ser que había superado la etapa búdica, el nirvana, el eterno gozo, esta alma uniría el cielo y la tierra, para que el plan divino se realice tal como el profundo amor La conciencia Cosmica lo había predispuesto, un ser del mundo mental se uniría a un gran hombre terrestre que con su supremo esfuerzo había alcanzado su realización como ser humano.
Era un espíritu viejo que durante muchas encarnaciones gano el título de ser un ser humano realizado, el ya no tenía que estar en este mundo para su trascendental vida en el camino de una evolución.
El volvió a nacer como un Budhi Sadva. Aquel que espera hasta el último ser humano que cruce el puente y deje sus apegos terrenales, su Karma, él es el hombre puente, el camino, el logo, el círculo, la rosa, el número siete.
Los grandes maestros de la hermandad blanca, habían visualizado el nacimiento de un gran ser, las señales manifestaban este hecho maravilloso hacia los cuatro ángulos de la madre tierra, él tendría que nacer en un lugar donde el mensaje seria difundido y expandido al mundo entero.
Era el tiempo que esta mente maravillosa debía reencarnase, ya no como un gran guerrero o un gran Rey. El nuevo Avatar tendría las condiciones de representar la esencia de lo más divino, el amor universal nacería en lo más humilde de una familia, José era ya un hombre anciano y había enviudado y tenía una gran familia de cinco hijos.
La estrella brillaba con gran intensidad, el anciano de los días desde su recinto en el desierto de Gopi, la legendaria Shamballa.
En sus meditaciones visualizaba este gran espíritu que volvía a nacer, una energía se expandía desde este recinto sagrado, los grandes Kumaras irradiaban sus bendiciones al mundo.
En la india los grandes Bramanes en sus templos observaban este hecho maravilloso, los sabios Richis se llenaban de gozo al saber que el amor universal estaba próximo a nacer.
El anciano Richis pronunciaba en silencio un poderoso mantra Hari Om.
El estaba de regreso mi señor Visnu, mi amado siempre joven Krishana, mi pastorcillo.
En el techo del mundo sonaban las grandes trompetas tibetanas expulsando y desechando aquellos espíritus impuros, abrir el camino que la nueva luz está por nacer, el mundo no volverá a estar a ciegas el uniría el cielo y la tierra, que simboliza el número 33.
En América de Norte, los Maestros del Monte Shakta entre sus meditaciones y viaje mental y astral, viajaron a todos los rincones de América.
La ruta del Sol también conocida como la ruta de Wiracocha, desde la tierra del fuego (Chile) hasta el monte Shakta, ya los maestro de la hermandad de los siete rayos estaban listos para la llegada de este gran espíritu.
Los potutos (caracola que produce sonido) sonaban al llamado, cada recinto de la fraternidad blanca mandaban a sus emisarios de la nueva luz que está por nacer.
Tres grandes maestros, al cual la historia sagrada los conoce y menciona, salieron al primer encuentro, fue un largo viaje que duro dos años. Los hermanos mayores acompañaron a estos enviados de la hermandad blanca en todo el camino, en aquellos primeros tiempos no era de extrañar que en el cielo sus grandes naves luminosas se dejen ver y fue una de ellas que los guio a estos Maestros, que son recordados por la historia como los tres Reyes Magos, tres maestros que trajeron consigo los elementos necesarios que ayudarían a este gran espíritu a recordar.
Cerca de Qumran se habían reunido los Maestros de la fraternidad de los Esenios, su asamblea era de estricto secreto, ellos serían los maestros que estarían cerca de este gran espíritu, en su nacimiento y en el transcurso de su vida, algunos de sus discípulos de amor universal fueron de esta fraternidad los Esenios.
Ellos estarían secretamente a cargo del cuidado y educación.
La misma nave en forma de cilindro fue la que acompaño a Moisés en el trayecto del desierto, de llevar aquella raza a la tierra prometida.
Pero este pueblo aun no había aprendido, estando aun contaminado en su creencia religiosa así que, toda esta generación que salió de Egipto tuvo que ser depurada por 40 años en el desierto.
Esta historia continuera
Por: Victor Salazar soto
Caballeros de la Orden del Sol.
El altísimo se había compadecido. El cosmos se predispuso, una gran luz, para un nuevo amanecer en los tres planos de existencia espiritual, mental y física para que una gran luz alumbre un camino de un nuevo amanecer. Un ser que había superado la etapa búdica, el nirvana, el eterno gozo, esta alma uniría el cielo y la tierra, para que el plan divino se realice tal como el profundo amor La conciencia Cosmica lo había predispuesto, un ser del mundo mental se uniría a un gran hombre terrestre que con su supremo esfuerzo había alcanzado su realización como ser humano.
Era un espíritu viejo que durante muchas encarnaciones gano el título de ser un ser humano realizado, el ya no tenía que estar en este mundo para su trascendental vida en el camino de una evolución.
El volvió a nacer como un Budhi Sadva. Aquel que espera hasta el último ser humano que cruce el puente y deje sus apegos terrenales, su Karma, él es el hombre puente, el camino, el logo, el círculo, la rosa, el número siete.
Los grandes maestros de la hermandad blanca, habían visualizado el nacimiento de un gran ser, las señales manifestaban este hecho maravilloso hacia los cuatro ángulos de la madre tierra, él tendría que nacer en un lugar donde el mensaje seria difundido y expandido al mundo entero.
Era el tiempo que esta mente maravillosa debía reencarnase, ya no como un gran guerrero o un gran Rey. El nuevo Avatar tendría las condiciones de representar la esencia de lo más divino, el amor universal nacería en lo más humilde de una familia, José era ya un hombre anciano y había enviudado y tenía una gran familia de cinco hijos.
La estrella brillaba con gran intensidad, el anciano de los días desde su recinto en el desierto de Gopi, la legendaria Shamballa.
En sus meditaciones visualizaba este gran espíritu que volvía a nacer, una energía se expandía desde este recinto sagrado, los grandes Kumaras irradiaban sus bendiciones al mundo.
En la india los grandes Bramanes en sus templos observaban este hecho maravilloso, los sabios Richis se llenaban de gozo al saber que el amor universal estaba próximo a nacer.
El anciano Richis pronunciaba en silencio un poderoso mantra Hari Om.
El estaba de regreso mi señor Visnu, mi amado siempre joven Krishana, mi pastorcillo.
En el techo del mundo sonaban las grandes trompetas tibetanas expulsando y desechando aquellos espíritus impuros, abrir el camino que la nueva luz está por nacer, el mundo no volverá a estar a ciegas el uniría el cielo y la tierra, que simboliza el número 33.
En América de Norte, los Maestros del Monte Shakta entre sus meditaciones y viaje mental y astral, viajaron a todos los rincones de América.
La ruta del Sol también conocida como la ruta de Wiracocha, desde la tierra del fuego (Chile) hasta el monte Shakta, ya los maestro de la hermandad de los siete rayos estaban listos para la llegada de este gran espíritu.
Los potutos (caracola que produce sonido) sonaban al llamado, cada recinto de la fraternidad blanca mandaban a sus emisarios de la nueva luz que está por nacer.
Tres grandes maestros, al cual la historia sagrada los conoce y menciona, salieron al primer encuentro, fue un largo viaje que duro dos años. Los hermanos mayores acompañaron a estos enviados de la hermandad blanca en todo el camino, en aquellos primeros tiempos no era de extrañar que en el cielo sus grandes naves luminosas se dejen ver y fue una de ellas que los guio a estos Maestros, que son recordados por la historia como los tres Reyes Magos, tres maestros que trajeron consigo los elementos necesarios que ayudarían a este gran espíritu a recordar.
Cerca de Qumran se habían reunido los Maestros de la fraternidad de los Esenios, su asamblea era de estricto secreto, ellos serían los maestros que estarían cerca de este gran espíritu, en su nacimiento y en el transcurso de su vida, algunos de sus discípulos de amor universal fueron de esta fraternidad los Esenios.
Ellos estarían secretamente a cargo del cuidado y educación.
La misma nave en forma de cilindro fue la que acompaño a Moisés en el trayecto del desierto, de llevar aquella raza a la tierra prometida.
Pero este pueblo aun no había aprendido, estando aun contaminado en su creencia religiosa así que, toda esta generación que salió de Egipto tuvo que ser depurada por 40 años en el desierto.
Esta historia continuera
Templarios y Cátaros, celosos guardianes de la Tradición
Publicado por Juan Carlos
Bajo el patrocinio de Hugues de Payens, en el año 1118 nueve caballeros cristianos fundaron la Orden monástica y caballeresca del Templo de Jerusalén. Hermanados en los tres votos monásticos, pobreza, castidad y obediencia, los Caballeros del Temple constituyeron una orden cuya finalidad primordial y exotérica era garantizar la seguridad de los peregrinos que se dirigían a Tierra Santa. No obstante, pronto establecen redes paralelas comerciales y ágiles agencias bancarias, garantizando la seguridad de las transacciones comerciales, creando incluso su propia flota mercante. Bendecidos en un principio por la autoridad papal y amparados por San Bernardo, pronto entraron en colisión con la ortodoxia de la Iglesia, al incorporar ideas y elementos de la gnosis, como el Evangelio de Juan.
Unos monjes que, renunciando a los bienes del mundo, abrazan una vida sencilla, como simboliza el propio Sello de la Orden: dos monjes sobre un mismo caballo. Este emblema también puede significar conocimiento tanto del pasado como del futuro, o al ser andrógino del Edén primordial, o quizá la conexión y confluencia inevitable del esoterismo cristiano y árabe. Herederos de todas las tendencias esotéricas, siguen las huellas de los esenios, quienes buscaban en Jesús al Maestro de Justicia. Cristo deja de ser para ellos el Hijo de Dios y lo conciben más bien como un símbolo solar que nunca llegó a encarnarse y cuyo espíritu solo puede residir en los cuatro reinos, representados por los cuatro brazos de la cruz.
Se esfuerzan en no difundir el Evangelio de Tomás (Dídimo= Gemelo), presuntamente hermano gemelo de Jesús, que siguen en secreto. Algunos creen que este Dídimo Judas Tomás, dado su enorme parecido, quizá pudo sustituir al propio Jesús a la hora de la crucifixión, incluso otros más aventurados afirman que no hubo tal muerte, solo fue simulada mediante una pócima. En este evangelio, considerado "apócrifo", se afirma: “… dos han reposado en el mismo lecho. Uno morirá, otro vivirá. La verdadera vida está en aquellos que son capaces de volver a ser uno… cuando los dos sean uno, cuando no haya más hombre ni mujer, entonces reinará el Reino de la Muerte”.
Misteriosa resulta la actividad oculta del temple queriendo mantener viva aquella doctrina que nada tenía que ver con el cristianismo oficial. En Jesús veían solo la simbiosis entre el Maestro de Justicia esenio y el agitador político de los celotes (o zelotas), cuya única misión era socavar las estructuras del poder de Roma. Sabían que el cristianismo había sido edificado sobre Pablo, que supo aglutinar el descontento de las masas populares mezclando con habilidad temas gnósticos, símbolos mitraístas y la concepción griega del Kristós.
Los templarios oponen una concepción solar a la lunar del cristianismo, dando a la vida del hombre un sentido cósmico, iniciático, aunque su espíritu elitista aislado de lo mundano no tenía contrapartida popular. Buscan aparentemente en las ruinas del Templo de Salomón los vestigios de aquella sabiduría esotérica perdida: la piedra primigenia, el Grial, la piedra caída del cielo o desprendida de la corona de Lucifer… o quizá la cabeza de Juan el Bautista.
El blanco y negro de los templarios, los colores del “albedo” y “nigredo” de la obra alquímica, el oro potable y la piedra filosofal son dos nociones que señalan a una vida perdida, a una entidad desaparecida que el adepto debe recuperar a través de la obra. Una vida más allá de la mera vida terrestre, pasando por el proceso del “rubedo”, el sacrificio rojo de la sangre, que impone la transformación interior del hombre a través del hermetismo de la alquimia. Buscan salir del estrecho entorno de la mente racional, mediante caminos esotéricos por Mitos y Arquetipos: el devenir histórico de un ciclo que podía terminar en el año 2000 es el que los templarios intentaron neutralizar, mediante el acto de despertar esa parte de la mente humana que permanece dormida.
En cuanto el hombre más pierde la noción de sus Arquetipos más cae en el aprecio de unos valores materiales, para renunciar al que debería ser su único valor: el espíritu. El signo que simboliza esta búsqueda espiritual es el 8, que expresa tanto la noción de infinito o eternidad en la vida espiritual como que es también el doble trébol de cuatro hojas, que se repite en esos lugares mágicos donde las corrientes telúricas penetran y escapan formando ondas de energía. El 8 es también el signo de los dioses blancos que esperaba Moctezuma, el signo mágico de los druidas célticos, ese 8 que gira sobre su propio centro, que señala el camino de eternidad a aquellos “nacidos dos veces”.
En la concepción templaria, el hombre debe salir de la iniciación femenina y renunciar también a su apego a la Madre Gea (la Tierra), para pasar a la iniciación hiperbórea, solar, donde el hombre, desprendido de sus raíces terrestres, sea capaz de asumir iniciáticamente un concepto renovado de inmortalidad, gracias al despertar de la mente. Esto lo asimila el templario a “quitarse las telarañas de los ojos” con el símbolo del murciélago, que vuela y ve en la oscuridad. El camino a seguir es el eterno retorno que supone el acercamiento a la melodía de las esferas, donde resuenan los nombres de Dios o de los dioses, en unos acordes que expresan el “recuerdo del futuro” del hombre.
Buscan una iniciática “tierra blanca”, a la cual llaman Abraxas, cuando tal vez con sus flotas habían llegado ya a “Albania”, la tierra desconocida situada al otro lado del gran océano. Grandes paralelismos surgen con los cátaros, llamados los Albigenses, de Albi, los puros, blancos y perfectos. El universo mental del cátaro, hombre occitano, es a la vez el del verbo y el de la espera, pero de un verbo que es acción, y una espera que es repulsa. Adoptando la doctrina del maniqueísmo, Dios es bueno por definición, mientras que el mundo es presa del mal, por lo que el mundo no es la obra de Dios, sino la de un espíritu maligno, y toda la historia es la de una lucha sin cuartel entre dos principios igualmente poderosos: el Espíritu y la Materia, que se oponen. En los comienzos, una parcela de la Grandeza luminosa de la divinidad quedó prisionera en la creación carnal del Príncipe de las Tinieblas. Por ello nuestro mundo es el de la mezcla. Sin embargo, la presencia en su seno de ese germen espiritual le promete al hombre la salvación, por un sistema de depuraciones sucesivas, al término de las cuales, Luz y Tinieblas, Espíritu y Materia quedarán separados, como en el comienzo de los tiempos.
Un caballero templario entiende que hay un Dios, una vida creada por El, una verdad eterna y un propósito divino. En consecuencia está implícito que la verdadera existencia y las bases históricas de la Orden tenían por objeto: luchar contra el materialismo, la impiedad y la tiranía en el mundo; defender la santidad del individuo, afirmando la base espiritual de la existencia humana; buscar a Dios en los actos y aumentar los niveles de moralidad, resaltando el amor y el respeto a los semejantes; acrecentar el entendimiento entre las religiones; soportar la pobreza, luchar contra la opresión, promover la libertad; mantener monumentos, archivos de Historia Templaria; respetar todas las creencias y apoyar el conocimiento de las ciencias.
Sea como fuera, los templarios se dieron cuenta de que el jubileo prometido por el viaje a Santiago de Compostela no era válido -según la astrología y las antiguas tradiciones- debido a la situación del sepulcro del Santo. Ese lugar no representaba nada en el mapa de las estrellas ni en las tradiciones seculares. De aquí surgirá una edificación masiva de ermitas, iglesias y santuarios en lugares estratégicos de la ruta de peregrinaje. Y los templarios construyen emplazamientos sagrados, además de en Santiago, en: Nogueira, Astureses, San Fiz, Amoeiro, Abelenda, Esposende, San Cristóbal de Regodeigón, Villaoscura, Vilamerelle, Xinzo de Limia, San Mamed de Moldes, Sober, Canabal, Miranda La, Burgo, Guntín, Neira, Agüeira, Betanzos, Faro, Bandoja y La Coruña que, unidos entre sí con lineas rectas dibujan la Constelación de Virgo, con lo que consiguieron que la tumba del santo quedara asociada a la constelación de Virgo/Paraíso. Con ello, los fieles que peregrinaban a Santiago conseguían la meta ansiada y tras morir, sus almas merecerían el cielo y por lo tanto la salvación eterna.
Pero no son estos los únicos lugares templarios levantados en relación con las estrellas. Existen cuatro enclaves con construcciones que se hallan en las mismas posiciones terrestres que las estrellas que reflejan y cuyos nombres coinciden casi completamente con ellas. Están en Cehinos de Campos (Valladolid) que concuerda con Seginus de la Constelación Bootes, Alberite (Zaragoza) con la estrella Albireo de la Constelación de Cisne, Almansa (Albacete) con Almak, estrella de Andrómeda y Capilla (Badajoz) que tiene su casi homónimo en Capella de la Constelación Cochero. Asímismo, la enorme riqueza que acopiaron pudo servir para la colosal construcción de las catedrales góticas, un exhaustivo compendio de la tradición esotérica, heredada sobre todo del hermetismo egipcio.
¿Qué quieren decir estas coincidencias? Tal vez, nada más, informan que tienen conocimientos. O mucho más. Para entonces los templarios, seguramente, ya no tenían nada que hacer en Tierra Santa y habían tomado la península ibérica como campo de sus manifestaciones esotéricas, ocultistas, y ocultas ante el peligro de que les acusaran de herejes, cosa el al final ocurrió cuando el 14 de septiembre de 1307 Felipe IV el Hermoso rey de Francia ordenó arrestar a todos los templarios con el consentimiento del Papa Clemente V.
Uno de los ritos incomprendidos que resultaron determinantes en su persecución y eliminación tras ser declarados herejes era el de Bafomet, Bahomet o Baphomet. Éste era el encargado en el purgatorio de los siete infiernos y de los diferentes demonios de los siete pecados capitales. Se cree que este presunto numen era una cabeza barbada y con pequeños cuernos. Se ha apuntado a que el nombre pudiera ser una variante local del nombre Mahoma. Los templarios acusados de herejes vivían principalmente en Occitania, país de la Reina Pedauque, cuyo bastión era la fortaleza de Montsegur, donde se autoinmolaron los cátaros, coetáneos de los templarios. En las lenguas vecinas se usaron los términos Mahomet (francés) y Mafumet (catalán). Esta hipótesis se apoya en que en el acta contra los templarios no se dan mayores explicaciones, y apunta a que era un término de uso habitual. Otros relacionan también el nombre Baphomet con la fusión de dos términos griegos cuyo significado aproximado es el de bautismo de sabiduría. Aquí podríamos deducir la idea no expresada por ellos, sino por los cátaros, de que el Bautista, al que quizá pudieran considerar como el auténtico Mesías, ofreció el bautismo como iniciación a quien sabía que debía sucederle, ya que estaría en condiciones de conocer su muerte inminente.
No es entonces aventurado suponer que esta cabeza, no ya una mera representación, sino una cabeza humana embalsamada, no era otra que la de Juan el Bautista, símbolo del poder absoluto, el verdadero Grial. Esta difundida pero oculta (no en vano, por la feroz persecución de la Inquisición) corriente “juanista” podría haber dado base a Leonardo da Vinci en la composición de la Virgen de las Rocas, donde se puede apreciar cómo es Jesús el que parece adorar a su primo Juan. Por otro lado, esta misma corriente secreta podría considerar también a María Magdalena como la verdadera piedra sobre la que se cimentaría la Iglesia, en detrimento de Pedro, aspecto que queda expresado en el cuadro La Sagrada Cena, donde una mano misteriosa parece querer cortar la yugular del enigmático “discípulo amado”, que para Leonardo no era otro que la misma Magdalena. Es sintomático que en este cuadro no aparezca el famoso cáliz en la mesa, ya que el vino simbolizando la sangre que da la vida eterna habría que beberlo de la cabeza de Juan, el verdadero cáliz falseado por el catolicismo. Ese sería el significado oculto de Bafomet.
Publicado por Juan Carlos
Bajo el patrocinio de Hugues de Payens, en el año 1118 nueve caballeros cristianos fundaron la Orden monástica y caballeresca del Templo de Jerusalén. Hermanados en los tres votos monásticos, pobreza, castidad y obediencia, los Caballeros del Temple constituyeron una orden cuya finalidad primordial y exotérica era garantizar la seguridad de los peregrinos que se dirigían a Tierra Santa. No obstante, pronto establecen redes paralelas comerciales y ágiles agencias bancarias, garantizando la seguridad de las transacciones comerciales, creando incluso su propia flota mercante. Bendecidos en un principio por la autoridad papal y amparados por San Bernardo, pronto entraron en colisión con la ortodoxia de la Iglesia, al incorporar ideas y elementos de la gnosis, como el Evangelio de Juan.
Unos monjes que, renunciando a los bienes del mundo, abrazan una vida sencilla, como simboliza el propio Sello de la Orden: dos monjes sobre un mismo caballo. Este emblema también puede significar conocimiento tanto del pasado como del futuro, o al ser andrógino del Edén primordial, o quizá la conexión y confluencia inevitable del esoterismo cristiano y árabe. Herederos de todas las tendencias esotéricas, siguen las huellas de los esenios, quienes buscaban en Jesús al Maestro de Justicia. Cristo deja de ser para ellos el Hijo de Dios y lo conciben más bien como un símbolo solar que nunca llegó a encarnarse y cuyo espíritu solo puede residir en los cuatro reinos, representados por los cuatro brazos de la cruz.
Se esfuerzan en no difundir el Evangelio de Tomás (Dídimo= Gemelo), presuntamente hermano gemelo de Jesús, que siguen en secreto. Algunos creen que este Dídimo Judas Tomás, dado su enorme parecido, quizá pudo sustituir al propio Jesús a la hora de la crucifixión, incluso otros más aventurados afirman que no hubo tal muerte, solo fue simulada mediante una pócima. En este evangelio, considerado "apócrifo", se afirma: “… dos han reposado en el mismo lecho. Uno morirá, otro vivirá. La verdadera vida está en aquellos que son capaces de volver a ser uno… cuando los dos sean uno, cuando no haya más hombre ni mujer, entonces reinará el Reino de la Muerte”.
Misteriosa resulta la actividad oculta del temple queriendo mantener viva aquella doctrina que nada tenía que ver con el cristianismo oficial. En Jesús veían solo la simbiosis entre el Maestro de Justicia esenio y el agitador político de los celotes (o zelotas), cuya única misión era socavar las estructuras del poder de Roma. Sabían que el cristianismo había sido edificado sobre Pablo, que supo aglutinar el descontento de las masas populares mezclando con habilidad temas gnósticos, símbolos mitraístas y la concepción griega del Kristós.
Los templarios oponen una concepción solar a la lunar del cristianismo, dando a la vida del hombre un sentido cósmico, iniciático, aunque su espíritu elitista aislado de lo mundano no tenía contrapartida popular. Buscan aparentemente en las ruinas del Templo de Salomón los vestigios de aquella sabiduría esotérica perdida: la piedra primigenia, el Grial, la piedra caída del cielo o desprendida de la corona de Lucifer… o quizá la cabeza de Juan el Bautista.
El blanco y negro de los templarios, los colores del “albedo” y “nigredo” de la obra alquímica, el oro potable y la piedra filosofal son dos nociones que señalan a una vida perdida, a una entidad desaparecida que el adepto debe recuperar a través de la obra. Una vida más allá de la mera vida terrestre, pasando por el proceso del “rubedo”, el sacrificio rojo de la sangre, que impone la transformación interior del hombre a través del hermetismo de la alquimia. Buscan salir del estrecho entorno de la mente racional, mediante caminos esotéricos por Mitos y Arquetipos: el devenir histórico de un ciclo que podía terminar en el año 2000 es el que los templarios intentaron neutralizar, mediante el acto de despertar esa parte de la mente humana que permanece dormida.
En cuanto el hombre más pierde la noción de sus Arquetipos más cae en el aprecio de unos valores materiales, para renunciar al que debería ser su único valor: el espíritu. El signo que simboliza esta búsqueda espiritual es el 8, que expresa tanto la noción de infinito o eternidad en la vida espiritual como que es también el doble trébol de cuatro hojas, que se repite en esos lugares mágicos donde las corrientes telúricas penetran y escapan formando ondas de energía. El 8 es también el signo de los dioses blancos que esperaba Moctezuma, el signo mágico de los druidas célticos, ese 8 que gira sobre su propio centro, que señala el camino de eternidad a aquellos “nacidos dos veces”.
En la concepción templaria, el hombre debe salir de la iniciación femenina y renunciar también a su apego a la Madre Gea (la Tierra), para pasar a la iniciación hiperbórea, solar, donde el hombre, desprendido de sus raíces terrestres, sea capaz de asumir iniciáticamente un concepto renovado de inmortalidad, gracias al despertar de la mente. Esto lo asimila el templario a “quitarse las telarañas de los ojos” con el símbolo del murciélago, que vuela y ve en la oscuridad. El camino a seguir es el eterno retorno que supone el acercamiento a la melodía de las esferas, donde resuenan los nombres de Dios o de los dioses, en unos acordes que expresan el “recuerdo del futuro” del hombre.
Buscan una iniciática “tierra blanca”, a la cual llaman Abraxas, cuando tal vez con sus flotas habían llegado ya a “Albania”, la tierra desconocida situada al otro lado del gran océano. Grandes paralelismos surgen con los cátaros, llamados los Albigenses, de Albi, los puros, blancos y perfectos. El universo mental del cátaro, hombre occitano, es a la vez el del verbo y el de la espera, pero de un verbo que es acción, y una espera que es repulsa. Adoptando la doctrina del maniqueísmo, Dios es bueno por definición, mientras que el mundo es presa del mal, por lo que el mundo no es la obra de Dios, sino la de un espíritu maligno, y toda la historia es la de una lucha sin cuartel entre dos principios igualmente poderosos: el Espíritu y la Materia, que se oponen. En los comienzos, una parcela de la Grandeza luminosa de la divinidad quedó prisionera en la creación carnal del Príncipe de las Tinieblas. Por ello nuestro mundo es el de la mezcla. Sin embargo, la presencia en su seno de ese germen espiritual le promete al hombre la salvación, por un sistema de depuraciones sucesivas, al término de las cuales, Luz y Tinieblas, Espíritu y Materia quedarán separados, como en el comienzo de los tiempos.
Un caballero templario entiende que hay un Dios, una vida creada por El, una verdad eterna y un propósito divino. En consecuencia está implícito que la verdadera existencia y las bases históricas de la Orden tenían por objeto: luchar contra el materialismo, la impiedad y la tiranía en el mundo; defender la santidad del individuo, afirmando la base espiritual de la existencia humana; buscar a Dios en los actos y aumentar los niveles de moralidad, resaltando el amor y el respeto a los semejantes; acrecentar el entendimiento entre las religiones; soportar la pobreza, luchar contra la opresión, promover la libertad; mantener monumentos, archivos de Historia Templaria; respetar todas las creencias y apoyar el conocimiento de las ciencias.
Sea como fuera, los templarios se dieron cuenta de que el jubileo prometido por el viaje a Santiago de Compostela no era válido -según la astrología y las antiguas tradiciones- debido a la situación del sepulcro del Santo. Ese lugar no representaba nada en el mapa de las estrellas ni en las tradiciones seculares. De aquí surgirá una edificación masiva de ermitas, iglesias y santuarios en lugares estratégicos de la ruta de peregrinaje. Y los templarios construyen emplazamientos sagrados, además de en Santiago, en: Nogueira, Astureses, San Fiz, Amoeiro, Abelenda, Esposende, San Cristóbal de Regodeigón, Villaoscura, Vilamerelle, Xinzo de Limia, San Mamed de Moldes, Sober, Canabal, Miranda La, Burgo, Guntín, Neira, Agüeira, Betanzos, Faro, Bandoja y La Coruña que, unidos entre sí con lineas rectas dibujan la Constelación de Virgo, con lo que consiguieron que la tumba del santo quedara asociada a la constelación de Virgo/Paraíso. Con ello, los fieles que peregrinaban a Santiago conseguían la meta ansiada y tras morir, sus almas merecerían el cielo y por lo tanto la salvación eterna.
Pero no son estos los únicos lugares templarios levantados en relación con las estrellas. Existen cuatro enclaves con construcciones que se hallan en las mismas posiciones terrestres que las estrellas que reflejan y cuyos nombres coinciden casi completamente con ellas. Están en Cehinos de Campos (Valladolid) que concuerda con Seginus de la Constelación Bootes, Alberite (Zaragoza) con la estrella Albireo de la Constelación de Cisne, Almansa (Albacete) con Almak, estrella de Andrómeda y Capilla (Badajoz) que tiene su casi homónimo en Capella de la Constelación Cochero. Asímismo, la enorme riqueza que acopiaron pudo servir para la colosal construcción de las catedrales góticas, un exhaustivo compendio de la tradición esotérica, heredada sobre todo del hermetismo egipcio.
¿Qué quieren decir estas coincidencias? Tal vez, nada más, informan que tienen conocimientos. O mucho más. Para entonces los templarios, seguramente, ya no tenían nada que hacer en Tierra Santa y habían tomado la península ibérica como campo de sus manifestaciones esotéricas, ocultistas, y ocultas ante el peligro de que les acusaran de herejes, cosa el al final ocurrió cuando el 14 de septiembre de 1307 Felipe IV el Hermoso rey de Francia ordenó arrestar a todos los templarios con el consentimiento del Papa Clemente V.
Uno de los ritos incomprendidos que resultaron determinantes en su persecución y eliminación tras ser declarados herejes era el de Bafomet, Bahomet o Baphomet. Éste era el encargado en el purgatorio de los siete infiernos y de los diferentes demonios de los siete pecados capitales. Se cree que este presunto numen era una cabeza barbada y con pequeños cuernos. Se ha apuntado a que el nombre pudiera ser una variante local del nombre Mahoma. Los templarios acusados de herejes vivían principalmente en Occitania, país de la Reina Pedauque, cuyo bastión era la fortaleza de Montsegur, donde se autoinmolaron los cátaros, coetáneos de los templarios. En las lenguas vecinas se usaron los términos Mahomet (francés) y Mafumet (catalán). Esta hipótesis se apoya en que en el acta contra los templarios no se dan mayores explicaciones, y apunta a que era un término de uso habitual. Otros relacionan también el nombre Baphomet con la fusión de dos términos griegos cuyo significado aproximado es el de bautismo de sabiduría. Aquí podríamos deducir la idea no expresada por ellos, sino por los cátaros, de que el Bautista, al que quizá pudieran considerar como el auténtico Mesías, ofreció el bautismo como iniciación a quien sabía que debía sucederle, ya que estaría en condiciones de conocer su muerte inminente.
No es entonces aventurado suponer que esta cabeza, no ya una mera representación, sino una cabeza humana embalsamada, no era otra que la de Juan el Bautista, símbolo del poder absoluto, el verdadero Grial. Esta difundida pero oculta (no en vano, por la feroz persecución de la Inquisición) corriente “juanista” podría haber dado base a Leonardo da Vinci en la composición de la Virgen de las Rocas, donde se puede apreciar cómo es Jesús el que parece adorar a su primo Juan. Por otro lado, esta misma corriente secreta podría considerar también a María Magdalena como la verdadera piedra sobre la que se cimentaría la Iglesia, en detrimento de Pedro, aspecto que queda expresado en el cuadro La Sagrada Cena, donde una mano misteriosa parece querer cortar la yugular del enigmático “discípulo amado”, que para Leonardo no era otro que la misma Magdalena. Es sintomático que en este cuadro no aparezca el famoso cáliz en la mesa, ya que el vino simbolizando la sangre que da la vida eterna habría que beberlo de la cabeza de Juan, el verdadero cáliz falseado por el catolicismo. Ese sería el significado oculto de Bafomet.
EL LIBRO PERDIDO
DE ENKI
MEMORIAS Y PROFECÍAS DE UN DIOS EXTRATERRESTRE
ZECHARIA SITCHIN
INTRODUCCIÓN
Hace unos 445.000 años, astronautas de otro planeta llegaron a la Tierra en busca de oro.
Tras amerizar en uno de los mares de la Tierra, desembarcaron y fundaron Eridú, «Hogar en la Lejanía». Con
el tiempo, el asentamiento inicial se extendió hasta convertirse en la flamante Misión Tierra, con un Centro de
Control de Misiones, un espaciopuerto, operaciones mineras e, incluso, una estación de paso en Marte.
Escasos de mano de obra, los astronautas utilizaron la ingeniería genética para darle forma a los
Trabajadores Primitivos -el Homo sapiens. Más tarde, el Diluvio barrió la Tierra en una inmensa catástrofe que
hizo necesario un nuevo comienzo; los astronautas se convirtieron en dioses y le concedieron la civilización a
la Humanidad, transmitiéndosela a través del culto.
Después, hace unos cuatro mil años, todo lo conseguido se desmoronó en una catástrofe nuclear provocada
por los visitantes en el transcurso de sus propias rivalidades y guerras.
Todo lo ocurrido en la Tierra, y especialmente los acontecimientos acaecidos desde el inicio de la historia del
ser humano, lo ha recogido Zecharia Sitchin en su serie de Crónicas de la Tierra, a partir de la Biblia, de
tablillas de arcilla, de mitos de la antigüedad y de descubrimientos arqueológicos. Pero, ¿qué ocurrió antes de
los acontecimientos en la Tierra, qué ocurrió en el propio planeta de los astronautas, Nibiru, que les llevó a los
viajes espaciales, a su necesidad de oro y a la creación del Hombre?
¿Qué emociones, rivalidades, creencias, morales (o ausencia de éstas) motivaron a los principales
protagonistas en las sagas celestes y espaciales? ¿Cuáles fueron las relaciones que llevaron a una escalada
de la tensión en Nibiru y en la Tierra, qué tensiones surgieron entre viejos y jóvenes, entre los que habían
llegado de Nibiru y los nacidos en la Tierra? ¿Y hasta qué punto lo sucedido vino determinado por el Destino -
un destino cuyo registro de acontecimientos del pasado guarda la clave del futuro?
¿No sería prometedor que uno de los principales protagonistas, un testigo presencial que podía distinguir
entre Suerte o Hado y Destino, registrara para la posteridad el cómo, el dónde, el cuándo y el porqué de todo,
los Principios y los Finales?
Pues eso es, precisamente, lo que algunos de ellos hicieron; ¡y entre los principales de éstos estuvo el líder
que comandó el primer grupo de astronautas!
Tanto expertos como teólogos reconocen en la actualidad que los relatos bíblicos de la Creación, de Adán y
Eva, del Jardín del Edén, del Diluvio o de la Torre de Babel se basaron en textos escritos milenios antes en
Mesopotamia, en especial escritos por los sumerios. Y éstos, a su vez, afirmaban con toda claridad que
obtuvieron sus conocimientos acerca de lo acontecido en el pasado (muchos de ellos de una época anterior al
comienzo de las civilizaciones, incluso anterior al nacimiento de la Humanidad) de los escritos de los Anunnaki
(«Aquellos Que del Cielo a la Tierra Vinieron»), los «dioses» de la antigüedad.
Como resultado de un siglo y medio de descubrimientos arqueológicos en las ruinas de las civilizaciones de
la antigüedad, especialmente en Oriente Próximo, se han descubierto un gran número de estos primitivos
textos; los hallazgos han revelado un gran número de textos desaparecidos -los llamados libros perdidos- que,
o bien se mencionaban en los textos descubiertos, o se inferían a partir de ellos, o era conocida su existencia
debido que habían sido catalogados en las bibliotecas reales o de los templos.
En ocasiones, los «secretos de los dioses» se revelaron en parte en relatos épicos, como en la Epopeya de
Gilgamesh, que desvelan el debate que tuvo lugar entre los dioses y que llevó a la decisión de que la
Humanidad pereciera en el Diluvio, o en un texto titulado Atra Hasis, que recuerda el motín de los Anunnaki
que trabajaban en las minas de oro y que llevó a la creación de los Trabajadores Primitivos -los Terrestres. De
cuando en cuando, los mismos líderes de los astronautas fueron los que crearon las composiciones; a veces,
dictando el texto a un escriba, como en el titulado La Epopeya de Erra, en el cual uno de los dos dioses que
desencadenaron la catástrofe nuclear intentó inculpar a su adversario; a veces, haciendo de escriba el mismo
dios, como ocurre con el Libro de los Secretos de Thot (el dios egipcio del conocimiento), que el mismo dios
había ocultado en una cámara subterránea.
Según la Biblia, cuando el Señor Dios Yahveh le dio los Mandamientos a su pueblo elegido, los inscribió en
un principio por su propia mano en dos tablas de piedra que le entregó a Moisés en el Monte Sinaí. Pero,
después de que Moisés arrojara y rompiera estas tablas como respuesta al incidente del becerro de oro, las
nuevas tablas las inscribió el mismo Moisés, por ambos lados, mientras permaneció en el monte durante
cuarenta días y cuarenta noches, tomando al dictado las palabras del Señor.
Si no hubiera sido por un relato escrito en un papiro de la época del faraón egipcio Khufu (Keops)
concerniente al Libro de los Secretos de Thot, no se habría llegado a conocer la existencia de ese libro. Si no
hubiera sido por las narraciones bíblicas del Éxodo y el Deuteronomio, nunca habríamos sabido nada de las
tablas divinas ni de su contenido; todo esto se habría convertido en parte de la enigmática colección de los
«libros perdidos» cuya existencia nunca habría salido a la luz. Y no resulta tan doloroso el hecho de que, en
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algunos casos, sepamos que hayan existido determinados textos, como que su contenido permanezca en la
oscuridad. Éste es el caso del Libro de las Guerras de Yahveh y del Libro de Jasher (el «Libro del Justo»), que
se mencionan específicamente en la Biblia. En al menos dos casos, se puede inferir la existencia de libros
antiguos (textos primitivos conocidos por el narrador bíblico). El capítulo 5 del Génesis comienza con la
afirmación «Éste es el libro del Toledoth de Adán», traduciéndose normalmente el término Toledoth como
«generaciones», pero su significado más preciso es «registro histórico o genealógico». De hecho, a lo largo de
milenios, han sobrevivido versiones parciales de un libro que se conoció como el Libro de Adán y Eva en
armenio, eslavo, siriaco y etíope; y el Libro de Henoc (uno de los llamados libros apócrifos que no se incluyeron
en la Biblia canónica) contiene fragmentos que, según los expertos, pertenecieron a un libro mucho más
antiguo, el Libro de Noé.
Un ejemplo que se menciona con frecuencia sobre el gran número de libros perdidos es el de la famosa
Biblioteca de Alejandría, en Egipto. Fundada por el general Tolomeo tras la muerte de Alejandro en el 323 a.C,
se dice que contenía más de medio millón de «volúmenes», de libros inscritos en diversos materiales (arcilla,
piedra, papiro, pergamino). Aquella gran biblioteca, donde los eruditos se reunían para estudiar el conocimiento
acumulado, se quemó y fue destruida en las guerras que se desarrollaron entre el 48 a.C. y la conquista árabe,
en el 642 d.C. Lo que ha quedado de sus tesoros es una traducción al griego de los cinco primeros libros de la
Biblia hebrea, y fragmentos que se conservaron en los escritos de algunos de los eruditos residentes de la
biblioteca.
Y es así como sabemos que el segundo rey Tolomeo comisionó, hacia el 270 a.C, a un sacerdote egipcio al
que los griegos llamaron Manetón para que recopilara la historia y la prehistoria de Egipto. Al principio, escribió
Manetón, sólo los dioses remaron allí; luego, los semidioses y, finalmente, hacia el 3100 a.C, comenzaron las
dinastías faraónicas. Escribió que los reinados divinos comenzaron diez mil años antes del Diluvio y que se
prolongaron durante miles de años, presenciándose en el último período batallas y guerras entre los dioses.
En los dominios asiáticos de Alejandro, donde el cetro cayó en manos del general Seleucos y de sus
sucesores, también tuvo lugar un empeño similar por proporcionar a los sabios griegos un registro de los
acontecimientos del pasado. Un sacerdote del dios babilónico Marduk, Beroso, con acceso a las bibliotecas de
tablillas de arcilla, cuyo centro era la biblioteca del templo de Jarán (ahora en el sudeste de Turquía), escribió
una historia de dioses y hombres en tres volúmenes que comenzaba 432.000 años antes del Diluvio, cuando
los dioses llegaron a la Tierra desde los cielos. En una lista en la que figuraban los nombres y la duración de
los reinados de los diez primeros comandantes, Beroso decía que el primer líder, vestido como un pez, llegó a
la costa desde el mar. Era el que le daría la civilización a la Humanidad, y su nombre, pasado al griego, era
Oannes.
Encajando muchos detalles, ambos sacerdotes hicieron entrega de relatos de dioses del cielo que habían
venido a la Tierra, de un tiempo en que sólo los dioses reinaban en la Tierra y del catastrófico Diluvio. En los
trozos y en los fragmentos conservados (en otros escritos contemporáneos) de los tres volúmenes, Beroso
daba cuenta específicamente de la existencia de escritos anteriores a la Gran Inundación -tablillas de piedra
que se ocultaron para salvaguardarlas en una antigua ciudad llamada Sippar, una de las ciudades originales
que fundaran los antiguos dioses.
Aunque Sippar fue arrollada y arrasada por el Diluvio, al igual que el resto de las ciudades antediluvianas de
los dioses, apareció una referencia a los escritos antediluvianos en los anales del rey asirio Assurbanipal (668-
633 a.C). Cuando, a mediados del siglo xix, los arqueólogos descubrieron la antigua capital asiría de Nínive
(hasta entonces, conocida sólo por el Antiguo Testamento), hallaron en las ruinas del palacio de Assurbanipal
una biblioteca con los restos de alrededor de 25.000 tablillas de arcilla inscritas. Coleccionista asiduo de
«textos antiguos», Assurbanipal hacía alarde en sus anales: «El dios de los escribas me ha concedido el don
del conocimiento de su arte; he sido iniciado en los secretos de la escritura; incluso puedo leer las intrincadas
tablillas en sumerio; entiendo las palabras enigmáticas cinceladas en la piedra de los días anteriores a la
Inundación».
Sabemos ahora que la civilización sumeria floreció en lo que es ahora Iraq casi un milenio antes de los inicios
de la época faraónica en Egipto, y que ambas serían seguidas posteriormente por la civilización del Valle del
Indo, en el subcontinente indio.También sabemos ahora que los sumeríos fueron los primeros en plasmar por
escrito los anales y los relatos de dioses y hombres, de los cuales todos los demás pueblos, incluidos los
hebreos, obtuvieron los relatos de la Creación, de Adán y Eva, Caín y Abel, el Diluvio y la Torre de Babel; y de
las guerras y los amores de los dioses, como se reflejaron en los escritos y los recuerdos de los griegos, los
hititas, los cananeos, los persas y los indoeuropeos. Como atestiguan todos estos antiguos escritos, sus
fuentes fueron aún más antiguas; algunas descubiertas, muchas perdidas.
El volumen de estos primitivos escritos es asombroso; no miles, sino decenas de miles de tablillas de arcilla
se han descubierto en las ruinas del Oriente Próximo de la antigüedad. Muchas tratan o registran aspectos de
la vida cotidiana, como acuerdos comerciales o salarios de los trabajadores, o registros matrimoniales. Otros,
descubiertos principalmente en las bibliotecas palaciegas, conforman los Anales Reales; otros más,
descubiertos en las ruinas de las bibliotecas de los templos o en las escuelas de escribas, conforman un grupo
de textos canónicos, de literatura sagrada, que se escribieron en lengua sumeria y se tradujeron después al
acadio (la primera lengua semita) y, más tarde, a otras lenguas de la antigüedad. E, incluso, en estos escritos
primitivos, que se remontan a casi seis mil años, encontramos referencias a «libros» (textos inscritos en
tablillas de piedra) perdidos.
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Entre los hallazgos increíbles (pues decir «afortunados» no transmitiría plenamente la idea de milagro)
realizados en las ruinas de las ciudades de la antigüedad y en sus bibliotecas, se encuentran unos prismas de
arcilla donde aparece información de los diez soberanos antediluvianos y de sus 432.000 años de reinado, una
información a la que ya aludía Beroso. Conocidas como las Listas de los Reyes Sumenos (y exhibidas en el
Museo Ashmolean de Oxford, Inglaterra), sus distintas versiones no dejan lugar a duda de que los
compiladores sumerios tuvieron acceso a cierto material común o canónico de textos primitivos. Junto con otros
textos, igualmente antiquísimos, descubiertos en diversos estados de conservación, estos textos sugieren
rotundamente que el cronista original de la Llegada, así como de los acontecimientos que la precedieron y la
siguieron, había sido uno de aquellos líderes, un participante clave, un testigo presencial.
Ese testigo presencial de los acontecimientos y participante clave en ellos era el líder que había amerizado
con el primer grupo de astronautas. En aquel momento, su nombre-epíteto era E.A., «Aquel Cuyo Hogar Es
Agua», y sufrió la amarga decepción de que el mando de la Misión Tierra se le diera a su hermanastro y rival
EN.LIL («Señor del Mandato»), una humillación que no quedaría suficientemente mitigada con la concesión del
título de EN.KI, «Señor de la Tierra». Relegado de las ciudades de los dioses y de su espaciopuerto en el
E.DIN («Edén») para supervisar la extracción de oro en el AB.ZU (África sudoriental), Ea/Enki fue, además de
un gran científico, el que descubrió a los homínidos que habitaban aquellas zonas. Y, de este modo, cuando se
amotinaron y dijeron «¡Ya basta!» los Anunnaki que trabajaban en las minas, fue él quien pensó que la mano
de obra que necesitaban se podía conseguir adelantándose a la evolución por medio de la ingeniería genética;
y así apareció el Adam (literalmente, «El de la Tierra», el Terrestre). Como híbrido que era, el Adán no podía
procrear; pero los acontecimientos de los que se hace eco el relato bíblico de Adán y Eva en el Jardín del Edén
dan cuenta de la segunda manipulación genética de Enki, que añadió los genes cromosómicos extras
necesarios para la procreación. Y cuando la Humanidad, al proliferar, resultó no adecuarse a lo que tenían
previsto los dioses, fue él, Enki, el que desobedeció el plan de su hermano Enlil de dejar que la Humanidad
pereciera en el Diluvio, unos acontecimientos en los que el héroe humano recibió el nombre de Noé en la
Biblia, y Ziusudra en el texto sumerio original, más antiguo.
Ea/Enki era el primogénito de Anu, soberano de Nibiru, y como tal estaba versado en el pasado de su planeta
(Nibiru) y de sus habitantes. Científico competente, Enki legó los aspectos más importantes de los avanzados
conocimientos de los Anunnaki a sus dos hijos, Marduk y Nin-gishzidda (que, como dioses egipcios, eran
conocidos allí como Ra y Thot respectivamente). Pero también jugó un papel fundamental al compartir con la
Humanidad ciertos aspectos de tan avanzados conocimientos, enseñándoles a individuos seleccionados los
«secretos de los dioses». En al menos dos ocasiones, estos iniciados plasmaron por escrito (tal como se les
indicó que hicieran) aquellas enseñanzas divinas como legado de la Humanidad. Uno de ellos, llamado Adapa,
y probablemente hijo de Enki con una hembra humana, es conocido por haber escrito un libro titulado Escritos
referentes al Tiempo -uno de los libros perdidos más antiguos. El otro, llamado Enmeduranki, fue con toda
probabilidad el prototipo del Henoc bíblico, aquel que fue elevado al cielo después de confiar a sus hijos el libro
de los secretos divinos, y del cual posiblemente haya sobrevivido una versión en el extrabíblico Libro de
Henoch.
A pesar de ser el primogénito de Anu, Enki no estaba destinado a ser el sucesor de su padre en el trono de
Nibiru. Unas complejas normas sucesorias, reflejo de la convulsa historia de los nibiruanos, le daba ese
privilegio al hermanastro de Enki, Enlil. En un esfuerzo por resolver este agrio conflicto, Enki y Enlil terminaron
en una misión en un planeta extraño -la Tierra-, cuyo oro necesitaban para crear un escudo que preservara la
cada vez más tenue atmósfera de Nibiru. Fue en este marco, complicado aún más con la presencia en la Tierra
de su hermanastra Ninharsag (la oficial médico jefe de los Anunnaki), donde Enki decidió desafiar los planes de
Enlil de hacer que la Humanidad pereciera en el Diluvio.
El conflicto siguió adelante entre ambos hermanastros, e incluso entre sus nietos; y el hecho de que todos
ellos, y especialmente los nacidos en la Tierra, se enfrentaran a la pérdida de longevidad que el amplio período
orbital de Nibiru les proporcionaba incrementó aún más las angustias personales y agudizó las ambiciones. Y
todo esto culminó en el último siglo del tercer milenio a.C, cuando Marduk, primogénito de Enki con su esposa
oficial, proclamó que él, y no el primogénito de Enlil, Ninurta, debía heredar la Tierra. El amargo conflicto, que
supuso el desarrollo de una serie de guerras, llevó al final a la utilización de armas nucleares; aunque no
intencionado, el resultado de todo ello fue el hundimiento de la civilización sumeria.
La iniciación de individuos escogidos en los «secretos de los dioses» marcó los inicios del Sacerdocio, los
linajes de mediadores entre los dioses y el pueblo, los transmisores de la Palabra Divina a los mortales
terrestres. Los oráculos (interpretaciones de los pronunciamientos divinos) se mezclaron con la observación de
los cielos en busca de augurios. Y a medida que la Humanidad se vio arrastrada a tomar parte en los conflictos
de los dioses, la Profecía comenzó a jugar su papel. De hecho, la palabra para designar a estos portavoces de
los dioses queproclamaban lo que iba a pasar, Nabih, era el epíteto del hijo primogénito de Marduk, Nabu, que
en nombre de su padre, exiliado, intentó convencer a la Humanidad de que los signos celestes indicaban la
inminente supremacía de Marduk.
Este estado de cosas llevó a la necesidad de diferenciar entre Suerte y Destino. Las promulgaciones de Enlil,
y a veces incluso de Anu, que siempre habían sido incuestionables, se veían sujetas ahora al examen de la
diferencia entre NAM (el Destino, como las órbitas planetarias, cuyo curso está determinado y no se puede
cambiar) y NAM.TAR, literalmente, el destino que puede ser torcido, roto, cambiado (que era la Suerte o el
Hado). Revisando y rememorando la secuencia de los acontecimientos, y el paralelismo aparente entre lo que
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había sucedido en Nibiru y lo que había ocurrido en la Tierra, Enki y Enlil comenzaron a ponderar
filosóficamente lo que, ciertamente, estaba destinado y no se podía evitar, y el hado que venía como
consecuencia de decisiones acertadas o equivocadas y del libre albedrio. Éstas no se podían predecir,
mientras que las primeras se podían anticipar (especialmente, si eran cíclicas, como las órbitas planetarias; si
lo que fue volvería a ser, si lo Primero también sería lo Último).
Las consecuencias climáticas de la desolación nuclear agudizaron el examen de conciencia entre los líderes
de los Anunnaki y llevaron a la necesidad de explicar a las devastadas masas humanas por qué había ocurrido
aquello. ¿Había sido cosa del destino, o había sido el resultado de un error de los Anunnaki? ¿Había algún
responsable, alguien que tuviera que rendir cuentas?
En las reuniones de los Anunnaki en las vísperas de la calamidad, fue Enki el único que se opuso a la
utilización de las armas prohibidas. De ahí la importancia que tuvo para Enki explicar a los supervivientes qué
había sucedido en la saga de los extraterrestres que, a pesar de sus buenas intenciones, habían terminado
siendo tan destructores. ¿Y quién, sino Ea/Enki, que había sido el primero en llegar y presenciarlo todo, era el
más cualificado para relatar el Pasado, con el fin de poder adivinar el Futuro? Y la mejor forma de relatarlo todo
era en un informe, escrito en primera persona por el mismo Enki.
Es cierto que hizo una autobiografía, por lo que se deduce de un largo texto (pues se extiende al menos en
doce tablillas) descubierto en la biblioteca de Nippur, donde se cita a Enki diciendo:
Cuando llegué a la Tierra, había mucho inundado.
Cuando llegué a sus verdes praderas, montículos y cerros se levantaron a mis órdenes.
En un lugar puro construí mi hogar, un nombre adecuado le di.
Este largo texto continúa diciendo que Ea/Enki asignó tareas a sus lugartenientes, poniendo en marcha su
Misión en la Tierra.
Otros muchos textos, que relatan diversos aspectos del papel de Enki en los acontecimientos que siguieron
sirven para completar el relato de Enki; entre ellos hay una cosmogonía, una Epopeya de la Creación, en cuyo
núcleo se halla el propio texto de Enki, que los expertos llaman La Génesis de Eridú. En ellos, se incluyen
descripciones detalladas del diseño del Adán, y cuentan cómo otros Anunnaki, varón y hembra, llegaron hasta
Enki en su ciudad de Eridú para obtener de él el ME, una especie de disco de datos donde se hallaban
codificados todos los aspectos de la civilización; y también hay textos de la vida privada y de los problemas
personales de Enki, como el relato de sus intentos por conseguir tener un hijo con su hermanastra Ninharsag,
sus promiscuas relaciones tanto con diosas como con las Hijas del Hombre y las imprevistas consecuencias
que se derivaron de todo ello. El texto del Atra Hasis arroja luz sobre los esfuerzos de Anu por prevenir un
estallido de las rivalidades Enki-Enlil al dividir los dominios de la Tierra entre ellos; y los textos que registran los
acontecimientos que precedieron al Diluvio reflejan casi palabra por palabra los debates del Consejo de los
Dioses sobre la suerte de la Humanidad y el subterfugio de Enki conocido como el relato de Noé y el arca,
relato conocido sólo por la Biblia, hasta que se encontró una de sus versiones originales mesopotámicas en las
tablillas de la Epopeya de Gilgamesh.
Las tablillas de arcilla sumerias y acadias, las bibliotecas de los templos babilónicos y asirios, los «mitos»
egipcios, hititas y cananeos, y las narraciones bíblicas forman el cuerpo principal de memorias escritas de los
asuntos de dioses y hombres. Y por primera vez en la historia, este material disperso y fragmentado ha sido
reunido y utilizado, de la mano de Zecharia Sitchin, para recrear el relato presencial de Enki, los recuerdos
autobiográficos y las penetrantes profecías de un dios extraterrestre.
Presentado como un texto que hubiera dictado Enki a un escriba escogido, un Libro Testimonial para ser
desvelado en el momento apropiado, trae a la mente las instrucciones de Yahveh al profeta Isaías (siglo vii
a.C):
Ahora ven,
escríbelo en una tablilla sellada,
grábalo como un libro;
para que sea un testimonio hasta el último día,
un testimonio para siempre.
Isaías 30,8
Al tratar del pasado, el mismo Enki percibió el futuro. La idea de que los Anunnaki, ejercitando el libre albedrio,
eran señores de su suerte (así como de la suerte de la Humanidad) desembocó, en última instancia, en la
constatación de que se trataba de un Destino que, después de todo lo dicho y hecho, determinaba el curso de
los acontecimientos; y, por tanto, como reconocieron los profetas hebreos, lo Primero será lo Último.
El registro de los acontecimientos dictado por Enki se convierte, así Pues, en el fundamento de la Profecía, y
el Pasado se convierte en Futuro.
ATESTACIÓN
Palabras de Endubsar, escriba maestro, hijo de la ciudad de Eridú, sirviente del señor Enki, el gran dios.
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En el séptimo año después de la Gran Calamidad, en el segundo mes, en el decimoséptimo día, fui citado por
mi maestro el Señor Enki, el gran dios, benévolo creador de la Humanidad, omnipotente y misericordioso.
Yo estaba entre los supervivientes de Eridú que habían escapado a la árida estepa cuando el Viento Maligno
se estaba acercando a la ciudad.
Y vagué por el desierto, buscando ramas secas para hacer fuego. Y miré hacia arriba y he aquí que un
Torbellino llegó desde el sur. Tenía un resplandor rojizo, y no hacía sonido alguno. Y cuando tocó el suelo,
salieron de su vientre cuatro largos pies y el resplandor desapareció. Y me arrojé al suelo y me postré, pues
sabía que era una visión divina.
Y cuando levanté mis ojos, había dos emisarios divinos cerca de mí.
Y tenían rostros de hombres, y sus vestidos brillaban como metal bruñido. Y me llamaron por mi nombre y me
hablaron, diciendo: Has sido citado por el gran dios, el señor Enki. No temas, pues has sido bendecido. Y
estamos aquí para llevarte a lo alto, y llevarte hasta su retiro en la Tierra de Magan, en la isla en medio del Río
de Magan, donde están las compuertas.
Y mientras hablaban, el Torbellino se elevó como un carro de fuego y se fue. Y me tomaron de las manos,
DE ENKI
MEMORIAS Y PROFECÍAS DE UN DIOS EXTRATERRESTRE
ZECHARIA SITCHIN
INTRODUCCIÓN
Hace unos 445.000 años, astronautas de otro planeta llegaron a la Tierra en busca de oro.
Tras amerizar en uno de los mares de la Tierra, desembarcaron y fundaron Eridú, «Hogar en la Lejanía». Con
el tiempo, el asentamiento inicial se extendió hasta convertirse en la flamante Misión Tierra, con un Centro de
Control de Misiones, un espaciopuerto, operaciones mineras e, incluso, una estación de paso en Marte.
Escasos de mano de obra, los astronautas utilizaron la ingeniería genética para darle forma a los
Trabajadores Primitivos -el Homo sapiens. Más tarde, el Diluvio barrió la Tierra en una inmensa catástrofe que
hizo necesario un nuevo comienzo; los astronautas se convirtieron en dioses y le concedieron la civilización a
la Humanidad, transmitiéndosela a través del culto.
Después, hace unos cuatro mil años, todo lo conseguido se desmoronó en una catástrofe nuclear provocada
por los visitantes en el transcurso de sus propias rivalidades y guerras.
Todo lo ocurrido en la Tierra, y especialmente los acontecimientos acaecidos desde el inicio de la historia del
ser humano, lo ha recogido Zecharia Sitchin en su serie de Crónicas de la Tierra, a partir de la Biblia, de
tablillas de arcilla, de mitos de la antigüedad y de descubrimientos arqueológicos. Pero, ¿qué ocurrió antes de
los acontecimientos en la Tierra, qué ocurrió en el propio planeta de los astronautas, Nibiru, que les llevó a los
viajes espaciales, a su necesidad de oro y a la creación del Hombre?
¿Qué emociones, rivalidades, creencias, morales (o ausencia de éstas) motivaron a los principales
protagonistas en las sagas celestes y espaciales? ¿Cuáles fueron las relaciones que llevaron a una escalada
de la tensión en Nibiru y en la Tierra, qué tensiones surgieron entre viejos y jóvenes, entre los que habían
llegado de Nibiru y los nacidos en la Tierra? ¿Y hasta qué punto lo sucedido vino determinado por el Destino -
un destino cuyo registro de acontecimientos del pasado guarda la clave del futuro?
¿No sería prometedor que uno de los principales protagonistas, un testigo presencial que podía distinguir
entre Suerte o Hado y Destino, registrara para la posteridad el cómo, el dónde, el cuándo y el porqué de todo,
los Principios y los Finales?
Pues eso es, precisamente, lo que algunos de ellos hicieron; ¡y entre los principales de éstos estuvo el líder
que comandó el primer grupo de astronautas!
Tanto expertos como teólogos reconocen en la actualidad que los relatos bíblicos de la Creación, de Adán y
Eva, del Jardín del Edén, del Diluvio o de la Torre de Babel se basaron en textos escritos milenios antes en
Mesopotamia, en especial escritos por los sumerios. Y éstos, a su vez, afirmaban con toda claridad que
obtuvieron sus conocimientos acerca de lo acontecido en el pasado (muchos de ellos de una época anterior al
comienzo de las civilizaciones, incluso anterior al nacimiento de la Humanidad) de los escritos de los Anunnaki
(«Aquellos Que del Cielo a la Tierra Vinieron»), los «dioses» de la antigüedad.
Como resultado de un siglo y medio de descubrimientos arqueológicos en las ruinas de las civilizaciones de
la antigüedad, especialmente en Oriente Próximo, se han descubierto un gran número de estos primitivos
textos; los hallazgos han revelado un gran número de textos desaparecidos -los llamados libros perdidos- que,
o bien se mencionaban en los textos descubiertos, o se inferían a partir de ellos, o era conocida su existencia
debido que habían sido catalogados en las bibliotecas reales o de los templos.
En ocasiones, los «secretos de los dioses» se revelaron en parte en relatos épicos, como en la Epopeya de
Gilgamesh, que desvelan el debate que tuvo lugar entre los dioses y que llevó a la decisión de que la
Humanidad pereciera en el Diluvio, o en un texto titulado Atra Hasis, que recuerda el motín de los Anunnaki
que trabajaban en las minas de oro y que llevó a la creación de los Trabajadores Primitivos -los Terrestres. De
cuando en cuando, los mismos líderes de los astronautas fueron los que crearon las composiciones; a veces,
dictando el texto a un escriba, como en el titulado La Epopeya de Erra, en el cual uno de los dos dioses que
desencadenaron la catástrofe nuclear intentó inculpar a su adversario; a veces, haciendo de escriba el mismo
dios, como ocurre con el Libro de los Secretos de Thot (el dios egipcio del conocimiento), que el mismo dios
había ocultado en una cámara subterránea.
Según la Biblia, cuando el Señor Dios Yahveh le dio los Mandamientos a su pueblo elegido, los inscribió en
un principio por su propia mano en dos tablas de piedra que le entregó a Moisés en el Monte Sinaí. Pero,
después de que Moisés arrojara y rompiera estas tablas como respuesta al incidente del becerro de oro, las
nuevas tablas las inscribió el mismo Moisés, por ambos lados, mientras permaneció en el monte durante
cuarenta días y cuarenta noches, tomando al dictado las palabras del Señor.
Si no hubiera sido por un relato escrito en un papiro de la época del faraón egipcio Khufu (Keops)
concerniente al Libro de los Secretos de Thot, no se habría llegado a conocer la existencia de ese libro. Si no
hubiera sido por las narraciones bíblicas del Éxodo y el Deuteronomio, nunca habríamos sabido nada de las
tablas divinas ni de su contenido; todo esto se habría convertido en parte de la enigmática colección de los
«libros perdidos» cuya existencia nunca habría salido a la luz. Y no resulta tan doloroso el hecho de que, en
3
algunos casos, sepamos que hayan existido determinados textos, como que su contenido permanezca en la
oscuridad. Éste es el caso del Libro de las Guerras de Yahveh y del Libro de Jasher (el «Libro del Justo»), que
se mencionan específicamente en la Biblia. En al menos dos casos, se puede inferir la existencia de libros
antiguos (textos primitivos conocidos por el narrador bíblico). El capítulo 5 del Génesis comienza con la
afirmación «Éste es el libro del Toledoth de Adán», traduciéndose normalmente el término Toledoth como
«generaciones», pero su significado más preciso es «registro histórico o genealógico». De hecho, a lo largo de
milenios, han sobrevivido versiones parciales de un libro que se conoció como el Libro de Adán y Eva en
armenio, eslavo, siriaco y etíope; y el Libro de Henoc (uno de los llamados libros apócrifos que no se incluyeron
en la Biblia canónica) contiene fragmentos que, según los expertos, pertenecieron a un libro mucho más
antiguo, el Libro de Noé.
Un ejemplo que se menciona con frecuencia sobre el gran número de libros perdidos es el de la famosa
Biblioteca de Alejandría, en Egipto. Fundada por el general Tolomeo tras la muerte de Alejandro en el 323 a.C,
se dice que contenía más de medio millón de «volúmenes», de libros inscritos en diversos materiales (arcilla,
piedra, papiro, pergamino). Aquella gran biblioteca, donde los eruditos se reunían para estudiar el conocimiento
acumulado, se quemó y fue destruida en las guerras que se desarrollaron entre el 48 a.C. y la conquista árabe,
en el 642 d.C. Lo que ha quedado de sus tesoros es una traducción al griego de los cinco primeros libros de la
Biblia hebrea, y fragmentos que se conservaron en los escritos de algunos de los eruditos residentes de la
biblioteca.
Y es así como sabemos que el segundo rey Tolomeo comisionó, hacia el 270 a.C, a un sacerdote egipcio al
que los griegos llamaron Manetón para que recopilara la historia y la prehistoria de Egipto. Al principio, escribió
Manetón, sólo los dioses remaron allí; luego, los semidioses y, finalmente, hacia el 3100 a.C, comenzaron las
dinastías faraónicas. Escribió que los reinados divinos comenzaron diez mil años antes del Diluvio y que se
prolongaron durante miles de años, presenciándose en el último período batallas y guerras entre los dioses.
En los dominios asiáticos de Alejandro, donde el cetro cayó en manos del general Seleucos y de sus
sucesores, también tuvo lugar un empeño similar por proporcionar a los sabios griegos un registro de los
acontecimientos del pasado. Un sacerdote del dios babilónico Marduk, Beroso, con acceso a las bibliotecas de
tablillas de arcilla, cuyo centro era la biblioteca del templo de Jarán (ahora en el sudeste de Turquía), escribió
una historia de dioses y hombres en tres volúmenes que comenzaba 432.000 años antes del Diluvio, cuando
los dioses llegaron a la Tierra desde los cielos. En una lista en la que figuraban los nombres y la duración de
los reinados de los diez primeros comandantes, Beroso decía que el primer líder, vestido como un pez, llegó a
la costa desde el mar. Era el que le daría la civilización a la Humanidad, y su nombre, pasado al griego, era
Oannes.
Encajando muchos detalles, ambos sacerdotes hicieron entrega de relatos de dioses del cielo que habían
venido a la Tierra, de un tiempo en que sólo los dioses reinaban en la Tierra y del catastrófico Diluvio. En los
trozos y en los fragmentos conservados (en otros escritos contemporáneos) de los tres volúmenes, Beroso
daba cuenta específicamente de la existencia de escritos anteriores a la Gran Inundación -tablillas de piedra
que se ocultaron para salvaguardarlas en una antigua ciudad llamada Sippar, una de las ciudades originales
que fundaran los antiguos dioses.
Aunque Sippar fue arrollada y arrasada por el Diluvio, al igual que el resto de las ciudades antediluvianas de
los dioses, apareció una referencia a los escritos antediluvianos en los anales del rey asirio Assurbanipal (668-
633 a.C). Cuando, a mediados del siglo xix, los arqueólogos descubrieron la antigua capital asiría de Nínive
(hasta entonces, conocida sólo por el Antiguo Testamento), hallaron en las ruinas del palacio de Assurbanipal
una biblioteca con los restos de alrededor de 25.000 tablillas de arcilla inscritas. Coleccionista asiduo de
«textos antiguos», Assurbanipal hacía alarde en sus anales: «El dios de los escribas me ha concedido el don
del conocimiento de su arte; he sido iniciado en los secretos de la escritura; incluso puedo leer las intrincadas
tablillas en sumerio; entiendo las palabras enigmáticas cinceladas en la piedra de los días anteriores a la
Inundación».
Sabemos ahora que la civilización sumeria floreció en lo que es ahora Iraq casi un milenio antes de los inicios
de la época faraónica en Egipto, y que ambas serían seguidas posteriormente por la civilización del Valle del
Indo, en el subcontinente indio.También sabemos ahora que los sumeríos fueron los primeros en plasmar por
escrito los anales y los relatos de dioses y hombres, de los cuales todos los demás pueblos, incluidos los
hebreos, obtuvieron los relatos de la Creación, de Adán y Eva, Caín y Abel, el Diluvio y la Torre de Babel; y de
las guerras y los amores de los dioses, como se reflejaron en los escritos y los recuerdos de los griegos, los
hititas, los cananeos, los persas y los indoeuropeos. Como atestiguan todos estos antiguos escritos, sus
fuentes fueron aún más antiguas; algunas descubiertas, muchas perdidas.
El volumen de estos primitivos escritos es asombroso; no miles, sino decenas de miles de tablillas de arcilla
se han descubierto en las ruinas del Oriente Próximo de la antigüedad. Muchas tratan o registran aspectos de
la vida cotidiana, como acuerdos comerciales o salarios de los trabajadores, o registros matrimoniales. Otros,
descubiertos principalmente en las bibliotecas palaciegas, conforman los Anales Reales; otros más,
descubiertos en las ruinas de las bibliotecas de los templos o en las escuelas de escribas, conforman un grupo
de textos canónicos, de literatura sagrada, que se escribieron en lengua sumeria y se tradujeron después al
acadio (la primera lengua semita) y, más tarde, a otras lenguas de la antigüedad. E, incluso, en estos escritos
primitivos, que se remontan a casi seis mil años, encontramos referencias a «libros» (textos inscritos en
tablillas de piedra) perdidos.
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Entre los hallazgos increíbles (pues decir «afortunados» no transmitiría plenamente la idea de milagro)
realizados en las ruinas de las ciudades de la antigüedad y en sus bibliotecas, se encuentran unos prismas de
arcilla donde aparece información de los diez soberanos antediluvianos y de sus 432.000 años de reinado, una
información a la que ya aludía Beroso. Conocidas como las Listas de los Reyes Sumenos (y exhibidas en el
Museo Ashmolean de Oxford, Inglaterra), sus distintas versiones no dejan lugar a duda de que los
compiladores sumerios tuvieron acceso a cierto material común o canónico de textos primitivos. Junto con otros
textos, igualmente antiquísimos, descubiertos en diversos estados de conservación, estos textos sugieren
rotundamente que el cronista original de la Llegada, así como de los acontecimientos que la precedieron y la
siguieron, había sido uno de aquellos líderes, un participante clave, un testigo presencial.
Ese testigo presencial de los acontecimientos y participante clave en ellos era el líder que había amerizado
con el primer grupo de astronautas. En aquel momento, su nombre-epíteto era E.A., «Aquel Cuyo Hogar Es
Agua», y sufrió la amarga decepción de que el mando de la Misión Tierra se le diera a su hermanastro y rival
EN.LIL («Señor del Mandato»), una humillación que no quedaría suficientemente mitigada con la concesión del
título de EN.KI, «Señor de la Tierra». Relegado de las ciudades de los dioses y de su espaciopuerto en el
E.DIN («Edén») para supervisar la extracción de oro en el AB.ZU (África sudoriental), Ea/Enki fue, además de
un gran científico, el que descubrió a los homínidos que habitaban aquellas zonas. Y, de este modo, cuando se
amotinaron y dijeron «¡Ya basta!» los Anunnaki que trabajaban en las minas, fue él quien pensó que la mano
de obra que necesitaban se podía conseguir adelantándose a la evolución por medio de la ingeniería genética;
y así apareció el Adam (literalmente, «El de la Tierra», el Terrestre). Como híbrido que era, el Adán no podía
procrear; pero los acontecimientos de los que se hace eco el relato bíblico de Adán y Eva en el Jardín del Edén
dan cuenta de la segunda manipulación genética de Enki, que añadió los genes cromosómicos extras
necesarios para la procreación. Y cuando la Humanidad, al proliferar, resultó no adecuarse a lo que tenían
previsto los dioses, fue él, Enki, el que desobedeció el plan de su hermano Enlil de dejar que la Humanidad
pereciera en el Diluvio, unos acontecimientos en los que el héroe humano recibió el nombre de Noé en la
Biblia, y Ziusudra en el texto sumerio original, más antiguo.
Ea/Enki era el primogénito de Anu, soberano de Nibiru, y como tal estaba versado en el pasado de su planeta
(Nibiru) y de sus habitantes. Científico competente, Enki legó los aspectos más importantes de los avanzados
conocimientos de los Anunnaki a sus dos hijos, Marduk y Nin-gishzidda (que, como dioses egipcios, eran
conocidos allí como Ra y Thot respectivamente). Pero también jugó un papel fundamental al compartir con la
Humanidad ciertos aspectos de tan avanzados conocimientos, enseñándoles a individuos seleccionados los
«secretos de los dioses». En al menos dos ocasiones, estos iniciados plasmaron por escrito (tal como se les
indicó que hicieran) aquellas enseñanzas divinas como legado de la Humanidad. Uno de ellos, llamado Adapa,
y probablemente hijo de Enki con una hembra humana, es conocido por haber escrito un libro titulado Escritos
referentes al Tiempo -uno de los libros perdidos más antiguos. El otro, llamado Enmeduranki, fue con toda
probabilidad el prototipo del Henoc bíblico, aquel que fue elevado al cielo después de confiar a sus hijos el libro
de los secretos divinos, y del cual posiblemente haya sobrevivido una versión en el extrabíblico Libro de
Henoch.
A pesar de ser el primogénito de Anu, Enki no estaba destinado a ser el sucesor de su padre en el trono de
Nibiru. Unas complejas normas sucesorias, reflejo de la convulsa historia de los nibiruanos, le daba ese
privilegio al hermanastro de Enki, Enlil. En un esfuerzo por resolver este agrio conflicto, Enki y Enlil terminaron
en una misión en un planeta extraño -la Tierra-, cuyo oro necesitaban para crear un escudo que preservara la
cada vez más tenue atmósfera de Nibiru. Fue en este marco, complicado aún más con la presencia en la Tierra
de su hermanastra Ninharsag (la oficial médico jefe de los Anunnaki), donde Enki decidió desafiar los planes de
Enlil de hacer que la Humanidad pereciera en el Diluvio.
El conflicto siguió adelante entre ambos hermanastros, e incluso entre sus nietos; y el hecho de que todos
ellos, y especialmente los nacidos en la Tierra, se enfrentaran a la pérdida de longevidad que el amplio período
orbital de Nibiru les proporcionaba incrementó aún más las angustias personales y agudizó las ambiciones. Y
todo esto culminó en el último siglo del tercer milenio a.C, cuando Marduk, primogénito de Enki con su esposa
oficial, proclamó que él, y no el primogénito de Enlil, Ninurta, debía heredar la Tierra. El amargo conflicto, que
supuso el desarrollo de una serie de guerras, llevó al final a la utilización de armas nucleares; aunque no
intencionado, el resultado de todo ello fue el hundimiento de la civilización sumeria.
La iniciación de individuos escogidos en los «secretos de los dioses» marcó los inicios del Sacerdocio, los
linajes de mediadores entre los dioses y el pueblo, los transmisores de la Palabra Divina a los mortales
terrestres. Los oráculos (interpretaciones de los pronunciamientos divinos) se mezclaron con la observación de
los cielos en busca de augurios. Y a medida que la Humanidad se vio arrastrada a tomar parte en los conflictos
de los dioses, la Profecía comenzó a jugar su papel. De hecho, la palabra para designar a estos portavoces de
los dioses queproclamaban lo que iba a pasar, Nabih, era el epíteto del hijo primogénito de Marduk, Nabu, que
en nombre de su padre, exiliado, intentó convencer a la Humanidad de que los signos celestes indicaban la
inminente supremacía de Marduk.
Este estado de cosas llevó a la necesidad de diferenciar entre Suerte y Destino. Las promulgaciones de Enlil,
y a veces incluso de Anu, que siempre habían sido incuestionables, se veían sujetas ahora al examen de la
diferencia entre NAM (el Destino, como las órbitas planetarias, cuyo curso está determinado y no se puede
cambiar) y NAM.TAR, literalmente, el destino que puede ser torcido, roto, cambiado (que era la Suerte o el
Hado). Revisando y rememorando la secuencia de los acontecimientos, y el paralelismo aparente entre lo que
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había sucedido en Nibiru y lo que había ocurrido en la Tierra, Enki y Enlil comenzaron a ponderar
filosóficamente lo que, ciertamente, estaba destinado y no se podía evitar, y el hado que venía como
consecuencia de decisiones acertadas o equivocadas y del libre albedrio. Éstas no se podían predecir,
mientras que las primeras se podían anticipar (especialmente, si eran cíclicas, como las órbitas planetarias; si
lo que fue volvería a ser, si lo Primero también sería lo Último).
Las consecuencias climáticas de la desolación nuclear agudizaron el examen de conciencia entre los líderes
de los Anunnaki y llevaron a la necesidad de explicar a las devastadas masas humanas por qué había ocurrido
aquello. ¿Había sido cosa del destino, o había sido el resultado de un error de los Anunnaki? ¿Había algún
responsable, alguien que tuviera que rendir cuentas?
En las reuniones de los Anunnaki en las vísperas de la calamidad, fue Enki el único que se opuso a la
utilización de las armas prohibidas. De ahí la importancia que tuvo para Enki explicar a los supervivientes qué
había sucedido en la saga de los extraterrestres que, a pesar de sus buenas intenciones, habían terminado
siendo tan destructores. ¿Y quién, sino Ea/Enki, que había sido el primero en llegar y presenciarlo todo, era el
más cualificado para relatar el Pasado, con el fin de poder adivinar el Futuro? Y la mejor forma de relatarlo todo
era en un informe, escrito en primera persona por el mismo Enki.
Es cierto que hizo una autobiografía, por lo que se deduce de un largo texto (pues se extiende al menos en
doce tablillas) descubierto en la biblioteca de Nippur, donde se cita a Enki diciendo:
Cuando llegué a la Tierra, había mucho inundado.
Cuando llegué a sus verdes praderas, montículos y cerros se levantaron a mis órdenes.
En un lugar puro construí mi hogar, un nombre adecuado le di.
Este largo texto continúa diciendo que Ea/Enki asignó tareas a sus lugartenientes, poniendo en marcha su
Misión en la Tierra.
Otros muchos textos, que relatan diversos aspectos del papel de Enki en los acontecimientos que siguieron
sirven para completar el relato de Enki; entre ellos hay una cosmogonía, una Epopeya de la Creación, en cuyo
núcleo se halla el propio texto de Enki, que los expertos llaman La Génesis de Eridú. En ellos, se incluyen
descripciones detalladas del diseño del Adán, y cuentan cómo otros Anunnaki, varón y hembra, llegaron hasta
Enki en su ciudad de Eridú para obtener de él el ME, una especie de disco de datos donde se hallaban
codificados todos los aspectos de la civilización; y también hay textos de la vida privada y de los problemas
personales de Enki, como el relato de sus intentos por conseguir tener un hijo con su hermanastra Ninharsag,
sus promiscuas relaciones tanto con diosas como con las Hijas del Hombre y las imprevistas consecuencias
que se derivaron de todo ello. El texto del Atra Hasis arroja luz sobre los esfuerzos de Anu por prevenir un
estallido de las rivalidades Enki-Enlil al dividir los dominios de la Tierra entre ellos; y los textos que registran los
acontecimientos que precedieron al Diluvio reflejan casi palabra por palabra los debates del Consejo de los
Dioses sobre la suerte de la Humanidad y el subterfugio de Enki conocido como el relato de Noé y el arca,
relato conocido sólo por la Biblia, hasta que se encontró una de sus versiones originales mesopotámicas en las
tablillas de la Epopeya de Gilgamesh.
Las tablillas de arcilla sumerias y acadias, las bibliotecas de los templos babilónicos y asirios, los «mitos»
egipcios, hititas y cananeos, y las narraciones bíblicas forman el cuerpo principal de memorias escritas de los
asuntos de dioses y hombres. Y por primera vez en la historia, este material disperso y fragmentado ha sido
reunido y utilizado, de la mano de Zecharia Sitchin, para recrear el relato presencial de Enki, los recuerdos
autobiográficos y las penetrantes profecías de un dios extraterrestre.
Presentado como un texto que hubiera dictado Enki a un escriba escogido, un Libro Testimonial para ser
desvelado en el momento apropiado, trae a la mente las instrucciones de Yahveh al profeta Isaías (siglo vii
a.C):
Ahora ven,
escríbelo en una tablilla sellada,
grábalo como un libro;
para que sea un testimonio hasta el último día,
un testimonio para siempre.
Isaías 30,8
Al tratar del pasado, el mismo Enki percibió el futuro. La idea de que los Anunnaki, ejercitando el libre albedrio,
eran señores de su suerte (así como de la suerte de la Humanidad) desembocó, en última instancia, en la
constatación de que se trataba de un Destino que, después de todo lo dicho y hecho, determinaba el curso de
los acontecimientos; y, por tanto, como reconocieron los profetas hebreos, lo Primero será lo Último.
El registro de los acontecimientos dictado por Enki se convierte, así Pues, en el fundamento de la Profecía, y
el Pasado se convierte en Futuro.
ATESTACIÓN
Palabras de Endubsar, escriba maestro, hijo de la ciudad de Eridú, sirviente del señor Enki, el gran dios.
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En el séptimo año después de la Gran Calamidad, en el segundo mes, en el decimoséptimo día, fui citado por
mi maestro el Señor Enki, el gran dios, benévolo creador de la Humanidad, omnipotente y misericordioso.
Yo estaba entre los supervivientes de Eridú que habían escapado a la árida estepa cuando el Viento Maligno
se estaba acercando a la ciudad.
Y vagué por el desierto, buscando ramas secas para hacer fuego. Y miré hacia arriba y he aquí que un
Torbellino llegó desde el sur. Tenía un resplandor rojizo, y no hacía sonido alguno. Y cuando tocó el suelo,
salieron de su vientre cuatro largos pies y el resplandor desapareció. Y me arrojé al suelo y me postré, pues
sabía que era una visión divina.
Y cuando levanté mis ojos, había dos emisarios divinos cerca de mí.
Y tenían rostros de hombres, y sus vestidos brillaban como metal bruñido. Y me llamaron por mi nombre y me
hablaron, diciendo: Has sido citado por el gran dios, el señor Enki. No temas, pues has sido bendecido. Y
estamos aquí para llevarte a lo alto, y llevarte hasta su retiro en la Tierra de Magan, en la isla en medio del Río
de Magan, donde están las compuertas.
Y mientras hablaban, el Torbellino se elevó como un carro de fuego y se fue. Y me tomaron de las manos,
LAS LEYES Y PRINCIPIOS UNIVERSALES
“La cosecha de nuestra vida es el producto
de la siembra de nuestras acciones
pasadas y presentes ”.
Vivimos en un universo multidimensional .
Vivimos en un universo material de siete dimensiones, y poseemos siete cuerpos para actuar en esas siete dimensiones . Para activar la conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, para actuar concientemente en cada una de esas siete dimensiones , disponemos de siete chakras , vórtices o ruedas de energía, que debemos aprender a activar a través de la sagrada respiración. Mas allá de la séptima dimensión , como en la música ,en una octava superior, hay un universo paralelo a este que ya no es material sino mental. Octava , novena y décima dimensión corresponderían a ese universo mental , y a partir de la onceava dimensión en adelante , nos encontramos con un tercer universo que es espiritual. El Universo Espiritual creo al Mental, y el Mental al Material, de tal manera que Dios, que es uno solo, no nos creo a nosotros directamente , sino a través de jerarquías intermedias, a través de un grupo de seres ultraterrestres del universo mental llamados los “Hellel” o “los Resplandecientes”, también conocidos como “los Hijos de Dios”. En nosotros se dan los tres planos: material, mental y espiritual con la misma potencialidad creadora de un plano sobre el otro. En la medida que crezcamos en consciencia, esto es, que seamos concientes de ésta multiplicidad de realidades, podremos actuar modificando, orientando y dirigiendo nuestra existencia hacia un sin fin de realizaciones y materializaciones trascendentes.
Estamos pues en un universo material de siete dimensiones , el cual se encuentra regido por siete leyes o principios . El conocerlas y el saberlas aplicar nos hace magos, maestros y alquimistas capaces de transformar y transmutar todo alrededor nuestro y dentro de nosotros. Estas leyes son:
El Principio del Mentalismo
“Todo es mental”, que es lo mismo que decir que “uno puede crear lo que cree”.
Si creemos en cosas positivas , atraeremos y crearemos condiciones y circunstancias positivas a nuestro alrededor. Pero si por el contrario, nos dejamos arrastrar por el negativismo y estamos todo el tiempo pensando en cosas negativas, las atraemos y las materializamos en nuestra vida, y alrededor nuestro.
Todo es consecuencia de una actitud mental y de un acto de voluntad. Si creemos, creamos. Nuestra mente es creadora. Es una parte ínfima de la esencia universal, pero semejante a ella. Como dicen las Sagradas Escrituras:”Dioses sois, hijos del Altísimo”. Debemos aprender a orientar y administrar de manera positiva esa divinidad.
En éste principio se debe trabajar la concentración, la voluntad y la sabiduría.
Para memorizar más fácilmente éste principio, lo relacionamos y ubicamos con el vórtice, chakra o rueda de energía de nuestra coronilla (encima de la cabeza).
El Principio de Correspondencia
“Así como es arriba así es abajo, y viceversa”, esto significa que las mismas leyes que organizan el macrocosmos (el Universo), regulan el microcosmos, que es el universo interior de cada uno . Si queremos conocer cómo funciona el universo, pues debemos empezar por conocernos primero a nosotros mismos . Si iniciamos el proceso del autoconocimiento sabremos como se mueve todo, y cómo podemos modificarlo. Si queremos que nuestra pareja cambie, que cambien nuestros hijos, o que cambie nuestra familia, el vecino y hasta el mundo, debemos empezar por cambiar nosotros, porque somos como un espejo mágico, en donde todo y todos se reflejan. Si queremos que esa imagen cambie tenemos que hacer magia interior para reflejarlo en el exterior. Es a través nuestro que se inicia la reacción en cadena, porque como ya dijimos antes, somos dioses creadores, arquitectos de nuestra propia realidad.
En éste principio se debe trabajar el despertar de la conciencia, el discernimiento y la intuición.
Esta ley la relacionamos con el vórtice de la frente, el entrecejo, y la ubicamos para memorizarla en esa posición.
El Principio de Vibración
“Todo vibra, todo esta en movimiento”, todo se mueve hacia un cambio, hacia su propia transformación; pero también este principio tiene que ver con el poder del sonido que se manifiesta en nosotros a través de la palabra, como “ La Magia del Verbo”. Esto quiere decir que “uno concreta lo que decreta”.
En el evangelio de San Juan dice: “En el principio era el Verbo (la palabra), y la palabra era Dios, y la palabra estaba al lado de Dios, y por la palabra todas las cosas fueron hechas”. Qué importante entonces es la palabra si se le asigna ese poder de materializar intenciones.
Debemos tener mucho cuidado con las cosas que decimos porque la palabra es creadora, y tiene su propia carga vibratoria que puede contaminar el ambiente o lo puede elevar vibratoriamente.
Decía un adagio árabe: “Habla solo cuando tus palabras sean más dulces que tu silencio”. De tal manera que si no tenemos nada bueno que decir, debemos aprender a guardar silencio.
La palabra es la que da forma a las cosas. Por la palabra se puede construir o destruir. La palabra es una llave que puede abrir puertas entre las dimensiones , así como puede aperturar las conciencias y los corazones de los semejantes, pero sólo si se emplea adecuadamente.
En éste principio se debe trabajar con la respiración, el autocontrol, la inteligencia , la autobservación, la prudencia y la pureza.
La ubicación de este principio sería a la altura de la garganta.
El Principio de Polaridad
“A toda fuerza se le opone otra contraria de igual intensidad”. Uno mide la importancia de las cosas que realiza en la vida por el grado de dificultad que se genera como reacción contraria .
La vida se encarga continuamente de ponernos a prueba para fortalecer nuestro voluntad y convicción, pero muchas de estas pruebas son consecuencia de la misma acción generada con nuestras decisiones y actitudes previas. Los cristales se forman en el interior de la Tierra debido a grandes presiones. Exactamente igual ocurre en el ser humano que se va perfeccionando a través de presiones, pruebas y dificultades que se le van presentando en el camino de la vida.
El problema en la vida no es cuando hay problemas, sino cuando no los hay , porque entonces debemos pensar que lo que estamos haciendo no tiene mayor trascendencia, o es que en cualquier momento se darán las dificultades que se encuentran como represadas , y hay que estar preparado para ello.
En el libro del Quijote, su autor Miguel de Cervantes pone en boca del famoso hidalgo: “Ladran los perros Sancho, señal de que avanzamos”.
En ésta ley se debe trabajar la perseverancia, la paciencia , la tolerancia y la convicción.
Este principio lo ubicamos a la altura del vórtice del corazón.
El Principio del Ritmo
“Todo va y viene. Nada permanece igual para siempre”. Todo esta sujeto a fluctuaciones , todo cambia , todo esta sujeto a variaciones y a permanentes modificaciones; todo se mueve como un péndulo. No siempre estaremos bien, ni siempre mal. “Cuanto más oscura esta la noche, señal es que el día esta más cerca”. Todo en la vida esta sujeto a ritmos que pueden llegar a ser controlados por nuestra voluntad y conciencia. Nuestra vida puede y debe ser dirigida por nuestra voluntad y conciencia, procurando lo mejor, aprendiendo previamente s reconocer qué es lo mejor.
En esta ley se deberá trabajar la voluntad, la fe, la paciencia, la constancia y la esperanza.
Este principio lo ubicamos a la altura del Plexo Solar, ligeramente por encima del ombligo.
El Principio de Causa y Efecto
“Toda causa tiene su efecto. Todo efecto tiene una causa; todo obedece a leyes universales”. Nada ocurre porque sí, todo es producto de una razón o motivo, y además, todo apunta en una dirección.
Dicen las Sagradas Escrituras : “ Has con otros como quisieras que hicieran contigo, no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”. He aquí la regla de oro en el comportamiento de nuestra vida para construir una atmósfera alrededor nuestro de paz y armonía.
Los seres humanos somos el resultado de nuestras existencias pasadas, nadie está improvisado en el camino. Todo en nuestra vida es consecuencia de las necesidades de nuestro actual aprendizaje y de las decisiones, pensamientos y actos con los que sembramos nuestro camino a lo largo de nuestras existencias, incluyendo la presente.
La cosecha de nuestra vida es el producto de la siembra de nuestras acciones.
Esta ley universal es la base del concepto de la reencarnación, de la existencia de las vidas sucesivas como proceso de aprendizaje y crecimiento.
En ésta sexta ley se ha de trabajar el servicio con discernimiento, bondad y con decisión.
Este principio lo ubicamos a la altura de los órganos sexuales.
El Principio de Generación
“Todo tiene su principio masculino y femenino, su positivo y su negativo; todo busca su complementación. Los opuestos son necesarios para el crecimiento de ambos”. Todo en el universo busca su complementación, así la luz y la oscuridad, lo bueno y lo malo.
Con el tiempo uno llega a darse cuenta que hasta lo malo en la vida no es tan malo, porque hace que lo bueno sea más bueno. ¿Quién sabría valorar la luz del día si antes no pasa por las tinieblas de la noche?
En esta séptima ley habremos de trabajar la comprensión, la tolerancia, el respeto y el amor.
Este principio lo relacionamos y ubicamos con el primer chakra ubicado en el cóxis.
¿Cómo accionar las Leyes y Principios Universales?
Cada vez que nosotros hacemos una oración, o un ejercicio de canalización de energías, o nos imaginamos que nos protegemos creando mentalmente una cúpula de protección, o hacemos una cadena de sanación o de irradiación al planeta, o hacemos una imposición de manos a alguien, o deseamos algo con fe estamos accionando las Leyes y Principios Universales.
¿Cómo y cuando se pueden poner en práctica las 7 Leyes y Principios Universales ?
Cada vez que realizamos con convicción las prácticas de respiración , relajación, concentración y meditación, orientadas hacia un fin determinado estamos accionando las leyes y los principios universales. Por ello es muy importante la capacidad y seguridad (convicción) que lleguemos a desarrollar mediante ejercicios y prácticas para enfocar nuestra atención, y la energía en tal o cual dirección, para tal o cual resultado.
TRES UNIVERSOS Y 7 CUERPOS
Los Guías Extraterrestres nos han enseñado que existen tres universos, uno contenido dentro de otro. Estos tres universos son: el material, el mental y un tercero llamado espiritual. Decíamos que el Universo Espiritual creo al Universo Mental, y éste a su vez al Material. El Material posee siete dimensiones y esta regido por los siete leyes o principios antes mencionados . El Mental posee tres dimensiones y esta regido por tres leyes o principios; mientras que el Universo Espiritual tendría dos dimensiones ( son muchas más pero de una manera esquemática las explicamos así) y estaría regido por dos leyes . Para crecer en conocimiento y experiencia, cada vivencia dimensional nos permite contar con vehículos o cuerpos.
Los siete cuerpos del ser humano son:
El Físico denso material : es el embase biológico de los demás.
El Cuerpo Astral: que es el cuerpo de las emociones y los deseos, unido al físico por el cordón de plata, el cual se quiebra cuando nosotros morimos.
El Mental Inferior: que es la personalidad y el carácter.
El Mental Superior o nuestra Cuarta Dimensión: es el cuerpo donde se encuentra todo nuestro potencial psíquico y percepción extrasensorial.
El Alma o la Catedral del Espíritu: que es el acopio de las experiencias de nuestras vidas pasadas. Allí se encuentra nuestra misión y nuestro Nombre Cósmico o Clave Vibratoria Personal, una suerte de mantram individual (sonido primordial)
El Espíritu: que es la conciencia.
La Esencia: que sería nuestra esencia divina.
En el ser humano se dan los tres universos en los tres planos de conciencia, como son el físico, mental y espiritual. Los primeros tres cuerpos : el Físico, el Astral y el Mental Inferior, constituyen el Plano de la Conciencia Material , y nos conectan a través del Plano Material con el Universo Material de siete dimensiones.
Los cuerpos Mental Superior, el Alma y el Espíritu constituyen el Plano de la Conciencia Mental , y nos conectan a través del Plano Mental con el Universo Mental de tres dimensiones.
El séptimo vehículo, que es nuestra Esencia, también se divide en tres: Voluntad, Sabiduría y Amor, constituyéndose como el Plano de la Conciencia Espiritual y conectándonos a través del Plano Espiritual, con el Universo Espiritual de la onceava dimensión en adelante .
Nosotros podemos vivir simultáneamente en las siete dimensiones del universo material, y a través de los planos de conciencia, en los tres universos, solo que requerimos primero darnos cuenta de ésta multiplicidad de realidades que es lo que conocemos como el despertar la conciencia , luego fortalecer la voluntad y finalmente, mantener la conciencia despierta para iniciar el ascenso .
¿Y cómo hacerlo? Lo interesante es saber que la forma no es lo más importante, sino la actitud. Técnicas hay muchas, lo importante es que si creemos en lo que estamos haciendo y en su resultado final, lograremos nuestro objetivo, pero si no es así, estaremos pasando de una técnica a otra , de una forma a otra sin avanzar ni profundizar.
UNIVERSO DIMENSIONES LEYES CUERPOS
Espiritual 2 1.Unidad Esencial
2.Amor
Mental 3 1.Voluntad Consciente Espíritu
2.Sabia Creación Alma
3.Generación de Experiencia Mental Superior
Material 7 1.Mentalismo Mental Inferior
2.Correspondencia Astral * 3.Vibración Cuerpo Físico
4.Polaridad
5.Ritmo
6.Causa-Efecto
7.Generación
CORRESPONDENCIA DE LOS CHAKRAS,SUS COLORES Y SÍMBOLOS CON LOS CUERPOS Y PRINCIPIOS UNIVERSALES
CHAKRAS COLOR SIMBOLO PRINCIPIOS CUERPOS
Coronilla Violeta Flor de Loto 1.Mentalismo 7. Esencia
Frontal Azul Estrella 2.Correspondencia 6.Espíritu
Garganta Celeste Media Luna 3.Vibración 5.Alma
Corazón Verde Cruz 4.Polaridad 4.Mental
Superior
Plexo Solar Amarillo Círculo 5.Ritmo 3.Mental
Inferior
Vientre Naranja Triángulo 6.Causa-Efecto 2.Astral
Raíz Rojo Cuadrado 7.Generación 1.Cuerpo Físico
CHAKRAS GLANDULAS TONO SENTIDO ASTRAL
Sahasrara Pineal si Bilocación
Ajna Pituitaria la Clarividencia
Vishuddha Tiroides sol Clariaudiencia
Anahata Timo fa Dermóptica
Manipura Páncreas mi Viaje Astral
Swadistana Bazo re Proyección Mental
Muladhara Adrenales do Intuición
“La cosecha de nuestra vida es el producto
de la siembra de nuestras acciones
pasadas y presentes ”.
Vivimos en un universo multidimensional .
Vivimos en un universo material de siete dimensiones, y poseemos siete cuerpos para actuar en esas siete dimensiones . Para activar la conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, para actuar concientemente en cada una de esas siete dimensiones , disponemos de siete chakras , vórtices o ruedas de energía, que debemos aprender a activar a través de la sagrada respiración. Mas allá de la séptima dimensión , como en la música ,en una octava superior, hay un universo paralelo a este que ya no es material sino mental. Octava , novena y décima dimensión corresponderían a ese universo mental , y a partir de la onceava dimensión en adelante , nos encontramos con un tercer universo que es espiritual. El Universo Espiritual creo al Mental, y el Mental al Material, de tal manera que Dios, que es uno solo, no nos creo a nosotros directamente , sino a través de jerarquías intermedias, a través de un grupo de seres ultraterrestres del universo mental llamados los “Hellel” o “los Resplandecientes”, también conocidos como “los Hijos de Dios”. En nosotros se dan los tres planos: material, mental y espiritual con la misma potencialidad creadora de un plano sobre el otro. En la medida que crezcamos en consciencia, esto es, que seamos concientes de ésta multiplicidad de realidades, podremos actuar modificando, orientando y dirigiendo nuestra existencia hacia un sin fin de realizaciones y materializaciones trascendentes.
Estamos pues en un universo material de siete dimensiones , el cual se encuentra regido por siete leyes o principios . El conocerlas y el saberlas aplicar nos hace magos, maestros y alquimistas capaces de transformar y transmutar todo alrededor nuestro y dentro de nosotros. Estas leyes son:
El Principio del Mentalismo
“Todo es mental”, que es lo mismo que decir que “uno puede crear lo que cree”.
Si creemos en cosas positivas , atraeremos y crearemos condiciones y circunstancias positivas a nuestro alrededor. Pero si por el contrario, nos dejamos arrastrar por el negativismo y estamos todo el tiempo pensando en cosas negativas, las atraemos y las materializamos en nuestra vida, y alrededor nuestro.
Todo es consecuencia de una actitud mental y de un acto de voluntad. Si creemos, creamos. Nuestra mente es creadora. Es una parte ínfima de la esencia universal, pero semejante a ella. Como dicen las Sagradas Escrituras:”Dioses sois, hijos del Altísimo”. Debemos aprender a orientar y administrar de manera positiva esa divinidad.
En éste principio se debe trabajar la concentración, la voluntad y la sabiduría.
Para memorizar más fácilmente éste principio, lo relacionamos y ubicamos con el vórtice, chakra o rueda de energía de nuestra coronilla (encima de la cabeza).
El Principio de Correspondencia
“Así como es arriba así es abajo, y viceversa”, esto significa que las mismas leyes que organizan el macrocosmos (el Universo), regulan el microcosmos, que es el universo interior de cada uno . Si queremos conocer cómo funciona el universo, pues debemos empezar por conocernos primero a nosotros mismos . Si iniciamos el proceso del autoconocimiento sabremos como se mueve todo, y cómo podemos modificarlo. Si queremos que nuestra pareja cambie, que cambien nuestros hijos, o que cambie nuestra familia, el vecino y hasta el mundo, debemos empezar por cambiar nosotros, porque somos como un espejo mágico, en donde todo y todos se reflejan. Si queremos que esa imagen cambie tenemos que hacer magia interior para reflejarlo en el exterior. Es a través nuestro que se inicia la reacción en cadena, porque como ya dijimos antes, somos dioses creadores, arquitectos de nuestra propia realidad.
En éste principio se debe trabajar el despertar de la conciencia, el discernimiento y la intuición.
Esta ley la relacionamos con el vórtice de la frente, el entrecejo, y la ubicamos para memorizarla en esa posición.
El Principio de Vibración
“Todo vibra, todo esta en movimiento”, todo se mueve hacia un cambio, hacia su propia transformación; pero también este principio tiene que ver con el poder del sonido que se manifiesta en nosotros a través de la palabra, como “ La Magia del Verbo”. Esto quiere decir que “uno concreta lo que decreta”.
En el evangelio de San Juan dice: “En el principio era el Verbo (la palabra), y la palabra era Dios, y la palabra estaba al lado de Dios, y por la palabra todas las cosas fueron hechas”. Qué importante entonces es la palabra si se le asigna ese poder de materializar intenciones.
Debemos tener mucho cuidado con las cosas que decimos porque la palabra es creadora, y tiene su propia carga vibratoria que puede contaminar el ambiente o lo puede elevar vibratoriamente.
Decía un adagio árabe: “Habla solo cuando tus palabras sean más dulces que tu silencio”. De tal manera que si no tenemos nada bueno que decir, debemos aprender a guardar silencio.
La palabra es la que da forma a las cosas. Por la palabra se puede construir o destruir. La palabra es una llave que puede abrir puertas entre las dimensiones , así como puede aperturar las conciencias y los corazones de los semejantes, pero sólo si se emplea adecuadamente.
En éste principio se debe trabajar con la respiración, el autocontrol, la inteligencia , la autobservación, la prudencia y la pureza.
La ubicación de este principio sería a la altura de la garganta.
El Principio de Polaridad
“A toda fuerza se le opone otra contraria de igual intensidad”. Uno mide la importancia de las cosas que realiza en la vida por el grado de dificultad que se genera como reacción contraria .
La vida se encarga continuamente de ponernos a prueba para fortalecer nuestro voluntad y convicción, pero muchas de estas pruebas son consecuencia de la misma acción generada con nuestras decisiones y actitudes previas. Los cristales se forman en el interior de la Tierra debido a grandes presiones. Exactamente igual ocurre en el ser humano que se va perfeccionando a través de presiones, pruebas y dificultades que se le van presentando en el camino de la vida.
El problema en la vida no es cuando hay problemas, sino cuando no los hay , porque entonces debemos pensar que lo que estamos haciendo no tiene mayor trascendencia, o es que en cualquier momento se darán las dificultades que se encuentran como represadas , y hay que estar preparado para ello.
En el libro del Quijote, su autor Miguel de Cervantes pone en boca del famoso hidalgo: “Ladran los perros Sancho, señal de que avanzamos”.
En ésta ley se debe trabajar la perseverancia, la paciencia , la tolerancia y la convicción.
Este principio lo ubicamos a la altura del vórtice del corazón.
El Principio del Ritmo
“Todo va y viene. Nada permanece igual para siempre”. Todo esta sujeto a fluctuaciones , todo cambia , todo esta sujeto a variaciones y a permanentes modificaciones; todo se mueve como un péndulo. No siempre estaremos bien, ni siempre mal. “Cuanto más oscura esta la noche, señal es que el día esta más cerca”. Todo en la vida esta sujeto a ritmos que pueden llegar a ser controlados por nuestra voluntad y conciencia. Nuestra vida puede y debe ser dirigida por nuestra voluntad y conciencia, procurando lo mejor, aprendiendo previamente s reconocer qué es lo mejor.
En esta ley se deberá trabajar la voluntad, la fe, la paciencia, la constancia y la esperanza.
Este principio lo ubicamos a la altura del Plexo Solar, ligeramente por encima del ombligo.
El Principio de Causa y Efecto
“Toda causa tiene su efecto. Todo efecto tiene una causa; todo obedece a leyes universales”. Nada ocurre porque sí, todo es producto de una razón o motivo, y además, todo apunta en una dirección.
Dicen las Sagradas Escrituras : “ Has con otros como quisieras que hicieran contigo, no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”. He aquí la regla de oro en el comportamiento de nuestra vida para construir una atmósfera alrededor nuestro de paz y armonía.
Los seres humanos somos el resultado de nuestras existencias pasadas, nadie está improvisado en el camino. Todo en nuestra vida es consecuencia de las necesidades de nuestro actual aprendizaje y de las decisiones, pensamientos y actos con los que sembramos nuestro camino a lo largo de nuestras existencias, incluyendo la presente.
La cosecha de nuestra vida es el producto de la siembra de nuestras acciones.
Esta ley universal es la base del concepto de la reencarnación, de la existencia de las vidas sucesivas como proceso de aprendizaje y crecimiento.
En ésta sexta ley se ha de trabajar el servicio con discernimiento, bondad y con decisión.
Este principio lo ubicamos a la altura de los órganos sexuales.
El Principio de Generación
“Todo tiene su principio masculino y femenino, su positivo y su negativo; todo busca su complementación. Los opuestos son necesarios para el crecimiento de ambos”. Todo en el universo busca su complementación, así la luz y la oscuridad, lo bueno y lo malo.
Con el tiempo uno llega a darse cuenta que hasta lo malo en la vida no es tan malo, porque hace que lo bueno sea más bueno. ¿Quién sabría valorar la luz del día si antes no pasa por las tinieblas de la noche?
En esta séptima ley habremos de trabajar la comprensión, la tolerancia, el respeto y el amor.
Este principio lo relacionamos y ubicamos con el primer chakra ubicado en el cóxis.
¿Cómo accionar las Leyes y Principios Universales?
Cada vez que nosotros hacemos una oración, o un ejercicio de canalización de energías, o nos imaginamos que nos protegemos creando mentalmente una cúpula de protección, o hacemos una cadena de sanación o de irradiación al planeta, o hacemos una imposición de manos a alguien, o deseamos algo con fe estamos accionando las Leyes y Principios Universales.
¿Cómo y cuando se pueden poner en práctica las 7 Leyes y Principios Universales ?
Cada vez que realizamos con convicción las prácticas de respiración , relajación, concentración y meditación, orientadas hacia un fin determinado estamos accionando las leyes y los principios universales. Por ello es muy importante la capacidad y seguridad (convicción) que lleguemos a desarrollar mediante ejercicios y prácticas para enfocar nuestra atención, y la energía en tal o cual dirección, para tal o cual resultado.
TRES UNIVERSOS Y 7 CUERPOS
Los Guías Extraterrestres nos han enseñado que existen tres universos, uno contenido dentro de otro. Estos tres universos son: el material, el mental y un tercero llamado espiritual. Decíamos que el Universo Espiritual creo al Universo Mental, y éste a su vez al Material. El Material posee siete dimensiones y esta regido por los siete leyes o principios antes mencionados . El Mental posee tres dimensiones y esta regido por tres leyes o principios; mientras que el Universo Espiritual tendría dos dimensiones ( son muchas más pero de una manera esquemática las explicamos así) y estaría regido por dos leyes . Para crecer en conocimiento y experiencia, cada vivencia dimensional nos permite contar con vehículos o cuerpos.
Los siete cuerpos del ser humano son:
El Físico denso material : es el embase biológico de los demás.
El Cuerpo Astral: que es el cuerpo de las emociones y los deseos, unido al físico por el cordón de plata, el cual se quiebra cuando nosotros morimos.
El Mental Inferior: que es la personalidad y el carácter.
El Mental Superior o nuestra Cuarta Dimensión: es el cuerpo donde se encuentra todo nuestro potencial psíquico y percepción extrasensorial.
El Alma o la Catedral del Espíritu: que es el acopio de las experiencias de nuestras vidas pasadas. Allí se encuentra nuestra misión y nuestro Nombre Cósmico o Clave Vibratoria Personal, una suerte de mantram individual (sonido primordial)
El Espíritu: que es la conciencia.
La Esencia: que sería nuestra esencia divina.
En el ser humano se dan los tres universos en los tres planos de conciencia, como son el físico, mental y espiritual. Los primeros tres cuerpos : el Físico, el Astral y el Mental Inferior, constituyen el Plano de la Conciencia Material , y nos conectan a través del Plano Material con el Universo Material de siete dimensiones.
Los cuerpos Mental Superior, el Alma y el Espíritu constituyen el Plano de la Conciencia Mental , y nos conectan a través del Plano Mental con el Universo Mental de tres dimensiones.
El séptimo vehículo, que es nuestra Esencia, también se divide en tres: Voluntad, Sabiduría y Amor, constituyéndose como el Plano de la Conciencia Espiritual y conectándonos a través del Plano Espiritual, con el Universo Espiritual de la onceava dimensión en adelante .
Nosotros podemos vivir simultáneamente en las siete dimensiones del universo material, y a través de los planos de conciencia, en los tres universos, solo que requerimos primero darnos cuenta de ésta multiplicidad de realidades que es lo que conocemos como el despertar la conciencia , luego fortalecer la voluntad y finalmente, mantener la conciencia despierta para iniciar el ascenso .
¿Y cómo hacerlo? Lo interesante es saber que la forma no es lo más importante, sino la actitud. Técnicas hay muchas, lo importante es que si creemos en lo que estamos haciendo y en su resultado final, lograremos nuestro objetivo, pero si no es así, estaremos pasando de una técnica a otra , de una forma a otra sin avanzar ni profundizar.
UNIVERSO DIMENSIONES LEYES CUERPOS
Espiritual 2 1.Unidad Esencial
2.Amor
Mental 3 1.Voluntad Consciente Espíritu
2.Sabia Creación Alma
3.Generación de Experiencia Mental Superior
Material 7 1.Mentalismo Mental Inferior
2.Correspondencia Astral * 3.Vibración Cuerpo Físico
4.Polaridad
5.Ritmo
6.Causa-Efecto
7.Generación
CORRESPONDENCIA DE LOS CHAKRAS,SUS COLORES Y SÍMBOLOS CON LOS CUERPOS Y PRINCIPIOS UNIVERSALES
CHAKRAS COLOR SIMBOLO PRINCIPIOS CUERPOS
Coronilla Violeta Flor de Loto 1.Mentalismo 7. Esencia
Frontal Azul Estrella 2.Correspondencia 6.Espíritu
Garganta Celeste Media Luna 3.Vibración 5.Alma
Corazón Verde Cruz 4.Polaridad 4.Mental
Superior
Plexo Solar Amarillo Círculo 5.Ritmo 3.Mental
Inferior
Vientre Naranja Triángulo 6.Causa-Efecto 2.Astral
Raíz Rojo Cuadrado 7.Generación 1.Cuerpo Físico
CHAKRAS GLANDULAS TONO SENTIDO ASTRAL
Sahasrara Pineal si Bilocación
Ajna Pituitaria la Clarividencia
Vishuddha Tiroides sol Clariaudiencia
Anahata Timo fa Dermóptica
Manipura Páncreas mi Viaje Astral
Swadistana Bazo re Proyección Mental
Muladhara Adrenales do Intuición
jueves, 25 de diciembre de 2014
HABITOS QUE DAÑAN LOS RIÑONES
¿Sabías que se puede vivir una vida bastante normal, con sólo el 20% de su función renal? Es por eso que una disminución constante y un daño gradual en los riñones a menudo puede pasar desapercibido durante mucho tiempo.
Los hábitos comunes pueden causar daño a los riñones y cuando los problemas son finalmente descubiertos, puede ser demasiado tarde.
Nuestros riñones son órganos asombrosos. Producen hormonas, filtran la sangre, absorben los minerales, producen la orina y ayudan a mantener un equilibrio ácido-alcalino saludable. Por algo los chinos los consideran como el asiento de la energía esencial de vida.
Si desea que sus riñones funcionen correctamente aquí tiene una lista de hábitos que debe evitar:
1- Bebidas de lata y gaseosas en general.
Un estudio llevado a cabo en los empleados de la Universidad de Osaka en Japón sugiere que el consumo de dos o más bebidas gaseosas al día (de dieta o regular) está relacionado con un mayor riesgo de enfermedad renal. 12.000 empleados fueron incluidos en el estudio, y los que consumían grandes cantidades de gaseosas eran más propensos a tener proteína en la orina. La proteína en la orina (proteinuria) es un signo temprano de daño renal, pero cuando es descubierta en esa etapa, la enfermedad todavía puede ser reversible.
2- Fumar.
Fumar se ha relacionado con la arteriosclerosis. El estrechamiento y endurecimiento de los vasos sanguíneos afecta el suministro de sangre a todos los órganos vitales, incluyendo los riñones. De acuerdo con el estudio publicado en Farmacología Clínica y Terapéutica, dos cigarrillos al día son suficientes para duplicar el número de células endoteliales presentes en la sangre. Esta es una señal de daño arterial. El Diario Clínico de la Sociedad Americana de Nefrología cita muchos estudios diferentes realizados desde 2003 en el que todos los resultados relacionaban fumar con la disminución de la función renal.
3- Deficiencia de vitamina B6
Una dieta saludable es importante para una buena función renal. De acuerdo con los estudios realizados en la Universidad de Maryland Medical Center, la deficiencia de vitamina B6 aumenta el riesgo de cálculos renales. Para una función renal óptima, usted debe consumir al menos 1,3 miligramos de vitamina B6 diariamente. Las fuentes más ricas de esta vitamina son los garbanzos, papas y verduras con almidón y frutas no cítricas.
4- Falta de ejercicio.
El ejercicio es otra buena manera de proteger sus riñones. Un amplio estudio publicado en 2013 en la Revista de la Sociedad Americana de Nefrología sugirió que las mujeres posmenopáusicas que hacían ejercicio tenían un riesgo 31% menor de desarrollar cálculos renales. En términos generales, el mantenimiento de un peso saludable reduce sus posibilidades de piedras en el riñón.
5- La deficiencia de magnesio.
Esto puede dar lugar a una sobrecarga de calcio y la formación de cálculos renales. Para evitar eso, consumir verduras de hoja verde, legumbres, semillas y frutos secos. El aguacate (palta) es una buena fuente de magnesio. O mejor aún tomar todas las mañanas en ayunas cloruro de magnesio.
6- Interrupción frecuente del sueño.
Science Daily informa que la alteración crónica del sueño puede causar enfermedad renal. Según el Dr. Michael Sole, cardiólogo y director fundador del Centro Cardíaco Peter Munk y Profesor de Medicina y Fisiología en la Universidad de Toronto, el tejido renal se renueva durante la noche, por lo que las interrupciones del sueño pueden causar daño directo a este órgano.
7- No tomar suficiente agua.
Los riñones deben estar correctamente hidratados para realizar sus funciones. Si no se bebe lo suficiente, las toxinas se acumulan en la sangre, ya que no hay suficiente líquido para drenar a través de los riñones. La National Kidney Foundation sugiere beber por lo menos 12 vasos de agua al día. Una manera fácil de ver si se está bebiendo suficiente agua, es comprobar el color de su orina, que debe ser muy clara.
8- No vaciar su vejiga.
La retención de orina en la vejiga es una mala costumbre. Si se hace de manera regular, se aumenta la presión de la orina en los riñones provocando insuficiencia renal o incontinencia.
9- El consumo excesivo de sodio.
La sal es importante para el cuerpo, pero usted debe limitar su consumo. El consumo en exceso puede aumentar la presión arterial y poner demasiada tensión en los riñones. No se deben consumir más de 5,8 gramos de sal a diario.
10- El consumo excesivo de cafeína.
A menudo consumimos más cafeína de la aconsejada, ya que está presente en muchos refrescos y gaseosas.
11- Abuso de medicamentos.
Todas las drogas farmacéuticas vienen con efectos secundarios, y muchas de ellas provocan daños en los riñones.
12- El exceso de proteínas.
De acuerdo con la Universidad de Harvard, el exceso de proteína en la dieta puede dañar los riñones. El subproducto de la digestión de las proteínas es el amoníaco – una toxina para la que los riñones deben trabajar mucho para neutralizarla. Más proteína significa más esfuerzo para los riñones, lo que puede, con el tiempo, contribuir a la disminución de la función renal.
13- El exceso de consumo de alcohol.
Las toxinas que se encuentran en el alcohol no sólo dañan el hígado, sino también a los riñones. De acuerdo a la Fundación de Salud del Riñón Australiana y la American Kidney Fund, una forma de evitar la enfermedad renal es beber alcohol con moderación, o mejor aún no beberlo.
¿Sabías que se puede vivir una vida bastante normal, con sólo el 20% de su función renal? Es por eso que una disminución constante y un daño gradual en los riñones a menudo puede pasar desapercibido durante mucho tiempo.
Los hábitos comunes pueden causar daño a los riñones y cuando los problemas son finalmente descubiertos, puede ser demasiado tarde.
Nuestros riñones son órganos asombrosos. Producen hormonas, filtran la sangre, absorben los minerales, producen la orina y ayudan a mantener un equilibrio ácido-alcalino saludable. Por algo los chinos los consideran como el asiento de la energía esencial de vida.
Si desea que sus riñones funcionen correctamente aquí tiene una lista de hábitos que debe evitar:
1- Bebidas de lata y gaseosas en general.
Un estudio llevado a cabo en los empleados de la Universidad de Osaka en Japón sugiere que el consumo de dos o más bebidas gaseosas al día (de dieta o regular) está relacionado con un mayor riesgo de enfermedad renal. 12.000 empleados fueron incluidos en el estudio, y los que consumían grandes cantidades de gaseosas eran más propensos a tener proteína en la orina. La proteína en la orina (proteinuria) es un signo temprano de daño renal, pero cuando es descubierta en esa etapa, la enfermedad todavía puede ser reversible.
2- Fumar.
Fumar se ha relacionado con la arteriosclerosis. El estrechamiento y endurecimiento de los vasos sanguíneos afecta el suministro de sangre a todos los órganos vitales, incluyendo los riñones. De acuerdo con el estudio publicado en Farmacología Clínica y Terapéutica, dos cigarrillos al día son suficientes para duplicar el número de células endoteliales presentes en la sangre. Esta es una señal de daño arterial. El Diario Clínico de la Sociedad Americana de Nefrología cita muchos estudios diferentes realizados desde 2003 en el que todos los resultados relacionaban fumar con la disminución de la función renal.
3- Deficiencia de vitamina B6
Una dieta saludable es importante para una buena función renal. De acuerdo con los estudios realizados en la Universidad de Maryland Medical Center, la deficiencia de vitamina B6 aumenta el riesgo de cálculos renales. Para una función renal óptima, usted debe consumir al menos 1,3 miligramos de vitamina B6 diariamente. Las fuentes más ricas de esta vitamina son los garbanzos, papas y verduras con almidón y frutas no cítricas.
4- Falta de ejercicio.
El ejercicio es otra buena manera de proteger sus riñones. Un amplio estudio publicado en 2013 en la Revista de la Sociedad Americana de Nefrología sugirió que las mujeres posmenopáusicas que hacían ejercicio tenían un riesgo 31% menor de desarrollar cálculos renales. En términos generales, el mantenimiento de un peso saludable reduce sus posibilidades de piedras en el riñón.
5- La deficiencia de magnesio.
Esto puede dar lugar a una sobrecarga de calcio y la formación de cálculos renales. Para evitar eso, consumir verduras de hoja verde, legumbres, semillas y frutos secos. El aguacate (palta) es una buena fuente de magnesio. O mejor aún tomar todas las mañanas en ayunas cloruro de magnesio.
6- Interrupción frecuente del sueño.
Science Daily informa que la alteración crónica del sueño puede causar enfermedad renal. Según el Dr. Michael Sole, cardiólogo y director fundador del Centro Cardíaco Peter Munk y Profesor de Medicina y Fisiología en la Universidad de Toronto, el tejido renal se renueva durante la noche, por lo que las interrupciones del sueño pueden causar daño directo a este órgano.
7- No tomar suficiente agua.
Los riñones deben estar correctamente hidratados para realizar sus funciones. Si no se bebe lo suficiente, las toxinas se acumulan en la sangre, ya que no hay suficiente líquido para drenar a través de los riñones. La National Kidney Foundation sugiere beber por lo menos 12 vasos de agua al día. Una manera fácil de ver si se está bebiendo suficiente agua, es comprobar el color de su orina, que debe ser muy clara.
8- No vaciar su vejiga.
La retención de orina en la vejiga es una mala costumbre. Si se hace de manera regular, se aumenta la presión de la orina en los riñones provocando insuficiencia renal o incontinencia.
9- El consumo excesivo de sodio.
La sal es importante para el cuerpo, pero usted debe limitar su consumo. El consumo en exceso puede aumentar la presión arterial y poner demasiada tensión en los riñones. No se deben consumir más de 5,8 gramos de sal a diario.
10- El consumo excesivo de cafeína.
A menudo consumimos más cafeína de la aconsejada, ya que está presente en muchos refrescos y gaseosas.
11- Abuso de medicamentos.
Todas las drogas farmacéuticas vienen con efectos secundarios, y muchas de ellas provocan daños en los riñones.
12- El exceso de proteínas.
De acuerdo con la Universidad de Harvard, el exceso de proteína en la dieta puede dañar los riñones. El subproducto de la digestión de las proteínas es el amoníaco – una toxina para la que los riñones deben trabajar mucho para neutralizarla. Más proteína significa más esfuerzo para los riñones, lo que puede, con el tiempo, contribuir a la disminución de la función renal.
13- El exceso de consumo de alcohol.
Las toxinas que se encuentran en el alcohol no sólo dañan el hígado, sino también a los riñones. De acuerdo a la Fundación de Salud del Riñón Australiana y la American Kidney Fund, una forma de evitar la enfermedad renal es beber alcohol con moderación, o mejor aún no beberlo.
martes, 23 de diciembre de 2014
LA ESTRELLA DE SEIS Y LA DE CINCO PUNTAS
Helena Blavatsky
Los más famosos kabalistas occidentales, tanto de la Edad Media como de la Moderna, representan o simbolizan el Microcosmos por medio del pentagrama o estrella de cinco puntas, y el Macrocosmos por el doble triángulo o estrella de seis puntas. Eliphas Levi (el abate Constant) y creemos que también Kunrath, uno de los más insignes ocultistas de pasados tiempos, dan la razón de ello. En la obra Rosacruces de Hargrave Jermings aparece la exacta relación del Microcosmos con el hombre en el centro del pentagrama. Se necesitaría un espacio mucho más amplio del que nos consiente un artículo para explicar con toda claridad el esoterismo de ambos símbolos.
Los genuinos kabalistas occidentales saben que el Espíritu y la Materia están simbolizados por los respectivos colores de los dos triángulos enlazados, sin relación alguna con las líneas o lados de los triángulos. El filósofo kabalista y hermético considera trino todo cuanto existe en la Naturaleza; cada cosa es una multiplicidad y una Trinidad en la Unidad, por lo que representa estos aspectos por medio de figuras geométricas. Dice Platón que “Dios geometriza ”. Los Tres Rostros kabalísticos son las Tres Luces y las Tres Vidas de Ain –Suph (el Parabrahman de los occidentales) llamado también el invisible Sol central. El Universo es su Espíritu, Alma y Cuerpo, sus Tres emanaciones. Esta Trina Naturaleza, la puramente Espiritual, la puramente Material y la intermedia (o Materia imponderable que constituye el Alma Central del hombre) está representada por el triángulo equilátero, cuyos tres lados iguales simbolizan que dichos Tres Principios están difundidos por todo el Universo en la misma proporción y que son eternos y coexistentes, según la ley natural de equilibrio perfecto.
Así vemos que, con leve variación, la simbología occidental es la misma que la de los arios. El doble triángulo que simboliza el Macrocosmos o Universo mayor entraña las ideas de Unidad, de Dualidad (en los dos colores y los dos triángulos) de Espíritu y Materia, de Trinidad, de la Tetraktys pitagórica, del cuadrado perfecto, hasta el dodecágono y el dodecaedro.
Los antiguos kabalistas caldeos, maestros e inspiradores de la Kábala judía, no tuvieron el antropomórfico concepto de Dios que se advierte en el Antiguo Testamento y subsiste en nuestros días. Su Ain–Supl, ilimitado e infinito, “tiene y no tiene forma ” según dice el Zohar, aunque después explica esta aparente contradicción añadiendo: “El invisible asumió forma al poner el Universo en existencia ”. Esto equivale a la idea puramente panteísta de que sólo es posible concebir a Dios en la naturaleza objetiva.
Los tres lados de los triángulos simbolizan para los ocultistas, lo mismo que para los arios, el Espíritu, la Materia y la Naturaleza intermedia (identificada en su significado con el espacio), así como también simbolizan las Energías Creadora, Conservadora y Destructora representadas en las Tres Luces. La Primera Luz infunde vida inteligente y consciente en todo el Universo, en correspondencia con la Energía Creadora. La Segunda Luz construye incesantemente formas con la Materia Cósmica preexistente dentro del círculo cósmico y por ello es la Energía Conservadora. La Tercera Luz produce el conjunto universal de la materia física densa, que según se aparta de la céntrica Luz espiritual, pierde su brillantez y se convierte en tinieblas o en mal, que conduce a la muerte, por lo que es la Energía Destructora manifestada en lo mudable y perecedero de las formas. Los Tres Rostros kabalísticos del Anciano de los Ancianos que sin embargo no tiene rostro, son las divinidades arias llamadas Brahma, Vishnu y Shiva.
El doble triángulo de los kabalistas está inscrito en un círculo formado por una serpiente que se muerde la cola (el emblema egipcio de la Eternidad) y a veces en un sencillo círculo geométrico.
La única diferencia entre los símbolos oriental y occidental del doble triángulo –según explica Krishna Shankar Laishankar en el artículo publicado con el mismo título que el presente– consiste en omitir el profundo significado de lo que dicho autor llama el Cenit y el Cero.
Según los kabalistas occidentales, el vértice superior del triángulo blanco se pierde en el Cenit 1, en el Mundo de pura Espiritualidad o inmaculado Espíritu, mientras que el vértice inferior del triángulo negro se pierde en el nadir y simboliza, según prosaica expresión de los ocultistas medievales, la materia grosera, los desechos del Fuego Celestial (el Espíritu) caídos en el vórtice de aniquilación, en el mundo inferior, donde las formas y la vida senciente se dispersan para retornar a su fuente originaria, la Materia Cósmica. Según las enseñanzas puránicas, el punto central “es la sede de Brahma Avyakta o Divinidad inmanifestada”.
En efecto, como el punto geométrico carece de dimensiones, es un símbolo apropiado del invisible Sol central, de la Luz de la Divinidad inmanifestada; pero los ocultistas trazan en la figura, en vez del punto geométrico, la Cruz Ansata o la Tau Egipcia, en cuya parte cenital dibujan un círculo como símbolo del ¡limitado e increado espacio. Así modificada, la Tan Egipcia tiene casi el mismo significado que la cruz mundana de los antiguos herméticos egipcios, o sea una cruz inscrita en un círculo.
Por lo tanto, es erróneo decir que el doble triángulo sólo simboliza el Espíritu y la Materia, pues contiene muchos otros símbolos. Dice nuestro crítico: Si el doble triángulo sólo representa el Espíritu y la Materia, no se explica ni se rebate la objeción de que con dos lados no es posible trazar un triángulo, ni que el Espíritu y la Materia estén simbolizados por la distinción de blanco y negro de dos triángulos.
Creyendo ya haber explicado suficientemente algunas dificultades y expuesto que los kabalistas occidentales siempre vieron la Trinidad en la Unidad y la Unidad en la Trinidad, podemos añadir que los pitag6ricos rebatieron ya, hace 2500 años, la objeción levantada por el autor de las precedentes palabras.
La idea cardinal de los pitagóricos era que, bajo las fuerzas y cambios fenomenales del Universo, subyace un permanente principio de Unidad. Los Sagrados Números de dicha escuela no incluyen el Dos o la Duada, pues los pitagóricos no reconocían este número ni como idea abstracta, fundándose en que geométricamente es imposible construir una figura con sólo dos líneas rectas; por tanto no puede identificarse el número dos con ninguna figura geométrica plana o sólida para simbolizar la Unidad en la multiplicidad, como puede simbolizarla una figura poligonal. Así es que los pitagóricos no consideraban el Dos como Número Sagrado, porque representado en geometría por dos líneas horizontales = y en numeración romana por dos verticales II, y careciendo la línea de anchura y profundidad, sin otra dimensión que la longitud, era necesario añadirle al dos otra unidad para emplearlo simbólicamente en figura de triángulo.
Así resulta evidente por qué los herméticos emplearon dos triángulos enlazados para simbolizar el Espíritu y la Materia (el Alfa y el Omega del Kosmos) y representaron el triángulo que simboliza el Espíritu de color blanco y el de la Materia, de color negro. En cuanto a la pregunta de que si el vértice del triángulo blanco que se dirige hacia arriba simboliza el Espíritu,¿qué simbolizan los otros dos vértices del triángulo blanco?, responderemos que, según los kabalistas, simbolizan el Espíritu caído en la generación, es decir, la pura Chispa Divina mezclada ya con la materia del mundo fenomenal.
La misma explicación conviene al simbolismo de los dos vértices de la base del triángulo negro, cuyo tercer vértice representa la progresiva densificación de la Materia. Por otra parte, decir que “toda idea de ascenso y descenso, de arriba y de abajo en el sublime concepto del Kosmos no sólo es repulsiva sino falsa”, equivale a negar la posibilidad de que una idea abstracta esté simbolizada por una imagen concreta.
Entonces, ¿Por qué no invalidar toda clase de signos, incluso los de Vishnu y las eruditas explicaciones puránicas que de ello nos da el autor? Lo anteriormente expuesto da la clave de la fórmula pitagórica de la Unidad en la multiplicidad, del Único manifestado en muchos.
Esta idea está simbolizada en la Década (1+2+3+4=10) lejos de ser repulsiva es positivamente sublime. El Uno es la Divinidad. El Dos es la Materia, que por sí misma no puede ser una entidad consciente 2. El Tres (el triángulo) resulta de la combinación de la Mónada y la Duada, participa de la naturaleza de ambas y es la Tríada o mundo fenomenal. La Tétrada o sagrada Tetraktys es la forma de la Perfección para los pitagóricos y expresa o simboliza al propio tiempo la ilusión fenomenal o Maya–La Década o suma total simboliza el Kosmos.
Decimos en Isis sin Velo: “El Universo es la combinación de mil elementos; y sin embargo la expresión de un solo Elemento: del Espíritu o Absoluta Armonía. Es un caos para los sentidos y un perfecto Kosmos para la razón”.
Pitágoras aprendió filosofía en la india y de aquí la similitud entre las ideas fundamentales de los antiguos Iniciados brahmánicos y las de los pitagóricos. Al definir al Shatkon dice el autor que “representa el gran Universo (Brahmanda), el ilimitado Mahakasha, con todos los mundos estelares en él contenidos”. Con esto no hace más que repetir, en diferentes palabras, la explicación dada por Pitágoras y los filósofos de la estrella hexagonal o doble triángulo, como anteriormente indicábamos.
En cuanto a los restantes tres puntos de los dos triángulos, los tres lados de cada uno de ellos y el círculo en que están inscritos, como quiera que los herméticos simbolizaban todas las cosas visibles e invisibles, no podían menos que simbolizar completamente el Macrocosmos.
Los pitagóricos incluían en su Década todo el Kosmos, pero aún reverenciaban mayormente el número Doce, porque representaba la sagrada Tetraktys multiplicada por tres, de donde resulta una Trinidad de cuadrados perfectos llamados Tétradas.
Los filósofos herméticos u ocultistas, siguiendo los pasos de los antiguos Maestros pitagóricos, representaron el número Doce en el doble triángulo, el Macrocosmos, e incluyeron en él el pentagrama o Microcosmos, al que dieron el nombre de Universo menor.
Dividiendo las doce letras de los ángulos externos en cuatro grupos de tríadas o tres grupos de tétradas, obtuvieron el dodecágono, un polígono regular de doce lados iguales con doce ángulos también iguales, que para los antiguos caldeos simbolizaban los doce Dioses mayores, y para los kabalistas hebreos los diez Sephiroth o Potestades Creadoras de la Naturaleza emanados de Sephira (la Divina Luz) que era jefe de los Sephiroth, emanada a su vez de Hakoma, la Suprema e Inmanifestada Sabiduría, y de Ain –Suph el infinito, esto es, tres grupos de tríadas de Sephiroth, y una cuarta tríada constituida por Sephira, Ain –Suph y Hakoma, que “no puede comprenderse por reflejo” y que “está oculta dentro y fuera del cráneo de Rostro Largo”, según consta en el Idra Rabba.
La cabeza superior del triángulo de arriba forma los Tres Rostros kabalísticos que constituyen los doce. Además, las doce figuras dan dos cuadrados o la doble Tetraktys que en la simbología pitagórica representan los mundos físico y espiritual. Los dieciocho ángulos internos y los seis centrales dan además de veinticuatro, dos veces el Sagrado Número Macrocósmico; también las veinticuatro Divinas Potestades Inmanifestadas.
Dice Jámblico que “las Divinas Potestades se indignan contra quienes revelan la manera de inscribir en una esfera el dodecaedro, uno de los cinco cuerpos sólidos geométricos, compuesto por doce pentágonos regulares”.
El pentagrama situado en el centro del doble triángulo da la clave del significado para los filósofos herméticos y los kabalistas. Tan conocido es este doble signo que se ve en la entrada de los templos budistas, en las lamaserías y en los relicarios del Tíbet.
Los kabalistas medievales nos dan en sus escritos el significado del doble triángulo con el pentagrama central. Dice Paracelso: “El hombre es un Microcosmos contenido en el interior del Macrocosmos, como un feto sostenido por sus Tres principales Espíritus en la matriz del Universo”.
Estos Tres Espíritus son dobles, a saber: 1º, el Espíritu de los elementos (cuerpo terrestre y Principio Vital); 2º, el Espíritu de las estrellas (el cuerpo astral y la Voluntad que lo gobierna); 3º, el Espíritu del mundo espiritual (las Almas animal y Espiritual). El séptimo Principio es un espíritu casi inmaterial, el divino Augoeides, el Âtma, representado por el punto central, que corresponde al ombligo humano. Este séptimo Principio es el Dios personal de cada hombre, según dicen los ocultistas orientales y occidentales.
Al hablar de los cinco triángulos compuestos de cinco veces cinco o veinticinco puntos, dice el aludido autor que el pentagrama es un “número correspondiente con los veinticinco elementos constitutivos del ser humano”.
Supongamos que el autor entiende por elementos lo que los kabalistas decían cuando enseñaban que las emanaciones de las veinticuatro Potestades Divinas e inmanifestadas, que con el inexistente o céntrico punto son veinticinco, constituyen un perfecto Ser Humano.
Sin discutir el relativo valor de las palabras elementos y emanación, y teniendo en cuenta la observación adicional del autor de que “toda la figura” del Microcosmos es “el signo de Brahma o la deificada Energía Creadora”, resulta esta afirmación incongruente con el parecer de eminentes herméticos y kabalistas, para quienes las cinco puntas del pentagrama simbolizan los cinco miembros cardinales del cuerpo humano.
Aunque no pertenecemos a la escuela kabalística occidental, afirmamos que tienen razón en este punto, porque si los veinticinco elementos representados por la estrella de cinco puntas constituyen un ser humano, dichos elementos han de ser vitales, ya sean mentales o físicos, y si la figura simboliza la Energía Creadora, el concepto kabalístico resulta reformado. Los cinco elementos groseros: tierra, agua, fuego, aire y éter, entran en la constitución del hombre, y lo mismo da decir cinco órganos de acción que cinco miembros o cinco sentidos.
En el Codex Nazaræus, el libro más kabalístico, Mano, el supremo rey de Luz y jefe de los Eones, emana de sí los cinco Eones que con Mano y el Señor Ferho (la Vida ignota y sin forma de la que surgió Mano) forman los siete, que simbolizan los siete Principios constituyentes del hombre. Los cinco inferiores son puramente materiales y semimateriales y los dos superiores casi inmateriales y espirituales.
De cada uno de los siete Eones surgen cinco refulgentes rayos de luz, y en todos los antiguos ejemplares del Codex Nazaræus se ve que la cabeza, brazos y pies del hombre, están simbolizados en las cinco puntas del Pentagrama
NOTAS
1 En la pirámide egipcia tiene el mismo significado. El notable arqueólogo francés, Dr. Rebold demuestra la gran cultura de los egipcios de 5000 años antes de la Era Cristiana, al afirmar, apoyado en varias autoridades, que en aquel tiempo existían no menos de treinta o cuarenta colegios de Iniciados que estudiaban Ciencias Ocultas y Magia práctica.
2 Compárese este concepto de los pitagóricos con el del sistema Sankia de Kapila, en el que Purusha y Prakriti sólo pueden manifestarse en el mundo sensorio cuando están combinados tino con otro.
Helena Blavatsky
Los más famosos kabalistas occidentales, tanto de la Edad Media como de la Moderna, representan o simbolizan el Microcosmos por medio del pentagrama o estrella de cinco puntas, y el Macrocosmos por el doble triángulo o estrella de seis puntas. Eliphas Levi (el abate Constant) y creemos que también Kunrath, uno de los más insignes ocultistas de pasados tiempos, dan la razón de ello. En la obra Rosacruces de Hargrave Jermings aparece la exacta relación del Microcosmos con el hombre en el centro del pentagrama. Se necesitaría un espacio mucho más amplio del que nos consiente un artículo para explicar con toda claridad el esoterismo de ambos símbolos.
Los genuinos kabalistas occidentales saben que el Espíritu y la Materia están simbolizados por los respectivos colores de los dos triángulos enlazados, sin relación alguna con las líneas o lados de los triángulos. El filósofo kabalista y hermético considera trino todo cuanto existe en la Naturaleza; cada cosa es una multiplicidad y una Trinidad en la Unidad, por lo que representa estos aspectos por medio de figuras geométricas. Dice Platón que “Dios geometriza ”. Los Tres Rostros kabalísticos son las Tres Luces y las Tres Vidas de Ain –Suph (el Parabrahman de los occidentales) llamado también el invisible Sol central. El Universo es su Espíritu, Alma y Cuerpo, sus Tres emanaciones. Esta Trina Naturaleza, la puramente Espiritual, la puramente Material y la intermedia (o Materia imponderable que constituye el Alma Central del hombre) está representada por el triángulo equilátero, cuyos tres lados iguales simbolizan que dichos Tres Principios están difundidos por todo el Universo en la misma proporción y que son eternos y coexistentes, según la ley natural de equilibrio perfecto.
Así vemos que, con leve variación, la simbología occidental es la misma que la de los arios. El doble triángulo que simboliza el Macrocosmos o Universo mayor entraña las ideas de Unidad, de Dualidad (en los dos colores y los dos triángulos) de Espíritu y Materia, de Trinidad, de la Tetraktys pitagórica, del cuadrado perfecto, hasta el dodecágono y el dodecaedro.
Los antiguos kabalistas caldeos, maestros e inspiradores de la Kábala judía, no tuvieron el antropomórfico concepto de Dios que se advierte en el Antiguo Testamento y subsiste en nuestros días. Su Ain–Supl, ilimitado e infinito, “tiene y no tiene forma ” según dice el Zohar, aunque después explica esta aparente contradicción añadiendo: “El invisible asumió forma al poner el Universo en existencia ”. Esto equivale a la idea puramente panteísta de que sólo es posible concebir a Dios en la naturaleza objetiva.
Los tres lados de los triángulos simbolizan para los ocultistas, lo mismo que para los arios, el Espíritu, la Materia y la Naturaleza intermedia (identificada en su significado con el espacio), así como también simbolizan las Energías Creadora, Conservadora y Destructora representadas en las Tres Luces. La Primera Luz infunde vida inteligente y consciente en todo el Universo, en correspondencia con la Energía Creadora. La Segunda Luz construye incesantemente formas con la Materia Cósmica preexistente dentro del círculo cósmico y por ello es la Energía Conservadora. La Tercera Luz produce el conjunto universal de la materia física densa, que según se aparta de la céntrica Luz espiritual, pierde su brillantez y se convierte en tinieblas o en mal, que conduce a la muerte, por lo que es la Energía Destructora manifestada en lo mudable y perecedero de las formas. Los Tres Rostros kabalísticos del Anciano de los Ancianos que sin embargo no tiene rostro, son las divinidades arias llamadas Brahma, Vishnu y Shiva.
El doble triángulo de los kabalistas está inscrito en un círculo formado por una serpiente que se muerde la cola (el emblema egipcio de la Eternidad) y a veces en un sencillo círculo geométrico.
La única diferencia entre los símbolos oriental y occidental del doble triángulo –según explica Krishna Shankar Laishankar en el artículo publicado con el mismo título que el presente– consiste en omitir el profundo significado de lo que dicho autor llama el Cenit y el Cero.
Según los kabalistas occidentales, el vértice superior del triángulo blanco se pierde en el Cenit 1, en el Mundo de pura Espiritualidad o inmaculado Espíritu, mientras que el vértice inferior del triángulo negro se pierde en el nadir y simboliza, según prosaica expresión de los ocultistas medievales, la materia grosera, los desechos del Fuego Celestial (el Espíritu) caídos en el vórtice de aniquilación, en el mundo inferior, donde las formas y la vida senciente se dispersan para retornar a su fuente originaria, la Materia Cósmica. Según las enseñanzas puránicas, el punto central “es la sede de Brahma Avyakta o Divinidad inmanifestada”.
En efecto, como el punto geométrico carece de dimensiones, es un símbolo apropiado del invisible Sol central, de la Luz de la Divinidad inmanifestada; pero los ocultistas trazan en la figura, en vez del punto geométrico, la Cruz Ansata o la Tau Egipcia, en cuya parte cenital dibujan un círculo como símbolo del ¡limitado e increado espacio. Así modificada, la Tan Egipcia tiene casi el mismo significado que la cruz mundana de los antiguos herméticos egipcios, o sea una cruz inscrita en un círculo.
Por lo tanto, es erróneo decir que el doble triángulo sólo simboliza el Espíritu y la Materia, pues contiene muchos otros símbolos. Dice nuestro crítico: Si el doble triángulo sólo representa el Espíritu y la Materia, no se explica ni se rebate la objeción de que con dos lados no es posible trazar un triángulo, ni que el Espíritu y la Materia estén simbolizados por la distinción de blanco y negro de dos triángulos.
Creyendo ya haber explicado suficientemente algunas dificultades y expuesto que los kabalistas occidentales siempre vieron la Trinidad en la Unidad y la Unidad en la Trinidad, podemos añadir que los pitag6ricos rebatieron ya, hace 2500 años, la objeción levantada por el autor de las precedentes palabras.
La idea cardinal de los pitagóricos era que, bajo las fuerzas y cambios fenomenales del Universo, subyace un permanente principio de Unidad. Los Sagrados Números de dicha escuela no incluyen el Dos o la Duada, pues los pitagóricos no reconocían este número ni como idea abstracta, fundándose en que geométricamente es imposible construir una figura con sólo dos líneas rectas; por tanto no puede identificarse el número dos con ninguna figura geométrica plana o sólida para simbolizar la Unidad en la multiplicidad, como puede simbolizarla una figura poligonal. Así es que los pitagóricos no consideraban el Dos como Número Sagrado, porque representado en geometría por dos líneas horizontales = y en numeración romana por dos verticales II, y careciendo la línea de anchura y profundidad, sin otra dimensión que la longitud, era necesario añadirle al dos otra unidad para emplearlo simbólicamente en figura de triángulo.
Así resulta evidente por qué los herméticos emplearon dos triángulos enlazados para simbolizar el Espíritu y la Materia (el Alfa y el Omega del Kosmos) y representaron el triángulo que simboliza el Espíritu de color blanco y el de la Materia, de color negro. En cuanto a la pregunta de que si el vértice del triángulo blanco que se dirige hacia arriba simboliza el Espíritu,¿qué simbolizan los otros dos vértices del triángulo blanco?, responderemos que, según los kabalistas, simbolizan el Espíritu caído en la generación, es decir, la pura Chispa Divina mezclada ya con la materia del mundo fenomenal.
La misma explicación conviene al simbolismo de los dos vértices de la base del triángulo negro, cuyo tercer vértice representa la progresiva densificación de la Materia. Por otra parte, decir que “toda idea de ascenso y descenso, de arriba y de abajo en el sublime concepto del Kosmos no sólo es repulsiva sino falsa”, equivale a negar la posibilidad de que una idea abstracta esté simbolizada por una imagen concreta.
Entonces, ¿Por qué no invalidar toda clase de signos, incluso los de Vishnu y las eruditas explicaciones puránicas que de ello nos da el autor? Lo anteriormente expuesto da la clave de la fórmula pitagórica de la Unidad en la multiplicidad, del Único manifestado en muchos.
Esta idea está simbolizada en la Década (1+2+3+4=10) lejos de ser repulsiva es positivamente sublime. El Uno es la Divinidad. El Dos es la Materia, que por sí misma no puede ser una entidad consciente 2. El Tres (el triángulo) resulta de la combinación de la Mónada y la Duada, participa de la naturaleza de ambas y es la Tríada o mundo fenomenal. La Tétrada o sagrada Tetraktys es la forma de la Perfección para los pitagóricos y expresa o simboliza al propio tiempo la ilusión fenomenal o Maya–La Década o suma total simboliza el Kosmos.
Decimos en Isis sin Velo: “El Universo es la combinación de mil elementos; y sin embargo la expresión de un solo Elemento: del Espíritu o Absoluta Armonía. Es un caos para los sentidos y un perfecto Kosmos para la razón”.
Pitágoras aprendió filosofía en la india y de aquí la similitud entre las ideas fundamentales de los antiguos Iniciados brahmánicos y las de los pitagóricos. Al definir al Shatkon dice el autor que “representa el gran Universo (Brahmanda), el ilimitado Mahakasha, con todos los mundos estelares en él contenidos”. Con esto no hace más que repetir, en diferentes palabras, la explicación dada por Pitágoras y los filósofos de la estrella hexagonal o doble triángulo, como anteriormente indicábamos.
En cuanto a los restantes tres puntos de los dos triángulos, los tres lados de cada uno de ellos y el círculo en que están inscritos, como quiera que los herméticos simbolizaban todas las cosas visibles e invisibles, no podían menos que simbolizar completamente el Macrocosmos.
Los pitagóricos incluían en su Década todo el Kosmos, pero aún reverenciaban mayormente el número Doce, porque representaba la sagrada Tetraktys multiplicada por tres, de donde resulta una Trinidad de cuadrados perfectos llamados Tétradas.
Los filósofos herméticos u ocultistas, siguiendo los pasos de los antiguos Maestros pitagóricos, representaron el número Doce en el doble triángulo, el Macrocosmos, e incluyeron en él el pentagrama o Microcosmos, al que dieron el nombre de Universo menor.
Dividiendo las doce letras de los ángulos externos en cuatro grupos de tríadas o tres grupos de tétradas, obtuvieron el dodecágono, un polígono regular de doce lados iguales con doce ángulos también iguales, que para los antiguos caldeos simbolizaban los doce Dioses mayores, y para los kabalistas hebreos los diez Sephiroth o Potestades Creadoras de la Naturaleza emanados de Sephira (la Divina Luz) que era jefe de los Sephiroth, emanada a su vez de Hakoma, la Suprema e Inmanifestada Sabiduría, y de Ain –Suph el infinito, esto es, tres grupos de tríadas de Sephiroth, y una cuarta tríada constituida por Sephira, Ain –Suph y Hakoma, que “no puede comprenderse por reflejo” y que “está oculta dentro y fuera del cráneo de Rostro Largo”, según consta en el Idra Rabba.
La cabeza superior del triángulo de arriba forma los Tres Rostros kabalísticos que constituyen los doce. Además, las doce figuras dan dos cuadrados o la doble Tetraktys que en la simbología pitagórica representan los mundos físico y espiritual. Los dieciocho ángulos internos y los seis centrales dan además de veinticuatro, dos veces el Sagrado Número Macrocósmico; también las veinticuatro Divinas Potestades Inmanifestadas.
Dice Jámblico que “las Divinas Potestades se indignan contra quienes revelan la manera de inscribir en una esfera el dodecaedro, uno de los cinco cuerpos sólidos geométricos, compuesto por doce pentágonos regulares”.
El pentagrama situado en el centro del doble triángulo da la clave del significado para los filósofos herméticos y los kabalistas. Tan conocido es este doble signo que se ve en la entrada de los templos budistas, en las lamaserías y en los relicarios del Tíbet.
Los kabalistas medievales nos dan en sus escritos el significado del doble triángulo con el pentagrama central. Dice Paracelso: “El hombre es un Microcosmos contenido en el interior del Macrocosmos, como un feto sostenido por sus Tres principales Espíritus en la matriz del Universo”.
Estos Tres Espíritus son dobles, a saber: 1º, el Espíritu de los elementos (cuerpo terrestre y Principio Vital); 2º, el Espíritu de las estrellas (el cuerpo astral y la Voluntad que lo gobierna); 3º, el Espíritu del mundo espiritual (las Almas animal y Espiritual). El séptimo Principio es un espíritu casi inmaterial, el divino Augoeides, el Âtma, representado por el punto central, que corresponde al ombligo humano. Este séptimo Principio es el Dios personal de cada hombre, según dicen los ocultistas orientales y occidentales.
Al hablar de los cinco triángulos compuestos de cinco veces cinco o veinticinco puntos, dice el aludido autor que el pentagrama es un “número correspondiente con los veinticinco elementos constitutivos del ser humano”.
Supongamos que el autor entiende por elementos lo que los kabalistas decían cuando enseñaban que las emanaciones de las veinticuatro Potestades Divinas e inmanifestadas, que con el inexistente o céntrico punto son veinticinco, constituyen un perfecto Ser Humano.
Sin discutir el relativo valor de las palabras elementos y emanación, y teniendo en cuenta la observación adicional del autor de que “toda la figura” del Microcosmos es “el signo de Brahma o la deificada Energía Creadora”, resulta esta afirmación incongruente con el parecer de eminentes herméticos y kabalistas, para quienes las cinco puntas del pentagrama simbolizan los cinco miembros cardinales del cuerpo humano.
Aunque no pertenecemos a la escuela kabalística occidental, afirmamos que tienen razón en este punto, porque si los veinticinco elementos representados por la estrella de cinco puntas constituyen un ser humano, dichos elementos han de ser vitales, ya sean mentales o físicos, y si la figura simboliza la Energía Creadora, el concepto kabalístico resulta reformado. Los cinco elementos groseros: tierra, agua, fuego, aire y éter, entran en la constitución del hombre, y lo mismo da decir cinco órganos de acción que cinco miembros o cinco sentidos.
En el Codex Nazaræus, el libro más kabalístico, Mano, el supremo rey de Luz y jefe de los Eones, emana de sí los cinco Eones que con Mano y el Señor Ferho (la Vida ignota y sin forma de la que surgió Mano) forman los siete, que simbolizan los siete Principios constituyentes del hombre. Los cinco inferiores son puramente materiales y semimateriales y los dos superiores casi inmateriales y espirituales.
De cada uno de los siete Eones surgen cinco refulgentes rayos de luz, y en todos los antiguos ejemplares del Codex Nazaræus se ve que la cabeza, brazos y pies del hombre, están simbolizados en las cinco puntas del Pentagrama
NOTAS
1 En la pirámide egipcia tiene el mismo significado. El notable arqueólogo francés, Dr. Rebold demuestra la gran cultura de los egipcios de 5000 años antes de la Era Cristiana, al afirmar, apoyado en varias autoridades, que en aquel tiempo existían no menos de treinta o cuarenta colegios de Iniciados que estudiaban Ciencias Ocultas y Magia práctica.
2 Compárese este concepto de los pitagóricos con el del sistema Sankia de Kapila, en el que Purusha y Prakriti sólo pueden manifestarse en el mundo sensorio cuando están combinados tino con otro.
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