sábado, 10 de septiembre de 2022
Rito de iniciación, Caballeros de la orden del Sol en Perú . Gran Prior +++ Frat. Victor Salazar Soto
viernes, 9 de septiembre de 2022
La Historia no Contada Capitulo 8 La vida de Jesus el Cristo : con Victor Salazar Soto
La Historia no contada .Capittulo lX La Historia de Jesus el Cristo . Victor Salazar Soto
El Canto del Chaman a la Madre Naturaleza. Victor Salazar Soto .
Quiero citar como ejemplo este hecho muy interesante, del estudio de algunos antropólogos que se han introducido a estudiar la naturaleza del hombre, sus mitos y creencias ancestrales, este es un cuento de mi imaginación y experiencia personal, para poder entender que es el conocimiento. El antropólogo le pregunta a un Chamán de un Pueblo de las Amazonas o de la sierra, de los pueblos del sur al cual llamáremos “el anciano”… El antropólogo pregunta al “Anciano”, ¿cómo saber cuál es el poder curativo de las plantas?, o ¿cuál nos puede hacer daño?, ¿cuáles son sus propiedades y quien le enseño a diferenciar las plantas?. El “anciano” le responde, - fue el abuelo de mi padre y mi papá, todo es una cadena en el conocimiento así como el collar del Buda es una cadena. Nuestros antepasados vivieron unidos a la naturaleza en perfecta armonía, una comunión constante todos integrados a la suprema Gran Alma Creadora. Mi papá me llevaba muy tempranito a las montañas al cual él llamaba el GRAN APU (La Gran Alma o Espíritu de las tres montaña) ahí, había una cueva y me decía, este es el útero de la madre, la Madre Tierra, de aquí nacimos. Ella nos cuida, nos alimenta, nos sana y a ella volvemos cuando morimos físicamente, debes saber hijo que el espíritu es eterno, que no nació ni morirá, que siempre existió. ¿Por qué nos enférmanos?, porque cuando el alma está mal , el cuerpo se enferma y es porque no sabemos pensar ,debemos estar en armonía con toda la naturaleza ,para que nuestro cuerpo irradie su luz interna, que es la energía vital , que es la luz que exhala y que emite un sonido y este sonido unos color, cuando el sonido del cuerpo está en desarmonía el color es tenue oscuro y es así que el cuerpo se enferma .Mi papá le pidió permiso a la Madre Tierra al cual él llamaba MAMA PACHA (MADRE TIERRA )y al TAITA INTI (PADRE SOL )luego proseguíamos, el camino, al que le llamaba el camino de YACHAY (El camino del conocimiento ). Camina vamos al interior de la selva con sus peligros y sus alegría de ver tanta belleza tantos olores aromático, cuando se detuvo y me dijo aquí es, este es el lugar, ¡era tan bello!... Creo que yo solo no habría podido llegar, me habría perdido en la ignorancia del camino, mi padre era mi protector, él era mi Maestro en el camino de yachay, (conocimiento). Tenía una mochila de la cual saco algunas cosas, con la que el ofrecía tributo a la Madre Tierra y al Taita Inti. Al Padre Sol así que tendió su poncho en el piso y saco una bolsita de coca, el de dijo que esta era la planta sagrada de nuestros antepasados, los señores Incas, los grandes constructores ; ellos eran los grandes Masones, mi padre prosiguió ante él ,así que agarro tres hojitas de coca y las puso en forma de un trébol y las presento a las cuatro regiones mirando a los Apus y con el supremo y profundo respeto a nuestros antepasados, las soplaba a los cuatro vientos, esto era un acto de comunión que jamás lo olvidare, en el resto de vida que me queda. Luego saco una chungana, es como una maraca que tiene semillas a dentro y hace un ruido como el correr de la sangre en nuestro cuerpo físico. Luego de hacer su presentación a los APUS. comenzó a danzar moviendo la chungana, la danza era como un baile, sus movimiento tenían ritmo estaban llenos de energía, de magia y el viento se agitaba las flores exhalaban su fragancia él se acercaba a la plantas y les cantaba, le bailaba, le silbaba, yo sentía que me mareaba, en todas estas energías que se estaba moviendo mi padre, me miraba y me llamaba ¡ven ,ven, hijo danza conmigo!, comulga con ella únete, a lo todo, siente que todo lo que te rodea es solo uno y que tú eres parte de ella, tu madre naturaleza. Así que comencé a danzar con mi padre, hasta que un día entendí, que mi padre lo que él hacía era una comunión con la naturaleza, era la lengua, con el cual las platas le trasmitían la historia de su vida, el conocimiento, el para qué estaba la planta ahí en la tierra y sus propiedades curativas porque en ese lugar, mi padre me decía que nada está hecho al azar, que cada cosa tiene su razón de ser. Quizás sea este el camino….Saber porque estamos aquí, saber el origen de todo esto, el encuentro consigo mismo, el camino que nos llevara de la ignorancia hacia la libertad total. ¿Pero qué pasa en nuestra sociedades y en nuestras organizaciones, e instituciones?, mienten y con esa mentira quieren sujetar a los ciegos porque los símbolos cuando son símbolos muertos no dicen nada, no irradia luz .Y ¿por qué?, ¿por qué mienten?, para salvar alguna situación y mantenerse en el poder, su mentira es tan grande que hasta ellos mismos creen que es verdad. Las instituciones no deben sostenerse con la mentira, yo te dijo que tan culpable es el que miente como el que calla así que los dos son culpables. La mentira es un verdad a medias, se sostiene con personas aduladoras, porque el solo hecho de tener una posición en la institución, entregan su alma al diablo. Los grandes maestros inician a los aprendices, y los instruye en los planos más sutiles de la naturaleza, para ser los hombres puentes, entre ellos y la humanidad, ese mensaje de integración y de buena voluntad, que así sea... G:.Hierf:. Victor Salazar Soto 99. Tao Yashay S:.S:.M:.M:. USA.
NOUS – Luz Cósmica. Victor Salazar Soto
NOUS – Luz Cósmica.
El Himalaya ha dado la posta a los nevados de los Andes, en Hispano América. . Victor salazar Soto
Hispano América y los Caballeros de la Orden del Sol
Hispano América y los Caballeros de la Orden del Sol.
V.S.A. Jose Miguel Esborronda A. miembros de la Fundacion Magna Fraternitad Universalis
El Retorno: Víctor Salazar Soto.
El Retorno:
Enseñanzas de iniciación de los Caballeros de la Orden del Sol- Temple. G:.M:. Victor Salazar Soto
domingo, 29 de mayo de 2022
La Serpiente del Eden Iblis , Caligastria o Samael
Victor Salazar Soto .
LOS INICIADOS DEL SOL
Parte 2 AKENATÓN: «ALEGRÍA DEL SOL» La creencia de los mundos griego y romano, que veían en Egipto la cuna de la ciencia hermética, ha persistido hasta nuestros días. Aún hoy, sólo las palabras obelisco y pirámide evocan para nosotros los más impenetrables misterios. No es de extrañar, por lo tanto, que rosacrucianos y francmasones se rodeen de símbolos y de jeroglíficos que evocan la tierra de los faraones. Sin embargo, aparte el hecho de que aquella comarca bendecida por los dioses se hubiese encontrado en las avanzadillas de la historia de la Humanidad, ¿cuál es el atractivo de aquella civilización desaparecida, en la era de la conquista del espacio? Muy sencillamente, el desconocimiento en que estamos de su origen. Desde luego, podríamos interrogar a doctos egiptólogos, pero, tranqui- licémonos. Sobre el origen de aquella extraordinaria civilización, no saben más que el común de los mortales... A ver quién establece una cronología seria para las cuatro primeras dinastías faraónicas, es decir, el período arcaico del Imperio Antiguo. ¡Aviado estaría! Del mismo modo, miles de turistas ya pueden «ametrallar» con gran refuerzo de películas fotográficas la inmemorial meseta de Gizeh. ¿Quién creería por esto que las pirámides y la Esfinge iban a revelar su anti- guo secreto? Hablemos en serio y fijémonos mejor en la única realidad que con- taba verdaderamente en aquel tiempo: la religión y los mitos que la rodeaban. Esta realidad nos enseña que Egipto es incontestablemente la patria del culto solar. Es él, el Sol, quien se levanta al Este con el nombre de Horus y que se pone al Oeste con el de Atón, de Tum o bien de Aw. Tomamos contacto aquí, en el marco del antiguo Egipto, con «la mi- sión civilizadora» de todo un pueblo. Cada pueblo, en efecto, recibe tradicionalmente una «misión histó- rica»: los «guías espirituales», Hermes Trismegisto en este caso, son sus luces visibles. Es, sin duda, Hermes, el «tres veces grande», quien se hizo cargo de la «misión» de Egipto, por citar una expresión grata al esoterista Saint-Yves d'Alveydre. Quién nos explicará de otro modo el nacimiento en Egipto del concepto infinitamente más sutil de «Sol invisible», de «Sol negro», con- siderado como el «Sol nocturno» en su carrera elíptica inaccesible a nuestras investigaciones, el modelo de las evoluciones misteriosas de la materia entre la muerte y el retorno a la vida... El prototipo de la al- quimia y del moderno psicoanálisis. Claude de Saint-Martin, justamente apodado el «Filósofo descono- cido», fue el primer pensador cristiano que intentó, en el ~iglo xvni, reponer al hombre en el camino de la tradición. Enseñó la vinculación del cristianismo con la Atlántida, a través de Egipto, el druidismo y el mosaísmo primitivo del Libro de Enoch. Esta filiación ha sido sostenida recientemente por el llorado Paul Le Cour, fundador de la revista de arqueología tradicional Atlantis. El culto del Sol habría llegado así a los egipcios por el canal de la Atlán- tida. Este culto, olvidado por los descendientes de los primeros farao- nes, habría sido repuesto al gusto del día por el iniciado que es obje- to de nuestro estudio: Akenatón. Entre los egipcios —escribe Paul Le Cour— existía la creencia en un Dios supremo y en un segundo dios, el Sol creador. Una estela del museo de Berlín llama al Sol «hijo de Dios». En la puerta del templo de Medinet-Abu, se lee: «Es él, el Sol, quien ha hecho todo lo que es, y nada ha sido hecho sin él jamás.» San Juan dirá lo mismo catorce siglos más tarde hablando de Cristo. Recordemos al lector que Akenatón vivió catorce siglos antes de Jesucristo. En el mismo texto, Paul Le Cour desarrollaba su tesis en profun- didad. Partiendo de aquí, el autor de La Era del Acuario * precisaba su pensamiento y sacaba una conclusión que sería difícil no suscribir: El primer foco de la religión solar fue verosímilmente la Atlán- tida o una comarca situada hacia el 50° de latitud Norte (¿el Hiperbóreo?). Allí fue creada la primera esfera celeste, soportada, por lo demás, por Atlas y creado el Zodíaco, que constituye en cierto modo el reloj de la religión solar cuyas fiestas anuales señala, así como las transformaciones a través de los siglos. En efecto, de la Atlántida, la religión solar pasó a México, al Perú, a Egipto, a Caldea. Reunidos por una común tradición, la de los atlantes, que han sido denominados «el pueblo del Sol», egipcios, mexicanos y babilonios edificaron templos en cuyo frontón se veía el disco solar acompañado de dos alas... La religión hiperbórea era solar, como lo fue la de los druidas; el culto de Dionisos era solar y lo fue igualmente el de Mitra. Abordamos, en este punto preciso del razonamiento, el verdadero fenómeno que representa Akenatón en la historia de nuestra Humani- dad: el de un verdadero enlace entre la tradición atlante e hiperbórea (o gran tradición) y nuestra época actual: la civilización judeocristiana. Y haremos nuestra esta conclusión del gran autor místico Merezhkovski: La Atlántida, he aquí lo que está en el fondo de la vertiginosa, de la espantosa antigüedad egipcia. Atlantes y reyes-pontífices El mito del continente perdido, de la Atlántida, se vincula a la teoría de los ciclos de la Humanidad, grata a Platón y proseguida después por toda la tradición esotérica hasta nuestros días. Los sacerdotes del antiguo Egipto habían conservado, y sus libros sagrados dan fe de ello, el recuerdo de un vasto continente que se habría extendido en medio del océano Atlántico, en un espacio delimitado al Oeste por las islas Azores y al Este por la rotura geológica del estrecho de Gibraltar. El Critias de Platón nos describe extensamente una ciudad del con- tinente sumergido: Poseidonis, ciudad de gigantescas puertas de oro, edificada en graderío, con sus enormes templos y su sistema de go- bierno dirigido por reyes-sacerdotes, poseedores de las leyes dictadas por los dioses, en primera fila de los cuales se sitúa Poseidón o Neptuno, rey de los mares, armado de su tridente. También según Platón, la isla de Poseidonis, último fragmento de la Atlántida, quedó sumergida nueve mil años antes de la época del sabio Solón. El geógrafo griego Estrabón, así como Proclo, confirman las afirma- ciones de Platón. ¿Cómo hubiera podido Solón tener conocimiento de la tradición atlántida? Sólo una respuesta parece coherente. Los sacer- dotes egipcios, que pretendían tener la información de los propios at- lantes, la transmitieron a los viajeros griegos que a menudo visitaban su país. Los sacerdotes egipcios de Sais, ¿podían conocer una tradición que se remontaba a la fecha admitida para la inmersión y la desaparición de aquel continente fabuloso? Los datos de las ciencias naturales, de la Prehistoria y de la Antropología concuerdan todos con esa fecha... Queda por demostrar que efectivamente existía un pueblo egipcio en el IX milenio antes de nuestra era. Ahora bien, los estudios recientes parecen probarlo sobradamente. Si una civilización antigua y cerrada existía ya nueve mil años antes de Jesucristo, nada se opondría a que hubiera desempeñado un papel de receptáculo y luego de vehículo a la civilización atlántida. Descubri- mos sus huellas en el monumento más antiguo de Egipto: la Esfinge de Gizeh. ¿La gran Esfinge contemporánea de la Atlántida? ¿Por qué no? Re- cuérdese su desarenamiento efectuado por Tutmés IV. Fue objeto de una constatación asombrosa; los miembros del coloso habían sido res- taurados desde las primeras dinastías... En la época de aquel faraón que reinó treinta y cuatro siglos antes de nuestra era, la Esfinge tenía, LO MENOS MIL CIEN años de edad. Pero, ¿qué representa exactamente ese gigante, mitad hombre, mitad animal? La idea según la cual reproduciría los rasgos de un faraón no se apoya en ningún documento. Por contra, su nombre mismo parece establecer por sí solo una relación sorprendente con el continente de- saparecido de la Atlántida. Veámoslo. La estela de Tutmés I (tercer rey de la XVIII dinastía, la que nos interesa) nos enseña el nombre que daban entonces al coloso de piedra: «Ruty» (línea 2082 del «texto de las pirámides»)... Ahora bien, según la leyenda, que siempre contiene un fondo de verdad, las dos últimas islas de gran importancia de la Atlántida, antes de su desapa- rición total, se llamaban «Ruta» y «Daitia». La coincidencia es cuando menos inquietante. Lo que refuerza aún la hipótesis según la cual las primeras dinastías faraónicas serían las de los REYES ATLANTES, es la presencia de las mastabas (o tumbas) de los soberanos en cuestión, situadas todas en las proximidades de la gran Esfinge de Gizeh... Las primeras dinastías egipcias Aquellos monarcas de la primera dinastía eran inhumados en Peker, a dos kilómetros aproximadamente del templo de Osiris, situado en Abidos. Y aquí abordamos un segundo punto de contacto con la tra- dición atlántida. Es en Abidos, efectivamente, donde se ha encontrado la estela de I-Cher-Nofret, alto funcionario del rey Sesostris III (1887- 1849 a. de J. C.) que nos relata una iniciación a los misterios... La misma iniciación de la cual Heródoto se limitaba a declarar: «Los sacerdotes de Osiris, unidos por una vieja tradición, no podían decir nada de la muerte de su Dios...» Ahora bien, en esa estela, se hace mención del ini- ciado Thot, que no es otro que Hermes Trismegisto, el que «ha abierto al dios la vía que conduce a su tumba, en Peker» y que ha organizado la «gran salida», «poniendo en movimiento la nave»... De ahí a concluir que los primeros egipcios, o cuando menos sus «iniciadores», escaparon en embarcaciones a la catástrofe que vio el hundimiento del continente desaparecido, no hay más que un paso. La última parte de la descripción de los misterios, ¿acaso no finaliza con la declaración siguiente: «Le he hecho entrar en la nave... He en- sanchado de gozo el corazón de los habitantes de Oriente (los vivos) y he suscitado el entusiasmo en los habitantes de Occidente (los muer- tos)... La embarcación ha abordado Abidos y conducido a Osiris, el primero de los habitantes de Occidente, señor de Abidos, a su palacio.» Subrayemos que Occidente es representado como la morada de los muertos. En efecto, para los egipcios, Punt, la tierra de los grandes antepasados, situada por ellos en los límites de Libia (que se extendía hasta el Marruecos actual) era objeto de un culto postumo. Cuando recordemos que los egipcios sólo vivían para el más allá, comprendere' mos mejor que procuraban así acercarse a su país de origen: la Atlán- tida sumergida, con toda verosimilitud. ¿Cabe, en este estadio, poner en duda la existencia de la Atlántida, afirmada en la Antigüedad por Homero, Solón, Heródoto, Platón, Estra- bón, Diodoro? No lo creemos, pues los antiguos situaban precisamente el continente desaparecido «al otro extremo de Libia, allá donde el Sol se pone...». Así se explica, naturalmente, la consanguinidad de las familias rei- nantes, medio seguro de conservar la pureza de la sangre atlante según la prescripción dictada por el gran Hermes. El origen atlántida de los antiguos egipcios halla una confirmación suplementaria en la costumbre considerablemente antigua del ocre rojo con el que eran embadurnados los cadáveres. El primer ejemplo que conocemos de esa práctica nos lo da el hombre de Cro-Magnon, de raza blanca, que vivió hace casi cuarenta mil años. Este hombre, sacado a la luz en Eyzies, Francia, que medía más de 1,90 metros, se bañaba efec- tivamente en el ocre rojo. Cuando sepamos que los atlantes eran apo- dados la «raza roja», y reputados por su talla gigantesca, podremos pre- guntarnos si el hombre de Cro-Magnon no sería de la raza de los atlantes. No es inverosímil creerlo si pensamos que: El recuerdo abrumador de aquella ascendencia era tan poderosa- mente apreciado en tierra nilótica que para conservar sus particu- laridades físicas y morales fueron instituidas, desde la aurora de los tiempos, dos de las más extraordinarias leyes de la tradición faraónica: 1. — El soberano se desposa con su hermana; 2. — El rey, los grandes sacerdotes y todos los puros DESCENDIENTES VARONES de la raza original se untan el cuerpo con ocre rojo... Las costumbres irán debilitándose... Hacia las últimas dinastías, únicamente el faraón y el Hierofante se embadurnarán con pintura roja. Madame Szumlanska sitúa la decadencia de aquella raza dirigente de Egipto en los alrededores de la XVIII dinastía, o sea, en la época que nos interesa, la del faraón Akenatón. Fue bajo aquella dinastía cuando Egipto tuvo su «canto del cisne»: «Un esplendor inaudito se extendió sobre la tierra de Egipto con la XVIII dinastía. Horus, el dios originario del país de Punt, vio reflorecer su maravillosa leyenda.» Los primeros egipcios, antepasados de los supervivientes de la Atlántida, habrían llegado al valle del Nilo, a través del África del Norte, procedentes de las islas Canarias. Ahora bien, en 1882-1886, el sabio Verneau publicó su Informe sobre una misión científica en el archipié- lago canario en el cual proporcionaba una documentación considerable sobre los hombres de Cro-Magnon, al término de una investigación de cinco años. La idea principal de Verneau se fundaba en un parentesco atlante con los guanches, antepasados de los habitantes de las Canarias. No olvidemos que la Atlántida, al desaparecer, debía dejar emerger las crestas de sus cordilleras de las que el pico Teide podría ser uno de los vestigios. El sabio francés notó en las momias que pudo examinar una enorme capacidad craneana (1.790 cm3 de promedio), una estatura elevada (2,10 m) y, sobre todo, una deformación poscoronal específicamente cromagnoide «que no es debida a una deformación ritual como en los semitas, sino siempre en un punto preciso y que se encuentra entre los pueblos donde no existe ese rito, principalmente entre los egipcios». Nos resta, al final de este capítulo, describir la innovación monoteís- ta simbolizada por el culto SOLAR que hace su aparición con el Homo sapiens de Cro-Magnon y su rito del ocre rojo para continuar en el Egipto faraónico y culminar en un ideal más sutil y más puro de la misma religión solar: la sustitución del propio Sol por el DISCO. La cosmogonía sagrada de los egipcios. El «Libro de los muertos» La cosmogonía de los egipcios está enteramente contenida en el fa- moso Libro de los muertos, destinado a los cenáculos iniciáticos del an- tiguo Egipto, por considerar los egipcios la muerte como una especie de iniciación (del latín initium: «renacer a la vida»). Entre las visiones que el libro describe, el de la barca solar es la más frecuente. Esta visión central donde reencontramos las dos lumi- narias (la barca, que simboliza la Luna creciente, lleva el disco solar: Ra) formaba el núcleo de toda la cosmogonía sagrada. Para los egipcios, la Luna, considerada desde un punto de vista espiritual, no era en absoluto inferior al Sol, pero su unión simboliza la involución o, por emplear el lenguaje de la Biblia, la etapa original de la «caída». En el plano espiritual, pues, este fenómeno de involución agrava la caída inicial del género humano cuyas consecuencias están representadas respectivamente por el SEXO y la MUERTE, pues el SER ORIGINAL era, según la tradición, BISEXUADO e INMORTAL. Este concepto del ANDROGINADO primordial se encuentra de nuevo en el famoso diálogo de Platón El Banquete. Para el divino maestro, iniciado en los misterios egipcios y ardiente defensor de la tesis «at- lante», existía una raza original «cuya esencia está ahora extinguida», raza de individuos que llevaban en sí mismos los dos principios, mas- culino y femenino, y por ende andróginos. Los seres de esta especie «eran de una fuerza y de una audacia extraordinarias y abrigaban en su corazón proyectos orgullosos hasta atacar incluso a los dioses». Esta tentación de escalar los cielos no es nueva; es el mito de Prometeo, el de los Gigantes y de los Titanes. En la Biblia misma, ¿acaso no es evo- cada la «promesa de tornarse semejante a los dioses»? (Génesis, III) Pero lo más extraño que hay en el texto de Platón, directamente de- rivado de los Misterios de Egipto, es el hecho de que los dioses, para de- fenderse, no fulminan a los seres andróginos como fulminaron a los Titanes, sino que paralizan su acción y su potencia separándolos en dos. En lo sucesivo, el Hombre y la Mujer nacerán de la separación de los sexos o de los principios, el MASCULINO y el FEMENINO. Lo mismo sucede con la Luna y el Sol, ambos por referencia a nues- tra Tierra. La tradición esotérica, como hemos visto, enseña que esos dos astros estaban unidos en el origen y formaban cuerpo y que luego se separaron... Encontramos de nuevo a esta pareja inicial Sol-Luna reunida en el dios Osiris cuyas vinculaciones, tanto lunares como sola- res, han sido repetidas veces subrayadas por los egiptólogos. La resu- rrección de Osiris, petrificado en la muerte, ceñido en sus vendas de momia (alusión al mundo mismo, sometido a la implacable «ley de la naturaleza»), significaba el restablecimiento de la unidad en el retorno a la integridad original. La muerte, ese misterio en el sentido oculto del término, es vencida mágicamente gracias al verdadero «pasaporte» para el más allá que constituye el Libro de los muertos egipcio. El viaje del alma está des- crito con detalle por analogía con el viaje diurno de la barca de Ra, la barca solar, por la bóveda del cielo. El ejemplo del «dios-fracaso» Osiris seguía presente en todas las memorias: simbolizaba la «caída». Frente a aquel pueblo amoral, soñador e indolente de los egipcios, el gran Hermes blandía el ejemplo de la disciplina y del equilibrio cósmico: la élite egipcia que él logró formar creía en la existencia de un «alma del mundo» cuyas «luces» visibles eran el Sol, la Luna y los planetas. Esa «religión del Cosmos» abrió al egipcio medio visiones insospechadas. Se lanzó con alegría en aquella «preparación a la muer- te» que su selección le proponía. La moral se convertía en un lazo vi- viente entre el hombre y el Universo por intercesión de los dioses cósmiscos. Los dioses cósmicos: Horus-Osiris, Amón-Ra. Horas, por ser el heredero de su padre Osiris, puede ser considerado como el heredero del mundo divino tomado en su conjunto. Aparece como el sucesor de todos los demás dioses. Así, ante el envejecimiento de la Humanidad, los iniciados se veían llamados a hacerse cargo del «gobierno cósmico». Horas, en esta óptica, aparecía como la divinidad humana por exce- lencia. Su leyenda misma es significativa. Al principio, Horas es considerado como el «vengador de su padre», Osiris, muerto por Seth. Pero por muy aborrecido que sea, Seth no deja de ser necesario al equilibrio cósmico, pues el mal ha de existir para que el bien pueda triunfar. Volvemos a encontrar aquí la idea de un ser divino que se sacrifica deliberadamente por la salvación de la Hu- manidad {un Christos), Osiris, en este caso. El objeto de semejante sacrificio era conducir al hombre hacia la liberación de sus instintos superiores por la destrucción de su naturaleza inferior. Es lo que nos enseñan, a través de una terminología que a veces se nos antoja em- brollada, las religiones que precedieron al cristianismo y cuyos «salva- dores» con Adonis, Orfeo, Dionisos, Baldur, Mitra... Completamente diferente del de Horas, pues, aparece el papel de Osiris y cabe preguntarse, ¿por qué el OSIRIANISMO no se fusionó con el cristianismo naciente? Hay que ver en la intransigencia de los pri- meros Padres de la Iglesia y en su deseo de hacer «accesible» el cris- tianismo a las masas, rechazando los elementos esotéricos, una causa del fracaso de esa fusión. Sólo que la élite egipcia había de tomar una decisión preñada de consecuencias para la Humanidad: las tradi- ciones esotéricas del osirianismo debían ser preservadas a toda costa. Así nacieron, cuando la desaparición de Egipto en tanto que civilización, la GNOSIS y el MANIQUE1SMO, la ALQUIMIA y luego el movimiento TEMPLARIO, que había de hacer nacer la FRANCMASONERÍA. La élite egipcia había adivinado en el Decálogo de Moisés y el «optimismo beato» del cristianismo la trampa fatal: afirmar que todo se arreglará «automáticamente» y como por la fuerza de las cosas es adormecer al mundo (9). Esta puntualización era necesaria para comprender la importancia de otro dios cósmico y sobre todo la de la cofradía secreta que lo ro- deaba: la FRATERNIDAD DE HELIÓPOLIS que se había consagrado al dios-Sol Ra, de donde procedió su importancia política y religiosa en el seno del Egipto antiguo. El dios Ra, a quien encontramos ya en la barca solar, era considerado como el «primero de los faraones». Simbolizaba al Sol pasando por las «cuatro casas del mundo», y representado como el vencedor de la serpiente. Nos encontramos aquí en presencia de todos los mitos ori- ginarios de las diversas religiones que sucedieron a la primera cos- mogonía egipcia. El dios Ra debía, bajo la XII dinastía, encontrar una segunda juventud: su asimilación al dios de Tebas, Amón, que hubo de hacer nacer la dualidad Amón-Ra. Observaremos, de la misma manera, que el gran sacerdote de Helió- polis(lO) llevaba una piel de leopardo adornada de estrellas, pues era el «jefe supremo de los secretos del cielo» y el «grande de visión». La ciudad de Heliópolis, en el delta del Nilo, era uno de los tres centros de misterios más importantes con el de Hermópolis (la ciudad de Her- rnes), y el de Abidos, de origen atlántida. La importancia de Heliópolis es atestiguada hasta en el cristianis- mo, puesto que, según el Nuevo Testamento, fue en Heliópolis donde la Sagrada Familia habría descansado cuando la «huida a Egipto». El clero de aquella ciudad sagrada colocaba un «puente mágico» so- bre el abismo de la muerte según unos procedimientos que hoy están irremediablemente perdidos. Lo poco que sabemos de ello no nos per- mite adelantar hipótesis aventuradas... Es probable, sin embargo, que ciertas cofradías ocultas posean precisiones al respecto. Añadiremos solamente que fueron egiptólogos alemanes los que se ocuparon de las excavaciones de Heliópolis. Más significativo aún, en cuanto a su esencia solar, es el gran dios Amón-Ra cuya adoración estaba centrada en torno de Tebas en el gi- gantesco conjunto monumental: Luxor-Karnak. Aquí ya no se trata de misterios. La religión únicamente es admitida y, desgraciadamente (como casi siempre es el caso), querrá desbordar sobre unos sectores en los que no tiene nada que hacer: la dirección administrativa, y luego política, del país. Será un hecho consumado bajo la XXI dinastía. ¡Al- gunos siglos más de Historia y Egipto se derrumbará!
La Historia no contada Capitulo 7 con Victor Salasar
domingo, 22 de mayo de 2022
Conferencia Masonica Mexico Gadalajara G:.M:. Victor Salazar Soto
Entrevista Internacional IV Capitulo con: Victor Salazar Soto
La Escuela Iniciatica Capitulo3 con Victor Salazar Soto
Escuelas Iniciaticas : Con Victor Salazar Soto
LA HISTORIA NO CONTADA . Con Victor Salazar Soto
domingo, 24 de abril de 2022
Los Caballeros de la Orden del Sol - Rito Solar Templario
Soberana Orden del Temple.
El nombre cósmico es el sonido que irradia nuestro cuerpo físico.
El nombre cósmico es el sonido que irradia nuestro cuerpo físico.
Victor Salazar Soto.
¿Que es el Nombre Cósmico?
Desde el inicio de los tiempos, se dio un proceso de expansión, emitiendo un sin fin de sonidos, así se inició en todas las dimensiones ,y en cada una de ellas se desarrollaron formas de vida ,
en la existencia hay espacios intermedios pero no hay vacíos ,todos estas compenetrados, así están las dimensiones, es como los sonidos de la música ( canción ) se entremezclar armónicamente pero no se chocan entre ella cada una ocupa un espacio para interactuar en conjunto, ,aquí en la tierra hay diferentes formas de vida, desde que aparecemos en la existencia como seres individuales , en esta infinita existencia , hay algo que nos identifica, es tu nombre cósmico.
Cada ser es capaz de redescubrir, por diferente medios, su frecuencia vibratoria es una onda que lo identifica en todos sus existencias, en diferentes tiempos de vida, y en todas sus reencarnaciones la frecuencia siempre va hacer la misma.
Esta frecuencia vibratoria emite un sonido único, no hay dos iguales, el conocer esta frecuencia sería muy importante, ya que el pronunciarla constantemente en forma de mantra aumenta su vibración.
¿Como podemos recibir el nombre cósmico?.
Debemos asumir una verdadera toma de conciencia de nuestra realidad, que somos seres espirituales y para poder desarrollar el buen vivir en armonía con el medio ambiente en que vivimos es estar en armonía , primero consigo mismo y después con todo lo que te rodea, debemos aprende a armonizar nuestro cuerpo, aprendes a relajarnos y a meditar una vez que hemos hecho este proceso podría ser con esta pregunta ¿quién soy yo? , ¿Quién soy yo? reiteradas veces hasta que aquietamos estas forma de pregunta, pronunciarla de repida a lenta, ¿Quién soy yo?
Hay algunos casa aislados que ciertas personas lo recibir en sueno y otros en como algunos grupo, como el grupo Misión Rama y otros grupos de contacto
Que es lo que ven estos seres al cual le llamamos los hermanos guía (extraterrestres) ven nuestra aura y los colores que irradia las personas que están en el camino espiritual tienen cierto colores que los identifican y su campo electrónicos son más grande
Un ejemplo del nombre cósmico.
Paramahansa Yogananda – Autobiografía de un Yogui
Capitulo XXXIV
“MATERIALIZACION DE UN PALACIO EN LOS HIMALAYAS”
dialogo entre Babaji y Lahiri Mahasaya, donde babaji busca a Lahiri en el universo por el sonido.
Aquí Babaji busca a Lahiri Mahasaya con el sonido
“-Lahiri, ¡has venido! -El santo me hablaba afectuosamente en la lengua hindi-.
Descansa en esta cueva; fuí yo quien te llamó.
“Entré una pequeña gruta que contenía varias mantas de lana y algunos kamandulus
(cuencos de mendigo).
“-Lahiri, ¿no recuerdas ese asiento? -El yogi señaló una manta doblada que se hallaba
en un rincón.
“-No, señor. -Algo turbado por lo extraño de mi aventura, agregué-: Debo irme antes de
que caiga la noche. Tengo que hacer mañana en la oficina.
“El misterioso santo replicó, en inglés:
“-La oficina fue traída para ti, y no tú para la oficina.
“Me asombré de que este asceta del bosque no solamente hablara el inglés, sino que
supiera parafrasear las palabras de Cristo.
“-Veo que mi telegrama surtió efecto. -La observación del yogi era incomprensible para
mí; le pregunté por su significado.
“-Me refiero al telegrama que te trajo a estas desoladas regiones. Fuí yo quien
silenciosamente sugirió en la mente de tu superior que fueras trasladado a Ranikhet.
Cuando uno siente su unidad con los hombres, todas las mentes se convierten en
estaciones transmisoras al través de las cuales es posible trabajar a voluntad. -Luego, el
santo agregó gentilmente-: Lahiri, ¿estás seguro de que esta caverna no te es de ningún
modo familiar?.
“Mientras yo guardaba silencio, el sano se acercó y me dió un breve golpe en la frente.
Bajo este toque magnético, una caudalosa corriente atravesó mi cerebro, liberando los
dulces recuerdos de mi existencia anterior.
“-¡Ahora recuerdo! -Mi voz estaba casi ahogada por los sollozos de alegría-. ¡Es usted
mi guru Babaji, que desde siempre me ha pertenecido!. Muchas escenas del pasado se
presentan en mi mente; aquí mismo, en esta caverna, pase; muchos años de mi pasada
encarnación. -Mientras me abrumaban las inefables memorias, abracé, con los ojos
llenos de lágrimas, los pies de mi maestro.
“¡Durante más de tres décadas he esperado aquí a que vinieras, a que volvieras a mí! -
La voz de Babaji estaba henchida de amor celestial-. Tú te desvaneciste en las olas
tumultuosas de la vida más allá de la muerte. La varita mágica de tu Karma te tocó, y
desapareciste. Pero aun cuando tú me perdiste de vista, yo jamás dejé de verte a ti. Te
perseguí al través del luminoso mar astral, donde navegan los ángeles. Al través de
tinieblas, tormentas, mareas y luz, te seguí. Lo mismo que un ave que cuida a su hijuelo.
Cuando viviste tu término humano de existencia intrauterina, lo mismo que cuando
saliste a la luz en la forma de un niño, mis ojos no se separaban de ti. Cuando tu
diminuta forma adoptó la postura del loto, cubierta por las arenas de Nadia, durante tu
infancia, yo estaba invisiblemente presente, esperando siempre el advenimiento de este
día perfecto. Ahora, ya estás conmigo; ¡ea!, pues, aquí tienes tu cueva, la misma que
tanto amaste antaño. Siempre la he mantenido limpia y lista para ti. Aquí tienes tu
manta para el asana, sobre la cual acostumbrabas sentarte diariamente para henchir tu
corazón con Dios. ¡Mira, allí tienes tu cuenco, el mismo del que solías tomar el néctar
por mí preparado! ¡Mira cómo he mantenido el bronce bien pulido, a fin de que puedas
beber en él otra vez! ¿Entiendes ahora, amado mío?.
“-Mi guru, ¿qué puedo decir? -murmuré, con la voz temblorosa-: ¿Dónde ha oído nadie
semejante amor inmortal? -Largo tiempo contemplé, extático, mi tesoro eterno, mi guru
en la vida y en la muerte.
En la Biblia encontramos este bello pasaje: “A aquel que venciere, daré á comer del maná escondido, y le daré una piedrecilla blanca, y en la piedrecilla un nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.” (Apocalipsis -Capítulo 2 ,Versículo 17 )
Cuando un ser es iniciado en los sagrados misterios recibe un nuevo nombre por el maestro
Este a su ver le transmite una palabra secreta, de la boca del maestro al oído del aprendiz.
El nombre cósmico es el sonido que irradia nuestro cuerpo físico.
Asi sea.
Los Ingenieros Genéticos creadores de la vida.
Los Ingenieros Genéticos creadores de la vida.
domingo, 10 de abril de 2022
TIAHUANACO EL SECRETO SAGRADO DE LOS HIJOS DEL SOL.
La grandeza del cambio en américa.
La grandeza del cambio en américa.
lunes, 17 de enero de 2022
El Canto del Chaman a la Madre Naturaleza.
Quiero citar como ejemplo este hecho muy interesante, del estudio de algunos antropólogos que se han introducido a estudiar la naturaleza del hombre, sus mitos y creencias ancestrales, este es un cuento de mi imaginación y experiencia personal, para poder entender que es el conocimiento. El antropólogo le pregunta a un Chamán de un Pueblo de las Amazonas o de la sierra, de los pueblos del sur al cual llamáremos “el anciano”… El antropólogo pregunta al “Anciano”, ¿cómo saber cuál es el poder curativo de las plantas?, o ¿cuál nos puede hacer daño?, ¿cuáles son sus propiedades y quien le enseño a diferenciar las plantas?. El “anciano” le responde, - fue el abuelo de mi padre y mi papá, todo es una cadena en el conocimiento así como el collar del Buda es una cadena. Nuestros antepasados vivieron unidos a la naturaleza en perfecta armonía, una comunión constante todos integrados a la suprema Gran Alma Creadora. Mi papá me llevaba muy tempranito a las montañas al cual él llamaba el GRAN APU (La Gran Alma o Espíritu de las tres montaña) ahí, había una cueva y me decía, este es el útero de la madre, la Madre Tierra, de aquí nacimos. Ella nos cuida, nos alimenta, nos sana y a ella volvemos cuando morimos físicamente, debes saber hijo que el espíritu es eterno, que no nació ni morirá, que siempre existió. ¿Por qué nos enférmanos?, porque cuando el alma está mal , el cuerpo se enferma y es porque no sabemos pensar ,debemos estar en armonía con toda la naturaleza ,para que nuestro cuerpo irradie su luz interna, que es la energía vital , que es la luz que exhala y que emite un sonido y este sonido unos color, cuando el sonido del cuerpo está en desarmonía el color es tenue oscuro y es así que el cuerpo se enferma .Mi papá le pidió permiso a la Madre Tierra al cual él llamaba MAMA PACHA (MADRE TIERRA )y al TAITA INTI (PADRE SOL )luego proseguíamos, el camino, al que le llamaba el camino de YACHAY (El camino del conocimiento ). Camina vamos al interior de la selva con sus peligros y sus alegría de ver tanta belleza tantos olores aromático, cuando se detuvo y me dijo aquí es, este es el lugar, ¡era tan bello!... Creo que yo solo no habría podido llegar, me habría perdido en la ignorancia del camino, mi padre era mi protector, él era mi Maestro en el camino de yachay, (conocimiento). Tenía una mochila de la cual saco algunas cosas, con la que el ofrecía tributo a la Madre Tierra y al Taita Inti. Al Padre Sol así que tendió su poncho en el piso y saco una bolsita de coca, el de dijo que esta era la planta sagrada de nuestros antepasados, los señores Incas, los grandes constructores ; ellos eran los grandes Masones, mi padre prosiguió ante él ,así que agarro tres hojitas de coca y las puso en forma de un trébol y las presento a las cuatro regiones mirando a los Apus y con el supremo y profundo respeto a nuestros antepasados, las soplaba a los cuatro vientos, esto era un acto de comunión que jamás lo olvidare, en el resto de vida que me queda. Luego saco una chungana, es como una maraca que tiene semillas a dentro y hace un ruido como el correr de la sangre en nuestro cuerpo físico. Luego de hacer su presentación a los APUS. comenzó a danzar moviendo la chungana, la danza era como un baile, sus movimiento tenían ritmo estaban llenos de energía, de magia y el viento se agitaba las flores exhalaban su fragancia él se acercaba a la plantas y les cantaba, le bailaba, le silbaba, yo sentía que me mareaba, en todas estas energías que se estaba moviendo mi padre, me miraba y me llamaba ¡ven ,ven, hijo danza conmigo!, comulga con ella únete, a lo todo, siente que todo lo que te rodea es solo uno y que tú eres parte de ella, tu madre naturaleza. Así que comencé a danzar con mi padre, hasta que un día entendí, que mi padre lo que él hacía era una comunión con la naturaleza, era la lengua, con el cual las platas le trasmitían la historia de su vida, el conocimiento, el para qué estaba la planta ahí en la tierra y sus propiedades curativas porque en ese lugar, mi padre me decía que nada está hecho al azar, que cada cosa tiene su razón de ser. Quizás sea este el camino….Saber porque estamos aquí, saber el origen de todo esto, el encuentro consigo mismo, el camino que nos llevara de la ignorancia hacia la libertad total. ¿Pero qué pasa en nuestra sociedades y en nuestras organizaciones, e instituciones?, mienten y con esa mentira quieren sujetar a los ciegos porque los símbolos cuando son símbolos muertos no dicen nada, no irradia luz .Y ¿por qué?, ¿por qué mienten?, para salvar alguna situación y mantenerse en el poder, su mentira es tan grande que hasta ellos mismos creen que es verdad. Las instituciones no deben sostenerse con la mentira, yo te dijo que tan culpable es el que miente como el que calla así que los dos son culpables. La mentira es un verdad a medias, se sostiene con personas aduladoras, porque el solo hecho de tener una posición en la institución, entregan su alma al diablo. Los grandes maestros inician a los aprendices, y los instruye en los planos más sutiles de la naturaleza, para ser los hombres puentes, entre ellos y la humanidad, ese mensaje de integración y de buena voluntad, que así sea... G:.Hierf:. Victor Salazar Soto 99. Tao Yashay S:.S:.M:.M:. USA.
NOUS – Luz Cósmica.
NOUS – Luz Cósmica.
domingo, 9 de enero de 2022
TIAHUANACO EL SECRETO SAGRADO DE LOS HIJOS DEL SOL.
TIAHUANACO EL SECRETO SAGRADO DE LOS HIJOS DEL SOL.
LA LEY DE CAUSA Y EFECTO.
LA LEY DE CAUSA Y EFECTO.