viernes, 7 de enero de 2011


El conflicto de los opuestos por Krishnamurti

Me pregunto si hay tal cosa como el mal. Por favor, preste atención, acompáñeme, investiguemos juntos. Decimos que existen el bien y el mal. Hay envidia y amor, y afirmamos que la envidia es mala y el amor es bueno. ¿Por qué dividimos la vida llamando «bien» a esto y «mal» a aquello, creando de ese modo el conflicto de los opuestos? No es que no haya envidia, odio, brutalidad en la mente y el corazón humanos, ausencia de compasión, de amor, pero ¿por qué dividimos la vida en la cosa llamada «bien» y la cosa llamada «mal»? ¿No existe, en realidad, una sola cosa, que es una mente inatenta? Por cierto, cuando hay atención total, es decir cuando la mente está por completo atenta, alerta, vigilante, no existen cosas tales como el mal o el bien; sólo hay un estado lúcido, despierto. La bondad no es, entonces, una cualidad del ser, no es una virtud; es un estado de amor.

Cuando hay amor, no hay bien ni mal, sólo hay amor. Cuando uno ama verdaderamente a alguien, no piensa en el bien o el mal, todo su ser está lleno de ese amor. Sólo cuando se termina la atención completa, cuando cesa el amor, surge el conflicto entre lo que soy y lo que debería ser. En este caso, aquello que soy es malo, y lo que debería ser es lo que llamo bueno.

... Observe su propia mente y verá que en el instante en que deja de pensar en términos de llegar a ser alguna cosa hay una cesación de la actividad, cesación que no es estancamiento; es un estado de atención total, el cual es bondad.
Año nuevo, propósito nuevo

Cuando finaliza un año es un buen momento para plantearse cambios y renovación, nuevos propósitos.

A nivel espiritual esto es realmente útil, ya que nuestro progreso depende siempre de las metas que nos pongamos. Así que algunas de las preguntas que nos pueden ayudar a concretar un plan de acción personal son: Al inicio de este nuevo año, ¿de qué patrón o hábito quiero despedirme? ¿Qué es lo que quiero terminar en mí? ¿Qué novedad quiero incorporar en mi vida, en términos de cualidades y actitudes?

Es también una oportunidad de hacer las paces con el pasado, perdonar y olvidar. Lo importante, al final, es sentir que internamente me preparo para un nuevo período, una nueva etapa en mi camino y para avanzar ligero y rápido hacia mis metas he de soltar el equipaje innecesario.

Vivimos tiempos llenos de cambios, incertidumbre y retos. En tales tiempos, la intranquilidad y las preocupaciones se han vuelto algo frecuente para muchas personas. Una práctica muy beneficiosa y que nos va a ayudar mucho en nuestro crecimiento espiritual es la de servir al mundo y a todas las almas a través de nuestra mente. Esto significa primero servir al ser ya que servir a través de la mente significa esparcir vibraciones de paz, de silencio, de armonía, de amor y de felicidad. Para poder hacerlo, primero tenemos que llenarnos nosotros mismos con la experiencia de esas cualidades.

A fin de llenarnos de la experiencia de paz, amor y felicidad, necesitamos conectarnos con la fuente de esas cualidades, el ser supremo. Y a medida que sentimos y experimentamos esa unión silenciosa, nos llenamos de luz y poder y de manera natural empezamos a irradiar esas cualidades de manera ilimitada.

Practicar una conciencia elevada e ilimitada es también un poderoso método para transformar nuestros patrones limitados y hábitos viejos que obstaculizan nuestro progreso espiritual.

Desde el equipo de Reflexiones Espirituales aprovechamos para desearos un feliz y auspicioso año nuevo, y que el 2011 sea un año lleno de progreso y logros espirituales.

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