miércoles, 1 de diciembre de 2010

EL EVANGELIO DE ACUARIO

GRACIAS ROMA POR ESTE DEVOTO TRABAJO!!!!


¿Quién fue Lévi, el transcriptor de este libro?
Respecto a la persona de Lévi no nos es dado escribir sino muy poco. Fue un ciudadano de los Estados Unidos y desde muy niño fue un estudiante profundo de las religiones del mundo. Cuando no era sino un niño se impresionó con la sensitividad de los éteres más finos, y llegó a sentir y por ende creer que en un cierto modo eran placas preparadas como en fotografía para impresionar en ellas sonidos, vibraciones y aún pensamientos. Con avidez entró pues al estudio más hondo de las vibraciones etéreas resuelto a solucionar por sí mismo los grandes misterios cósmicos. Cuarenta años empleó en estudios y meditación silente, llegando a encontrarse entonces en aquel estado de súper conciencia que le permitió entrar al plano cósmico de los éteres suprafinos y llegar a familiarizarse con sus misterios. Entonces llegó a darse cuenta de que las visualizaciones de su infancia habían estado basadas en realidades cósmicas y que cada pensamiento de cada cosa viviente, queda archivado.

DIFERENCIACION
Ahora bien, si el espacio está cargado de vibraciones-pensamientos de toda clase, ¿cómo puede, quien lea los Archivos Akáshicos diferenciar y recoger solamente los pensamientos y los acontecimientos de la vida de tal o cual persona o grupo de personas? Ocurre que cada persona tiene una vibración suya y distinta, y cuando el que lee comprende en su plenitud la Ley del Discernimiento, todo su ser se sintoniza de modo que sólo recibe un ritmo, un tono particular, siendo imposible que otro tono, otro ritmo, haga la más mínima impresión en él. Esto puede comprenderse con la ayuda del radio y del telégrafo inalámbrico, en los que se la llama "selectividad". Muchos años tomó a Lévi aprender esta Ley de Selectividad y sintonizar nítidamente con los tonos y ritmos de Jesús de Nazareth, de Enoc, de Melquizedec y de sus colaboradores. Pero dirigido por el Espíritu de la Inteligencia Suprema o Mente Cósmica llegó a triunfar en la creación de sensaciones internas, a punto tal que hoy siente instantáneamente y en todo su ser las más imperceptibles vibraciones procedentes de cualquiera de esos grandes centros y, desde luego, su interpretación en palabras es fiel y verdadera en lo más mínimo.

EL HOMBRE
"¿Qué es el hombre para que Tú te preocupes de él, o el hijo del hombre para que Tú te dignes visitarlo?" Esta fue la pregunta ansiosa de David, el Salmista hebreo, cuyo Octavo salmo esta dedicado por entero a la contemplación del hombre, la producción cumbre de la Naturaleza. Entre las muchas transcripciones del Archivo Akáshico hechas por Lèvi, hemos encontrado una, cuyo título es "El Hombre", en la que se describe gráficamente su descenso la densidad de la forma corpórea y su retorno final a pura vibración, a unidad eterna con Dios. No podemos resistirla a copiarla íntegramente en esta introducción. "No hubo un tiempo en que el hombre no fue". "Si la vida del hombre hubiera tenido principio, tendría que tener fin".
"Los pensamientos de Dios no pueden ser amurallados. Ninguna mente finita o intelectual puede comprender lo infinito". "Todo lo finito es mutable. Todo lo finito cesa de ser porque hubo un tiempo en que no existió".
"Los cuerpos y las almas de los hombres son finitos y por lo mismo o han de transmutarse o ha de llegar un día en que no existirán más".
"Mas el hombre no es su cuerpo, ni su alma. Es espíritu, parte del Espíritu
Cósmico".
"El Fiat Creador dio al hombre, al Ego humano, al Espíritu Hombre, un alma para que pueda actuar en el plano intelectual consciente y un cuerpo para actuar en el plano físico de manifestaciones corpóreas".
"¿Por qué el Fiat Creador dio al espíritu hombre, un alma para que pueda
actuar en el plano intelectual consciente?"
"Oídme ahora, vosotros, mundos, dominios, poderes y tronos".
"Oídme ahora, vosotros, querubines, serafines, ángeles y hombres"
"Oídme ahora, vosotros, protoplasma, tierra, planta y bestia".
"Oídme ahora, vosotros, seres que os arrastráis por la tierra, peces que os deslizáis en las aguas, aves que voláis"
"Oídme ahora, vientos que sopláis, truenos y rayos del firmamento".
"Oídme ahora, vosotros espíritus del fuego, del agua, de la tierra y del aire".
"Oídme ahora, vosotros, todo lo que es y lo que será porque es Sabiduría la que habla desde el plano Supremo de vida espíritu".
"El hombre es un pensamiento de Dios. Los pensamientos de Dios son infinitos. Ellos no se miden en el tiempo porque todo lo que se mantiene en el plano es el que hay tiempo, tiene principio y por lo mismo tendrá fin".
"Los pensamientos de Dios son desde el pasado interminable hasta los días sin fin del futuro. Y así es el hombre, el hombre espíritu".
"Pero el hombre, como todo otro pensamiento de Dios no fue sino semilla, una semilla dentro de la cual se contenían las potencias de Dios, exactamente como toda semilla de planta de la tierra contiene en lo más profundo de si misma los atributos de cada una de las partes de esa planta especial".
"Así pues, el hombre espíritu, como semilla de Dios, contiene en lo más
profundo de sí mismo los atributos de cada una de las partes de Dios"
"Ahora bien, las semillas son perfectas, tan perfectas como sea perfecto
quien les dio origen, pero no están desarrolladas en el plano de las formas
manifestadas".
"El niño en el útero, es tan perfecto como lo es su madre"
"El hombre, la semilla, debe ser plantado hondamente en un suelo que le
permita crecer y desarrollarse, exactamente como el capullo se desarrolla en una flor".
"La semilla humana que procedió del corazón de Dios mismo, fue designada para ser el señor del plano del alma y del plano de las cosas que tienen forma corpórea".
"Y así pues Dios, el Sembrador de todo lo que es, arrojó esta semilla humana en el suelo del alma, y creció y el hombre llegó a ser el señor de todo el reino del alma".
"Y oídme ahora todas las criaturas: el plano del alma no es sino el éter del plano espítitual vibrando a mediana frecuencia y es en el ritmo lento de este plano que las esencias se manifiestan: los perfumes, los olores, las sensaciones y todo lo que es emoción y amor".
"Y estos tributos del alma llegan a ser la belleza del cuerpo".
"En el plano del alma el hombre tiene que aprender una multitud de lecciones, y allí mora por muchas edades hasta que haya aprendido sus lecciones".
"En las fronteras del plano del alma el éter comenzó a vibrar aún con menos frecuencia y entonces las esencias tomaron cuerpo; los perfumes, los olores, las sensaciones y el amor se vistieron con formas corpóreas y el hombre tomó apariencia física".
"Y como el hombre perfecto tiene que pasar por todos los caminos de la vida, se manifestó en el la naturaleza carnal, una naturaleza que brotó de las cosas carnales".
"Sin enemigos, el soldado nunca conoce su fortaleza. El pensamiento debe desarrollarse por el ejercicio de la fortaleza".
"Y así esta naturaleza carnal pronto llegó ser el enemigo con el que el hombre tuvo que luchar para que llegue a conocer y a ser la fortaleza de Dios en manifestación".
"Que toda cosa viviente se pare y escuche".
"El hombre es el señor de todos los planos de manifestaciones: del protoplasma, del mineral, de la planta, de la bestia. Pero el abandonó sus derechos inherentes implemente para complacer a su Ego Inferior, su Ego Carnal".
"Mas el hombre recobrará su estado perdido, su herencia, si bien el recobro será una lucha que no haya palabras para describir".
"Sufrirá penas y pruebas múltiples. Pero que sepa él que el Querubín y el Serafín que gobiernan las estaciones del sol, y los espíritus del Dios Omnipotente que gobiernan los astros solares son sus protectores y sus guías, que le conducirán a la victoria".
"El hombre será plenamente salvado, redimido, perfeccionado, por sus sufrimientos en los planos físicos y del alma".
"Cuando el hombre haya conquistado el plano físico su forma corpórea habrá llenado su misión y desaparecerá y no existirá más.
"Entonces sin cadenas se encontrará innumerables enemigos a los que deberá vencer, vencerlos uno a uno".
"Así la esperanza será siempre su faro. El alma humana no fracasará porque Dios la guía y así su victoria es segura".
"El hombre no puede morir. El hombre-espíritu es uno con Dios. Mientras Dios viva el hombre no puede morir".
"Cuando el hombre haya vencido todos los enemigos del alma, la semilla habrá germinado plenamente, se habrá transformado en la Santa Respiración".
Entonces la forma alma habrá llenado su misión y el hombre no la necesitará más.
"Y entonces el hombre habrá alcanzado la bendición de la perfección y habrá llegado a ser uno con Dios".



Historias de Luz y Sabiduría

¿FORMA ESTO PARTE DE MI?



Cuentan que un hombre sufría con gran frecuencia ataques de ira y cólera, así que decidió un día abordar esta situación. Para ello se fue al encuentro de un viejo sabio con fama de conocer la naturaleza humana. Cuando llegó a su presencia, habló de este modo:

-Señor, quiero solicitar tu ayuda, ya que tengo fuertes arranques de ira que están haciendo mi vida muy desgraciada. Yo sé que soy así, pero también sé que puedo cambiar si usted me aconseja.

Lo que me cuentas es muy interesante -dijo el anciano-. De todas maneras, para poder tratar bien tu problema es necesario que me muestres tu ira y así pueda saber de qué naturaleza es.

-Pero ahora no tengo ira -argumentó el hombre.

-Bien -contestó en anciano-, lo que tendrás que hacer en este caso es que la próxima vez que la ira te invada, has de venir lo más deprisa posible a enseñármela.

El hombre iracundo se mostró de acuerdo y regresó a su casa. Pero pocos días después se encontró de nuevo con otro ataque de cólera y marchó rápidamente a ver al anciano. Sin embargo, ocurría que el viejo habitaba en lo más alto de una colina muy alejada, así que cuando por fin alcanzó la cima y se presentó al sabio...

-Señor, estoy aquí de nuevo como me dijiste.

-Estupendo, muéstrame tu ira.

Pero al pobre hombre se le había pasado la ira durante la subida.

-Es posible que no hayas venido lo suficientemente rápido -dijo el anciano-. La próxima vez corre mucho más deprisa y así llegarás todavía con ira.

Pasados unos días, al hombre le asaltó otro fuerte ataque de cólera y recordando la recomendación del sabio, comenzó a correr cuesta arriba todo lo rápido que pudo. Cuando media hora después llegó completamente agotado a casa del viejo, éste le reprendió severamente:

-Esto no puede continuar así, otra vez llegas sin ira. Creo que debes esforzarte aún más y tratar de subir las cuestas mucho más deprisa. De otro modo no voy a poder ayudarte.

El hombre marchó entristecido, jurándose a sí mismo que la próxima ocasión correría con todas sus fuerzas para llegar a tiempo de mostrar su ira.

Pero no ocurrió así. Una y otra vez subía la cuesta, y a cada ocasión llegaba más y más fatigado y desde luego sin un asomo de ira.

Un día que llegó especialmente extenuado, el maestro, por fin, le dijo:

-Creo que me has engañado. Si la ira formara parte de ti, podrías enseñármela. Has subido a mi casa veinte veces y nunca has sido capaz de mostrarla. Esa ira no te pertenece. No es tuya. Te atrapa en cualquier lugar y con cualquier motivo y luego te abandona. Por tanto, la solución es fácil: la próxima vez que quiera llegar a ti, no la recojas.


La Ira

La ira es como el viento que azota las olas,
Fuerte, rompedor,
Impulsivo, irrefrenable…
Es una tormenta en los acantilados,
Es un trueno en el mar bravío…
La ira es un relámpago
Que debemos mirar de lejos
Y esperar que pase.


Angélica (angn1@hotmail.com)

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