jueves, 1 de diciembre de 2016

La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, llamados más tarde Templarios


Las Cruzadas

Los cruzados nacieron cuanto los turcos tomaron Jerusalén en el años 1090. Esto fue debido a que los peregrinos sufrían torturas, robos, muertes, en fin, que ir a Tierra Santa se convirtió en una tarea peligrosa. Entonces a partir de ahí se empezaron a hacer las cruzadas. Las cruzadas eran campañas militares hechas a petición del Papa y que tuvieron lugar entre los S. XI desde el Occidente cristiano contra los musulmanes para la recuperación de Tierra Santa hasta XIII. Para realizar estas cruzadas se fundaron varias órdenes encargadas de diferentes misiones: La Orden Hospitalaria de Jerusalén fue fundada en 1.110, La Orden de los hermanos Hospitalarios Teutónicos en 1.112 y La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, llamados más tarde Templarios en 1.118.

Aparte de la recuperación de los Lugares Santos, los Papas vieron en las cruzadas un instrumento para superar las tensiones entre Roma y Constantinopla, y que además superaría su prestigio en la luchas contra los emperadores germanos, afianzando su poder sobre los poderes laicos. También como un medio de desviar la permanente guerra que había entre los señores cristianos hacia una causa justa que pudiera ser común a todos ellos, la lucha contra los infieles.


Hubo en total ocho cruzadas:

La Primera Cruzada, se desarrollo entre 1096 y 1099. Se pueden distinguir dos grupos de cruzados. El primero estaba integrado por la llamada Cruzada de los pobres, que reunió a mucha gente humilde, que de forma desorganizada partieron hacia Oriente, y fue dirigida por Pedro el Ermitaño. Este grupo fue masacrado. El segundo estaba integrado por la llamada Cruzada de los Príncipes. Esta cruzada corrió con mejor suerte, estaban más organizados que el grupo anterior, con fuerzas provenientes de Francia, Sicilia y Países Bajos, que pudieron tomar Jerusalén en 1909 y obtener cuantiosas ganancias con las que crearon cinco estados feudales y numerosos castillos.

La Segunda Cruzada, se desarrollo entre 1147 y 1149. Fue organizada por San Bernardo, y en ella participaron los reyes cristianos, sobre todo Luis VII rey de Francia, y el emperador germano Conrado III. Cuando los reyes llegaron a Tierra Santa decidieron que el objetivo más importante era la ciudad de Jerusalén. Desde allí decidieron atacar la ciudad de Damasco, esta expedición fue un fracaso, pues tras sólo una semana de asedio infructuoso, los ejércitos cruzados se retiraron y volvieron a sus patrias. Con este ataque inútil consiguieron que Damasco cayera en manos de los musulmanes, que progresivamente iban rodeando los Estados francos. Lo que más adelante preparo el camino del fin del reino de Jerusalén y la convocatoria de la Tercera Cruzada.

La Tercera Cruzada se desarrollo entre 1189 y 1192. Fue convocada por el Papa Gregorio VIII, con la participación de numerosos monarcas, entre los que destacó Ricardo Corazón de León que se puso al frente de la Cruzada. Cuando llegó a las proximidades de la ciudad de Jerusalén, en lugar de atacar la ciudad para reconquistarla prefirió firmar una tregua con Saladino, gobernante en ese momento del mundo islámico, porque temía que su ejército no pudiera ser capaz de aguantar una batalla más. La tregua consistía en permitir el acceso a los peregrinos desarmados a la Ciudad Santa.

La Cuarta Cruzada se desarrollo entre 1202 y 1204. Fue organizada por el Papa Inocencio III, en esta no participó ningún monarca y consintió en atacar por primera vez a Egipto. Sin embargo una confabulación entre quienes dirigían la Cruzada dirigió el objetivo hacia Constantinopla. Llegados a Bizancio los Cruzados lograron imponerse y exterminaron a los cristianos ortodoxos, lo que definió la extinción del Imperio Bizantino. Fue una cruzada de cristianos contra cristianos.

Las cuatro cruzadas que quedan se llamaron las Cruzadas Menores. Porque tras el fracaso de la cuarta cruzada, el espíritu de guerra se había apagado casi por completo. Esto llevo a pensar que los fracaso se debían a la falta de inocencia de los cruzados, por lo que se llego a la conclusión que solo los puros podrían reconquistar Jerusalén.

La Quinta Cruzada se desarrollo entre 1217 y 1221. Fue organizada por el Papa Inocencio III, que se unió al rey Andrés II de Hungría, quien llevo a oriente el ejército más grande en toda la historia de las Cruzadas. Esta cruzada tenía la intención de cumplir con el objetivo de la Cuarta Cruzada, que era conquistar Egipto. Consiguieron conquistar Damieta en la desembocadura del río Nilo, esto aseguraba la supervivencia de los Estados francos. Con los ánimos subidos a causa de esta conquista, intentaron atacar la ciudad del Cairo, lo que produjo un gran fracaso teniendo incluso que abandonar la ciudad que habían conquistado.


La Sexta Cruzada se desarrollo entre 1228 y 1229. Fue la Cruzada más extraña de todas. El Papa había ordenado al emperador Federico II de Alemania que fuera a las cruzadas como penitencia. El emperador demoro su partida, lo que le valió la excomunión. Al final Federico II partió hacia Tierra Santa sin el permiso papal, alcanzando unos objetivos sorprendentes. Pues consiguió recuperar Jerusalén, Belén y Nazareth.

La Séptima Cruzada se desarrollo entre 1248 y 1254. Fue organizada por el rey Luis IX de Francia, porque en 1244 volvió a caer Jerusalén, lo que lo motivo para hacer una cruzada. Esta cruzada más o menos fue igual que la Quinta pues fueron para conquistar Egipto, pero fue un fracaso rotundo que finalizo con él hecho prisionero junto a todo su ejército.

La Octava Cruzada se desarrollo en 1271. Fue organizada por el rey Luis IX de Francia, que al ser liberado emprendió una campaña contra Túnez, para evitar la competencia de los mercaderes tunecinos. En esta cruzada tuvo peor suerte, pues falleció víctima de la peste junto a una gran parte de su ejército.

Para terminar decir que algunos papas intentaron realizar nuevas cruzadas. Pero fracasaron, pues a fin de cuentas, el único triunfo para la Cristiandad durante los dos siglos de cruzadas fue la toma de Jerusalén, en la primera cruzada, la cual, a pesar de las innumerables matanzas, logró sostener la Ciudad Santa por muchos años.

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Principio y Fin de la Orden del Temple

En el año 1.118 bajo el reinado de Balduino I, llegaron a Jerusalén 9 hombres para proteger a los fieles que iban en peregrinación desde Europa a Tierra Santa. De esta misión nació el ejército más poderoso de la cristiandad, llamada La Orden del Temple.

El rey Balduino I recibió a estos individuos en Jerusalén, les permitió acomodarse y los dejo vivir sobre las caballerizas del templo de Salomón, de ahí sale el nombre por el que todos los conocemos, Los Caballeros Templarios. Al principio se hicieron llamar Los Pobres Soldados de Cristo. Más adelante se les cambio el nombre, esto fue debido a que la gente los asociaba al templo de Salomón, por lo que se les quedo el nombre de Templarios.


La tarea más importante de esta orden en sus inicios era proteger a los peregrinos que viajaban por el peligroso camino que conecta el puerto de Jaffa con Jerusalén. También cabe destacar que en los 9 años siguientes a su aparición, no se admitió a ningún nuevo integrante, por lo que muchas personas se preguntan qué era lo que buscaban en realidad.

En 1.127, el líder de estos 9 hombres, Hugo de Payns, consiguió el permiso del rey de Jerusalén para poder hacer oficial esta orden, pues hemos de decir que al principio no era aceptada oficialmente por el vaticano. Hugo de Payns se dispuso a viajar a Roma para poder obtener la aprobación del Papa. La orden fue aprobada por la Iglesia en 1.129 en el concilio de Troyes, a este concilio asistió una serie de personalidades importantes del mundo de la Iglesia, donde se dictaron los principios y los servicios que llevaría a cabo la Orden. Fue así como la Orden fue oficialmente reconocida como uno de los ejércitos de las cruzadas. También en el concilio se redactaron leyes que debían respetar en todo momento, estas eran una mezcla de normas militares y normas religiosas, aparte de las leyes, se les impuso una ropa oficial, que consistía en un manto blanco con una cruz de malta.

El entrenamiento que llevaban consistía tanto físicamente como espiritualmente, pues se les instruía en el manejo de las armas como en la enseñanza de la religión. Para poder pertenecer a la orden cada nuevo integrante tenía que dar sus bienes a la orden, por lo que no es raro que se convirtieran en una fuerza económica bastante importante, algunas personas dicen que su sistema económico, podría ser el principio del nuestro. Los Templarios siguieron con su cometido durante poco más de 2 siglos.

Para finalizar voy a hablar de la caída de esta Orden, ¿Por qué desapareció? y ¿Cómo?

Los principales culpables de esta caída fueron: Felipe IV rey de Francia, el Papa Clemente V y la orden de los dominicos. Felipe IV fue el principal acusador, pues dejo todos sus tesoros en manos de los Templarios, con el tiempo este rey acabó queriendo recuperar su fortuna, además de querer todas las demás riquezas que poseían los Templarios, pues como hemos dicho anteriormente se volvieron muy poderosos económicamente.

Felipe IV pidió al Papa que los humillara, diciéndole que no convenía tener una Orden sin control, por su excesivo poder y el peligro de una rebelión. Fue el Papa Clemente V quien los acuso de herejes, las acusaciones principales eran que sus miembros renegaban de Dios, pisoteando y orinando en la cruz. Las demás acusaciones eran menores. Fue el viernes 13 de octubre de 1.307, cuando los Caballeros Templarios fueron perseguidos, capturados y llevados ante la Inquisición para ser juzgados y condenados por los crímenes que según ellos habían cometido. Fueron condenados a la hoguera por el Papa Clemente V, a quien acusan de no haber llevado un juicio justo. Convirtiendo el viernes 13, en un emblema de la mala suerte.

1 comentario:

Wagner da Cruz dijo...

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