sábado, 5 de junio de 2010


Encuentra más fotos como ésta en TEMPLARIOS



EL JOVEN Y EL SABIO

Un joven fue a ver un sabio cierto día y le preguntó: señor, ¿ qué debo hacer para convertirme
en un sabio? El sabio no contestó. El joven , después de haber repetido su pregunta cierto
número de veces con parecido resultado, lo dejó y volvió al siguiente día con la misma
demanda. No obtuvo tampoco contestación alguna, y entonces volvió
por tercera vez y repitió su pregunta: señor, ¿ qué debo hacer para convertirme en un sabio?
Finalmente el sabio lo atendió y se dirigió a un río que por allí corría. Entro en el agua
llevando al joven de la mano. Cuando alcanzaron cierta profundidad, el sabio se
apoyó en los hombros del joven y lo sumergió en el agua, a pesar de sus
esfuerzos para desasirse de él. Al fin lo dejó salir, y cuando
el joven hubo recuperado el aliento, el sabio interrogó:
- Hijo mío, cuando estabas bajo el agua, ¿ que era lo que más deseabas?
Sin vacilar contestó el joven : aire, quería aire.
- ¿No hubieras preferido mejor riquezas, laceres, poderes
o amor? ¿ No pensaste en ninguna de esas cosas?
- No señor, deseaba aire y solo pensaba en el aire que me faltaba - fue la inmediata respuesta.
- Entonces - dijo el sabio - , para convertirte en un sabio debes desear la sabiduría
con la misma intensidad conque deseabas el aire. Debes luchar por ella y
excluir todo otro fin de tu vida. Debe ser tu sola y única aspiración, día y
noche. Si buscas la sabiduría con ese fervor, seguramente te convertirás en un sabio.

No hay comentarios.: