miércoles, 16 de junio de 2010

LA FUERZA OCULTA DEL PENSAMIENTO


LA FUERZA OCULTA DEL PENSAMIENTO

Conferencia dictada por el Sr. Roberto Ruggiero.


Ahora vamos a comenzar el tema de hoy. Los que tienen costumbre de venir de forma
constante notan que vamos adelantando cada vez más el conocimiento. Nuestro deseo es muy sincero
en el sentido que verdaderamente adelanten, hoy, queriendo continuar, queremos hablar
algo sobre la fuerza oculta del pensamiento universal, o sea magia blanca.
Cuando se habla en términos de magia sentimos un sobresalto porque se teme algo desconocido.
Magia es efectos de fuerzas que no se conocen. Cuando esas fuerzas pasan a ser conocidas desaparece
el hecho mágico porque pasan a ser conocido el hecho o la solución. En este caso, nosotros conocemos
las nociones que les hemos ido dando a través de la enseñanza en todo momento; pero hay un
factor humano. Siempre recordamos que cuando vienen o despiertan al interés espiritual vienen
ya formados de determinada manera; y todo el esfuerzo que hacemos para que modifiquen
lo que no está bien encaminado cuesta enormemente y generalmente no lo conseguimos porque
la propia persona, individualmente, no está interesada en cambiar. Es el problema humano. No se alarmen,
pero les hablamos claramente, como siempre lo hacemos. La culpa no es nuestra, es de quien no quiere
cambiar. Espero que o nos enemistemos por estas afirmaciones. Lo hacemos para hacerlos entrar en
el tema. Tienen los medios; queremos que los empleen. Estamos procurando romper ciertas
cristalizaciones que, aunque vosotros no las vean, existen en cada uno. Cuando les dijimos:
tales y tales hermanos nuestros hoy alcanzaron tales y tales posiciones, son hermanos nuestros,
las alcanzaron y nosotros, o en general, no. Entonces vamos a ver esos motivos para procurar
alcanzar a aquellos que están sirviéndonos de ejemplo. Un Jesús un Cristian Rosenkreuz, un
Juan el Bautista, gigantes que son nada mas que hermanos nuestros, empezaron al mismo tiempo
y alcanzaron cierto nivel espiritual al que todos tienen derecho; apenas, que ciertos
medios no se han comprendido. Vamos a ver si hoy esclarecemos algo a este respecto.
Recordarán que en un principio, toda la onda humana comenzó junta su
etapa consciente en la Tierra, haciendo las primeras experiencias. Era un medio nuevo y las primeras
experiencias, conocer la Tierra era un trabajo. Pero lo sorprendente es que aquellos primeros seres
que compusieron la primera raza humana, de la cual todos los presentes y todos los existentes de
la onda humana formaron parte – me refiero a los que se recuerda con el nombre de “lemures” – tenían
poderes espirituales extraordinarios, comandaban las circunstancias exteriores, dirigían aquellos
animales espantosamente grandes de aquellos tiempos, que se tornaban dóciles a su poder.
Esto es historia. Lo que tenemos que lamentar es que ese poder no lo estamos
manifestando; entonces busquemos las razones por qué tenían ese poder. ¿Se
perdió? No es así, rotundamente.
En el final del actual período terrestre, período que está dedicado especialmente al progreso de la
raza humana, - vosotros ven que hay otros reinos que son mucho más jóvenes y están en etapas más
simples; los animales se perfilarán algún día para ser humanos, cuando la humanidad sea súper
humana, si es que alcanza este grado. Por ahora no lo alcanzaron, no tienen conciencia; son
totalmente dirigidos, tan dirigidos, que los componentes de una especie animal se mueven exactamente
como cualquier otro de la misma especie. Es decir, no tienen la nota individual que la humanidad
alcanzó. Los seres humanos somos todos iguales, pero no hay dos exactamente iguales;
o mejor, todos los seres humanos tienen las mismas posibilidades, pero nos vamos desenvolviendo
individualmente, porque alcanzamos un estado de conciencia individual y un desenvolvimiento
propio, que va formando las características individuales. Si hablamos de los otros reinos
más jóvenes, mineral y vegetal están en grados más inferiores. Por esto, el actual período
es privilegio de la humanidad; aunque los demás reinos están recibiendo ayuda
para su adelanto, pero es un adelanto más lento. Todas las posibilidades son del reino humano.
Y a lo que queremos referirnos es que, al final de este período – que falta muchísimo,
estamos solamente a la mitad del actual período; falta enorme cantidad de tiempo - cuando
se alcance ese momento, se asegura que a través de iniciaciones sucesivas, en donde se
irán desenvolviendo cualidades y facultades, se ganará, por la perfección alcanzada,
el derecho de conocer el secreto de la mente. ¡Que lástima tener que esperar tanto tiempo!
Pero en esto está certificado lo que importa a todos por igual: ese poder de los lemures,
del principio de la etapa conciente. Entonces, no se ha perdido, sigue con el ser; apenas
no es empleado: esa es la cuestión. Sigue un poder con cada
uno y el ser humano ignora sus posibilidades.
Como estamos hablando del pensamiento vosotros dirán: pero ¿cómo? Si estamos
haciendo del pensamiento. La ciencia, por medio del desenvolvimiento inteligente,
adelanta de forma extraordinaria; pero no en su sentido total, sino en un sentido
totalmente parcial. Y entonces, la novedad que tenemos para transmitirles, es
conducta o perfección espiritual para alcanzar ese progreso.
Y vamos a adelantarnos al fin del tema: en estos momentos cada uno podría alcanzar todo lo que
quisiese. Vosotros dirán que no. Porque se han empeñado y no lo han conseguido. Pero no se han
empleado los medios que corresponde. Se emplean medios del mundo, se emplean fuerzas materiales,
las que se emplean para el comercio, industria, para el trabajo, no se emplean las fuerzas internas
espirituales. Esas, en cierto sentido, están adormecidas. Si. ¿Por qué esa actuación? Revisen el
desenvolvimiento humano a través de los tiempos, y sacarán como consecuencia, que la conducta
no fue buen y fue creando barreras que hoy existen, que hoy no se mueve la humanidad
con las posibilidades que tiene. Esas posibilidades existen pero no son empleadas.
Y no estamos haciendo misterio. Volvemos al asunto. Hay dos posibilidades para la
humanidad, no tres. Son dos solamente. La humanidad puede sentir y la humanidad puede
pensar, como frecuentemente lo afirmamos. Hay una tercera posibilidad: la acción. La acción
es consecuencia, o del pensamiento o del sentimiento. Así que no es una tercera cuestión.
Sigue siempre en do lineamientos o en dos líneas: el sentimiento y el pensamiento.
Hoy cuidaremos el pensamiento, el pensar. ¿Por qué no estamos
pensando en la extensión que deberíamos? Muy simple. Las modalidades materiales nos engañaron.
Nos habituamos a una formación que no es espiritual, que es esencialmente material, que fue en
su abuso, nublando las posibilidades humanas. Cometimos, a través de sucesivos errores, dando
lugar a intrusos, que habitan con nosotros. Y ¿esto? Dirán. Pero claro, ¡cuántos pensamientos,
cuantas veces están pensando, en la tristeza, en la amargura, en el fracaso, cuando no en el
rencor, en la vanidad, en toda la línea negativa, cuántas veces están pensando! ¿Qué creen que
es la tristeza? ¿ Qué creen que es el temor? ¿Qué creen que es el fracaso? Es la negación de si
mismo. El lemur tenía poder porque se sabía de origen divino. ¿Quién es hoy que, en la humanidad,
cree que tiene origen divino? Se están negando a una verdad que es la primera verdad, la inconmovible
verdad. La verdad os libertará, dijo el Señor Cristo. Esta es la verdad. La verdad es la unidad entre
todas las cosas. Cuando decimos unidad se supone que estamos haciendo una frase bonita. En
absoluto. El haber pedido la unidad, el haber creído que somos independientes, con eso estamos
cometiendo un error gravísimo. Nadie está separado de nada, del centro y de la fuerza
principal. Y al aislarnos tenemos nuestros pensamientos, nuestros, lo decimos con sumo
orgullo. Estos pensamientos nuestros son pensamientos debilitados, porque cortamos el lazo
con la fuente, con la unión, con el poder, con Dios. El pensamiento y la oración de la
persona sincera, y ¡cuidado!, no estamos disminuyéndolos, ni estamos sospechando que no quieran
ser sinceros; pero no siempre consiguen serlo. Porque la sinceridad que esgrimen es rodeada de
toda la aparatosidad del mundo. Todo eso disminuye, confunde, turba esa sinceridad. La
sinceridad a la que nos referimos es la única que puede servir, la que se sienta el ser unido a
su Creador. Mientras no se sienta esa seguridad y esa sinceridad de estar unidos a una
fuerza central, seguirán luchando en la Tierra y el progreso será limitado. Mientras no
comprendan que Dios Creador está trabajando para el bien de la humanidad, para el
bien de todos, no pueden dudarlo. La Tierra sigue su trayectoria; una función tremendamente
técnica, sumamente difícil, que abarca una fuerza enormemente poderosa – no vamos a
hablar de cifras, sino de realidades; la Tierra es un bólido, que no solamente se produce
el día y la noche, porque gira en su propio eje en 24 horas, sino que a través de 365
días hace una trayectoria alrededor del Sol, tremendamente importante, para volver a su
punto de partida. Pero ¿no sienten esa realidad? Se hace eso tan serio para que la humanidad
se sienta divorciada de la realidad. ¿Quién es el que siente la unidad con esa realidad? No.
Las condiciones de la Tierra, nada más que con la finalidad de ejercitar, la humanidad las
interpreta mal. Estamos dando, en nosotros, lugar a toda
clase de debilidades, a toda clase de frustraciones.
Vosotros me dirán: pero el fracaso en la Tierra existe. El fracaso en la Tierra existe y toda la
secuencia parecida existe. Existe como consecuencia directa del error individual. Jamás Dios
impone un castigo. Si existe es por la propia persona, el enmarañado andamiaje que formó
equivocadamente. No podrán refutar esta verdad. Son una unidad con Dios. Cortan, y se
independizan. Empiezan a pensar por si mismos. Dicen: a mi me para esto, esto y esto. Si.
Es muy simple, porque la mente es un poder y la han dejado dominar equivocadamente por
toda clase de errores y fracasos. Empiecen hoy: vamos a interpretar este tema como el
comenzar de nuevo hoy. Y hagan la siguiente prueba. Vosotros son uno con el Creador;
no admiten más ningún fracaso; y tienen el cuidado extremado de no incidir en errores.
¡Cuidado! El Cristo dijo que “antes de seguirlo a Él si tienen un enemigo, vayan, reconcíliense
con él y después sigan al Cristo”. No existen enemigos, no existen parcialidades, no existen
debilidades, no existe todo ese marasmo que existe para todos en general; pero no puede
existir para el espiritualista que quiere alcanzar en su existencia una finalidad más amplia
que el común de los demás. Este problema existe, pero lo pueden cambiar de inmediato.
Enfréntense a vosotros mismos y en el silencio hagan por primera vez la verdadera
oración: pidan, discúlpense, pidan perdón por una interpretació n equivocada; reconozcan
que tales y cuales hechos han sido equivocados; pero que un firme propósito de
reencaminarse, con una expresión de amor universal quieren vivir en Dios y quieren
alcanzar esto, aquello y lo de más allá. Les damos un tiempo corto para que lo alcancen.
Vosotros pensarán que es un atrevimiento de nuestra parte. En absoluto. Esto ya otros
seres lo consiguieron comprender. La oración cura lo incurable; la oración sincera realiza
lo imposible, porque lo imposible no existe en Dios. Dios Creador, Omnipotente y
Omnipresente en todas partes; cuando rueguen a Dios, Dios no está allá, los conceptos
están cambiando: en un principio se creía a Dios un Creador lejano, distante; hoy, un
sentimiento y una realidad mayor nos acerca a la fuente, y nos acercamos definitivamente
si entendemos el proceso. La traición la estamos aceptando tácitamente en nuestra meto.
Vosotros dirán: ¡que difícil es cambiar los pensamientos! Bien. Estamos enteramente de
acuerdo. En eso nos ponemos de acuerdo. Después de años y años que hemos adoptado
cierta modalidad general de manera de pensar, cuesta un cambio. Lo respetamos. Pero
conocemos la fuerza de cada uno. Si se deciden, si mañana me dicen: he fracasado, su
enseñanza no me sirvió, respetaremos. Pero sabemos que la causa continúa dentro de
cada uno, una cierta indecisión de abandonar para siempre moldes que no sirven más, y
adoptar definitivamente, porque la enseñanza es dada a la humanidad para que la aprovechen,
para que siga adelante, desde ahora, de forma diferente.
Esto es levantar una parte del velo de lo que será la enseñanza final para la humanidad
cuando se le entreguen los poderes de la mente. No se pueden entregar hoy los poderes de
la mente porque no serían bien empleados, pero si se pueden dar medio como los estamos
explicando, con la claridad que no es posible, para que vayan alcanzando un dominio
que, el que no tome esta medida, no podrá alcanzar.
Estamos diciendo, apenas, que los pensamientos no pueden ser para disminuir sino
para engrandecer. Los pensamientos no pueden ser nada más que en un sentido de
construcción universal, porque somos medios, o elementos universales. Nadie está separado
de nadie; entonces, tenemos que hacer una nueva manera de acercamiento, unos a los
otros, en que aquel que más sepa y más decidido sea, será el que de la mayor parte; entre
dos, el más preparado tiene que dar la parte mayor. Y si está debidamente preparado ni
siquiera pide nada: es una expresión de dar sin nada más, por el sentimiento de dar, porque
está definitivamente entregándose a la verdad, a la que ha buscado, que en el fin la siente, la
ama y la hace en si mismo una verdad dentro de si mismo. Porque esa fuerza de poder
del pensamiento universal está dentro de cada ser; porque no puede existir nada en el
Universo que no haya sido previamente depositado dentro de cada uno, que cada criatura
representa la magna obra de Dios; es la obra inteligente, la obra sabia, y vosotros dirán:
¿por qué no lo somos ya? Porque se dejó, por esa sabiduría divina, el derecho de ser cada
uno su propio constructor. En ese trabajo estamos y no nos extrañaremos que nos
cueste algún esfuerzo llegar a percibir la verdad, tan grande es el destino que nos espera.
Pero nos hemos movido en un caldo de cultivo que lo hemos ido oscureciendo y a
su vez nos oscureció. Tenemos las modalidades generales, tenemos antipatías, tenemos
simpatías. No hay duda. Pero en el mismo orden, con la misma intensidad tenemos antipatías.
Esto es lo que no nos deja adelantar. Cómo no percibir que estamos todos en el mismo
esfuerzo y que los errores de los demás son los mismos nuestros. Cada uno está haciendo
acertadamente, teniendo ciertos éxitos, pero está malogrando otros resultados porque
todavía no adquirió sabiduría, porque todavía está amanerado a una modalidad de un
mundo que todavía no alcanzó su destino. Pero el espiritualista no acepta una condición
general; busca la solución que le corresponde para alcanzar él el equilibrio. Pero no lo hace
en el sentido egoísta para ser él por encima de los demás; lo hace como una oportunidad
de ser un factor de servicio a los demás. Servir, dentro de la Filosofía Rosacruz, se
aconseja el servicio como el medio más directo y más inmediato como medio de rescatar.
La historia nos dice a través de los tiempos nuestro comportamiento.
Hoy, siglo XX queremos ser una nueva criatura. ¿Cómo rescatamos eso? Rescatamos sirviendo,
procurando ser un factor de armonía, un factor de bondad. No es un buscar un lugar
prominente en el mundo, o ponernos a hacer discursos, como nunca pretendemos
realizar, apenas un acercamiento real. Si somos rechazados busquemos quien
acepte lo que podemos dar, sigamos persistiendo y encontraremos siempre ambientes
que nos acepten para servir, ambientes en que no cometamos el error de querer ir a
destacarnos, porque sabemos un poco del conocimiento. Sirve más el que es más
simple y más modesto, el que desaparece para los demás, con tal que los demás aparezcan.
A veces les hemos relatado y recordamos en estos momentos una anécdota
sublime, un ser tremendamente humilde fue un Mahatma Gandhi, que fue un ejemplo de
bondad, de sacrificio, de sinceridad y de simplicidad. Se le estaba recibiendo, o
esperando, en una estación de ferrocarril en una de las ciudades más importantes
de la India, en la que este líder tenía que hacer una exposición, tenía que dirigirse, tenía que
exponer ideas. Y entonces estaba congregada en esa estación una cantidad enorme de
gente prominente del lugar para la bienvenida. Entonces llegaban y salían los trenes
en un bullicio, como vosotros conocen que son las estaciones de ferrocarril, pero formado
grupos; y entre ellos, uno de los más animados conversaban, intercambiaban ideas, cada
uno de ellos decía “yo soy capaz de hacer esto”, todos exponían lo que eran capaces de
hacer, menos un señor que escuchaba a todos con suma bondad, con suma atención;
hasta que uno de los más incomodados, dijo “pero nosotros hemos expuesto lo que somos
capaces de hacer, y usted ¿quién es? – “A mi, se refieren? Yo soy el Gandhi” el mayor
de todos ellos era el único que quería pasar desapercibido.
Mis amigos, no vayan a dudar que alguien que demostró principios y que liberó con
su resistencia pasiva, con su modalidad, un país, porque los tiempos van cambiando y las
etapas de coloniaje tienen que quedar para atrás; los gobiernos tienen que ser locales para
que cada uno se ejercite y se vaya capacitando más y todos los grupos humanos sean cada
vez más adelantado por su propia dirección. Las modalidades eran otras; la India, como todos
sabemos, estaba bajo un poder extranjero y un hombre solo con su pasividad, con
sus ayunos, con su sacrificio liberó un país.
¿Qué hacia mentalmente el Gandhi? Dirigía su pensamiento en Dios, en el Dios universal.
¿Creen que podría hoy pensar en una derrota o en un fracaso? Jamás. Se sabía una
parte en la unidad con Dios y trabajaba con esa seguridad; triunfó por encima de las armas,
por encima de todo lo que fuera belicosidad, por sobre todo lo que fuera muertes y
derramamiento de sangre. Luchó y triunfó y dejó un ejemplo que será imperecedero.
El mundo lo trató como se trata a los Salvadores: terminaron eliminándolo.
Como existe esta realidad que es la que justifica el tema de hoy, los impedimentos
del mundo que todavía no alcanzó su destino, queremos con el tema de hoy, decirles:
el destino lo alcanzamos inmediatamente si comenzamos hoy una nueva modalidad de
pensar en donde, si bien dijimos que el sentimiento es paralelo, no se puede dejar de lado.
La verdad comprende estos dos aspectos: el pensar cierto, de forma segura y para
siempre, que alcanzaremos todos los triunfos que racionalmente seamos capaces de alcanzar,
si unimos un pensamiento sano, ordenado y cierto con un sentimiento devocional. Acompañar
al pensamiento con la oración, pero empezar a hacer una oración como jamás hayamos
hecho, partiendo de un principio verdadero: nadie es un ser aislado, penado, cada uno
forma parte de un gran conjunto indisoluble. Y al decir indisoluble posiblemente
estamos quebrando la realidad que vivimos.
No se sigan sintiendo separados. Mientras persistan en ver los defectos de los demás;
mientras persistan en marcar y seguir marcando y dividiendo, no están en la verdad, no están
encuadrados dentro de la Filosofía Cristiana Rosacruz. La Filosofía Cristiana Rosacruz
es un mandato del Cristo que dijo que aquel que se reforme le serán perdonados sus
posibles errores o pecados. Pero reformarse representa
comenzar de nuevo; es lo que estamos pretendiendo.
Cuando se sospeche que estamos exagerando en el adelanto de la enseñanza, sólo
tenemos una respuesta: si el mundo continúa siendo lo que es, es porque no se ha
entendido lo que es Cristianismo. Y al hacer estas exposiciones simples estamos dando
métodos de desenvolvimiento: reintegrarse a una verdad, que si bien se ha ido perdiendo,
es momento de que volvamos sobre nuestros pasos y nos reintegremos con ella. Lo que
estamos asegurando a través de lo que hemos procurado explicarles, es que no se puede pensar
mal. El lemur, ante la presencia de un animal repelente, gigantesco, enorme y poderoso no
titubeaba en comandarlo, dirigirlo y subyugarlo. ¿por qué? Porque comenzaba por no
perder confianza en si mismo. Nos hemos debilitado. Hay que volver a la fortaleza inicial.
Nada le será negado al ser humano si nos integramos a la verdad inicial. Simples Hijos
de Dios que quieren cumplir con una voluntad universal. La voluntad universal es Amor,
sin defectos, sin impurezas, sin errores. Tenemos que ser como es nuestro Dios en
los Cielos: una expresión de Verdad, de Amor, de Limpieza. Si no alcanzamos esa
limpieza inicial, imposible que alcancemos lo demás. Depende de nosotros mismos.
Mis amigos, no ha sido lo que les hemos expuesto hoy una expresión de misterios,
de secretos, reservados nada más que para ser guardados en un cofre bajo llave.
Es una expresión de simplicidad, pero de verdad al alcance de todo bien
intencionado, esté o no esté en el Camino Rosacruz.
Lo que hemos explicado, lo que hemos expuesto está al alcance de toda persona
bien intencionada que quiera comprenderse a si mismo, el mundo en que vive y
la finalidad que tiene que cumplir en la Tierra.
Mis amigos, estamos terminado. Recuerden: lo que hemos procurado afirmarles es
que no hay nada que no alcancen o que puedan alcanzar; depende del método que empleen.
Empleen el método correcto y nada les será negado. Pero tienen que liberarse
definitivamente de todo lo que es egoísmos, orgullos, y equivocaciones,
que es lo que tiene derrumbado al mundo.
Queremos el progreso, pero el único progreso verdadero es esta nuestra
conducta interna; la conducta que preste a cada uno el desenvolvimiento de hoy y
para siempre el desenvolvimiento diferente. Nada les será negado si ordenan
el pensamiento y en la oración se entregan a Dios.
Amigos, es esto por hoy.


Conferencia dictada por el Sr. Roberto Ruggiero.

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