Akhenaton: Faraón De Egipto:
(¿Murió por creer en un sólo Dios?)
Parte 2:
El tercer desacuerdo y quizás el más grande, concernía a Akhetaton. Los Amón Reites sabían que Thutmosis III iba a morirse pronto. Ellos sabían que Akhenaton intentaba trasladar la base del poder a Akhetaton. Todos los templos de Amón Re estaban en Tebas. El vestíbulo del Faraón estaba en Tebas. ¿Por qué Akhenaton insistió entonces en construir su nueva ciudad? ¿Tebas no era lo suficientemente buena para él?
Akhenaton explicó las razones para la nueva ciudad. Los Amón Reites se plantaron. "Pero todos los templos de Amón Re están en Tebas. Ellos son el trabajo de varias vidas. Tebas siempre ha sido el centro de Egipto. ¿Espera que nosotros mudemos todo a Akhetaton, sólo porque usted dice que ese es el verdadero centro de Egipto? ¿Espera que nosotros dejemos nuestras ideas de muchos dioses, sólo porque usted dice que hay un sólo Dios? Espera que nosotros creamos que usted, un hombre joven, tiene acceso a sabiduría tan grande o mayor que la nuestra, nosotros, que la hemos custodiado por vidas?"
"Sí", contestó Akhenaton, "si vosotros queréis compartir la nueva sabiduría tendréis que abandonar vuestras antiguas costumbres".
Lo que realmente estaba pasando era que los Amón Reites sabían que si ellos se mudaban a Akhetaton con Akhenaton, la base de su poder estaría completamente destruida. Ellos sabían que Akhenaton no tenía el corazón para usar la religión como un medio de ganar poder y riqueza. Lo que ellos estaban intentando hacer era conseguir que él los autorizara oficialmente para continuar en sus esfuerzos de hacer eso. Cosa que Akhenaton no haría. Los Amón Reites quedaron con lo siguiente: Akhenaton estaba dándoles la oportunidad de compartir la nueva sabiduría. Para tomarla, ellos tendrían que abandonar ambos, el uso de la religión como control mental y la terquedad de que sus costumbres eran la palabra final y la autoridad última.
Entiende una cosa. Para los Amón Reites, era muy importante que el Faraón aceptara sus costumbres. Sólo así su templo podía continuar existiendo como lo había hecho durante tantos años. Akhenaton, sin embargo, no sentía lo mismo. Él iba a hacer lo que tenía que hacer. Él iba a compartir con la gente su sabiduría recientemente encontrada. Si el templo de Amón Re perdía prestigio e impulso, bien, eso era infortunado, pero inevitable. Ellos podrían existir como mejor pudieran, pero Akhenaton no podría aprobar oficialmente sus costumbres.
Debido a su obstinación y su corrupción, los Amón Reites decidieron mantener sus propias costumbres. Claro, esto significó que ellos estaban ahora en una completa lucha de poder contra Akhenaton. Hicieron todo que pudieron para desacreditarlo y/o humillarlo, a él y a sus seguidores, ante los ojos de la gente de Egipto. Los Amón Reites habían demostrado que ellos valoraban el poder por encima de la sabiduría.
Eventualmente, el padre de Akhenaton, el Faraón Thutmosis III, murió. Durante la procesión fúnebre, los sacerdotes de Amón Re, en conjunto, hicieron una manifestación de desprecio—cierta clase de abucheo o silbatina. Fue diseñada para hacer conocida públicamente su falta de respeto y su desaprobación a Akhenaton, quien iba a ascender al trono tan pronto culminara la procesión.
Akhenaton no era ningún tonto. Él sabía que a los Amón Reites les gustaría más que nada matarlo y tomar el poder para ellos. Él, también, sabía que una buena parte del ejército había entregado su obediencia a la casa de Amón Re. Él sabía que este despliegue público de desdén significaba que los Amón Reites sentían que ellos empuñaban el poder real y estaban en proceso de intentar arrebatárselo.
La respuesta de Akhenaton a las acciones de los sacerdotes fue entonces la siguiente: Primero, él ordenó que todos los templos de Amón Re fueran saqueados y finalmente destruidos. Segundo, le ordenó a todos los sacerdotes de Amón Re que sirvieran en su nuevo templo, consagrado a la GranFuerza. Claro, los sacerdotes intentaron resistirse a esto y muchos fueron matados.
A estas alturas, nosotros no podemos saber lo que estaba exactamente en la mente de Akhenaton al hacer lo que hizo, pero podemos conjeturar. Es probable que él hiciera destruir los templos porque los sacerdotes habían demostrado que sólo se preocupaban por el poder político. Si ésa era la única razón para su existencia, los templos no merecían existir. El Faraón era el poder político supremo. Se suponía que los templos eran para la espiritualidad. Los templos de Amón Re no estaban sirviendo a este propósito. También, es probable que si Akhenaton no hubiera atacado a los Amón Reites ellos lo habrían atacado a él, y Akhenaton sabía esto.
Los Historiadores no comprenden que Akhenaton fue el primer pacifista del mundo.
Ellos lo ven como un gobernante de poca voluntad que no supo controlar un ejército.
Así, Akhenaton ascendió al trono y trasladó el capitolio a Akhetaton.
En alguna parte durante este tiempo, el poder de Egipto sobre el resto del mundo empezó a menguar. Los consejeros militares le pidieron a Akhenaton que mandara más tropas para acabar con las rebeliones en los territorios ocupados. Akhenaton, sin embargo, era un hombre de paz. Él no iba a enviar hombres a su muerte por la única razón de 'la gloria' del imperio Egipcio, un imperio que se construyó derramando la sangre de personas inocentes que sólo estaban intentando mantener su libertad. Akhenaton sabía que la matanza era una abominación y él no quiso formar parte de ésta, si podía evitarse. Así, la influencia Egipcia en el resto del mundo empezó a menguar—el ejército estaba muy preocupado.
Esta actitud pacifista fue justamente una causa para que otros, particularmente los Amón Reites, odiaran a Akhenaton aún más. Después de todo, una gran porción de los saqueos de las guerras fue a dar a los templos de Amón Re. El ejército en un grado alto también empezó a odiar Akhenaton cuando vio que su influencia empezaba a menguar. Ésta fue una de las razones más grandes por las que muchos hombres militares entregaron su obediencia a la casa de Amón Re.
Para que la sabiduría dada a él nunca se perdiera, Akhenaton instruyó a uno de los escribas del templo de El Aton para que registrara el contenido de todas sus visiones. Este escriba, llamado Tarraot, tomó las enseñanzas en su corazón y se volvió El Señor Sumo Sacerdote del Claustro que residió dentro del Templo de El Aton. Las tabletas que él inscribió se volvieron posteriormente conocidas como las tabletas del Sumo Sacerdote Tarraot. Mucho, mucho más tarde, éstas fueron conocidas como las cartas del Tarot.
El Sumo Sacerdote Tarraot junto con aquellos que siguieron fielmente las enseñanzas de El Aton, dadas a Akhenaton, escaparon de la masacre cuando huyeron a la tierra de Hebron y se establecieron entre los Hokites. Ellos se volvieron conocidos como los Esenios (Essenes) de La Gran Hermandad Blanca (Esenios, para los Hokites, eran los Sagrados, o Los Sanadores, o los guardianes de la Ley) luego ellos fueron conocidos como los Esenios de El Monasterio de Arkashea.
La frase Monasterio de Arkashea fue usada porque los Esenios siguieron un estricto estilo-de-vida. Ellos se enclaustraron dentro de las paredes del gran Templo de Luz de Akhenaton, en Akhetaton. Se dedicaron a los aspectos más altos de la vida. Dejaron el sexo, las drogas y otros placeres terrenales para avanzar espiritualmente.
Arkashea [pronunciada como A-Ka-She-A en ese entonces], en sí misma, era el estado de la mente hacia el que los Esenios se estaban esforzando. Por ahora, permítenos decir que Arkashea es una palabra que simboliza el primer pensamiento—la primer experiencia de libre albedrío. La primera experiencia del Hombre de ser él mismo..., estando separado de la GranFuerza. El estado que nosotros llamamos Arkashea es altamente significativo. Lo estudiaremos con mucho detalle más adelante. El vestido usual de los Esenios era una túnica de color blanco puro guarnecida por una capucha color fuego. El blanco representaba la pureza de su propósito de ser, mientras que la capucha encendida representaba a El Aton o el momento de Arkashea.
El término "Hermandad Blanca" fue acuñado originalmente por los Amón Reites y otros incrédulos cuando ellos se mofaron del vestido y las peculiaridades del círculo interno de creyentes del Faraón. El Faraón tomó el nombre de corazón cuando comprendió la verdad inherente en éste. Así, llegamos a existir nosotros y hemos existido desde entonces conocidos como los Esenios de La Gran Hermandad Blanca, Esenios del Monasterio de Arkashea o simplemente los Arkasheans.
Mientras llamamos Esenios a todos los seguidores del nuevo camino hay mucho más que eso. Hubo algunos que fueron adoctrinados en la sabiduría más arcana. Éstos eran los Hermanos De La Cadena. Otros compartieron la sabiduría pero no tenían las bases para tomar completa ventaja de ésta.
Los Hermanos De La Cadena realmente existieron mucho, mucho, mucho tiempo antes que la Tierra misma fuera creada. Ellos son seres cuyo único propósito es ayudar a entidades que se han atrapado a sí mismas en Maya—el sueño de separación de la GranFuerza. Es más, los Hermanos De La Cadena tuvieron que esperar hasta que un hombre de la Tierra se volviera un Hermano para que ellos pudieran influir directamente en los eventos de la Tierra. Akhenaton fue el primer hombre de la Tierra, en esta época, en volverse un miembro de Los Hermanos De La Cadena originales.
Este fue el evento más grande en la historia espiritual de la EspecieGemela: El Humano hasta esa fecha. Akhenaton se volvió lo que es conocido como un "Portador del Estándar". Un Portador del Estándar es un individuo que ha hecho algo tan grande que el Universo usa el acto del individuo como norma, estándar, contra el que son comparados todos los otros de la misma especie.
En retrospectiva, podemos ver que Akhenaton cometió un gran error cuando intentó traer a los sacerdotes de Amón Re al templo de El Aton. Quizás él esperaba que en el futuro ellos se enamorarían de la nueva sabiduría. Quizás él no podría soportar que otros seres humanos fueran asesinados. ¿Quién puede decir por qué un hombre hace lo que hace?
Muchos de estos sacerdotes o no aceptaron o no pudieron aceptar las nuevas costumbres. No quisieron abandonar el concepto de muchos Dioses. Muchos todavía eran seguidores de Amón Re en su corazón—no quisieron transar su poder político pasado por la verdadera sabiduría. Muchos eran tan impuros de corazón que la GranFuerza no los tocaría con su sabiduría. Así como la mayoría de los sacerdotes rechazaron las enseñanzas de la GranFuerza, así mismo lo hicieron los plebeyos de Egipto.
Con tantos contra él, el fallecimiento del Faraón Akhenaton era inevitable. Él fue asesinado a través de las maquinaciones de los sacerdotes de Amón Re. Específicamente, fue envenenado por un general de su propio ejército—Horemheb, quién entregó su obediencia a los Amón Reites.
Los sacerdotes de Amón Re pusieron al hermano-por-ley más joven de Akhenaton, Tutankamon, en el trono de Egipto para que sirviera como un rey títere. Cuando Tutankamon ya no pudo ser controlado, también fue asesinado. Los sacerdotes de Amón Re pusieron entonces a Horemheb en el Trono, cumpliendo así una promesa anterior. Con el tiempo, ellos también lo mataron; y con el poder combinado del ejército y de los sacerdotes de Amón Re, el Sumo Sacerdote de Amón Re ascendió el trono del Faraón.
Los templos consagrados a El Aton fueron saqueados y arrasados. Los mismos templos fueron destruidos y sus materiales fueron usados para reconstruir los templos de Amón Re y otros templos, en ciudades a lo largo de Egipto. Aquellos que estaban en el poder intentaron borrar cada rastro de la vida de Akhenaton y sus enseñanzas. El odio a Akhenaton no se disipó pronto. Por lo menos tres Faraones gastaron mucho de su tiempo borrando cualquier rastro de su memoria. Pensamos que esto sólo apuntaba a sus esfuerzos por confundir la descendencia de Akhenaton. Después de todo, los sacerdotes de Amón Re creían que si un hombre perdía su linaje, el hombre estaba para siempre perdido en el tiempo.
Cualquier información que permaneció fue altamente distorsionada. Ésta es una razón por la que hay tanta desinformación acerca de Akhenaton entre los historiadores de hoy.
Los miembros de la Gran Hermandad Blanca fueron cazados y asesinados en donde los encontraban; esta fue la primera vez en la historia que una matanza se realizó por causa de la religión.
De nuevo, con mirada retrospectiva, si Akhenaton hubiera ejecutado a todos los sacerdotes de Amón Re, quizás el templo de El Aton aún estaría en pie. Tristemente, el mundo nunca lo sabrá.
Una de las grandes ironías es que el Faraón Akhenaton es realmente el único Faraón verdadero que Egipto tuvo alguna vez, y él fue asesinado. Afirmamos esto porque el derecho para gobernar de un Faraón, según se alega, es concedido por derecho divino y no por el poder de las armas. En realidad, era concedido por herencia del padre a su descendencia. Akhenaton fue el único Faraón que había sido contactado por las Fuerzas Divinas. El derecho de Akhenaton para gobernar fue confirmado mediante este contacto. Todos los otros Faraones habían sido nombrados políticamente—no tenían ningún contacto con lo Divino.
Hasta donde le concierne a los Esenios, Akhenaton era, es, y será, el único Faraón que Egipto tuvo en la vida o tendrá. Las personas de la Tierra nunca conocerán la paz hasta que el Faraón se siente una vez más en el trono de Egipto.
Los Esenios no estaban completamente desprevenidos de la posibilidad de dicha tragedia. Muchos de ellos huyeron a tiempo de Egipto para evitar ser ejecutados. Tomaron con ellos los registros de la sabiduría de las visiones del Faraón Akhenaton. Ésta es una razón por la que fueron cazados tenazmente—los Amón Reites no querían que el mundo conociera la nueva hermandad y su mensaje de paz.
Para evitar ser encontrados, los Esenios pasaron a la clandestinidad, por así decirlo. Simplemente se mezclaron con la sociedad de la tierra hacia la que habían huido. No hablaron públicamente de El Camino, ni se distinguieron abiertamente de la población local, ni por sus gestos ni por el vestido. No buscaron a ningún estudiante. Permitieron a la gente venir a ellos por su propio libre albedrío. Hasta la fecha, el verdadero Esenio opera de la misma manera. Si alguna vez entráis en contacto con un grupo que predica o busca activamente a los estudiantes, podéis estar seguro de dos cosas—ese grupo no practica el verdadero camino de los Arkasheans, y/o ese grupo ha perdido cosas con el tiempo.
No todos los Esenios huyeron al mismo lugar—ellos se esparcieron por los cuatro vientos. De esta manera, su sabiduría se extendió hasta los confines de la Tierra. Así, como una semilla se destruye para dar lugar a una flor, la muerte del Faraón Akhenaton dio lugar a muchas de las religiones modernas actuales.
Entiende que toda la historia anterior está contenida, en una forma más condensada, en nuestro libro de la Ley, cuyas primeras 'páginas' eran las tabletas de arcilla del Sumo Sacerdote Tarraot.
Nosotros presentamos ahora literalmente la parte pertinente de este libro:
Todos entonces hicieron lo que el Faraón resolvió hacer: Él envió a un escriba especial hacia el Templo de El Aton y le ofreció al escriba que dedicara todo su tiempo a registrar las 'visiones' en tabletas de arcilla. Él invitó a los Sacerdotes del Templo a que con su vida protegieran y conservaran el 'camino' durante todo el tiempo.
El escriba especial, quien estaba inmensamente entregado de corazón a El Aton, se hizo el Sumo Sacerdote del Claustro dentro del Templo de El Aton. Así era su devoción de expresiva. El Sumo Sacerdote recogió un grupo especial de hombres para rendir culto en los templos. Tan especiales eran ellos, que fueron aceptados dentro del círculo más alto. El propio Faraón se volvió la semilla. Debido a que muchas personas desdeñaron las nuevas enseñanzas, ridiculizaron su vestido, su compostura y llamaron al grupo especial 'La Hermandad Blanca del Faraón', el Faraón Akhenaton se apropió del insulto (tomó el insulto como su propia verdad y así se enfrentó a ellos).
Para mostrar su desprecio por aquellos que aún se negaban a abrazar el nuevo 'camino', Él llamó a su grupo Los Esenios de la Gran Hermandad Blanca. La palabra "Esenios" fue escogida porque el nuevo 'camino' creía en la esencia de la GranFuerza que creó todas las cosas. La palabra 'Gran' fue escogida porque este grupo especial de hombres aprendió a volverse UNO con la GranFuerza. Finalmente, la frase 'la Hermandad Blanca' fue escogida porque él entendió la medida de 'Verdad' descubierta en el insulto expresado por las personas.
El nuevo 'camino' era de hecho, la verdadera Hermandad de la Humanidad. Lo hecho al último de los hombres, fue hecho al más grande de todos los hombres, exactamente en el mismo acto. Y, así, lo hecho al último de los hombres fue hecho a la GranFuerza. Atacar una creación es atacar al creador. En cierto sentido, lo Creado se volvió, por ley, un asunto de la Gran Causa Original. Así, la Fruta de toda la creación—El Hombre, se volvió el Hijo de la GranFuerza.
Y he aquí, así fue que nosotros, Esenios del Monasterio de Arkashea, Esenios de la Gran Hermandad Blanca llegamos a existir.
Aquellos que abrazaron el nuevo 'camino' se les dio la oportunidad de compartir la sabiduría traída mediante las 'visiones'. Algunos no pudieron ser aceptados debido a que se encontraban en un estado inalcanzable. Algunos no podrían ser aceptados debido a su alianza conocida con los antiguos Dioses de Egipto—ellos no abandonarían o no podían abandonar el concepto de muchos dioses por el nuevo concepto de sólo 'un' Dios—El Aton, simbolizado en el 'Sol.'
Aún otros no podrían ser admitidos debido a su alianza conocida con los Sacerdotes de los Templos de Amón Re—los aspectos Ocultos, Secretos, del poder de creación. Secretos que los sacerdotes de Amón Re le ocultaron a la gente en sus esfuerzos de sujetarlos dentro de su miedo, y así, controlarlos. Suya era la semilla de la destrucción de los Templos de El Aton. La destrucción estaba en las alas del odio del Sacerdote por su pérdida de poder político, y su pérdida de control sobre las personas. Era bien conocido por todas las personas del doble reino que el Sacerdote del Templo de Amón Re deseó la destrucción completa de ambos, el Faraón Akhenaton—por su abandono a Amón Re—, y por su nuevo 'camino'—porque ésta era una amenaza de uno de los Dioses desconocidos más pequeños de Egipto de los Templos de Heliópolis—diferente a Amón Re, quien representaba los aspectos secretos de la creación. Heliópolis no era secreto, sino que era, de hecho, esa parte de la creación que es experimentada diariamente por toda la gente de la Tierra a través de las grandes manifestaciones de la corona del sol—El Aton, el dador de 'Vida' en la Tierra, como resultado de las leyes de creación de la GranFuerza.
Así fue que mucha gente de la tierra se negó a abrazar el nuevo 'camino'. Muchos eran demasiado viejos y demasiado resistentes al cambio. Otros se negaron a cambiar debido al poder político que los Antiguos Dioses de Egipto les dieron sobre la gente del doble reino. Incluso otros se negaron a cambiar debido a los errores cometidos por los sacerdotes del escriba al enseñar el nuevo 'camino' a la gente. Ellos, los sacerdotes, intentaron enseñar a otros, conceptos que ellos mismos no entendían en sus corazones. Fielmente realizaban sus obligaciones a El Aton. Pero sus corazones estaban vacíos. Sus rituales eran gestos vacíos ante la faz del símbolo de El Aton—la GranFuerza que creó todas las cosas.
Los errores cometidos por los sacerdotes del escriba sirvieron para asustar y confundir a las personas que ellos estaban intentando instruir. Siendo aún seguidores en sus corazones de Amón Re, ellos no podían entender el designio de la GranFuerza. No podrían aceptar como un hecho que el Faraón Akhenaton y no el Sumo Sacerdote de Amón Re fuese 'visitado' por la GranFuerza. El suyo era en verdad un corazón vacío ante la faz del Faraón.
Así fue, con el paso del tiempo, que las tabletas de arcilla se volvieron conocidas como las tabletas del Sumo Sacerdote Tarraot. El escriba Tarraot se volvió experto en el arte de las 'visiones'. Y, como era costumbre en la época, el Sumo Sacerdote se volvió conocido por los Hermanos de Arkashea como Tarraot. Tarraot continuó instruyendo y manteniendo la Gran Hermandad Blanca en el camino del aislamiento.
Y así fue como el Sumo Escriba—llamado Tarraot—ascendió a Sumo Sacerdote de los Templos de El Aton y a Faraón de la Gran Hermandad Blanca después de la muerte del Faraón Akhenaton—un asesinato cometido por asesinos que después nombraron a su hermano-por-ley, el Faraón títere de la tierra doble, al trono de Egipto.
Así fue como los seguidores del nuevo 'camino'—Esenios de la Gran Hermandad Blanca—fueron cazados como chacales salvajes. Los templos de El Aton fueron a su vez derribados. Todos los tesoros, todos los granos y muchos de los sacerdotes de los Templos de El Aton fueron prisioneros en la Casa de Amón Re cuando el Faraón títere Tutankamon ascendió a la corona doble.
En un esfuerzo por conservar el 'camino', Tarraot rogó a la Gran Hermandad Blanca que dejara las Tierras Dobles. En una tierra raramente visitada por la Corona de Egipto; allí, vivieron ellos con la gente llamada los Hokites. Los Hokites eran personas pacíficas que rendían culto a las leyes de la naturaleza. Con el tiempo, sin embargo, ellos cayeron de corazón en las enseñanzas de Tarraot. Todos entre la gente de los Hokites abrazaron el nuevo 'camino'. Abandonaron sus dioses falsos de la Tierra.
La destrucción de los Templos de la GranFuerza cuyo símbolo entre las personas es El Aton, exigirá la destrucción completa de la Casa de Tebas. La Casa vacía de Amón Re será retirada de la corona doble. Las tierras dobles serán gobernadas por bárbaros por más de mil años. Así lo hizo saber el Sumo Escriba Tarraot. Aquél que asesinó al Faraón, deberá, él mismo, ser asesinado. El karma así lo decreta, Cada uno hacia su propio tipo. Mientras un hombre puede usar la grandeza de su propio corazón para perdonar el daño hecho a él por otro, el Karma no perdona nada.
El Sumo Sacerdote Tarraot fue uno de los afortunados que escaparon de Egipto. Él era experimentado en el arte de las visiones y tenía contacto con las Fuerzas Universales. Así, él ascendió al trono del Faraón de la Gran Hermandad Blanca.
Tarraot, junto con algunos de la Hermandad, escaparon hacia una tierra al norte de Egipto llamada Hebron. Allí moraron con una gente conocida como los Hokites.
Los Hokites fueron los ancestros de sólo alguna de la gente que nosotros hoy llamamos los judíos; una de las muchas flores que se hicieron posibles a través de la destrucción de la Gran Semilla. Durante esta fase de nuestra lectura, esparciremos las escrituras reales de nuestro Antiguo Libro de la Ley con los comentarios que esperamos que ayuden al estudiante en su comprensión.
Y así fue como, con el tiempo, las personas que habían conocido la GranFuerza en sus corazones, se corrompieron:
Cuando la gente de El Aton se vio obligada a dejar Egipto, muchos entraron en la tierra de Hebron y allí vivieron con la gente nómada llamada los Hokites.
Los Hokites eran personas pacíficas que rendían culto a los Dioses de la naturaleza. Los Hokites aceptaron a los Esenios en su medio y se enamoraron de sus costumbres. Ellos tomaron las enseñanzas de la GranFuerza en su corazón.
En cada caso en que los Atonites (la gente de El Aton) se han establecido entre personas que rindieron culto a los Dioses de la naturaleza, estas personas han abandonado su religión nativa a favor del camino de El Aton. Esto es porque La Hermandad de Arkashea enseña la ley natural. Todas nuestras leyes pueden encontrarse en el reino de la naturaleza. Ellas son un próximo paso natural para aquellos interesados en los procesos de la naturaleza—en los procesos de Creación. Esto está en contraste con muchas religiones que deben obligar a los nativos a que adopten la nueva religión. Eso es porque la mayoría de las religiones son control mental y contienen poca o ninguna belleza, verdad o espiritualidad.
En esa época las aguas de los cielos caían con gran regularidad. Todo estuvo bien hasta que, en un momento del tiempo, hubo un gran cambio en la relación entre la Tierra y el Cielo; con ese cambio vino una gran hambruna en la tierra. La existencia física de la gente de la tierra fue amenazada severamente. Así, un noble de los Hokites fue enviado hacia Egipto para pedirle sustento a su Faraón.
En un momento del tiempo, un gran juicio ocurrió en la tierra—se retiraron las aguas que anegaban la tierra, provenientes de la bóveda celeste. La tierra fue oprimida penosamente por el hambre.
Un noble de la tierra de Hebron envió a sus hijos a Egipto a comprar grano para que la gente no muriera de hambre. El Primer Ministro de la Casa de Egipto dio la bienvenida a los nobles de Hebron. Siendo grande en la sabiduría de la Tierra y los cielos, la Casa de Egipto era consciente de los cambios que estaban viniendo a la Tierra. Él ofreció a los Nobles que regresaran a la tierra de Hebron y le dijeran a la gente de la tierra de Hebron que entraran en Egipto, que todos eran bienvenidos. Él ofreció a los Nobles que le dijeran a la gente de la tierra de Hebron que la Casa De Egipto necesitaba obreros para que le ayudaran a construir sus ciudades; que les proponía una asociación.
El Primer Ministro de la Casa de Egipto negoció con la gente de la tierra de Hebron y sus vecinos. De hecho, Egipto necesitaba gente para que le construyera sus ciudades. Los Hebreos necesitaban toda forma de sustento. Se llegó a un acuerdo. La gente de la tierra de Hebron re-entró en la tierra de Egipto, la tierra de su unión con la GranFuerza, para servir como constructores de sus ciudades. A cambio de esto, la Casa de Egipto cambió tierra, ovejas, cabras, grano, seda y otros bienes comercializables a cambio de las labores de los Hebreos. Todo iba bien. De hecho, la GranFuerza parecía favorecer a la gente de la Tierra de Hebron.
El trato que se negoció con los Hokites demostró ser exactamente el primer paso que llevó a la caída espiritual de los hijos de Jacob.
Los Hokites, actuando como representantes de todos los que entraron a Egipto desde la tierra de Hebron y sus vecinos, aceptaron las condiciones del pacto. Así, representantes de todas las 13 tribus de la tierra de Hebron entraron a Egipto para construir sus ciudades. Así, una gran multitud entró en la Tierra de Egipto. Entre la multitud estaban Malachites, Hittites, Hokites, Jebozites, Canaanites, Dannites, y Filisteos. Entre los Dannites estaban los doce hijos de Jacob (la semilla para las 12 tribus originales de Israel), que vinieron a Egipto. Los nombres de las doce tribus de Israel eran: José, Rubén, Simeón, Levi, Juda, Isacar, Zebulón, Benjamín, Dan, Neftalí, Gad, y Aser. Aunque la gran multitud incluía mucha gente diferente, los Egipcios los llamaron Hebreos, porque todos ellos eran de la tierra de Hebron y sus vecinos.
Los Hebreos ejecutaron su objeto del acuerdo fielmente, así como lo hicieron los Egipcios. Los Hebreos se volvieron, en efecto, la clase media de Egipto. Ellos siguieron fielmente las enseñanzas de La Gran Hermandad Blanca—las enseñanzas del Templo de El Aton. La GranFuerza parecía favorecer a los Hokites.
Entiende que cuando decimos que la GranFuerza parecía favorecer a los Hokites, esto no se toma literalmente. La GranFuerza no es una persona o una entidad. Nunca interfiere en las actividades de criatura alguna del Universo. Sería más exacto decir: Los Hebreos siguieron las leyes de la Creación como les fueron enseñadas por los Arkasheans y por eso entendían mejor la vida y estaban contentos. La personificación de Dios es otra de las corrupciones de religiones modernas de hoy en día. Queremos hacer claro que nosotros no aceptamos este concepto.
Por otro lado, no queremos empequeñecer la espiritualidad de los Hokites de esa época. Para los estándares de aquellos tiempos, ellos eran muy avanzados espiritualmente. Encontrar una sociedad entera de gente que se esfuerza por seguir las Leyes de la Creación es una gran cosa durante cualquier período de la historia de la Tierra.
La situación ideal de los Hebreos iba a acabar pronto, sin embargo.
Era la costumbre en la tierra de Egipto ofrecer 'sangre' de animales a sus muchos Dioses—una costumbre que permanece desde el principio cuando 'el Hombre' mismo era el sacrificio original. Las personas de la tierra de Hebron tenían prohibido tomar parte en la destrucción lasciva de la Vida—la Gran Fuerza no hace, no tiene que hacerlo, y nunca exigirá 'Sangre' como una condición de favoritismo hacia su creación. El fruto no exige la muerte del árbol.
Con el tiempo, las personas de la tierra de Hebron tomaron por esposas a las mujeres de Egipto. Cada vez más se volvió costumbre que las esposas proviniesen de esa fuente, lo cual, aunque estaba mal visto, no estaba prohibido por el Faraón de la Gran Hermandad Blanca. Sin embargo, con el advenimiento del tiempo, y con el gran número de mujeres de Egipto tomadas dentro de la línea de sangre de los Hebreos, los 'hombres' de la tierra de Hebron no evitaron o no pudieron evitar que sus esposas continuaran la práctica de 'ofrecer sangre' en sacrificio a los Antiguos Dioses de Egipto.
La gente de la tierra de Hebron se volvió corrupta en sus actitudes hacia El Aton. La ofrenda de sangre se volvió usual en lugar de ser la excepción. Pronto, los Hebreos incluso sacrificaban 'la vida' misma de los animales. Ellos no estaban satisfechos sólo con la 'sangre'. Entonces, con el advenimiento del tiempo, las personas se volvieron cada vez más corruptas. Tomaron el ritual vacío de festejar sobre la 'Muerte' de su sacrificio, al comer la carne del animal muerto y hacer un agasajo como parte de su culto.
Había gran abominación ante los ojos de la GranFuerza en la tierra de Egipto. Su gente se volvió 'polvo' ante la faz de la justicia, ante la faz de la caridad, ante la faz de la rectitud, ante la faz del honor y ante la faz del buen trabajo.
La GranFuerza se dolió ante la perversidad que se vivió dentro de la Casa de El Aton. Evitando completamente las enseñanzas del Faraón de la Gran Hermandad Blanca, los Sacerdotes de los Templos de El Aton se encontraron vacíos ante la faz de la comprensión y ante la faz de la GranFuerza.
Aquellos que se negaron a la perversidad de los Hebreos fueron pronto olvidados ante la sociedad. Fueron excluidos de todas las cosas. Aquellos que eran responsables por las almas de los hombres, estaban corrompidos por causa del poder político. Convirtieron los templos de El Aton en un lugar de mercado de sacrificios de sangre. Instalaron negociantes que intercambiaban dinero en los vestíbulos exteriores de los Templos. Y ellos mismos intercambiaron el regalo más grande de la GranFuerza—la Vida. La vida no tenía valor si el hombre no hacía parte de la perversidad de los Hebreos.
La Casa de Egipto fue deshonrada por la ruptura del acuerdo entre Egipto y la gente de la tierra de Hebron. No siguieron el consejo de los Sacerdotes de Amón Re, ni el del Primer Ministro de la Casa de Egipto, de honrar el pacto. El trabajo en las ciudades se suspendió y el buen trabajo estaba decayendo penosamente. Los relieves eran poco profundos y los bordes se caían matando hombres.
Muchos factores llevaron a la caída de los Hebreos. Primero, los hombres Hebreos empezaron a tomar a las mujeres egipcias como esposas. Entonces, empezaron a aceptar e incluso participar en las prácticas religiosas de estas mujeres—en particular, la ofrenda de sangre. Por qué los hombres Hebreos escogieron perdonar esta conducta es desconocido. Quizás querían que sus esposas estuvieran contentas. Quizás quisieron mantener la paz dentro de sus hogares. Quizás pensaron esto que era insignificante. Quizás ya habían vuelto su espalda a la GranFuerza y a sus enseñanzas. Independientemente de lo que los Hebreos pensaron, la participación en el sacrificio de sangre era una abominación absoluta ante los ojos de la GranFuerza. Los Hebreos tenían la sabiduría para saber que esta conducta era impropia, y aún, en su aturdimiento, ellos continuaron. El que ellos supieran que esto era erróneo sólo sirvió para hacer la ofensa más imperdonable. ¡Los Hebreos habían empezado, por su propio libre albedrío, a alejarse de su futuro prometido de gran luz, a alejarse de los procesos de pensamiento que los mantuvieron en el camino de Arkashea, a alejarse de la GranFuerza misma!.
La corrupción continuó. Mediante su pacto con los Egipcios, los Hebreos se habían vuelto bastante ricos en términos materiales. Esto les permitió llevar un estilo-de-vida muy decadente, el cual siguieron. La vida se volvió, como permanece hoy para tantos, un juego en que aquel que tiene más juguetes conquista a más mujeres y esgrime la mayor parte de las victorias de poder.
Las orgías y el abuso de drogas eran la norma. Toda la moral y la sabiduría fueron lanzadas al viento ante la enloquecida demanda por más dinero, más poder y más placer. A medida que sus actitudes materialistas crecían, la espiritualidad de los Hebreos declinaba proporcionalmente.
Aún más, los Hebreos deshonraron sus compromisos con la casa de Egipto. Su trabajo en las ciudades reflejó sus actitudes. La calidad era inexistente. Los edificios se caían matando gente. ¡Algunas personas incluso se negaron a trabajar en absoluto!
Lo que sucedió con los Hebreos es verdaderamente lastimoso. Ellos habían empezado como miembros de una tribu simple, cultivando y cazando en comunidad. Con la aparición de los Arkasheans tuvieron la oportunidad de aprender los secretos más arcanos del Universo. Y habían empezado a recorrer ese sendero.
Con mirada retrospectiva, el retorno a Egipto fue, no obstante, simplemente demasiado para ellos. Era un estilo-de-vida que ellos nunca habían conocido, y, desde un punto de vista espiritual, no pudieron manejarlo. Los Hebreos se dejaron seducir y saturar por la sociedad egipcia.
Entiende que la sociedad egipcia no era muy espiritual. Ninguno se preocupaba del otro. Cada uno sólo se ocupaba de mejorar en lo material. Si te atravesabas, ellos pasaban por encima de ti—de malas para ti. En muchos aspectos era muy similar a la vida en una ciudad grande hoy en día. Mucha violencia, muchas drogas, mucha pobreza, mucho odio y mucha desesperación.
Lo que es más lastimoso aún, es qué tan poco ha cambiado el mundo desde entonces.
Muchas personas todavía siguen el mismo sendero,
tal como los Hebreos.
Entiende que nosotros ni estamos condenando a las personas de la tierra de Hebron, ni a su estilo-de-vida materialista. Nosotros sólo estamos diciendo que no puedes servir a dos amos.
No puedes clamar que estás buscando la igualdad de todos los hijos de Dios, mientras al mismo tiempo estás comprando y vendiendo esclavos. No puedes clamar que estás buscando una existencia más pacífica, mientras al mismo tiempo haces lo que sea para sacar a tu competencia del negocio, usando todos y cualquier medio no ético. ¡No puedes clamar espiritualidad si al mismo tiempo valoras el dinero sobre todo lo demás, sobre la amistad, la hermandad, la paz, e incluso sobre la familia! No puedes clamar que estas buscando algo en la vida, superior a la existencia mundana, mientras al mismo tiempo sales y experimentas cosas mundanas como el sexo, las drogas, las fiestas y otras entretenciones, en tal grado que éstas se vuelven el foco central de tu vida.
¡No puedes servir a dos amos! Cualquiera que lo trate, lo más probable es que pierda todo lo que tiene.
Será infeliz en cualquier mundo. Muchos buscadores de sabiduría se pierden en esta encrucijada del camino. Ellos no están dispuestos a abandonar los juegos de la Tierra por una oportunidad hacia la espiritualidad. Ellos quieren lo mejor de ambos mundos. Quieren servir a dos amos y no están dispuestos a aceptar que esto es imposible. Así, acaban por perderlo todo. Es más, no es suficientemente cierto decir que lo pierden todo. Ellos quedan al menos con una cosa. . . la oportunidad de crecer en sabiduría, de aprender de sus errores. En eso descansa la esperanza de la Humanidad.
En verdad, no fue cualquier conducta específica de los Hebreos [Las personas que re-entraron en Egipto cuando la gran hambruna golpeó al mundo] la que los condenó a su destino. Fue su actitud hacia la vida. Ellos llegaron a valorar el materialismo por encima de la espiritualidad. Escogieron servirse a sí mismos y por lo tanto al materialismo, en lugar de servir al Todo, y por lo tanto a la GranFuerza y la espiritualidad.
La GranFuerza miró con dolor la caída de la gente que una vez estuvo en el sendero de la verdadera sabiduría. En verdad, los Hebreos habían sellado su propio destino. Sus acciones mostraron que ellos deseaban servir sólo a sus propios egos excesivos. Como tal, La Gran Fuerza les concedió su deseo. ¡Los Hebreos serían libres de recoger lo que habían cosechado!.
A partir de este punto, la historia de los Hebreos [las trece tribus de la tierra de Hebron] se vuelve, hasta donde los buscadores de sabiduría están interesados, una lección sobre cómo no actuar. Como veremos, su historia muestra que, de nuevo y de nuevo, los egos excesivos de los Hebreos, sus falsas creencias, sus costumbres materialistas, y sus actitudes negativas, les trajeron repetidamente experiencias dolorosas.
Así, ante esta perversidad, el Faraón de la Gran Hermandad Blanca tomó a su gente, tomó sus manadas de ovejas, cabras, camellos, sus niños y todas sus posesiones fuera de la tierra de Egipto. El dolor estaba en todos los corazones por la pérdida de todos sus hermanos—las doce tribus de la gente de la tierra de Hebron. El Faraón de la Gran Hermandad Blanca, el líder de la decimotercera tribu de la gente de la tierra de Hebron salvó en su corazón las noticias de una 'visión' en la que los hermanos de las doce tribus nunca se reunirían de nuevo. Porque, ante la Gran Fuerza, ellos se alejaron del camino de la rectitud. Condenados estaban ellos en el infierno de sus propios pensamientos. Su Casa sería una Casa vacía. Su abominación continuaría por más de mil años.
En una 'visión', el Faraón de la Gran Hermandad Blanca fue instruido que debía sacar a su gente de Egipto. La GranFuerza pronto doblegaría las espaldas de aquellos que se habían alejado de Ella.
El Faraón de la Gran Hermandad Blanca tomó a aquellos fieles al Aton (la decimotercera tribu—los Esenios) fuera de la tierra de Egipto. Le fue dicho que la decimotercera tribu nunca se reuniría de nuevo con las otras 12 tribus que habían re-entrado en la tierra de Egipto. Nosotros debemos tener ahora cuidado para no confundirnos, o al menos no cometer el error de pensar que las otras 12 tribus sólo consistían de lo que es hoy conocido como las 12 tribus de Israel.
Cuando alguien estudia las leyes del Universo, esta persona se vuelve muy sabia. Empieza a poder ver cosas que otros eluden. A veces es sabiduría mística la que permite esto. Otras veces es simplemente buen sentido—una comprensión de las personas y su de comportamiento.
Así, no se requirió ser un genio para saber que los Hebreos estaban siguiendo un 'mal' sendero. No se requirió ser un genio para saber que los Egipcios no le aguantarían para siempre a los Hebreos su conducta inaceptable. No se requirió ser un genio para saber que el futuro de los Hebreos era oscuro. De ahí, la tristeza en los corazones de aquellos de la Gran Hermandad Blanca. Y fue con ambas, tristeza y comprensión, que la Gran Hermandad Blanca se separó de las otras doce tribus de la tierra de Hebron.
Los Hebreos estaban demasiado ocupados con sus juegos para prestar atención a las palabras de advertencia de la Gran Hermandad Blanca. Ni consideraron las señales de descontento de la Casa de Egipto.
Entonces, un día, la Gran Hermandad Blanca ya no estaba más allí. Desde el punto de vista de los Hebreos, ellos perdieron contacto con la decimotercera tribu. No supieron que pasó con ésta. [De ahí, la decimotercera tribu perdida]
Desde el punto de vista de los Arkasheans, sin embargo, las necesidades de la situación exigieron que ellos se apartaran de las otras doce tribus de la tierra de Hebron. Ellos sabían de la existencia y el paradero de las doce tribus, pero nunca se reunieron con éstas. Las doce tribus habían dejado el camino espiritual. [De ahí, las doce tribus perdidas]
Y he aquí, ante la faz del tiempo, la Casa de Egipto se desencantó con los asuntos entre los Hebreos y los asuntos de Egipto. Puso a capataces al mando de la gente de la tierra de Hebron para que completara su acuerdo de construir las ciudades de Egipto.
Los nobles de Hebron pronto se retractaron de su acuerdo con la Casa de Egipto. Ellos enviaron una súplica a la Casa de Egipto de que el acuerdo ya se había cumplido con los años. De hecho, ellos habían construido muchas ciudades en la tierra de Egipto. Pero, la Casa de Egipto puso oídos sordos ante las súplicas de los Hebreos. El Faraón y sus hijos fijaron ciudades más grandes para ser construidas en la tierra de Egipto. Las espaldas de los Hebreos de hecho fueron doblegadas por los capataces.
Así, la gente de la tierra de Hebron perdió contacto con una de sus tribus. También estaba perdido su Faraón de la Gran Hermandad Blanca. La decimotercera tribu, los Esenios, dejaron Egipto ante la perversidad de las doce tribus de la tierra de Hebron. Así, la decimotercera tribu de la tierra de Hebron escapó de la esclavitud bajo la Casa de Egipto.
Con el tiempo, como fue predicho en la visión del Faraón, la casa de Egipto se cansó de pedirle a los Hebreos honrar su parte en el acuerdo. Egipto envió soldados y capataces para que obligaran a los Hebreos a trabajar. Irónicamente, ¡los Egipcios usaron los sueldos que se habrían pagado a los Hebreos para pagar a los mismos soldados que necesitaron para obligar a los Hebreos a trabajar!.
Los nobles Hebreos apelaron ante los Egipcios que durante años el pacto se había cumplido. Era verdad que los Hebreos habían construido muchas ciudades, pero dado que el contrato había sido acordado como interminable, los Egipcios no lo dudaron—ellos negaron el cumplimiento del contrato. ¡Con el tiempo, la situación empeoró y los alguna vez orgullosos Hebreos se volvieron esclavos!
¡La miseria de los Hebreos era grande! Hebreo se volvió contra Hebreo. La traición de otros Hebreos, incluso de miembros de la propia familia, en busca de favores, era una ocurrencia común. El honor y la integridad eran inexistentes. ¡Muchos de los capataces mismos eran Hebreos! La riqueza amasada por la nación hebrea fue disipada. Este patrón de Hebreo contra Hebreo iba a plagar a los Hebreos en las épocas venideras.
Así, el lado Egipcio de la historia [la historia de la re-entrada de las personas de la tierra de Hebron en Egipto] nunca se retrató en la escritura que nosotros llamamos hoy la Biblia Judía, ni es el relato que se cuenta en el Antiguo Testamento.
Debido a que nunca se han contado ambos lados de la historia [es bastante fácil entender por qué], en verdad puede verse que ni el antiguo testamento ni el nuevo testamento son completamente exactos. De hecho, están lejos de ser completamente exactos. Pero, esa discusión tendrá que ser dejada para otro momento.
El Faraón de la Gran Hermandad Blanca, fue instruido en una 'visión' que la GranFuerza liberaría a los Hebreos del yugo de la Casa de Egipto después de un tiempo de redención. . . después de que todas las personas que se alejaron de la GranFuerza, hasta su duodécima generación, hubiesen retornado hacia la FuerzaVida. La paz reinó dentro de los corazones de la decimotercera tribu de la tierra de Hebron. Aunque las doce tribus de la tierra de Hebron se condenaron ellas mismas en el Infierno de sus propios pensamientos durante miles de años, por haber dado su espalda colectiva a la GranFuerza, ellas ganarían, con el tiempo, la oportunidad de volver hacia la santidad de la Grandeza de la GranFuerza.
Y, sucedió que los dolores de la gente de la tierra de Hebron se multiplicaron bajo el yugo de la Casa de Egipto. Hermano se volvió contra hermano en busca de favores. La Gran Fuerza puso oídos sordos hacia las personas que se habían alejado de la Paz. Los Hebreos de doblegaron penosamente bajo el yugo de su propia gente. Hebreos vendieron a otros Hebreos por el favor más pequeño.
Pasaron doce generaciones para que los Hebreos, que se habían alejado de la GranFuerza, se reunieran con sus antepasados. La GranFuerza tuvo piedad en su corazón por los niños voluntariosos del Faraón de la Gran Hermandad Blanca. Escuchó la súplica del Faraón de La Gran Hermandad Blanca de entregarle a sus hermanos de Egipto. Envió una visión al Sumo Sacerdote del Templo de El Aton que le levantaría el ánimo. Él enviaría un mensajero a la Casa de Egipto. Un príncipe de la Casa de Egipto volvería del desierto para hacer que la Casa de Egipto se inclinara ante la GranFuerza y enviara a los Hebreos fuera de la tierra de Egipto.
Y, sucedió que un pequeño niño fue puesto en un cesto de caña. Su madre penosamente doblegada bajo el látigo de los capataces, deseó la libertad para su hijo. La GranFuerza recordó Su promesa al Faraón de enviar a los Hebreos fuera de la tierra de Egipto. Hizo que el hecho ocurriera durante el baño de una Noble de la Casa de Egipto. La Noble señora, que no tenía un hijo, tomó al Hebreo en su corazón y lo crió como su propio hijo.
Sucedió que existió enemistad entre el Hijo de la Casa de Egipto y Moisés, el Hebreo que fue tomado en su corazón por la Noble señora de la Casa de Egipto. Cuando se conoció que Moisés era hebreo, Ramses, su hermano de la Casa de Egipto, envió a Moisés al destierro, hacia el desierto, para que muriera. Ramses no hubiese podido controlar el corazón de su reina si convertía a Moisés en un mártir ante sus ojos.
La GranFuerza estaba con Moisés en sus viajes por el desierto. Nutrido desde adentro por la GranFuerza, Moisés cruzó el desierto hacia la tierra de Madián. Allí, Ragüel lo tomó como un hijo. Moisés se volvió protector de los rebaños de Ragüel, cuidando a sus siete hijas. Moisés tomó a la hija mayor de Ragüel por esposa. Cuando Moisés conoció a su esposa, ella concibió un hijo llamado Gersón, porque él era un forastero en tierra ajena.
Sucedió que mientras Moisés estaba mirando los rebaños de Jetro, su suegro, La GranFuerza hizo que un profundo sueño se apoderara de Moisés. En su sueño, Moisés fue instruido en una 'visión' que retornara a la Casa de Egipto, para que hiciera que la Casa de Egipto le permitiera a los Hebreos volver a su hogar de nacimiento.
Moisés es un ejemplo perfecto de alguien que tomó ventaja de la ley "incluso el alma más oscura, si está dispuesta a mirar fijamente en los ojos del cazador del infierno, puede encontrar la libertad del infierno de sus propios pensamientos".
Por ahora, permítenos decir que esta ley resume el Nuevo Convenio. Es una promesa de que cualquier hombre que está deseoso de cambiar puede llegar a conocer a 'Dios'.
La razón por la que nosotros decimos que Moisés tomó ventaja de esta ley es porque él pasó de lo que tendría que ser considerado como una vida potencialmente muy materialista a una de la más alta espiritualidad.
Si Moisés no hubiera averiguado que él era un hebreo, él podría haber ascendido al trono de Egipto. Pero, La Casa De Egipto es una casa vacía. ¡El Karma del asesinato de Akhenaton no se ha satisfecho todavía! Así, él probablemente habría logrado muy poco.
Si Moisés no se hubiera vuelto Faraón, habría probablemente vivido la vida de un hombre frívolo y mundano en la Corte Real, por el resto de su vida.
Cuando Moisés descubrió que él era un Hebreo, esto seguramente debió haberle causado una gran perturbación mental. Poco después que él obtuvo esta información, golpeó y asesinó a un capataz que estaba fustigando a un esclavo de la tierra de Hebron. Nosotros sólo podemos conjeturar que sus emociones estaban fuera de control.
A partir de estos inicios, un posible ascenso a un trono maldito y un asesinato, Moisés avanzó para hacerse gran sirviente de las Fuerzas Universales. Aprendió e hizo uso de mucha sabiduría a través de su servicio. Así, incluso el alma más oscura puede escapar del infierno de sus propios pensamientos.
No obstante, Moisés no era el ángel que el mundo de hoy hace de él. No hay ángeles en la Tierra. Es decir, él no es digno de la adulación que las personas de hoy en día le brindan. Pero, así mismo, creemos que ningún hombre debe ser considerado divino. Los logros de Moisés serán loados y su persona altamente respetada, pero no se le rinde culto. Sólo a la sabiduría traída por el hombre se le debe rendir culto—nunca al hombre mismo.
La GranFuerza hizo contacto con Moisés durante sus viajes a través del desierto. Le fue enseñado mucho en su preparación para la tarea que fue puesta ante él. Cuando el tiempo fue el correcto, Moisés fue enviado de regreso a Egipto. Moisés de hecho, a través del poder que le fue concedido por la GranFuerza, tuvo éxito convenciendo al Faraón que liberara a los Hebreos. Él llevó los Hebreos fuera de Egipto—ellos cruzaron el río Jordán y se establecieron en la tierra de Canaan (debe recordarse que no todas las 12 tribus de la tierra de Hebron siguieron a Moisés hacia la tierra de Canaan. Los Amenities, los Malachites, los Hittites, los Jebozites, y los Filisteos regresaron a la tierra de Hebron. Sin embargo, la Casa de José, la Casa de Rubén, la Casa de Simeón, la Casa de Levi, la Casa de Juda, la Casa de Isacar, la Casa de Zebulón, la Casa de Benjamín, la Casa de Dan, la Casa de Neftalí, la Casa de Gad, y la Casa de Aser siguieron a Moisés por el río Jordán.
La Gran Fuerza le dio a Moisés un conjunto de leyes para ayudar a las personas en sus juicios. Moisés, sin embargo, viendo que la gente aún persistía en sus prácticas amorales percibió que ellos no considerarían el código. Por consiguiente, él les dio una versión más específica—los Diez Mandamientos como los conocemos hoy. Ellos son como sigue (traducción literal de la versión en Inglés de este Manuscrito):
1. Yo soy el Señor tu Dios. No tendrás otros dioses ante mí.
2. No harás imágenes grabadas.
3. No jurarás falsamente en el nombre del Señor.
4. Observarás el día Sabático (día Sagrado).
5. Honrarás a tu padre y a tu madre.
6. No asesinarás.
7. No cometerás adulterio.
8. No robarás.
9. No levantarás falso testimonio contra tu vecino.
10. No codiciarás.
Moisés se volvió el líder de la gente de Israel. Él impuso las leyes a la letra, incluso con la muerte. ¡Obedezca la ley o muera! Los Hebreos aceptaron las nuevas enseñanzas pero no entendieron su verdadero espíritu. Ellos permanecían en la obstinación de sus propias costumbres.
Nosotros, los Antiguos Esenios, también seguimos los Mandamientos. Nosotros, sin embargo, seguimos una versión ligeramente diferente:
1. Permítele a todos los que buscan entrar en El Convenio, que sepan que todas las cosas deben hacerse en forma acorde con su deseo. Porque, dentro de sus corazones, dentro de sus mentes y dentro de sus Almas ellos deben cambiar, de tal manera que se alejen de los hombres de enferma reputación;
2. Ellos deben jurar y deben lograr mantenerse apartados de la ganancia mal adquirida;
3. No deben poner sus manos sobre aquello que ha sido consagrado o prometido a La GranFuerza en el altar del corazón;
4. Ni deben poner sus manos sobre los hechos, los pensamientos, ni las posesiones de otros—cada uno debe obtener los frutos de su propia labor;
5. No deben hacer presa de las viudas, ni dañar a un niño huérfano de padre;
6. Deben distinguir entre lo limpio y lo sucio—reconocer lo Sagrado de lo Profano, tal que deben mantener sagrado (sacred and Holy) el día Sabático (día Sagrado), desde adentro de su corazón, en cada detalle;
7. No ofender los festivales y fiestas del día, de acuerdo con la práctica extendida por el Gran Faraón que trajo 'La Luz' a nuestros corazones dándonos una comprensión de la Ley De Toda la Creación;
8. Cada individuo debe pagar sus obligaciones impuestas de conformidad con las Leyes establecidas, bajo las condiciones del intercambio, tal que, a cada uno le corresponda en forma acorde con las necesidades de su propósito;
9. Amar a cada hombre, a vuestro vecino así como a si mismo;
10. Cada uno debe extender la mano al pobre, al necesitado y al extraño;
11. Que cada hombre busque el bienestar de su compañero, de tal manera que dé a cada hombre lo que le corresponde bajo los dictados de un corazón comprensivo;
12. Para no traer cargo alguno contra su vecino en el corazón, excepto mediante el debido proceso, no debe alimentar rencores del día a la noche;
13. Mantenerse alejado de todas las cosas sucias, de acuerdo con lo que se ha prescrito en cada caso, y con las distinciones, tal como está fijado en los Convenios entre La GranFuerza y su creación—el Hombre;
14. No debe ningún hombre mancillar el Espíritu Santo (Espíritu Sagrado) dentro de sí, ni dentro de su vecino;
15. Como sea, para todos los que realizan impecablemente estos actos de amor en lo Sagrado de sus corazones, sus mentes, y sus Almas, según todas las instrucciones que se han dado a ellos, para ellos La GranFuerza hará bien Su Convenio.
1 comentario:
Esta información fue tomada de la página arkashea.org que pertenece a los Esenios de Arkashea.
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