Todos los niños pasan por diferentes miedos a lo largo de la infancia hasta la adolescencia, miedos que pueden perdurar en el tiempo o que sólo duran unos años pero la gran pregunta es ¿Cómo podemos ayudarles a enfrentarse a sus miedos?
En este artículo hablaremos
sobre:
- Los miedos infantiles según las etapas
- El papel de los juguetes para enfrentarse a los miedos
Miedos infantiles: Etapas
La mayoría de los miedos infantiles son
miedos normales por los que tiene que pasar el niño para un buen desarrollo
emocional, por ello también se les denomina en psicología como miedos
evolutivos.
A partir de los 6 meses es el momento en el que el bebé
comienza a mostrar miedo a los extraños, como uno de los más representativos,
considerado como un valor adaptativo y de madurez. Es el momento en el que
también comienza a aparecer la ansiedad por
separación de su figura de apego (suele ser la
madre).
Esta ansiedad al separarse de sus padres no se desvanece, se acentúa
entorno al año y los dos años, y se ve reflejada también en su manera de
relacionarse con extraños. Durante esta etapa también hay miedo a los
ruidos fuertes como pueden ser las tormentas y a
determinados animales pequeños.
Entre los 2 y los 6 años los miedos
anteriores pueden mantenerse pero también aparecen miedos acordes a su
desarrollo cognitivo, lo que implica la
imaginación, como los monstruos, la oscuridad, los
fantasmas, etc.
De los 6 a los 11 años los miedos
imaginarios suelen desaparecer para convertirse en algo más concreto y objetivo:
miedo al daño
físico (al dolor, a los análisis, hospitales, etc.) y al
rechazo de los otros.
En la preadolescencia el miedo al rechazo se potenciaría y
comenzaríamos a ver miedos relacionados con su propia imagen personal,
que se desarrollaría con profundidad en la adolescencia.
¿Un juguete puede ser terapéutico?
Tanto los psicólogos, pedagogos, educadores y padres tendemos a olvidar el verdadero
valor de un juguete. Estos tienen habilidades que nos pasan desapercibidas pero
que pueden ser verdaderamente útiles para ayudar a los
niños a afrontar diferentes procesos evolutivos como los
miedos.
Hay casos en los que los psicólogos no
somos tan necesarios porque hay miedos que simplemente son
evolutivos y se podrían considerar algo normal,
siempre que no genere mayores problemas.
El problema es que muchas veces los
padres no saben cómo afrontar los miedos de sus hijos, algo completamente normal, por eso, cuando conocí
la propuesta de Fluff y sus
cuatro peluches con sus guías indicados
para diferentes tipos de miedos, me pareció una idea excepcional porque los
vínculos se entrelazan aún más.
Estos juguetes están pensados tanto para
profesionales de la salud, como para educadores y
padres porque en todos los sitios es necesario que se creen vínculos más sanos, un
apoyo especial para los niños y a su vez, una forma de entender sus propios
miedos.
Según el miedo que tenga el niño
encontramos un peluche:
- Miedo al rechazo: rabietas, celos, peleas… Para eso está Gamberro, un peluche que ayuda a acercarse al niño, a explicarle las cosas, a que pueda ponerle voz a sus miedos a través de otro, una manera de acercarse a él.
- Miedo a la noche: oscuridad, dormir solo, monstruos, pesadillas, hacerse pis en la cama… Aquí encontramos a Colchón y Edredón, dos peluches encantadores que serán la mejor compañía para enfrentar los miedos de la noche.
- Miedo al dolor: a ir al médico, a los análisis de sangre, a hacerse daño, a la enfermedad, la muerte.. No hay nadie mejor para estos momentos que Culito Rana, basada en la famosa canción “sana sana culito de rana (…)”.
- Miedo a la separación: durante los primeros meses del bebé, ir al colegio o a la escuela.. Cualquiera de los cuatro juguetes sería el idóneo, buena compañía, blanditos y suaves.
Estos juguetes ya se están comenzando a
utilizar en diferentes centros, tanto por psicólogos como educadores como una
manera de acercarse a los niños y poder realizar un mejor trabajo. Pero también
sé de algunos padres que los están utilizando para acercarse más a sus hijos y
poder pasar por estas etapas juntos.
Estos juguetes ya han comenzado a ganar
premios desde bien pequeños con sus padres Alberto
Romero, Marta Rueda, Alberto Pizarro y Beatriz Plata: Premio
Psicofundación Jóvenes Psicólogos Emprendedores 2011, Premio al
mejor proyecto “VI Premio CIADE al emprendedor
universitario” y el Premio de Red
EmprendeVerde porque son juguetes ecológicos.
¿Qué podemos pedir más para que los niños
puedan enfrentarse a sus miedos?
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