martes, 5 de mayo de 2015

Ritual Andino - Mesa de ofrenda a la pachamama y a los espíritus de las montañas




Ritual Andino - Mesa de ofrenda a la pachamama y a los espíritus de las montañas

En la cultura andina, es común elaborar distintos tipos de rituales de ofrenda a la madre tierra o pachamama, llamadas K'oa, o mesa. Las razones asi como las formas y las fechas para elaborarlas pueden ser muy variadas. Por ejemplo, el primer viernes de cada mes es un día común en el que se elaboran las mesas. Los motivos, por salud, para atraer suerte, para pagar por los errores cometidos, para agradecer a la tierra, para pedir su bendición, para abrir el camino, para despojarse del mal. Las ofrendas se elaboran con un variado repertorio de ingredientes como dulces, semillas, plantas, animales, papeles de color, lanas, etc. En este video podrán apreciar un ritual de mesa excepcionalmente bien elaborado, gracias al experto sanador Kallawaya Mario Vargas.

Todo comenzó gracias a mi amiga Marie, que desde México decidió venir a visitar Bolivia y penetrar en su cultura, en su tierra y en su tradición. Como amigo la llevé a conocer a Mario Vargas, curandero, médico, chamán Kallawaya, originario de la comunidad de curva, en la cordillera desconocida y mágica del apolobamba, y que tiene su consultorio donde atiende sus pacientes en la ciudad de La Paz. Originalmente pensabamos viajar a su comunidad para realizar la ofrenda y para aprovechar y atender algún posible padecimiento de salud que pudeira tener Marie. Pero mi amiga manifestó que no padecía de ninguna enfermedad y que prefería únicamente elaborar una ofrenda a la pachamama, para agradecer a la tierra y abrir el camino.

Entonces el Illimani hizo el llamado, el abuelo, apu, guardían de la ciudad de La Paz, último gran nevado de la parte central de la cordillera de los Andes. Ante el illimani haríamos la ofrenda, para él, para que él escuchara nuestros rezos, recibiera nuestra ofrenda, y nos permiitera seguir adelante, con abundancia, con prosperidad. Así lo deseaba yo también, participar en esa ofrenda, agradecerle al illimani por dejarme llegar a sus tierras nuevamente, y pedirle que me abriera el camino para permitir que mi familia y yo pudieramos tener un hogar, una casa, alimento, que se pudiera logar nuestro proyecto, la ecoaldea turística paititi, en el alto madidi.



Para mi simbolismo interno personal, el Apu Illimani significa "cerro de la luz". Al investigar encontré muchas traducciones que se le dan a su nombre. Una de ellas es "cerro cimiente de la abundancia". Para Mario, el Illimani es el "cerro a donde hacemos las ofrendas y pedimos la prosperidad". En otras traducciones que he encontrado se le denomina "montaña del águila dorada". Imponente y majestuoso, el Illimani se para solo, algo separado de los demás nevados y es el más indicado para pedir abundancia en la vida.


Partimos en taxi, a eso de las 10 de la mañana. Un panorámico recorrido por la ciudad de La Paz, cruzando toda la mancha urbana, nos acercaría hacia un pequeño paso de montaña cercano al poblado de Uni, en donde una pequeña laguna maracaba un lugar especial para detenerse, para asentar, para pararse, para hacer un ritual. El taxi nos esperaría mientras nosotros subíamos hacia unos pequeños cerros, detrás de la laguna, desde donde se podía contemplar con toda majestuosidad el nevado Illimani.

Subimos por unas pequeñas colinas hasta una pequeña planicie en la cima de un cerro, un apacheta, lugar ideal para realizar la mesa. Mario llevaba todo lo importante: leña, los "ingredientes" de la mesa y demás. Yo llevaba hojas de coca, alcohol, vino y cigarros, ingredientes indispensables para la ofrenda. Llegando a la apacheta, lo primero fue ofrecerse mutuamente "quintus" o "rezos" con hojas de coca, que cada quien aceptaría y mascaría. Despúes, mientras yo y Marie continuabamos mascando y eligiendo las hojas de coca mas bonitas para ofrendar en la mesa, el Kallawaya Mario comenzó a elaborar el ritual.

Primero preparó el suyu, un feto de llama proveniente de un aborto natural, que es el ingrediente más valioso y costoso de la ofrenda, Bajo un constante acompañamiento de rezos y ademanes, un par de dulces con significado específico se amarran al feto con lanas de llama. Acto seguido, Mario presentó el suyu al illimani, para después amarrarlo a la espalda de Marie, como si fuera su wawa, o bebé. Mientras esto sucedía, yo me dirijí al illimaní y le rezé, por largo rato.

Una hoja de papel blanco hace la base para toda la mesa, que al final se ha de quemar. Lanas de alpaca, de color blanco primero y despues de colores, se estiran y se colocan en forma de círculo, dentro del cual se colocarán todos los demás elementos. A continuación, una cama de K'oa, una hierba aromática de los andes utilizada para sahumar, se esparce en el fondo, dentro del círculo. Después se van colocando los dulces, especialmente elaborados para la pachamama, y que contienen figuras y dibujos que representan las distintas cosas que desea pedir la persona.

Cada dulce, cada ingrediente, antes de colocar, se le reza cuidadosamente en el idioma secreto de los kallawayas, y cada uno tiene un distinto significado, un pedido específico. Mientras Mario colocaba, Marie manifestó que deseaba pedir por su familia, su hermano, sus hijos. Yo también manifesté que deseaba pedir por mi comunidad, y para que se me abriera el camino en el proyecto que estaba presentando. Cada pedido que manifestabamos, era tomado en consideración por Mario, y con rezos era colocado en la mesa. También lo que no pedimos, salud, pagar por los errores y mucho más, procuró Mario que estuviera incluído en la mesa.

Una vez colocados los dulces principales que contienen figuras, se colocan una serie de dulces de colores blancos y formas simples. Estos tambíén se les reza con las necesidades del paciente. En la cultura andina los dulces tiene un singular significado, en tierras donde las frutas son escasas, cualqueir cosa dulce es apreciada como riqueza. Por esta razón se le obsequian dulces a la pachamama, porque se le debe obsequiar lo mejor, lo más rico, lo más valioso. Chocolates también son ofrecidos en la mesa.

Al terminar los dulces blancos, el círculo se ha llenado. Entoces prosigue el kallawaya colocando unt'u de llama, grasa de llama. La llama es uno de los animales más sagrados de los andes, gracias a él, el humano existe, tiene quien le ayude a cargar, quien le provea abrigo y comida. En la grasa de llama está concentrada la energía del animal. Los primeros pedazos de unt'u se colocan solos, después, se hacen pegar con papel plateado, que simboliza la plata, y papel dorado, que simboliza el oro. Así, simbólicamente se está ofreciendo la energía divina de la llama envuelta en oro y plata. Mario prosigue vertiendo polvo de copal blanco en la parte inferior de la mesa, y despúes incienso amarillo, en la parte superior. Guarda un poco de ambos para rociar la mesa una vez que está en el fuego.

Acercándose a completarse la mesa, se colocan las hojas de coca que se habían seleccionado por los participantes, en este caso yo y Marie, cada una en una posición específica y bendecida por un rezo del Kallawaya. Entonces se levanta Mario y le pide a Marie que abra los brazos, encarando al illimani. Comienza a rezarle y a mover las manos, atrayendo la energía hacia el centro, con dos quintus de coca en las manos. Luego le pide a Marie que cierre los brazos y se abrace a sí misma, como ademán de abrazar y atraer la suerte. En ese momento, mientras Marie se erguía con los ojos cerrados, una maría, ave de rapiña común de los Andes, voló a escasos centímentros de su cabeza, despúes otra. Mario las señaló, e indicó que era una señal de buena fortuna.

Para finalizar el colocado de la mesa, Mario llevó a Marie hacia el borde del cerro, donde le pidió que se arrodilara. Le quitó el suyu de la espalda y lo presentó al illimani, lo movió en círculos, y le pidío que le diera un beso. Lo colocó en la mesa que ya estaba sobre la leña. En la parte inferior de la mesa, había dos nueces con su cascara. Tomó una y le pidió a Marie que la rompiera con las manos. Viendo la forma y color de la nuez que estaba dentro, Mario le pudo diagnosticar a Marie cuales eran sus padecimientos físicos. Por respeto a Marie mantendremos el diagnóstico en privado, pero puedo decir que fué bastante acertado, y que sí tenía padecimientos, contrario a como lo había manifestado. Entonces le pidió que rompiera la segunda nuez. Esta serviría para adivinar como sería el porvenir, el futuro de Marie. Esta vez la nuez salió de buen colo y buena forma, y así estaba previsto el camino de ella.

Proseguimos a ch'allar la mesa, a rociarla con alcohol y vino, bendiciendo sus cuatro esquinas, y rociando la tierra e incluso a nosotros mismos. Una vez ch'allada, Mario le prendió fuego. Costó bastante que comenzara a arder bien, hacía mucho viento, No fué hasta que Mario trajo un puñado de paja brava de allí cerca que se pudo encender bien la mesa.

Mientras ardía la ofrenda, con dos atados de flores distintos, y unas plumas de águila que le había pedido Marie a Mario utilizar para la ofrenda, comenzó el Kallawaya a limpiar la energía de Marie. Con todo tipo de movimientos, con mucha dedicación y paciencia, por largo rato, Mario limpió todas las partes del cuerpo de Marie. Entoces las flores fueron entregadas al fuego. Las plumas también, fueron ofrendadas al fuego. El trabajo estaba terminado. Ahora, debíamos dejar que la pachamama terminara de comer sola, debíamos irnos antes de que terminara de arder el fuego. Así lo hicimos.

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