viernes, 29 de enero de 2010

la reaparición del Instructor del Mundo *

Acuario, la conciencia grupal y
la reaparición del Instructor del Mundo *

Por Logos – Grupo de Investigación en Astrología Esotérica


El período regido por el signo de Acuario tiene una connotancia grupal, porque gracias al funcionamiento combinado de sus rayos y regentes abrimos nuestro corazón a quienes nos rodean y ampliamos la esfera de la conciencia individual, transformándola en percepción humanitaria.

Se afirma que el signo distribuye energía de Quinto Rayo, y la misma es fusionada con las fuerzas de la Luna , Júpiter y Urano, regentes jerárquico, esotérico y exotérico respectivamente. Todos estos planetas confluyen en un mismo fin, que es el complementar la conciencia individual desarrollada en su signo opuesto, Leo, y descubrir espacios de interrelación con los demás en la medida en que el amor se desenvuelva y el Propósito surja dentro de nosotros.

Dado nuestro nivel de evolución como humanidad, puede decirse que esos nuevos espacios son abiertos a través de la acción del regente esotérico, Júpiter, planeta de 2º rayo. En otras palabras, la conciencia grupal es la expresión del corazón, la exteriorizació n en los tres mundos de algo de lo que antes sólo éramos conscientes internamente. Es un estado primero de afecto, luego de atención y más adelante de sintética comprensión. Todos de a poco van quedando bajo el umbral de la conciencia, a un punto tal que en cierto estadio es difícil recordar lo “cerrado” del egoísmo. Esto rige sobre todo para pequeñas cosas, y se va ampliando a todos los ámbitos del vivir diario a medida que prosigue el servicio y afluye energía liberadora desde los planos superiores.

Eso nos lleva al tema de la fuente de la conciencia grupal: la frase que explica la dinámica del signo a nivel material es “que rija el deseo en la forma”. Empero, a nivel espiritual el alma dice “soy el agua de la vida y fluyo para los hombres sedientos”. El Quinto Rayo, mental por naturaleza, nos sugiere en Acuario que el verdadero amor es el del alma y que ésta se encuentra anclada en el plano mental, el quinto.

Sugiere además que el punto de encuentro por excelencia de la conciencia grupal está en el plano mental, en donde deben fundirse mente y corazón y ambos tornar las puertas del plano búdico. Como diría Vicente Beltrán Anglada, “amar con la mente y pensar con el corazón”. Eso nos da una pauta acerca de la fusión entre la forma y la conciencia y la creciente expresión del alma junto al ser humano conscientemente activo, que extrae su inspiración y libera todo su poder de la comprensión de que el corazón suyo y el de sus hermanos son uno.

Ese proceso de exteriorizació n en la conciencia diurna también se da masivamente e implica una gran oportunidad, ya que el físico es el último plano y a partir de allí es posible la síntesis con lo superior en un todo más radiante. De allí que en la literatura esotérica se hable también de que en esta Era de Acuario será posible la invocación del Avatar de Síntesis, que viene a proveer la necesidad de la humanidad y encerrar en un círculo más comprensivo la evolución en todos los reinos del planeta. Esta energía de síntesis sólo puede ser invocada con el corazón, porque es el sello que pone fin a la comprensión del Plan, y todo contacto con la Jerarquía está regido naturalmente por el amor, el principio relacionador entre la materia y el espíritu.

En esa línea, el vínculo en Acuario entre Urano (7º rayo) y Júpiter (2º) nos habla asimismo del proceso de Exteriorizació n de la Jerarquía. Si tenemos en cuenta que Acuario siempre tenderá a incluir a la conciencia individual en un grupo, vemos cómo en un nivel básico esa energía es expresada como correctas relaciones humanas (7º rayo, el de las relaciones), y dado que dicho signo regirá macrocósmicamente durante los próximos 2000 años, se adivina una especial oportunidad de desarrollo para el planeta, a través del tendido de hilos de luz que a medida que vayan llegando a zonas lejanas de la vivencia humana invocarán aún más inclusividad y síntesis. Esto representa una gran oportunidad de acelerar el desarrollo evolutivo y de participar más conscientemente en él. La Luna , velando a Urano, nos habla del Propósito oculto subyacente en el amor encarnado por la Jerarquía.

Si aplicamos la analogía, vemos que así como cada ser humano individual está kármicamente ligado a un alma que lo inspira, así la humanidad en su conjunto es guiada por un amoroso Instructor, que cíclicamente nos acerca nueva enseñanza sobre el proceso evolutivo que tenemos por delante y nos acompaña en su desenvolvimiento. Esto es especialmente aplicable en la Era de Acuario, porque en este ciclo la energía del alma llega al plano físico.

Según el Tibetano la entrada en la Era de Acuario se verá acompañada por el retorno al plano físico de ese Instructor: Cristo, el Imán Mahdi, el Mesías, Maitreya, Krishna o como lo llamen las distintas religiones. Es ineludible destacar que recientemente la organización Share International ha hecho un anuncio sobre Su retorno. Esto merece mucha reflexión y respeto, y por lo menos nos habla de indicios claros (astrales, mentales o intuitivos) acerca de la continuidad del proceso de exteriorizació n de la Jerarquía , o sea el nacimiento del Cristo interno en el corazón. Que ese día llegue para la humanidad lo antes posible es anhelo y compromiso de todas las personas espirituales. Acuario nos facilitará el dar un paso más en esa dirección..

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* LOGOS – Grupo de Investigacion en Astrologia Esoterica
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