DESDOBLAMIENTO ASTRAL: EL SALTITO
P.- Maestro , también se ha recomendado mucho los saltos y el recuerdo de sí en el día y en el estado de transición y vigilia.
V. M. Rabolú.- Mire, prácticamente, eso de estarse uno preguntando durante el día si está en astral o en físico es una práctica muy elemental pero es muy efectiva. Yo se la recomiendo a todo el estudiantado gnóstico que empiece por ahí, por esa práctica de estar observando uno el sitio donde se encuentra, las personas u objetos que le rodean.
Y hacérsele algo raro, que uno mira algo raro: sea un cuadro, sea una persona extraña, cualquier cosa así y observa uno el sitio, observa lo que está uno viendo y se hace uno esta pregunta, como causándole admiración: “¿Por qué estoy yo aquí, en este sitio? ¿Por qué estoy viendo tal objeto raro? ¿Será que estoy en cuerpo astral o en cuerpo físico?”. Y da un pequeño saltito con la intención de quedar flotando.
Ese salto no se da mecánico porque mecánico lo hace en lo interno también. Siempre cuando den ustedes el salto, deben darlo con la intención de quedar flotando. Y como todo lo repite durante el sueño uno, pues es muy natural que el Ego esté por allá metido en un sitio, por ejemplo, donde ve cosas raras, y al ver un objeto raro se hace la pregunta: “¿Por qué estoy viendo esto tan raro? ¿Será que estoy en cuerpo astral o cuerpo físico?”, y pega el salto.
Da el salto, pues, queda flotando y entonces ya se acuerda uno que su cuerpo duerme aquí, en la cama, en el mundo tridimensional y que uno está en la quinta dimensión donde puede uno aprovechar ese tiempo para recibir la instrucción de un Maestro, conocer un templo y empezar verdaderamente ya lo que podríamos decirle, el conocimiento propio y directo, que es lo que buscamos cada uno de nosotros.
P.- D. Joaquín, en estas prácticas hay un enemigo y es el miedo. Quiero que nos refiera algo sobre las causas primordiales del miedo, que desde luego mientras nosotros tengamos Ego, pues, vamos a tener miedo. Pero quiero que si puede añadirnos algo sobre las "causas causorum", -podríamos decir-, del miedo, por qué le asalta a uno el miedo en esas prácticas.
R.- Prácticamente, el miedo es un Ego que en realidad existe y causa mucho daño, pero yo le voy a sugerir esto: a mí me sucedió, porque el miedo o la alegría son dos factores que ambos son dos defectos en sí, que le causan daño a uno para las salidas, o sea, la investigación interna.
Porque en realidad si uno se emociona, le da mucha alegría, se vuelve al cuerpo físico, y si le da miedo también. Bueno, el miedo en realidad es falta de energías, fuerzas. Cuando uno va acumulando sus energías, va transmutando sus energías, el miedo se acaba. Porque eso viene a ser como una debilidad de uno que ha creado por falta de fuerzas.
Y la alegría, pues podíamos decir la parte emocional resaltada, que también perjudica. De modo pues que yo utilicé en mi comienzo, cuando empecé, que me emocionaba demasiado cuando yo me reconocía en los mundos internos, y entonces normalizaba: me agarraba de cualquier objeto que encontrara mientras normalizaba aquella parte emocional. Normalizaba bien y entonces ya me soltaba e iba a un templo a recibir una instrucción.
Pero entonces ya, cuando ya uno se siente normal, se suelta, porque mientras esté uno cogido de cualquier objeto de allá no regresa al cuerpo. Se está uno ahí, se aguanta hasta que normalice y con el miedo puede hacer lo mismo también, hace lo mismo: se agarra de cualquier objeto, lo primero que vea uno.
V. M. RABOLU
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