viernes, 3 de febrero de 2017

EL GENESIS PROHIBIDO (NUESTRO PASADO ALIENIGENA)

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EL GENESIS PROHIBIDO (NUESTRO PASADO ALIENIGENA)
Publicado por José Manuel Roldán Barrera

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El poeta griego Hesiodo (850-800 a.C.) escribió la historia humana desde el origen del universo en una obra llamada “Teogonía” (del siglo VIII a.C.), en ella narra cómo era la vida en un principio:
“El hombre vivía como los dioses, sin vicios o pasión, irritación o trabajo. En compañerismo con seres divinos (extraterrestres?), pasaban sus días en tranquilidad y placer, viviendo juntos en perfecta igualdad, unidos por confianza y amor mutuos. La tierra era más hermosa que ahora, y producía espontáneamente una variedad abundante de frutos. Seres humanos y animales hablaban la misma lengua y conversaban entre sí (telepatía?).Los hombres eran considerados simples niños a los cien años de edad. No tenían ninguna de las dolencias de la edad para molestarlos y cuando pasaban a regiones de la vida superior, era un sueño apacible.”
Este bello fragmento hace surgir una inquietante pregunta: si todo era tan apacible y celestial, ¿Qué fue lo que ocurrió para que nuestro mundo decayera al nivel más bajo de conciencia y degradación?
Para conocer la respuesta debemos trasladarnos millones de años atrás cuando la conciencia cósmica (DIOS) dio la chispa de vida sobre nuestro planeta a través de una jerarquía estelar.
Todo mal que nos aqueja se reduce a una sola cosa: “la ignorancia del hombre y su escaza conexión con el infinito”.
Nuestro universo posee trece dimensiones distintas escalonadas entre lo físico y lo espiritual, cada una de ellas con sus propios mundos, y seres de todo tipo los cuales obedecen un ciclo cósmico de evolución atravesando todas las dimensiones hasta lograr fusionarse con la matriz divina/Dios, esa ley esa ley aplica para todos los que habitan en el universo incluyéndonos.
El Génesis arcano nos cuenta que en un momento de la historia ese ciclo cósmico se rompió desequilibrando el orden natural de las cosas, lo que produjo guerras y estancamientos a nivel físico, mental y espiritual.
Para cambiar esto, un concejo de seres celestiales creo- con ayuda de grupos extraterrestres-una “biblioteca viviente” (el hombre) capaz de albergar conocimiento sagrado de todo el cosmos y desarrollar un grado de conciencia tan alto que lograría la conexión pura con Dios devolviendo el orden universal interrumpido.
Aunque en un principio el proyecto transcurrió de maravilla lastimosamente no iba a durar así para siempre.
Un maestro celestial, procedente de la sexta dimensión que tenía bajo su cargo a la legendaria raza de los oriones – nativos de la constelación de Orión – empezó a ver, junto con su grupo, este proyecto con recelo pensando que los “hombres” podrían lograr un grado de evolución mayor que ellos y opacar todo el avance que los oriones habrían construido con tanto esfuerzo.
Este ser de luz cayó en manos de la soberbia y el falso ego que tanto ciega nuestros corazones, se rebeló contra la conciencia cósmica y su propósito de crear una nueva humanidad a tal punto de convertirse en el símbolo del mal. Su nombre (que significa portador de luz) era “LUCIFER”.
De aquí en adelante comenzó una trama para sabotear el proyecto Tierra; la oscuridad empezó a tejer sus redes por toda la galaxia haciendo que diversas razas extraterrestres participaran en una anarquía cósmica encabezada por Lucifer, su influencia negativa hizo que un comandante estelar de alto grado conocido como Satanás formara una revuelta por parte de los oriones y a la cual se sumaron con el paso del tiempo los alfadraconianos, los dinoides, grupos de las estrellas Sirio y Sagitario, los famosos grises de Zeta Reticulli y los Anunnaki de Nibiru.
Todos ellos simpatizaron con la disidencia, ya que hacían parte de una sola familia genética: “los reptilianos”: la “hermandad de la serpiente”.
La mala disposición de Lucifer, Satanas y sus seguidores contra el proyecto Tierra desencadeno una batalla contra la luz y la oscuridad donde finalmente los rebeldes fueron controlados para darle paz al cosmos por un tiempo.
Durante ese periodo tranquilo varias civilizaciones extraterrestres vinieron a instalarse en nuestro planeta para poder estudiarlo detalladamente.
El poeta Hesiodo escribió que antes de que nuestra raza surgiera, cuatro civilizaciones se habían desarrollado: la de oro, la de bronce, la de plata y la de los héroes, el se refería efectivamente a cuatro culturas alienígenas que nos antecedieron.
La primera llego probablemente en el periodo Arcaico cuando existía un solo continente denominado Pangea y el planeta era inestable, fueron conocidos como la civilización Antártica que se marcharon una vez cumplida su misión de exploradores.
La segunda civilización llamada Hiperbórea arribo durante la era mesozoica, entre 225 y 65 millones de años, según las antiguas leyendas nórdicas, vinieron al norte de Europa y la zona polar ártica cuando esta poseía abundante flora y clima tropical. Esto explica porque se han hallado extraños mapas como el de Piri Reis en 1.929 y el de Philip Bauche copiado en 1.954 de otros mas antiguos; para la ciencia eran un misterio ya que habían sido hechos en tiempos cuando las regiones polares no tenían hielo – mostrando precisamente esas zonas – y todos sabemos que para hacer una carta topográfica se necesita primero tomar imágenes desde el aire, sin contar que cuando el hombre moderno apareció el polo norte y sur ya estaban cubiertos por glaciares (…) La existencia de las razas Antártica e Hiperbórea resuelven el misterio.
Tambien podrían ser la respuesta del porqué en los polos del planeta hay dos de los trece portales interdimensionales que hacen desaparecer barcos y aviones sin explicación alguna.
Los hiperboreanos llegarían a su fin por culpa de un meteorito que choco contra la Tierra hace 65 millones de años, lo que también causo la famosa extinción masiva de los dinosaurios.
Años más tarde cuando el planeta se empezaba a regenerar, un grupo de extraterrestres creó a partir de ciertos proto-homínidos una nueva raza humanoide negra y la coloco en un continente desaparecido entre el sureste de África y Madagascar, fueron llamados la civilización Lemuriana: nuestros primeros ancestros humanos.
Estos seres habitaron durante la era terciaria junto con otras criaturas prehistóricas y algunas especies de dinosaurios que se salvaron del gran cataclismo – se han encontrado bloques con metales adentro y petroglifos (los cuales expuse en “ORIGENES OCULTOS DE LA HUMANIDAD”) de animales del periodo triásico y jurasico, evidencias que señalan la presencia humana en esas épocas remotas. – El continente desaparecido que albergo a los Lemurianos se llamó “MU”, allí establecieron una gran ciudad íntimamente ligada a la naturaleza, una especie de metrópolis selvática donde habían construido templos de cristal para guardar todo su conocimiento.
La capital de Lemuria se estableció principalmente en África pero posteriormente se dispersaron por todo el mundo logrando un alta grado de evolución física y espiritual con ayuda de los visitantes estelares. El libro de Stanzas de Dzyan escrito en el antiguo idioma de Senzar narra cómo los “señores del fuego” (extraterrestres) descendieron e inspiraron a la civilización lemuriana.
Durante varios millones de años esta raza vivió pacíficamente y avanzando cada vez más; hasta el punto de desarrollar habilidades psíquicas, los elohim (sus creadores) venían de vez en cuando para intercambiar conocimiento o realizar experimentos de tipo genético con otras especies.
Los lemurianos no subsistieron solos en la Tierra, mientras iban evolucionando diversas razas extraterrestres provenientes de todas partes de la galaxia llegaron al planeta para realizar diferentes tareas como la extracción de materias primas, reconocimiento del área, supervisión de la lemuria, procedimientos genéticos, etc.
Un grupo de estos forasteros extraplanetarios, con el permiso del consejo galáctico – quien guiaba y dirigía todas estas razas – decidieron crear una raza auxiliar que facilitara el trabajo a otros alienígenas, como ayudantes.
Hace 300.000 años, manipulando el ADN de una criatura (resultado de experimentos anteriores) denominada Homo-Erectus, los Elohim dieron vida al famoso Homo-Sapiens Neandertal, usado para las minerías y otras labores.
Aunque la ciencia alega que el Homo-Erectus evoluciono repentinamente al Homo-Sapiens en un periodo de 700.000 años, sabemos que esto es imposible (algunos puntos de vista ya los había expuesto anteriormente), el biólogo Tomas Huxley dice que ese salto evolutivo podría tomar decenas de millones de años, el mismo C. Darwin era consciente de esto.
Durante el periodo pleistoceno (entre 2 millones y 10.000 años) aparecería la cuarta gran civilización descendiente de los mestizajes lemurianos, esta nueva raza fue la legendaria Atlántida.
Su pueblo se dispersó por diez enormes islas en todo el mundo, la mayoría de ellas ubicadas en el océano Atlántico (especialmente en las zonas del Caribe, México, Cuba y Bermudas), construyeron una magnifica capital a la que llamaron Poseidonis, cuya existencia se encuentra reflejada en los antiguos diálogos Timeo y Critias pertenecientes al filósofo griego Platón.
La cultura Atlante logro un gran desarrollo tecnológico y espiritual, fueron capaces de diseñar naves que podían navegar por el cielo y debajo del mar, (esto nos recuerda los misteriosos aviones precolombinos encontrados en nuestro país y los curiosos relatos de los textos hindúes) erigieron inmensos cristales que colocaban en las acrópolis como fuente principal de energía, algunos expertos en el tema – como el ufólogo Sixto Paz Wells – dicen que fueron los atlantes quienes construyeron las pirámides y no los egipcios. Muchos de los que han examinado estas construcciones antiguas dicen que la gran esfinge de gizeh, por ejemplo, pudo ser construida entre el año 10.000 y 12.000 a.C., algo muy extraño puesto que la cultura egipcia apareció solo hasta el año 3.100 a.C.
La palabra pirámide significa “medidor de luz o energía” (“pira” viene de “piro” que se traduce como fuego o luz y “mide” de medida); los sumerios a sus pirámides escalonadas “ESH” que significa “fuente de luz”, mientras que los denominaron “ICKET”, en español: “luz gloriosa”; así que las pirámides pudieran ser diseñadas en tiempos de la Atlántida junto con los cristales para servir de centros potentes de energía libre.
La pirámide es también el símbolo de la sabiduría oculta, es por eso que estas increíbles edificaciones encierran tanto misterio y su obra se encuentra relacionada con los antiguos visitantes del espacio.
El imperio de la Atlántida se expandió por todo el globo compartiendo este bello planeta con sus hermanos lemurianos, ambas civilizaciones súper evolucionadas a las cuales se sumo una nueva raza.
Hace 130.000/90.000 años, los elohim hicieron un nuevo experimento genético interviniendo al primitivo Homo Sapiens Neandertal, modificaron el aspecto físico así como el volumen de su cerebro para crear un hombre más evolucionado.
Este ser, que sería muy especial, fue diseñado principalmente con 12 filamentos o hebras de ADN “apagadas” por así decirlo, pero conforme fuera evolucionando física, mental y espiritualmente activaría sus genes estelares convirtiéndose en un ser multidimensional.
Durante los siguientes 64.000 años los hombres vivieron en completa paz y armonía junto a Lemuria y Atlántida, algunos se reunían en pequeños grupos de caza o tribus que vivieron en cavernas donde plasmaron dibujos rupestres de los antiguos dioses (extraterrestres) y de las fantásticas hazañas que veían por parte de estos.
Los lemurianos y atlantes continuaron su desarrollo paralelamente con el hombre, sin embargo no hubo mucha interacción entre ellos ya que los hombres eran nómadas y migraban a zonas alejadas de sus metrópolis culturales para recolectar diferentes alimentos o buscar refugio de los fuertes cambios climáticos que vivía la Tierra por aquel entonces, además las civilizaciones evolucionadas veían a este ser como un simple primitivo, no obstante le guardaban respeto y le dieron uno que otro conocimiento elemental, por eso vemos que en el periodo paleolítico medio (100.00 a.C.) y superior (30.000 a.C.) el hombre ya era consciente de la vida metafísica (mas allá de la materia) y la existencia de espíritus ancestrales (extraterrestres) a quienes veneraba.
Toda esta época conocida como la “edad de oro” a la que aluden muchos textos antiguos, fue un lapso de plenitud y gozo para la raza humana, si todo hubiera continuado así el mundo que conocemos sería muy distinto, pero como el mal quiere destruir todo lo bello ese periodo de tranquilidad estaba a punto de cesar.
Hace 26.000 años nuestro planeta empezaba a cerrar un gran ciclo cósmico que era de suma importancia para toda la jerarquía galáctica, la Tierra junto con todo el sistema solar se dirigían a una sublime transformación astrológica denominada “cambio de las eras”.
El consejo estelar decidió aprovechar esa transición planetaria y enviar a la antigua hermandad de la serpiente para remendar su mal comportamiento ayudando a los terrestres en su evolución hacia una nueva etapa de vida.
La raza reptil no acepto de ningún modo esta tarea así que fueron deportados a la fuerza por el consejo siendo obligados a cumplir el designio.
Bajo el mando de su jefe Satanás, esta raza extraterrestre arribo al planeta con no muy buenas intenciones. Desde el principio vinieron con una actitud agresiva y con deseos de dominar a la humanidad, eso hizo que se desencadenaran una serie de eventos bélicos.
La hermandad de la serpiente empezó a influenciar negativamente a los atlantes para que traicionaran a la lemuria y se volvieran contra ellos, así fueron surgiendo distintos conflictos internos disolviendo la edad de oro.
Hacia el año 23.000 a.C. los reptilianos junto con facciones de la Atlántida que se unieron a las fuerza de Satán destruyeron la mayor parte de los lemurianos en medio de caóticas guerras y catástrofes naturales (estas últimas debido al cambio de ciclo) solo una pequeña porción de lemuria sobrevivió.
Ante tal desastre el consejo estelar intervino y mando a otras razas extraterrestres para que eliminaran una buena porción de la hermandad reptil y así poder controlar al resto.
Durante unos pocos años – mientras terminaba la transición planetaria – la Tierra sufrió grandes metamorfosis, hubieron distintos enfrentamientos entre los buenos y los malos, incluso estallo una guerra nuclear, la cual mermo la acción negativa de la raza serpiente, hay de hecho evidencias que confirman el uso de armas atómica a través de la historia antigua.
En Iraq por ejemplo, durante una excavación de 1.947 se hallo en las profundidades de lo que antes fue Mesopotamia, Caldea y Sumeria, un piso de cristal fundido similar al que deja una explosión atómica. Otras regiones en Siberia, Colorado y Mongolia muestran en sus superficies cicatrices atómicas según la opinión de muchos expertos.
Los arqueólogos descubrieron en Pakistán las antiguas ciudades (con más de 10.000 años de antigüedad) de Mohenjo-Daro y Harappa Rahi, lugares verdaderamente extraños puesto que contenían esqueletos altamente radioactivos; cuando científicos escrutaron esas zonas concluyeron que efectivamente ese fue el escenario de una guerra nuclear miles de años antes de Cristo.
Si recordamos los textos del Mahabbarata y el Bhagavad Gita (viejos manuscritos de la India que describí en misterios de la religión y la arqueología) allí se narran impresionantes guerras usando tecnología avanzada.
Como veremos desde que llego la hermandad de la serpiente una secuencia de destrucción y conflictos tendrían lugar a lo largo de nuestro pasado, la guerra de hace 25.000 años era solo el comienzo de una decadencia humana.
Luego de que la tierra ascendiera ese periodo de oscuridad, el consejo estelar pudo restablecer la armonía nuevamente, envió varias flotas extraterrestres para que sirvieran como guardianes de nuestro planeta y sus habitantes, estos son los que los escritos antiguos llaman “watchers”, observadores, vigilantes o los clásicos ángeles.
Quienes quedaron de la raza serpiente fueron puestos en constante observación por los guardianes, de esa manera colaborarían con el proceso de aprendizaje terrestre. A pesar de que todo parecía haber vuelto a la normalidad, la hermandad satánica no cesaría su odio contra la raza humana.
Comenzaron a hacer manipulaciones genéticas en algunos hombres (homo sapiens sapiens) y a experimentar con ellos como si fueran simples conejillos de indias.
Tomaron varios genes reptiloides y los mezclaron con genes humanos para crear una raza hibrida, también pudo ser que inseminaron artificialmente a un grupo de mujeres o las alteraron con el fin de cruzarse sexualmente y concebir una descendencia. Este gravísimo hecho no sería la primer vez ni la ultima; muchos textos antiguos narran como los “dioses” (extraterrestres) bajaban del cielo para juntarse con las humanas y tener hijos.
En las leyendas griegas se relata como el dios Zeus descendía del Olimpo para reproducirse con las mujeres mortales.
El génesis de la biblia dice en el capítulo 6 versículo 4: “…es de notar que en aquellos días caminaban gigantes sobre la Tierra porque después de que los hijos de Dios (extraterrestres?) se juntaran con las hijas de los hombres y ellas concibieron salieron a la luz estos héroes gigantes, varones famosos de la antigüedad”.
La biblia hebrea llama a estos gigantes “NEFILIM” palabra que puede ser traducida como caídos.

Otra prueba de hibridación entre los dioses estelares y los humanos se hallo en una cueva en Chihuahua al norte de México, donde encontraron un enigmático cráneo conocido por la ufología como “el niño de las estrellas”, (o “starchild”) su antigüedad era de unos 900 años y según las pruebas que se le han realizado se cree que es un hibrido alienígena-humano. La doctora Mary Jones lo examino en un laboratorio y a través del ADN mitocondrial descubrió que su madre era humana, pero el ADN nuclear que se supone revelaría el padre, no apareció, varios expertos que han estudiado su extraña forma deducen efectivamente que el niño de las estrellas no pertenece completamente a este mundo.
Comparación entre el cráneo del niño de las estrellas y un cráneo humano, nótese que el volumen del cráneo de la izquierda es mucho mayor que el de un hombre promedio lo que indica una capacidad cerebral mucho mayor.

En 1.988 en Sayre, Pensilvania, un grupo de investigadores del museo de investigación americano y de la academia Phillips de Andover, Massachusetts hallaron unos cráneos igual de particulares al del “starchild”. Los fosiles eran como los de cualquier humano normal a excepción de que tenía un par de cuernos que sobresalían de su parte superior.
La época de los cráneos se calculo alrededor del año 1.200 a.C., al ser llevados al museo de Investigación Americano en Filadelfia para estudios detallados desaparecieron misteriosamente. ¿De quiénes eran esos extraños cráneos?
El linaje Nefilm o “los hijos de las serpientes” se convertirían en el mayor de los problemas para toda la humanidad; estos descendientes de la hermandad reptil empezaron a establecer jerarquías en la Tierra imponiendo su mando y leyes sobre las otras civilizaciones.
Un nuevo periodo de guerras constantes sacudió al planeta, la influencia oscura de Satanás y sus aliados fue tan fuerte que la poderosa Atlántida se dividió en dos partes: los guerreros de la luz y los sirvientes de la maldad.
Los atlantes pasaron de una sociedad pacifica a una raza guerrera que termino destruyéndose entre sí junto con las grandes metrópolis que habían creado.
El consejo estelar al ver todo este caos tomó la determinación de alejar del proyecto Tierra para siempre a los reptilianos. Como penalización los encerraron en la cuarta dimensión en una zona espacio-tiempo llamada bajo astral, ese sería su cárcel y permanecerían allí hasta que cambiaran por completo su conciencia a favor de la humanidad…pero no hubo ningún cambio, al contrario, dejarlos prisioneros enfureció tanto a la hermandad de la serpiente que desde ese momento declaro por voluntad de su líder inicial Lucifer (quien también fue atrapado en el bajo astral) una guerra psíquica en contra del ser humano.
Pese a que la raza reptil había sido desterrada del planeta, el imperio de Atlántida continúo decayendo. Se habían olvidado de la vida espiritual y se dedicaron únicamente a la fabricación de tecnología bélica que más tarde causaría su propia destrucción.
Hace 12.000/13.000 (unos 11.000 a.C.) nuestro sistema solar estaba entrando en un semi-ciclo llamado la “noche galáctica”, durante esa transición todos los planetas del sistema solar sufren una transmutación energética lo que causa cambios fuertísimos en sus estructuras físicas. Todo esto también depende de sus habitantes.
Como los atlantes habían perdido la conciencia de sí y su armonía con la naturaleza aquella noche galáctica termino en un gran cataclismo a nivel mundial.
Se presento una reversión en los polos magnéticos de la Tierra así como el impacto de un gran asteroide llamado Marduk o Tiamat (según algunos investigadores) que produjo una enorme inundación en todo el globo acabando para siempre con la civilización atlante y muchos del linaje nefilim, esto es lo que se describe como el diluvio universal de la biblia en los capítulos 6 y 7 del génesis.
Los restos de aquellas civilizaciones evolucionadas quedaron hundidos bajo el mar, solo unos pocos elegidos por el consejo galáctico – hijos de la Atlántida y de una pequeña colonia de Mu (Lemuria) que aun Vivian en el tiempo de la inundación – fueron salvados a través de dos portales interdimensionales ubicados en la zonas de Bahamas/Bimini y el Japón/Islas Bonin. Esas zonas de aberración energética es lo que conocemos hoy dia como el triangulo de las bermudas y el mar del diablo que junto con la misteriosa tecnología y construcciones sobrenaturales bajo sus aguas son los únicos recuerdos vivos de lo que fue nuestro pasado extraterrestre.
Los descendientes de estas razas atlante y lemuria se establecieron en el continente de América para fundar con el tiempo las míticas civilizaciones maya, azteca, inca, hopi, olmeca, etc. Aquellos ancestros heredaron todo el antiguo conocimiento cósmico de los visitantes celestes, por ello tuvieron un gran desarrollo y estuvieron en contacto con el consejo estelar.
Ante el terrible fracaso del proyecto Tierra por culpa de la intervención reptiliana, los vigilantes y guardianes pusieron todas sus esperanzas en el hombre, (sapiens sapiens) quien iba a ser el nuevo poblador del planeta, su raza debía seguir el legado de sus antecesores para finalmente lograr el objetivo divino que le había sido asignado al ser humano: restablecer la conexión con Dios.
Tras la destrucción de Atlántida, durante el periodo post-diluviano una nueva era de luz parecía alumbrar a nuestra raza.
El ser humano – con la ayuda espiritual de los vigilantes, que aceleraron el proceso de evolución – logro activar 6 hebras de su ADN ascendiendo a la quinta dimensión donde tuvo una conciencia mayor y estaba conectado con la madre naturaleza y con sus semejantes…todos éramos uno, sin embargo…
Durante ese lapso de paz una raza oscura que perteneció a la hermandad de la serpiente arribo a nuestro planeta con la intención de seguir la obra de Lucifer.
Esos seres reptiloides conocidos como “LOS ANUNNAKI” (que significa aquellos que vinieron del cielo a la Tierra) provenían de un planeta llamado Nibiru cuya órbita elíptica lo acerca a nuestra zona cada 3.600 años.
La misión de los Anunnaki era simple: traer la oscuridad sobre nuestra civilización, fue por ello que manipularon genéticamente al hombre suprimiéndole diez de las doce hebras de ADN y dejando las restantes en forma de dos serpientes enrolladas (actual estructura del ADN), eso no solo hizo que perdiéramos la conexión eterica con los demás seres vivos, nos condeno a perder la conciencia y a retroceder a la tercera dimensión.
Esta hermandad de la serpiente también manipulo nuestro cerebro borrándole la memoria de tal forma que no pudiéramos recordar nada de nuestro pasado, ni despertar el subconsciente, he aquí la explicación de porque solo usamos el 5% del cerebro y porque tenemos un 97% de ADN llamado chatarra por la ciencia (ese es el espacio que le cosrresponde a las otras diez hebras).
Los Anunnaki firmaron la sentencia para la humanidad…
Sin saber quiénes éramos, de dónde veníamos, ni cual era nuestra misión en el mundo quedamos atrapados en este tercera dimensión, en una zona holográfica espacio-tiempo llamada “LA MATRIX”; esta es la caída del Edén que provoco el desastroso mundo que vemos hoy en día.

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