sábado, 30 de mayo de 2015

“Y llegaron los Dioses...”


“Y llegaron los Dioses...”

Llegaron de Betelgeuse y vinieron en el interior de un cometa de hielo, y el agua cubrió la Tierra y con ella los llamados Seres de luz o Ángeles y murieron en tal medida en su lucha por habitar el nuevo mundo, por tratar de modificar las energías que este tenia, y casi desaparecen.

Mas, un Ser de luz, un sabio, se dio cuenta del error y hablo con EA, Madre de la Vida, y dueña de la Tierra, y le pidió ayuda, diciendo “Perdona nuestra invasión, venimos por que la Tierra no tenia vida y ahora morimos, ayudamos o desapareceremos”, y EA, Madre de la Vida, les acogió como hijos, les cambio las energías y les permitió vivir en su Tierra, desde entonces los Seres de Luz son hijos de EA, Madre de la Vida, con energías del Planeta, distintas de las que trajeron, y en el interior de cada ser vivo, en el interior de cada hombre o mujer, existe un Ser de Luz, cuyo origen esta en los cielos.
Llegaron de Sirius el pequeño, y viendo la evolución que ya tenían los seres vivos, y con permiso de EA, Madre de la Vida, ayudaron, acelerándola y poblando aquellos lugares que no tenían vida, con otras formas diferentes de vida, y el mundo se cubrió de vegetales, y los había en las aguas amargas, y en las dulces, en los llanos bajos y en los altos, y hasta en las montañas nevadas, y en donde los hielos están siempre dando agua, y hecho esto se marcharon pues la vida estaba sembrada y tenía buen guardián EA, Madre de la Vida y sus hijos los Seres de Luz.

Llegaron de Orión del mundo escondido con tres soles, y vieron que existía vida, y vieron que todo tenía vegetales, pero no vieron o no quisieron ver a EA, Madre de la Vida y a sus hijos, y bajaron y se posaron en tres lugares, y en ellos montaron unos laboratorios, y así a aquellos vegetales móviles que ya estaban más evolucionados, empezaron a manipularlos genéticamente para poner en su interior las larvas de sus hijos, los llamados Espíritus de Orión, del pueblo de los Uros.
Llegaron de Aldebarán y Pléyades, un conjunto a luchar contra Orión, llegaron y lucharon y fueron vencidos y algunos se retiraron para traer un
Mejor ejército, pues los de Orión eran poderosos pero vencibles, y el premio el Planeta era el más hermoso conocido.
EA, Madre de la Vida y sus hijos los Seres de Luz, viendo la destrucción, y no pudiendo nada contra las armas y los medios que trajeron los Espíritus de Orión, llamaron a que vinieran a ayudarla, y a esta llamada vinieron los Hab de Sirius, y sin naves, por caminos que ellos solo sabían, y aparecieron en la Tierra con ejércitos poderosos que lucharon contra los que querían modificar la vida, y entre ambos lucharon “Los dioses se peleaban por la hermosa Tierra, cual doncella inmaculada que espera ser mancilla por el vencedor”, lucharon y vencieron a los que estaban manipulando genéticamente la vida del Planeta y una vez que ganaron los Hab de Sirius, se marcharon, dejando el Planeta en paz.
Volvieron por segunda vez los de las Pléyades esta con refuerzos de Aldebarán y no vieron a nadie, y tomaron al Planeta como tributo, sin haber luchando y viendo el trabajo de los Espíritus de Orión, que habían puesto a sus hijos dentro de los seres vivos, hicieron ellos lo mismo con los suyos, el mismo trabajo y así, sin quitar a los Espíritus de Orión pusieron las Almas de las Pléyades, y desde entonces tenemos a ambos dentro.
Llegaron tropas de Orión, pero algo ocurrió, terrible, los Espíritus de Orión trajeron dos armas poderosas, una de ellas eran mutantes que atacaban con soldados al enemigo y otros eran energías que entraban en los enemigos sin este notarlo, y los volvían desequilibrados, pues atacaban el cerebro, y lucharon contra las Almas de las Pléyades, y el primer ejercito de Orión, de mutantes fue vencido, el segundo que tenia la capacidad de mutar, según el cerebro de la especie al cual atacaba, aun sigue en la Tierra, ahora se le llama El Mal de Orión.

Viendo lo terrible de la lucha y que la Tierra estaba quedando sin vida en muchos lugares, EA, Madre de la Vida, volvió a llamar al pueblo Hab de Sirius, los cuales vinieron y vencieron, y así a los de Orión los mandaron a sus mundos y a los de Aldebarán y Pléyades a los suyos, quedándose ellos como guardianes para ver de eliminar el Mal de Orión en la Tierra, que seguía destruyendo la vida inteligente, pero nada consiguieron, y tuvieron que regresar, pues los vencidos se aliaron y atacaron a Sirius, y aún hoy que han pasado miles de años, continua la lucha en los cielos, y todo empezó por la vida en el Planeta Tierra.
EA, Madre de la Vida y sus hijos los Seres de Luz, junto con los Hab de Sirius, pusieron en marcha un plan para reactivar la evolución de forma natural, sin tener que destruir la vida en los Espíritus de Orión ni de las Almas de las Pléyades que todos seguimos teniendo dentro, y así el proceso vital, aquel que tenia vida antes de los invasores, se va adueñando de la situación dentro del propio cerebro, al despertar el llamado Maestro Interior o Ser de Luz, se permite que el hombre/mujer pueda dar el salto evolutivo, el llamado cuarto nivel, por medio del cual, el hombre físico, sujeto a enfermedades, al dolor, y a la vejez, se convierta en un Ser de Luz con naturaleza humana, viviendo en el Planeta físico como una nueva especie.
Ocurrió que una vez que los ejércitos de los Hab de Sirius se tuvieron que marchar, y dado que no habían eliminado ni a las larvas de los Espíritus de Orión, ni a las larvas de las Almas de las Pléyades, estas, desde el interior de los cerebros, han tratado siempre de evitar que aquel animal que ellos eligieron como medio de vida y reproducción, pueda seguir su destino y evolucionar.
El Mal de Orión es el segundo y terrible enemigo de la humanidad, ya que ataca al cerebro del cuerpo físico, y al cerebro del cuerpo energético o Ser de Luz, provocando en su interior desordenes, que les impulsan a cometer actos violentos, a estar enfermos, a tener dolores y a envejecer, tan solo por que sus cerebros no funcionan bien, ya que estos están dotados de medios de autoconservación y auto-restauración de forma natural.
Si a estas dificultades se unen las visitas periódicas a que estamos sometidos por los de Orión y por los de las Pléyades, que impiden que surjan civilizaciones que puedan expulsarles de la Tierra, se puede pensar que es difícil seguir la evolución, por ello esta se ha parado, y no se produce el paso al siguiente nivel, que nos haría ser libres y echar a los amos internos, derribar los muros de la ignorancia, conocer quienes somos, que podemos conseguir en el futuro y sobre todo a no tener miedo.




El miedo como emoción, es el arma con que nos domina las Almas de las Pléyades, mientras que el Dolor como sentimiento, es el que nos domina las larvas de los Espíritus de Orión, y el poder llegar un día a conseguir que la raza humana, los Seres de Luz que ahora están dentro de los cuerpos físicos prisioneros y esclavos, sean libres es lo que se denomina, poder llegar a la cuarta dimensión.
EA, Madre de la Vida, nos sigue ayudando, y nos sigue cuidando y aunque ella no destruye la vida de los extraterrestres, ayuda a sus hijos a no ser destruidos por los invasores, y así en todo ser vivo, sea vegetal, sea animal o persona, en todos existe una célula con gran poder, llamada Célula Madre, que contiene en su genética nuestro pasado y nuestro futuro, y ella es la que poco a poco consigue que esa genética se vaya cumpliendo y podemos evolucionar.


El paso de la evolución tan solo se podrá hacer cuando los de Orión y los de las Pléyades no puedan venir a ayudar a sus hijos, pues existen unos tiempos en que estamos más cerca de sus mundos, al tener unas corrientes cósmicas que vienen de ellos a nosotros, pero también existen otros tiempos en que esas corrientes de energía por la que ellos viajan, no están y son los momentos en que hemos podido evolucionar, así se consiguió dar el tercer paso, ahora se espera dar el cuarto.



Sobre el miedo
La emoción de miedo (de la cual derivan todas las emociones negativas) es una longitud de onda larga y lenta, y puede disparar sólo unas pocas de nuestras antenas potenciales (Figura 1). Pero el amor (del cual derivan todas las emociones positivas) es una longitud de onda corta y rápida y así pone en acción muchas más de estas antenas (Figura 2).


El miedo es una longitud de onda larga y lenta
y activa muy pocas de nuestras ‘antenas’ de ADN que nos conectan con el cosmos.

:
El amor es una longitud de onda corta y rápida
que activa muchas más antenas y nos reconecta con todo lo que existe.

Así cuando estamos bajo el influjo (hechizo) del miedo nos desvinculamos de nuestra verdadera conexión con el infinito y vivimos nuestras vidas dentro de una pequeña gotita de conciencia, el cascarón de huevo. Cuando expresamos la emoción del amor nos reconectamos con nuestro yo multidimensional y nuestro potencial se vuelve infinito debido a que nosotros nos volvemos infinitos. Nos reconectamos con el océano, con ‘Dios’.

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