COMPENDIO PLAN
CÓSMICO
“En el
principio no había principio
porque el Todo y la Unidad siempre
existieron
contenidas en
sí mismas.
...Esa es la
esencia de la unidad.
Fue
entonces cuando la Esencia Divina optó por la dualidad y amándose a sí misma,
creó la diferencia.
Así
surgió la Creación”.
(Revelaciones de Amarna)
Existe una
cosmogonía extraterrestre, y un Plan Cósmico que nos narra cómo fue que empezó
todo, con qué propósito y por qué se dio así. Esto ha sido develado por
inteligencias extraterrestres, intraterrestres e interdimensionales de
diferentes maneras y a través de seres humanos seleccionados para ello por su
mayor sensibilidad y predisposición. Estas personas han sido contactadas a
múltiples niveles, siendo las formas más habituales de contacto: la telepatía,
el viaje astral conciente, la bilocación y el encuentro físico directo. Buena
parte de ese conocimiento se encuentra también en el Registro Askásico del
Planeta, o Cinturón Magnético que envuelve nuestro mundo grabando todo cuanto
ocurre, se dice o se piensa. Los mecanismos y claves de acceso a ese registro se
hallan grabados en esas personas que fueron preparadas de antes, en
encarnaciones anteriores, y en diferentes puntos del planeta, a la espera de ser
activados.
Según ésta historia universal, el Cosmos estaría dividido en tres
grandes universos o realidades, una contenida dentro de otra. Estos son: el
Universo Espiritual, el Mental y el Material.
El Universo Espiritual o
interno creó al Universo Mental, y éste a su vez al Universo Material o
Septernal.
Nosotros vivimos en el Universo Material que posee siete
dimensiones. En dicho universo los seres humanos poseemos siete cuerpos, que nos
permiten actuar en cada una de esas siete dimensiones. Para despertar la
conciencia en cada uno de esos siete cuerpos, hay siete chakras (ruedas) o
vórtices de energía que se activan a través de la sagrada respiración.
Los
siete cuerpos son:
El Cuerpo físico, denso o material.
El Cuerpo Astral o
emocional, también llamado de los deseos, unido al cuerpo físico a través de un
cordón umbilical de energía llamado “El Cordón de Plata”, y que se quiebra
cuando una persona fallece.
El Cuerpo Mental Inferior o del carácter y la
personalidad.
El Cuerpo Mental Superior o Cuarta Dimensión, vehículo de
nuestras facultades psíquicas como la telepatía, la clarividencia, dermóptica,
premonición, etc.
El Cuerpo del Alma o acopio de los recuerdos de nuestras
vidas anteriores.
El Cuerpo Espiritual o Espíritu, que es la conciencia.
Y
finalmente el Cuerpo Esencial o nuestra Esencia Divina.
Cuando una persona
fallece muere su cuerpo físico, pero el cuerpo astral y el mental inferior
recién lo hacen hasta después de tres días, aunque en algunos podrían durar más
tiempo dependiendo de su apego al plano denso, o el de sus familiares o al grado
de conciencia o inconciencia que haya tenido ese ser.
Los animales tienen un
alma colectiva, los seres humanos un alma individual. Cuando los animales mueren
vierten al estanque cósmico o alma colectiva de la naturaleza su experiencia de
acuerdo a la especie. Cada cierto tiempo se condensa esas energías del estanque
cósmico en almas individuales producto de la suma de la experiencia acumulada y
contenida. Nosotros no fuimos antes animales, sino que somos un producto
diferente, la condensación o destilación de esa energía.
Los seres
concientes que poseemos un alma individualizada a partir de la condensación de
las energías y experiencias contenidas en el estanque cósmico, estamos sujetos a
múltiples encarnaciones, en un largo proceso de crecimiento y aprendizaje. Todos
estamos sujetos a vivir todas las posibilidades en carne propia para ir
evolucionando en conciencia, para poder más adelante, asistir a los demás y
guiarlos hacia su crecimiento.
Mas allá de la séptima dimensión, como en la
música, en una octava superior hay un universo paralelo llamado el Universo
Mental. Correspondiéndole de la octava a la décima dimensión. Los seres que allí
habitan ya no son extraterrestres, terrestres o intraterrestres, sino
“Ultraterrestres”, y son los que conocemos como los verdaderos: Ángeles,
Arcángeles, Tronos, Principados, Querubines, Serafines, Potestades y
Dominaciones.
Y de la undécima dimensión en adelante habría un tercer
universo que sería Espiritual.
En el Cosmos hay un solo Dios, como Esencia
Divina y Unidad, pero que se manifiesta en los tres universos de maneras
diferentes y complementarias. Así en el Universo Espiritual se le llama la
Unidad, la Esencia Divina. En el universo Mental se le llama el Padre Madre
Creador, mientras que en el universo Material se le llama el Profundo Amor de la
Conciencia Cósmica o El Espíritu de Amor. Debajo de Dios, hay jerarquías
intermedias que se encuentran en cada uno de los universos.
Decía que el
Universo Espiritual creó al Mental, y el Mental al Material, de tal manera que
no fue Dios directamente el que creó nuestro universo, sino que fueron los
Padres Creadores unas entidades del Universo Mental, seres Ultraterrestres
llamados “los Hellel” o “los Resplandecientes”, también conocidos como “Los
Hijos de Dios” que corresponderían a la categoría de Arcángeles.
Para
comprender esto en su relación con la vida humana, podemos decir que los
primeros tres vehículos: el cuerpo físico, el astral y el mental inferior
constituyen el Plano Material, de tal manera que nos conectan a través de dicho
Plano con el universo Material de siete dimensiones. Los siguientes tres
vehículos: el cuerpo mental superior, el alma y el espíritu, constituyen el
Plano Mental, de tal manera que nos conectan con el Universo Mental de tres
dimensiones. Y el séptimo vehículo, que es el cuerpo Divino o nuestra esencia
Divina, que también se divide en tres: Voluntad, Sabiduría y Amor, nos conecta a
través del Plano Espiritual con el Universo Espiritual que se encuentra de la
undécima dimensión en adelante. Por ésta razón al Universo Espiritual se le
llama “Interno” o “Esencial”, por cuanto es el propio origen de todas las cosas.
Sólo aquellos que lograrán alcanzar la séptima dimensión de conciencia, que
corresponde al cuerpo de la Esencia y al plano espiritual podrían conectar con
el Universo Espiritual.
Este Universo material en el que vivimos ha tenido
muchas creaciones, ésta no es la primera ni será la última. Y como tiene un
principio también tendrá un fin, que termina siendo como un reciclaje colectivo.
A pesar de ser finito éste universo, no tiene límites. Es como una mega esfera,
que en su interior es como un queso lleno de hoyos.
Nada de esto niega la
existencia de Dios, al contrario demuestra que el Creador actúa a través de
intermediarios en las diversas dimensiones y planos.
Las primeras
civilizaciones que surgieron en ésta última creación fueron guiadas directamente
por los seres ultraterrestres, produciéndose con ello un avance muy rápido y
auspicioso, llevando a las civilizaciones que florecieron a pasar pronto de una
tercera a una cuarta dimensión de conciencia, y luego continuar hacia una quinta
y luego una sexta. Las que iban por delante ayudaban a las que surgían nuevas,
en una larga cadena de solidaridad y apoyo mutuo.
Los seres del Universo
Mental no tienen una evolución como la nuestra, por cuanto ellos fueron creados
en la condición en que se encuentran, como seres muy mentales y dependerá mucho
de lo que ellos sean capaces de lograr con nosotros y a través nuestro para que
esto afecte su evolución. Esto es que el universo mental creó al material como
para que en la medida que los seres del universo material evolucionen, empujemos
a los ultraterrestres a reconectar con el Universo Espiritual, que es el origen
de todo y de todos.
Los seres ultraterrestres son seres mentales, de tal
manera que todo en ellos pasa por lo racional, y poseen el conocimiento de donde
viene todo y hacia donde se dirige. Esto los obliga a no desviarse ni a derecha
ni a izquierda, limitando su libre albedrío, pero no los imposibilita a cometer
errores, mas aún cuando entran en contacto con el Universo Material donde la
dimensión de las emociones puede influirles pudiéndoles hacerles perder la
perspectiva.
Las primeras civilizaciones que se desarrollaron en ésta última
creación, recibieron mucho en poco tiempo, por lo que en su avance y
colaboración con otros llegaron a un punto que para sobrevivir a las
rivalidades, a la influencia de las pasiones y tensiones de todo tipo generadas
por las emociones, procuraron neutralizar dichas emociones llegando a ser más
mentales que sus propios mentores; por lo que se estancaron evolutivamente. Y en
un universo dinámico como es el nuestro, el estancamiento es sinónimo de muerte.
Esto obligo a los seres ultraterrestres a participar de una suerte de
Concilio Cósmico para evaluar los orígenes del problema y procurar las
correcciones necesarias. Entre los asistentes al Concilio se hallaba uno de los
más famosos Padres Creadores, Lucifer, Lug o Luzbel. Otro de los asistentes al
cónclave fue Miguel o Michael.
Lucifer lo tenía muy claro. El consideraba que
el error que se había cometido y que había provocado el estancamiento de las
civilizaciones más avanzadas , haciéndoles llegar hasta una sexta dimensión de
conciencia, pero no más allá y que había frenado al resto dejándolas en
dimensiones inferiores, era consecuencia de haberles facilitado demasiado las
cosas, permitiéndoles acceder al conocimiento sin mayor esfuerzo o dificultad.
Había que devolverle a la creación su dinámica, por lo que sugirió introducir en
el Universo Material entidades disociadoras que entorpecieran y obstaculizaran
al máximo el proceso evolutivo presionando el aspecto de las emociones para
darle mérito y devolverle la dinámica interrumpida.
Los demás seres
ultraterrestres estuvieron de acuerdo que había que hacerse algo para corregir
el estancamiento, pero no así con cambiar las reglas de juego y experimentar
nuevas alternativas con aquellas civilizaciones que ya tenían un camino
caminado, por cuanto podría ser malinterpretado por ellas.
Por su lado
Lucifer se opuso en todo momento a que se experimentara con civilizaciones
nuevas, que recién se estaban iniciando o que todavía no habían empezado, porque
era como encumbrar a unos novatos por encima de sus entenados.
Se llegó
entonces a una solución que podríamos llamar salomónica, esto es, se decidió
experimentar sobre civilizaciones y mundos que no tenían futuro alguno, que se
habían destruido totalmente y de manera natural en el proceso de la evolución.
Así si el proyecto fracasaba no importaba por cuanto originalmente aquellos
mundos no tenían oportunidad, y si el proyecto funcionaba y llegaba a surgir
allí una civilización con un potencial psíquico y espiritual superior capaz de
inspirar nuevos horizontes , esto ocurriría en un tiempo alternativo, al margen
del real tiempo del universo. En todo momento el experimento se mantendría
aislado pudiendo ser abortado o terminado en cualquier momento.
Se decidió
entonces escoger ocho planetas de categoría “UR”(planetas de aura azul,
predestinados para un desarrollo espiritual superior siempre que sobrevivieran a
su inestabilidad, por ser ellos planetas muy inestables que fácilmente entran en
convulsión y se destruyen , o atraen impactos meteóricos o de cometas que tanto
los pueden destruir como sembrar o alterar la vida en ellos ) , dos por galaxia,
involucrando en total cuatro galaxias de un grupo local de galaxias que gira en
torno a la M31 la gran nebulosa de Andrómeda. Los planetas escogidos ya se
habían destruido y no existían en el Real Tiempo. Uno de esos planetas era la
Tierra.
Se autorizó entonces que un grupo de civilizaciones extraterrestres
viajaran a través del tiempo y del espacio mediante atajos interdimensionales
(pliegues cósmicos o agujeros de gusano), llegando a los planetas escogidos
antes de que estos murieran e impidiendo que sucumbieran, creando con ello un
tiempo alternativo paradójico.
Para los extraterrestres el tiempo en el
universo es como una espiral ascendente , de tal manera que en una de las curvas
de la espiral la Tierra murió, pero el universo continuó. Fue precisamente hace
mil doscientos millones de años que nuestro planeta fue víctima de impactos de
lluvia meteórica que acabaron con la vida del planeta y con el planeta. Entonces
a través de los portales dimensionales abiertos llegaron los interventores
(Ingenieros Genéticos o Sembradores de Vida) viajando por el espacio tiempo,
llegando a nuestro mundo antes que sucumbiera creando otra realidad, y a partir
de ese momento se crea otro tiempo que corre paralelo al anterior. Supuestamente
al ser éste, un tiempo paradójico, se suponía que debía ser irreconciliable con
el tiempo real, pero los acontecimientos demostrarían lo contrario.
Ahora,
¿qué prueba científica habría de que esto que estoy diciendo podría ser real?
Precisamente, cuando los científicos procuran datar la antigüedad del universo
utilizan para ello el llamado “Efecto Dopler”, que es el corrimiento de la luz
hacia el rojo del espectro, y que permite medir la velocidad con la que las
galaxias se acercan y se alejan entre sí. De acuerdo a esto, se ha calculado que
el universo tendría entre 10,000 a 15,000 millones de años de antigüedad. Pero
lo que los científicos no se pueden explicar, es por qué cuando ellos miran en
determinada dirección del universo, siempre se encuentran con ciertas estrellas
más antiguas que el “Big Bang”, lo cual es imposible. No puede haber estrellas
más antiguas que la creación. Otro elemento interesante de apoyo a éste
planteamiento es que en el año 2002, cuando la sonda espacial Voyager debía de
salir fuera del sistema solar para buscar vida en otros mundos fuera del
sistema, cuando dirigió sus cámaras y detectores en dirección hacia la Tierra no
detectó vida en nuestro mundo. Fue un escándalo porque ¿cómo podría buscar vida
en otros mundos si ni siquiera la detectaba en la Tierra?. Lo que ocurrió es que
la sonda había pasado muy cerca de las lunas de Júpiter, donde habría un portal
dimensional que comunicaría con el Real Tiempo del Universo, y dentro del Real
Tiempo no había vida en la Tierra, ni siquiera habría Tierra.
La Tierra es
parte de un sistema solar que a la vez es una porción ínfima de una galaxia (La
Vía Láctea). Nuestra galaxia posee más de 400 mil millones de estrellas,
repartidos en cuatro brazos espirales donde se encuentran alrededor de unos cien
mil millones de sistemas solares. Todos los mundos más evolucionados de nuestra
galaxia en capacidad de ayudarse y ayudar a otros se encuentran bajo la regencia
de un Concejo de 24 Ancianos, llamado el Concejo de la Confederación de Mundos.
Debajo de ellos hay todo un orden jerárquico de civilizaciones conformado por
los Ingenieros Genéticos o Sembradores de Vida, luego vienen los Guardianes y
vigilantes, y finalmente los Instructores Planetarios. Los 24 Ancianos de la
Galaxia, o Concejo de nuestra Galaxia tiene un representante en Andrómeda, y así
cada una de las galaxias satélites, de tal manera que todos ellos conforman el
Concejo de los 9 de Andrómeda, y la relación de éste Concejo central con cada
una de las Galaxias, se le conoce como la Gran Hermandad Blanca de la Estrella,
simbolizada por una estrella de Seis puntas símbolo de la conexión entre los
universos a través de la Cuarta Dimensión o Tiempo Real.
Con el tiempo
nuestro planeta volvió a destruirse, pero parcialmente. Esto fue hace unos 65
millones de años, con aquel meteorito de casi 10 kilómetros de diámetro que
chocó en las costas de México, quedando nuestro mundo peligrosamente inclinado
sobre su eje. Con éste nuevo desastre la Tierra fue el primero de los ocho
planetas escogidos que fue descartado del Plan Cósmico. Pero más adelante, tres
de los otros siete planetas se volvieron a destruir totalmente, y cuatro se
estancaron evolutivamente, porque en ellos se intervino tanto y tan
directamente, que las civilizaciones que allí surgieron imitaron procesos,
terminando por estancarse igualmente.
El único planeta en el cual los
experimentadores perdieron el control sobre el experimento desde un inicio
pudiendo llegar a cumplirse con la expectativa original, es aquí en la Tierra.
Por ello se le retomó dándole una nueva oportunidad, y hace millones de años
atrás los interventores modificaron la genética de nuestros antepasados a través
del poder del sonido, facilitando y alentando saltos en la evolución. Fueron
siete Ingenieros Genéticos llamados en la Biblia “Elohim”, los que descendieron
en un punto de África y que experimentaron directamente con los proto-homínidos.
Uno de aquellos Elohim estaba directamente influenciado por Luzbel, su nombre
era Gadreel. Era un médico extraterrestre identificado con el símbolo de la
serpiente, que en su momento boicoteo el proyecto alentando a nuestros ancestros
constituidos por varias parejas que habían sido colocados en una nave
laboratorio, a consumir plantas con propiedades alucinógenas.
Gadreel fue
castigado por su inadecuada actuación siendo dejado en nuestro planeta como
exiliado, y refugiándose posteriormente en el mundo intraterreno.
Desde que
el concilio de los “Hellel” decidió llevar a cabo el Plan Cósmico Lucifer o
Luzbel ha venido entorpeciendo el proceso, haciendo sentir su oposición a que su
propuesta original fuera variada y adaptada. Por lo que su misma actitud lo ha
llevado a actuar de acuerdo al papel que él mismo había propuesto, enfrentando y
disociando. Y esto lo ha venido haciendo a través de diversos personajes a lo
largo del proceso.
Hace 25 mil años de los nuestros, dos grandes
civilizaciones extraterrestres: los seres de Orión y los de las Pléyades,
recibieron el encargo de llegar a nuestro mundo en calidad de Guardianes y
Vigilantes, para supervisar más de cerca la evolución del Plan. El principal de
los Oriones era un ser de aspecto reptiloide (también identificado con el
simbolismo de la serpiente) llamado Satanel o Satán, una entidad extraterrestre,
a la vez leal seguidor de la filosofía y lineamientos de Luzbel, por lo que hizo
lo imposible por boicotear y sabotear el Plan Cósmico, generándose tal nivel de
tensión en una suerte de guerra de galaxias cuyos ecos todavía resuenan en el
cosmos, enfrentando a los guardianes y vigilantes.
En Orión hay muchos
sistemas y mundos habitados por todo tipo de seres, algunos de forma humanoide
como nosotros, otros totalmente diferentes. Por ello, no es extraño el que hayan
seres de aspecto reptiloide antropomorfizado en el espacio, por cuanto para
ejemplo esta nuestro planeta, donde la evolución pudo haber llegado a albergar
formas evolucionadas de reptiles.
Satanel argumentaba que el ser humano de la
Tierra podría poner en peligro el orden cósmico desestabilizándolo y
revolucionándolo todo, siendo seguido por un grupo de oriones que tomaron
extremas medidas de violencia para imponer su criterio, lo que hizo que fueran
sometidos y en calidad de disidentes, fueron finalmente desterrados en la
Tierra. Acostumbrados a vivir miles de años fuera de nuestra atmósfera,
envejecieron y murieron aquí, quedando atrapados en otra dimensión, declarando
desde allí una guerra psíquica a la humanidad, procurando manipularlo y
constituyendo una suerte de gobierno en la sombra, que quiere impedir a como de
lugar la evolución de la humanidad. Este gobierno interno negativo no puede
manipular a toda la humanidad, por lo que escoge y selecciona a personas débiles
de voluntad encendiendo sus carismas, vinculándolos a la política, la religión,
la economía, la moda, la música, la mafia, las drogas, etc para que desde allí
controlen y manipulen quitándole a la humanidad la fuerza y voluntad de cambio,
encaminándolo a la autodestrucción e impidiéndoles el conocimiento de nuestro
rol protagónico en el concierto de los mundos.
Lo que los mueve a los
disidentes a actuar de la forma que lo han venido haciendo a lo largo de miles
de años, es el temor al cambio y a un nuevo estado de cosas.
Si bien no todos
los oriones participaron de la disidencia, quienes se mantuvieron fieles al Plan
Cósmico se le permitió quedarse en las Lunas de Júpiter estableciéndose en
colonias mineras que sostuvieran las estaciones orbitales con recursos. Desde
allí quedarían en calidad de observadores del proceso, para que llegado el
momento pudieran volver a contactar con la humanidad en calidad de instructores,
reivindicándose y resarciendo a la humanidad por los errores y arbitrariedades
cometidos por los otros Vigilantes.
Los oriones fueron reemplazados por los
seres de Sirio (Can Mayor) en su calidad de Vigilantes y Guardianes, colaborando
con los pleyadianos, manteniéndose al frente de nuestro planeta. Pero la
influencia nefasta de los exiliados consiguió que doscientos pleyadianos
cometieran la grave trasgresión de tener relaciones sexuales con seres humanos
de la Tierra, como lo afirman las tablillas sumerias, el Libro del Génesis
Bíblico y el Libro Apócrifo de Enoc. Los mestizos que surgieron de esa relación
fueron reunidos en un archipiélago de diez islas en el océano Atlántico dando
surgimiento a la civilización atlante. El mal uso que hicieron los atlantes del
conocimiento recibido de sus padres extraterrestres coincidió con una catástrofe
planetaria cíclica de cambio climático, haciendo desaparecer esta civilización
de la faz del planeta.
El mito de Noé que se repite de una cultura a otra
hace referencia a ésta catástrofe, y al proceso de salvamento de un pequeño
número de personas.
Esta situación con los oriones disidentes y el problema
posterior que se dio con los pleyadianos, hicieron que el grado de interacción
de los extraterrestres con la humanidad creara inesperados vínculos difíciles de
romper. Es como que en un laboratorio donde se esta experimentando una vacuna,
los científicos más prominentes allí destacados quedan expuestos y contaminados
a la enfermedad u a otra, y ahora no queda más remedio que encontrar el remedio
para una cosa y la otra, sino, hay que cerrar (sellar) el laboratorio con todos
adentro, quedando peor que al principio.
Los salmos de la Biblia mencionan
esta condición tan especial que se le ha otorgado al ser humano de la Tierra de
poder marcar la diferencia:
“¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él y
para darle poder?
Lo hiciste poco menos que los ángeles,
Lo coronaste con
gloria y dignidad,
Le diste el mando sobre la obra de tus manos,
Todo lo
sometiste bajo sus pies”…
(Salmo8,5)
La destrucción de la Atlántida y del
último período de la Lemuria llamado “Mu”, debido al cambio climático y a las
catástrofes propiciadas ya en aquel entonces por el ser humano, precipitaron un
primer envío de 32 seres extraterrestres en calidad de organizadores de los
archivos del Registro Askhásico , para lo cual descendieron en el desierto del
Gobi en la Mongolia, y fundaron allí la mítica Shambala, capital del mundo
intraterreno de Agharta estableciéndose como la Hermandad Blanca de la Tierra.
El conocimiento fue guardado a través de una red de túneles y ciudades
subterráneas en diversas partes del mundo para que estuviese a disposición de la
humanidad llegado el momento. Posteriormente fueron enviados otros 144 seres
pero como instructores planetarios, que descendieron en la Mesopotamia, y en
Mesoamérica estableciendo contactos directos esporádicos con las poblaciones
humanas para ayudarlas a retomar el proceso interrumpido por los grandes
desastres.
Por todo lo que ha venido ocurriendo en los últimos miles de años
en nuestro planeta y alrededor de él, podemos decir que cuanto acontece aquí ya
no se puede circunscribir únicamente a nuestro entorno. Los interventores no
pueden ser meros observadores del proceso sacando conclusiones como asistiendo a
un Reality Show televisivo. Somos todos parte de una misma historia y de una
misma solución. Por ello hemos visto multiplicarse los avistamientos ovnis en
todo el mundo y manifestaciones de todo tipo. Pero los extraterrestres son muy
concientes de que en éste especial momento de la historia planetaria no deben de
hacer por nosotros lo que a nosotros nos corresponde.
Hoy por hoy nos
encontramos al final de un ciclo cósmico que había sido vaticinado en un sin fin
de profecías en donde todos estamos asistiendo a trascendentales cambios
mundiales, entre ellos el Cambio Climático Mundial, los Mega desastres,
Terremotos y Erupciones Volcánicas, la Crisis Económica, Política, Social y de
violencia e inseguridad, etc. En ninguna de estas profecías se hablaba del fin
del mundo, sino del final de los tiempos, y para que haya un final de los
tiempos, tendría que haber más de un tiempo. Por ello lo que se espera que
ocurra en los próximos años es que el tiempo alternativo y paradójico en que
vivimos se junte , integre o sincronice con el Real Tiempo del Universo, de tal
manera que solo habrá un tiempo, con todas las consecuencias que esto supone.
Toda esta historia muy simplificada y resumida, difícil de creer y asimilar
es el Plan Cósmico, y es el drama que estamos viviendo en la actualidad.
Sixto Paz Wells
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