sábado, 11 de agosto de 2012

NASA explorará las peligrosas zonas radiactivas Van Allen que rodean la Tierra Partículas de protones y electrones rodean nuestro planeta en forma de dos cinturones que son constantemente bombardeados por los vientos solares

La NASA enviará dos sondas que estudiarán las poco conocidas zonas de radiación que corresponden a los llamadosCinturones de Van Allen, y que existen en torno a la Tierra, informó ayer en un comunicado.
El director del proyecto, Richard Fitzgerald, dijo entusiasta que “todo está listo y preparado para poner en marcha el proyecto de las naves Storm Belt (RBSP) como estaba previsto”.
“Tanto las naves gemelas y todo el equipo de RBSP está ansioso por empezar su exploración de una de las partes más peligrosas del espacio cercano a nuestro planeta”, agrega Fitzgerald.
Estas naves son las sondas gemelas Storm Belt y operarán en el corazón de las regiones radiactivas que corresponden a los dos anillos o cinturones de Van Allen, señala la NASA.
Los científicos esperan recolectar datos cruciales, sin embargo, estos Cinturones de Van Allen están compuestos de electrones y protones de muy alta energía, que pueden ser de gran riesgo para los equipos electrónicos robotizados que recolectan los datos, y más aún para el ser humano.
La directora de la división de Heliofísica de la NASA, explicó que se estudiará el impacto que ejercen las partículas provenientes del Sol en el cinturón de radiación de la Tierra.
El Sol expulsa durante sus explosiones (tormenta solar) gran cantidad de masa coronal, conocidas como CME, y estas masas, compuestas de partículas electromagnéticas de diverso tipo, viajan por efecto de los vientos solares en todas las direcciones en torno nuestra estrella. Algunas de ellas llegan a la Tierra (Ver segundo video).
Hasta la fecha, el departamento de Predicción de Clima Espacial de la Agencia Atmosférica y Oceanográfica de Estados Unidos (NOAA), emite durante las 24 horas los informes de la actividad solar, la cual resulta ser muy variable. Durante los períodos de mayor actividad se detectan tormentas de radiación solar, tormentas geomagnéticas, que dañan los circuitos energéticos de la Tierra, bloqueos en las comunicaciones por ondas de radio y además, detecta si llegan desde el Sol altos niveles de electrones y protones.
Ahora la NASA espera comprender cómo realizar mejores predicciones, fundamentalmente orientadas a proteger la infraestructura tecnológica en el espacio, las naves espaciales, los múltiples satélites que operan con servicios para la Tierra o las infraestructuras que puedan verse afectadas en nuestro planeta.
James Van Allen descubrió los cinturones de radiación en 1958 y detectó que éstos varían de acuerdo a los cambios y a las tormentas solares, pero no hay total comprensión de cómo opera este comportamiento, señala la NASA.
El científico, David Sibeck, de la estación espacial Goddard, en Greenbelt, Maryland, explicó semanas atrás que a pesar de los descubrimientos realizados en torno a los cinturones, ahora hay más preguntas que respuestas, y las investigaciones deben orientar a cómo proteger los satélites.
“El cinturón interior de radiación se mantiene bastante estable, pero el número de partículas en el exterior se pueden hinchar 100 veces o más, abarcando fácilmente una multitud de satélites de comunicaciones e instrumentos de investigación que orbitan la Tierra. Averiguar lo que impulsa estos cambios en los cinturones, se requiere entender lo que los impulsa”, destaca David Sibeck en un informe del proyecto.
“La dramática dinámica de los cinturones de radiación de la Tierra causada por el clima espacial son altamente impredecibles”, confirma, Barry Mauk, científico del Laboratorio de Física Aplicada, de la Universidad Johns Hopkins, en Laurel y uno de los integrantes del proyecto.
“Uno de los objetivos fundamentales de la misión RBSP es el uso de la magnetosfera de la Tierra como un laboratorio natural para comprender cómo la radiación en general, se crea y se desarrolla en todo el universo. Hay muchos misterios que necesitan ser resueltos”, agrega Mauk.
Lo que se conoce hasta el momento es que durante las tormentas solares, la radiación aumenta y esto afecta a los pilotos y pasajeros de los aviones que se encuentran en las zonas polares.
Otro de los efectos es que puede desactivar a los satélites, causar daños en la red eléctrica, causar interferencias en el posicionamiento y en las señales de comunicación y de televisión.
Cinturones de Van Allen
Fueron descubiertos por el físico estadounidense, James Van Allen, responsable del experimento realizado por el primer satélite artificial Explorer 1.
Los cinturones son dos fajas de partículas que están relacionadas al campo magnético terrestre que rodea a nuestro planeta.
Estas partículas recorren las líneas del campo magnético de la tierra por la fuerza del campo eléctrico y el campo magnético que se produce cuando hay una carga eléctrica en movimiento, acción denominada por los físicos como “Fuerza de Lorentz”, informa Astromia.
Las partículas se mueven entre los dos polos de norte a sur y estos cinturones son evitados por las misiones tripuladas, ya que su radiación puede afectar a los tripulantes.
Los cinturones se extienden desde unos cientos de kilómetros sobre la Tierra, hasta 48 mil a 64 mil kilómetros de altura, según reporta el medio científico.
La mayor parte de los protones de más alta energía, es decir sobre los 10MeV, se encuentran en el cinturón interior a una altura de los 3.200 Km, mientras que los electrones de mayor energía, se concentran en el cinturón exterior.

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