sábado, 20 de febrero de 2010
EVAGELIO ACUARIO DE JESUS EL CRISTO - HERRAMIENTAS DEL CARPINTERO
EL EVAGELIO ACUARIO DE JESUS EL CRISTO
LEVI H. DOWLING.
FRAGMENTO LAS ERRAMIENTAS DEL CARPINTERO
VICTOR SALAZAR SOTO
De los registros akasico, para la era de acuario
Capìtulo 20
Despuès de la fiesta. Viaje de regreso. Jesùs perdido. Se busca. Sus padres
le hallan en el templo. Vuelve con ellos a Nazaret. Simbolismo de las
herramientas del carpintero.
La gran fiesta de la pascua habìa terminado y los de Nazaret regresaron a
sus hogares.
2. Y llegaron a Samara, y ahì Marìa dijo: ¿Dònde està mi hijo? Nadie habìa
visto al niño.
3. Y Josè le buscò entre los parientes que estaban en camino a Galilea, pero
ellos tampoco le habìan visto.
4. Entonces Josè y Marìa y un hijo del Zebedeo regresaron y le buscaron por
toda Jerusalèn sin encontrarle.
5. Y entonces fueron a los patios del templo y preguntaron: ¿Habèis visto en
estos patios a Jesùs, un niño de cabello, claro, rubio, de profundos ojos
azules, de doce años de edad?
6. Los guardianes contestaron: sì, està discutiendo con los doctores de la
ley.
7. Y entraron y le encontraron como los guardianes les habìan indicado.
8. Y Marìa dijo: ¿Por què, Jesùs, tratas asì a tus padres? Mira que dos dìas
te hemos buscado. Temìamos que te hubiera ocurrido algo grave.
9. Y Jesùs dijo: ¿No sabèis que debo estar en el trabajo de mi Padre?
10. Y dando la mano a cada uno de los doctores de la ley, fue en cìrculo
dicièndoles: Confìo en que nos veremos otra vez.
11.Y se fuè con sus padres camino de Nazaret y cuando llegò a su hogar
trabajò con Josè como carpintero.
12. Un dìa, mientras acarreaba sus herramientas de trabajo dijo:
13. Estas herramientas me recuerdan aquellas que usamos en el taller de la
mente donde el pensamiento crea las cosas y construye el caràcter.
14. Usamos la escuadra para medir todas aquellas lìneas, para enderezar los
sitios torcidos del camino y para cuadrar nuestra conducta.
15. Usamos el compàs para trazar cìrculos alrededor de nuestras pasiones y
deseos a fin de mantenerlos dentro de los lìmites de la rectitud.
16. Usamos el hacha para cortar las partes nudosas, inùtiles y feas y para
dar simetrìa al caràcter.
17. Usamos el martillo para empujar hacia adelante la verdad y para
martillarla de modo que entre a formar parte de todas las partes.
18. Usamos el cepillo para pulir las superficies àsperas y desiguales en la
juntura, y los maderos y las tablas que han de construir el templo de la
verdad.
19. El formòn, la cuerda, la plomada y el serrucho, todos tienen su uso en
el taller de la mente.
20. Y finalmente esta escalera con su trinidad de peldaños: fe, esperanza y
amor; en ella ascendemos a la cùpula de la pureza de la vida.
21. Y por la escalera de doce peldaños, ascendemos hasta alcanzar el
pinàculo, objetivo final en cuya construcciòn usamos la vida: el Templo del
Hombre Perfeccionado.
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