lunes, 25 de enero de 2010

EL PODER DE LA MUJER


El Poder de la Mujer
Eulalia Teresa Solís Herrera
eulaliateresa@gmail.com

El poder de la mujer en nuestro mundo actual es como la fuerza de gravedad que sostiene la tierra, ¡una realidad! No estoy refiriéndome al feminismo, que la verdad lo encuentro desastroso, prefiero creer en la diferencia de sexos que es capaz de complementarse, sino que a las afortunadas circunstancias que hoy nos envuelven a la mayoría de las mujeres y a nuestro mundo interior.
Por estos días, las mujeres vamos por la vida, hacia una época que cada vez más se reconcilia con nosotras, y eso es loable, aunque debo decir que lamentablemente estos privilegios aún no la puede gozar todo el género femenino de la tierra, porque me atrevo a decir que si eso ocurriera, en el mundo reinaría la paz y el bienestar absoluto. Una mujer respetada por su condición de mujer, con condiciones favorables para vivir y además de eso feliz, es un ser de un poder ilimitado que es capaz de cambiar positivamente el mundo que le circunda y más allá de sus fronteras también, basta con mirar la historia de la tierra, por eso, hay que seguir trabajando para que las mujeres estén bien y así puedan ser unas verdaderas artesanas que logren dar belleza a la Nueva Tierra.
Gracias al sistema actual de sociedad, han pasado a la historia los tremendos sufrimientos por absurdos tabúes en épocas de mucha oscuridad, donde la mujer sufrió atroces persecuciones, por una sociedad enloquecida por el poder, extraviados por su ambición, ignorancia, machismo…; cuestiones que hicieron a muchas mujeres presas de la infelicidad. Con tristeza digo que aún hoy sufren muchas mujeres y por ellos se desequilibra la familia, la sociedad, los pueblos ¡el mundo entero! La mujer es el baluarte del amor.
Me detengo a pensar y muchas veces llego a la conclusión que es la mujer la que no se libera, porque no se informa, no se educa, alimenta el machismo, tiene miedo, es madre muy joven, se deja influenciar de mala manera…pero en otras circunstancias, desgraciadamente ella es víctima de un sistema mundial que aún no le da una auténtica oportunidad que la favorezca, me refiero a culturas muy extremas como en el Oriente; precisamente allí es donde menos paz existe, y es que la voz de la mujer no es escuchada. También injusticia en el trato hacia las amas de hogar de casi todo el mundo, que por su trabajo de labores domésticas diaria, no reciben remuneración alguna ¡ni nada que las proteja a pesar de que de ella depende el bienestar y felicidad familiar!
Hoy las mujeres tenemos una amplias ocasiones de vivir llenas de gozo, dar, servir para la luz; por eso les digo, nosotras podemos ser unos espejos al sol que ¡hagamos resplandecer la tierra como nunca antes vista! Esto es urgente, somos los seres que por gracia divina tenemos las facultades para esa gran misión; nosotras somos una gran fuerza positiva, por eso les digo que podemos ser las heroínas de los sentimientos más nobles de la especie humana.
Invito a mis congéneres desde hoy mismo a ser las misioneras, que sin descanso trabajemos por el amor, los niños, la educación de valores, la unión familiar, la fraternidad… y toda la gran variedad de afectos ¡urge, de verdad que urge, porque la tierra y el universo lo necesita!
Dejamos de ser las estoicas, para convertirnos en seres libres y renovados que tienen una inmensa responsabilidad con todos los seres de la tierra y no debemos ser indiferentes para que de verdad ¡no haya tanto dolor! Y para eso gozamos de un PODER INTERIOR ILIMITADO, aprovechémoslo con humildad y sabiduría.
Una mujer sana, inteligente es excepcionalmente intuitiva. Yo soy una fiel admiradora de las mujeres, de su mundo interno, de sus sueños, de sus metas; creo que particularmente, somos poseedoras ¡de todos los recursos humanos para sanar este mundo! Y que unida a la inteligencia masculina en equilibrio sin duda la fuerza sería magistral para ir en rescate de una tierra dormida.
Y si usted me pregunta ¿y qué tal si la mujer guía hacia lo obscuro y no hacia la luz? Mi respuesta es que si esto ocurre, lamentablemente la tierra se detiene, no avanza, física, mental, espiritual, emocional y menos estelarmente. Y hasta es posible una autodestrucción como humanidad ¡Así de drástico es!
Les aseguro que si todas las mujeres activáramos nuestro ser para lograr un poder hacia una meta positiva y lográramos un gran resplandor, desde hoy mismo, veríamos como nuestra sensibilidad, sabiduría, intuición, alegría, inteligencia femenina, unido a la humildad… haría realidad la co-creación de un mundo sin tinieblas donde el amor, el equilibrio yin-yan y la libertad interior… ¡purificaría la tierra para convertirla en una estrella luminosa, que danza en el cielo.
Mujeres, ¡nosotras somos unas magas de extraordinario poder! Todas podemos convertirnos en rosas, las invito a renovar la tierra con su exquisito aroma e inspiración de amor.
Ada Irizada.
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